Capítulo 21|Rainer.

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Narra Rainer

Recibo una llamada que me despierta justo antes de que salga el sol. Al terminar de hablar con mi abogado, tomo mis cosas y huyo cual prostituta después de haber hecho su trabajo, de casa de Arnie. No sé en qué momento pero debí quedarme dormido ideando más estrategias.

El juicio es a las diez, hora en que pasaré por Olivia a su departamento. Sus nuevos guardaespaldas me indicaron que se quedó a dormir ahí, aunque lo supuse después de que lo dijera ayer en la pelea repentina y sin sentido que tuvimos antes de despedirnos y después de haber llegado a California.

Subo a mi auto y acomodo el retrovisor. Limpio mis ojos tras creer que es solo una ilusión y no hay un coche en la esquina, polarizado, por su puesto.

«Ten cuidado hijo, tenerme como aliado tiene consecuencias pero tenerme de enemigo es peor».

Llamo a mi agente de seguridad y le aviso como están las cosas antes de comenzar a conducir hacia el punto de reunión que nosotros acordamos, porque claro, me previne desde antes y tuvimos una par de  reuniones en donde pactamos cuáles serían las señales para ir en mi búsqueda y la forma más rápida de que llegasen a mí si llego a tener un accidente.
Estoy esperando que los ingenieros terminen el prototipo del chip localizador que van a implantarme en alguna parte cutánea y una vez que lo tenga, no habrá poder humano que le de la oportunidad a Richard de sacarme del mapa.

Enciendo el motor.

Me he librado de peores.

Que comience el juego.

Doy la reversa en cuestión de segundos y acelero. Conduzco lo más rápido que las curvas me lo permiten, pues resulta ser cierta mi teoría, el coche viene tras de mí.

Maldigo vivir a las afueras, es un fraccionamiento con mucha tranquilidad pero no es tan transitado y por ello, seguro en estos casos.
Ya lo había pensado en los Hamptons, necesito una casa más grande ahora que comparto espacio con Olivia y puede que sea buen momento para comprar una recidencia en zona céntrica.
Doy la vuelta en una curva y me desvío por un sendero, sigo conduciendo hasta que llego al punto de reunión con Levi y los guardaespaldas, sé que el auto va a encontrarnos, sin embargo, no podrá hacer nada si estoy rodeado de mis hombres.

La sonrisa de Levi delata lo que va a decirme.

Maldito imbécil.

—Gracias por hacerme llevar el más rápido de mis autos. —Parlotea orgulloso.

—Sigue jugando a ser gracioso y te despido. —Ríe.

—Como si pudieras vivir sin mí.

Maldito imbécil, ¿quién cree que es? Nadie es indispensable, sólo yo lo soy.

—Cállate y llevame a casa. —Ordeno.

—Desde luego, mi señor. —Prosigue burlándose.

Estoy agradecido con Levi porque de cierta forma, por él he sobrevivido a tantas, es como la cabeza fría que me ayuda a pensar y que Arnie no puede ser, pero eso no borra el hecho de que es un igualado.

—Habla con los abogados, necesito una casa en Beverly Hill's, no escatimes en gastos y contrata toda la seguridad que te sea posible.— Cierro la puerta de la camioneta.

—¿Qué hay de la casa en la que vives? — Suspiro.

—¿Todo lo tengo que pensar yo? — Ruedo los ojos —Contrata a dos personas que cumplan con los requisitos y que sean físicamente parecidos a Olivia y a mí. Ellos vivirán en esa casa y fingiran ser nosotros.

Sin sentimientos (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora