Seduciendo Un Alfa |NamJin|

By nayechwan18

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SeokJin no quiere casarse. SeokJin no quiere enamorarse. Pero él ama los retos. Y NamJoon es el mejor reto p... More

ADVERTENCIA
PRÓLOGO
1: Seduciendo Un Alfa.
2: Plan para seducir a un alfa.
3: Una boca placentera.
4: El verdadero Kim SeokJin.
5: El nuero perfecto.
6: Dedos calientes y agiles.
7: Un repentino rival.
8: Los celos no son una opción.
9: Un beso no debería ser tan bueno.
10: Una puta recién follada.
11. Secretos entre amigos.
12: Nadie puede odiarte como yo.
13: No finjas ser lindo.
14: Duerme conmigo.
15: Una pequeña excepción.
16: Conflicto entre omegas.
17. ¡No somos novios!
18: La temperatura perfecta.
19: Pequeños accidentes.
20: Traicionar tu confianza.
21: La cúspide de su tolerancia.
22: Una pareja de recién casados.
23: Los ojos del amor.
24: Desde la primera vez que nos vimos.
25: No hables con desconocidos.
26: Profundamente enamorados.
27: Tu luna y mis estrellas.
28: Dime que eres mío.
29: Remanentes de un calor.
30: Tres pruebas no son suficientes.
31: Promesa.
32: Escenas de besos.
34: Soy especial.
35: Destino.
36: Sueño de concepción.
37: Las historias se repiten.
38: El hijo del viejo zorro.
39: El principio del fin.
40: Confianza quebrantada.
41: Está bien si lloras.
42: Por primera vez.
43: Hay belleza en los desastres.
44: Fruto de su amor.
45: El arcoíris después de la tormenta.
46: Un Futuro Juntos.
Final: Amando Un Alfa.
EPÍLOGO
EXTRA 1
EXTRA 2
Extra 3
• AGRADECIMIENTOS E INFORMACIÓN •

33: Soy tuyo.

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By nayechwan18

Este capítulo está dedicado especialmente a teriffic_SIN . Estoy muy agradecida contigo, mana. Siempre escuchas mis ideas y me da consejos útiles. También por ayudarme a revisar y corregir los capítulos para que estén impecables. Tqm ❤️




SeokJin observó con curiosidad los grandes campos y árboles alrededor del camino. Habían estado en la carretera durante una hora entera. Ya estaban al sur de Seúl, casi demasiado cerca de la ciudad de Anyang, por lo que él estaba confundido sobre a dónde se dirigían. Sin embargo, NamJoon estaba siendo poco comunicativo, y él no sabía si esto se debía a que quería mantener en sorpresa el lugar a dónde lo llevaba, o porque su rut se estaba acercando y con ello su humor estaba oscureciendo.

—¿Vamos a Gyeonggi....? —él preguntó con un poco de sarcasmo. Cada vez estaban más cerca de salir de Seúl, por lo mismo, no se sorprendería si iban a esa provincia.

—Estamos cerca —NamJoon le respondió con sus ojos puestos en la carretera—. No seas impaciente.

Pero SeokJin era naturalmente impaciente.

Él se inclinó y subió el volumen de la música para distraerse. Ya se había aburrido de ver su celular. También de ver los campos y los árboles en el camino. Lo único que le quedaba era esperar y ser paciente.

Un rato después, NamJoon disminuyó la velocidad del automóvil y se desvió del camino principal. A unos metros había una gran verja de hierro que impedía el paso. SeokJin se irguió y miró a su alrededor con curiosidad. Un hombre bajito salió de una cabina de seguridad y empujó la verja para que pudieran pasar. Luego, NamJoon bajó el cristal de su auto y el mismo señor se acercó a ellos.

—¡Señor Kim, es bueno verlo por aquí después de tanto tiempo! —el hombre mayor saludó y después su mirada se desvió hacia SeokJin, en el asiento del copiloto. Había un poco de sorpresa en sus ojos al notar que el alfa estaba acompañado—. La villa está lista para usted y su acompañante... Si necesita algo, por favor no dude en llamar. Disfrute de su estancia.

NamJoon agradeció y continuó su camino. SeokJin se dio cuenta que ellos estaban subiendo una pendiente. Después de medio minuto, fue capaz de observar una hermosa construcción a través de los árboles, que se encontraba asentada al final del camino.

Él se quedó boquiabierto.

—Cuando me dijiste que me llevarías a un lugar especial, nunca me imaginé algo así... —murmuró, con un poco de asombro—. ¿Esa es una casa de campo...?

NamJoon no respondió hasta que detuvo el auto frente a la cabaña.

—¿Decepcionado? —él interrogó mientras se quitaba el cinturón de seguridad—. Me gusta este lugar.

SeokJin se giró para mirarlo con incredulidad. ¡Él estaba todo menos decepcionado! Tuvo que alzar la cabeza para observar la hermosa villa rodeada de vegetación frente a ellos.

Él estaba sorprendido.

—No... Todo lo contrario —él aseguró con una pequeña sonrisa en los labios—. Estoy un poco sorprendido. Es una hermosa casa, ¿pertenece a tu familia?

NamJoon se inclinó sobre él y desabrochó su cinturón también. Sus ojos se encontraron por unos segundos.

—Era de mi padre y ahora es mía. Me gusta venir aquí cuando quiero escapar de mis responsabilidades. Es un buen lugar para aislarse y estar en paz —el alfa dijo con un semblante apacible—. Mi padre alfa me traía aquí para pasar tiempo de calidad cuando yo era un niño... Era el único lugar donde él podía olvidar sus responsabilidades y dedicarme un poco de su tiempo.

SeokJin le dio una pequeña mirada contemplativa después de escuchar sus palabras. Quizás este era el motivo por el cual a NamJoon le gustaba venir a esta casa. Era muy probable que la villa estuviera llena de buenos y melancólicos recuerdos de su infancia. Sin embargo, pensar que NamJoon estaba compartiendo esto con él, hizo a Jin sentir una inexplicable calidez en su pecho.

Esto era algo sumamente importante y algo que tenía que apreciar.

Él llevó sus manos a la cara del otro hombre y acunó su rostro entre ellas para dejar un suave beso sobre sus labios. NamJoon no apartó la mirada de sus ojos ni por un instante.

—¿Podemos volver a menudo en el futuro...? —él inquirió en voz baja, mientras acariciaba los pómulos del alfa con gentileza—. Es un lugar hermoso y me gustaría que volvamos juntos...

—Lo haremos —NamJoon asintió con firmeza—. Me alegra que te guste.

SeokJin sonrió lleno de felicidad porque sabía que este lugar era especial para NamJoon.

—También podríamos venir en familia —él mencionó al pensar que el alfa solía venir con sus padres—. Podemos invitar a tus hermanos y a mis hermanos. También podríamos traer a nuestros cachorros en el futuro y...

SeokJin se detuvo de golpe al darse cuenta de lo que estaba diciendo.

¿Por qué dijo eso...?

La realización golpeó todos sus sentidos de repente. Sus mejillas se enrojecieron cuando un extraño sentimiento de vergüenza lo inundó. Tuvo que apartar la mirada y carraspear para fingir no estar avergonzado; a pesar de ello, NamJoon agarró su barbilla de repente y le hizo volver a mirarlo a los ojos.

—¿Uhm? ¿Qué dijiste? —El alfa cuestionó con una ceja alzada. Él obviamente sabía lo que Jin dijo—. No pude escucharte bien.

SeokJin sintió sus orejas calentarse. Pero NamJoon no lo dejaría escapar tan fácilmente. Él estaba a la expectativa y quería escuchar sus pensamientos con claridad.

—Yo dije... que podríamos traer a nuestro cachorro... —él musitó en un tono bajito y después volvió a toser para fingir no estar abochornado—. En el futuro... Podríamos traerlo en el futuro cuando lo tengamos... No estoy diciendo nada raro con esto... Es solo un pensamiento fugaz... ¡¿Por qué me miras así?!

SeokJin miró a NamJoon con el ceño fruncido. El hombre lo estaba viendo con interés y una pequeña sonrisa en los labios. Parecía como si hubiera descubierto una singularidad en él. ¡Pero no había nada raro en las palabras de SeokJin! Esto solo significaba que él estaba haciendo las paces con la idea de que, en algún momento de su matrimonio, tendrían un cachorro, o quizás dos, si tenía en cuenta lo que SeonJo le dijo a su madre...

—¿Por qué te avergüenzas? Me parece una buena idea —NamJoon respondió y después desvió la mirada hacia la cabaña. De nuevo, él parecía estar considerando algo más profundo en sus pensamientos—. Pero me gustaría que éste no sea el único lugar en el cual me permita pasar tiempo de calidad con mis hijos... Merecen más que las sobras de mi tiempo.

El buen ánimo entre ellos cayó en picada después de que NamJoon dijo esto. SeokJin sintió algo amargo en su paladar y su actitud a la defensiva de antes desapareció de inmediato.

Era verdad que una herida, aunque cicatrice con los años, siempre dejaría una marca sobre la piel que nunca desaparecería. NamJoon tenía una cicatriz y temía ser igual que su padre en muchos aspectos de su vida personal. Esto era algo que SeokJin había observado durante el tiempo que llevaban viviendo juntos. No obstante, las preocupaciones de NamJoon estaban lejos de la verdad. SeokJin sabía que él nunca pondría su trabajo por encima de las personas que ama.

—No será el único lugar. Yo no voy a permitirlo —él afirmó con mucha seguridad y luego esbozó una pequeña sonrisa—. También serán mis hijos... Les enseñaré cómo tener la atención de su papá siempre que quieran... No podrás escapar de ellos ni de mí, Kim NamJoon.

El alfa arqueó una ceja y sonrió levemente después de escucharlo.

—¿Quieres darme un mocoso tan malcriado y caprichoso como tú? —Él preguntó con un tono mordaz—. Pensé que no necesitábamos una copia de ti.

SeokJin mordió su labio inferior al contemplar esa idea. En su imaginación no se veía tan mal como se escuchaba.

—Será interesante verte lidiar con un bebé... —él comentó con un poco de diversión—. Cachorros malcriados y tan manipuladores como yo... Tendrás muchos dolores de cabeza, cariño. ¿Estás seguro que quieres tener hijos conmigo?

—He aprendido a lidiar contigo. —NamJoon agarró su barbilla y lo miró fijamente a los ojos otra vez—. No será un problema aprender a lidiar con una pequeña copia de ti...

SeokJin se sonrojó ligeramente. Había algo en los ojos de NamJoon que lo confundió. Se sentía muy cálido y al mismo tiempo frío, una mezcla extraña de emociones, pero que sin duda eran tan profundamente indescriptibles que podrían ahogarlo con mucha facilidad.

Se sintió un poco caliente y asfixiado...

—Deberíamos entrar, ¿no? —Él rompió el silencio para acabar con este singular ambiente—. Hay que desempacar las cosas...

NamJoon asintió lentamente sin apartar la mirada de su rostro, y después se giró para abrir la puerta y salir del auto. SeokJin no dejó de sentirse extraño y avergonzado por esa conversación hasta mucho tiempo después, cuando terminaron de entrar su equipaje y todas las cosas que trajeron, pero el pensamiento todavía le hizo sentir un poco acalorado.

Era la primera vez que pensaba en NamJoon, él e hijos en una misma oración con seriedad.

Había crucificado el pensamiento demasiadas veces hasta ahora, hasta el punto en el que ni siquiera se había permitido pensarlo. Sin embargo, esto se sintió tan repentino que estuvo confundido. Estaba seguro que era producto de la conversación de su madre y SeonJo aquella noche. ¡Todavía no salía de su cabeza! Pero hasta ahora, NamJoon y él no habían tocado ese tema porque, después de todo, no estaban planeando tener hijos antes del matrimonio...

Pero parecía que ya no había problemas con pensarlo ni con imaginarse a sí mismo teniendo una familia con este alfa.

NamJoon le mostró la cabaña. Era grande y hermosa. Los techos eran altos y las paredes tenían grandes cristales que permitían tener una maravillosa vista del exterior. El olor a pino y a flores silvestres en la propiedad eran acogedores. También tenía una piscina y una cancha para jugar en la parte trasera. Pero lo que a SeokJin más le gustó fue la habitación principal. Era la única de las habitaciones que estaba en la parte de arriba de la casa. Parte del techo era de cristal y se unía al gran ventanal que los separaba de la terraza. SeokJin ya podía visualizar muchas cosas interesantes.

Ellos desempacaron todo lo que utilizarían en esos tres días. Estaba previsto que el calor de NamJoon llegará en la noche o al siguiente día; a pesar de ello, SeokJin podía notar la tensión en los músculos del hombre. Cualquier persona que viera al alfa en ese momento creería que él estaba enojado, pero SeokJin sabía que no era así. Él podía sentirlo en el aroma de NamJoon, que cada vez era más pesado e intenso. Su rut se estaba acercando lentamente o, quizás, demasiado rápido.

Naturalmente, los alfas eran diferentes a los omegas. Ellos eran más enérgicos y agresivos durante sus celos. Era como si toda la violencia que contenían en sus cuerpos se desatara en olas de calor. NamJoon y él habían tenido sexo antes de salir de casa. Creía que esto era lo que había ayudado al alfa a conducir todo el camino sin tanta tensión en su cuerpo; aun así, su aroma nuevamente se estaba volviendo sofocante y la tensión en sus músculos, muy visible.

SeokJin no sabía qué esperar de esto. Era la primera vez que estaría con un alfa en celo; irónicamente, en un lugar desolado. Se sentía un poco abrumado ante su imaginativo cerebro. Pero no sentía miedo. A pesar de todo, confiaba en que NamJoon nunca le haría daño.

—Quiero enseñarte los alrededores —el alfa le comentó cuando SeokJin se había dispuesto a hacer algo de comer—. Me gustaría hacer un poco de senderismo.

Al escucharlo, él miró a NamJoon con confusión.

—¿Senderismo? —El desconcierto en su voz era evidente—. ¿Ahora mismo...?

—Sí, ahora mismo —NamJoon confirmó. Él no parecía estar bromeando—. Necesito agotar un poco mi cuerpo... Créeme, será bueno para ti que agote un poco de mi energía.

SeokJin entrecerró los ojos y lo miró con sospecha.

—¿Y qué pasará con la comida...? —él inquirió porque, honestamente, tenía hambre—. Traje el almuerzo para ambos.

NamJoon pareció pensarlo por un momento.

—¿Te gustaría comer al aire libre? —el alfa preguntó con un poco de duda—. Hay un lugar que quiero mostrarte. Podemos llevar la comida y comer ahí. Es algo que también solía hacer en el pasado.

SeokJin abrió los ojos y después soltó una risa. Lo que NamJoon estaba diciendo parecía tratarse de un picnic más que otra cosa.

—¿Quieres hacer un picnic? —él preguntó para confirmar.

El alfa hizo una pequeña mueca pero no negó.

—Sí, eso mismo —él asintió—. Hagamos un picnic.

SeokJin asintió también, lleno de emoción.

. . .

Cuando terminaron de preparar la bolsa de comida para su picnic, NamJoon llevó a SeokJin al sendero que conducía a la cima de esa montaña. En realidad, no tenía planeado hacer senderismo en ese viaje, aunque era algo que le gustaba hacer cuando visitaba el lugar. Sin embargo, con cada hora que transcurría, la energía y tensión en su cuerpo parecía volverse más abrumadora e intensa. Lo cual un poco inusual, pero suponía que esto se debía a la presencia de Kim SeokJin.

El omega era algo nuevo en su vida. Una persona con la que le gustaría hacer muchas cosas. La mención sobre traer a sus cachorros en el futuro no ayudó. Eso provocó algo indescriptible en su cuerpo. Sintió como si el control sobre sí mismo y sus acciones disminuyera considerablemente.

NamJoon no quería ser demasiado rudo con SeokJin. Temía lastimarlo si llegaba a perder el control de sus acciones durante su rut. Pero el aroma del omega lo estaba descontrolando lentamente. En adición, perderse a sí mismo, y ser todo instinto animal, salvaje e indomable era una de las cosas inevitables en un celo. Por lo mismo, decidió que sería bueno si hicieran una actividad física antes de la llegada de su celo. Esto le ayudaría a ventilar parte de esos pensamientos intrusivos por reclamar al omega, que cada vez resonaban más en su mente. Tenía que controlarse. Se había prometido a sí mismo no cruzar esa línea todavía. Iba a hacer las cosas bien para enmendar lo desordenado que fue su comienzo.

—¿El camino es muy largo? —SeokJin inquirió con una pequeña mueca en los labios.

Él llevaba puestos unos pantalones cortos de mezclilla y una camiseta blanca. NamJoon no había prestado mucha atención a su ropa hasta ahora. No obstante, si lo hubiera hecho, le habría dicho que se cambiara los pantalones. La piel de SeokJin era sensible y podría rasguñarse fácilmente con cualquier ramita que sobresaliera de algún arbusto. Fue una suerte que el sendero estuviera libre de maleza gracias a que fue podado esa misma semana.

—Apenas estamos empezando a subir —él avisó con un poco de diversión. Le gustaba observar cómo refunfuñaba el omega—. No seas impaciente.

SeokJin suspiró y volvió a caminar. NamJoon dejó que él andara por delante para poder observarlo. No le gustaba cuando Jin caminaba detrás de él. Sin embargo, esto también fue un desafío difícil para él.

No podía apartar los ojos de sus piernas.

Había un pequeño moretón azul en la pantorrilla izquierda de SeokJin que todavía no había desaparecido por completo. Era probable que él ni siquiera fuera consciente de ello, pero NamJoon podía recordar cada detalle. La manera en la que colocó las piernas del omega sobre sus hombros. El momento exacto en que giró su rostro y chupó esa porción de carne hasta dejarle una marca. El sonido que escapó de los labios de SeokJin. La mirada vidriosa en sus ojos...

NamJoon sacudió la cabeza y frunció el ceño. El aire fresco no le estaba ayudando tanto como creyó que lo haría. Ya estaba empezando a sentir una ansiosa necesidad por tener esas bonitas piernas apretadas alrededor de su cintura.

—Siento como si llevara media hora caminando... —SeokJin se quejó otra vez en voz baja—. Si hubiera sabido que caminaríamos tanto, no... ¡Ah!

SeokJin se tropezó.

El omega dejó escapar un jadeo de sorpresa. NamJoon se apresuró a agarrar su brazo antes que cayera al suelo y se lastimara las rodillas. Suspiró profundo cuando logró sostenerlo a tiempo. Este era uno de los motivos por los cuales le gustaba caminar detrás.

Estabilizó a SeokJin y le dio la vuelta para mirarlo a la cara.

—¿Estás bien? ¿Te lastimaste?

El omega asintió con la cabeza y después miró su pie con atención.

—Me duele el tobillo —él se quejó haciendo un mohín—. ¡Me mentiste! Ya siento que he caminado por una hora.

NamJoon lo miró escéptico. Solo llevaban quince minutos caminando y ya estaban llegando a la cima.

SeokJin aprovechó una roca grande a un lado del sendero y se sentó en ella para continuar su rabieta.

—No voy a caminar más a menos que me lleves en tu espalda.

NamJoon lo miró fijamente, sabiendo que él estaba fingiendo que le dolía el tobillo para que lo llevara en su espalda.

Ese omega manipulador...

Quería bajarle esos pantalones cortos y abofetear su trasero. Tuvo que inhalar profundamente para calmar sus emociones. Sus pensamientos estaban un poco alborotados... otra vez.

—Ven aquí. —Él dejó la bolsa de comida en el suelo y se agachó—. Voy a llevarte en mi espalda.

Al ver que realmente estaba dispuesto a llevarlo, SeokJin abrió la boca con sorpresa y después se puso de pie rápidamente. Él se acercó y se subió sobre su espalda. NamJoon lo apoyó con una mano y con la otra agarró la bolsa de comida antes de ponerse de pie.

SeokJin se rió cuando él empezó a caminar.

—¿Realmente pretendes llevarme en tu espalda todo el camino?

NamJoon ignoró su diversión y resopló.

—Si no pretendiera eso, entonces, obviamente, no te habría cargado.

El omega envolvió sus brazos en su cuello y le dio un beso en su sien derecha.

—Mi alfa es tan fuerte... —SeokJin tarareó con diversión. Su mal humor de antes había desaparecido por completo—. ¿Qué puedo hacer para recompensarlo?

NamJoon pensó en muchas cosas que él podría hacer para recompensarlo. Sin embargo, no dijo nada. Se mantuvo en silencio el resto del camino porque tener a SeokJin tan cerca de su cuerpo, con su aroma a jazmines cubriendo su cuerpo, le hizo sentir muy al borde.

Finalmente, cuando llegaron a la cima y se acabó el sendero, él puso al omega otra vez sobre el suelo.

—Aquí termina el camino —él avisó con un poco de alivio ahora que el aroma de SeokJin no estaba envolviéndolo—. Más adelante hay un risco. Me gustaría enseñarte algo.

SeokJin lo miró con curiosidad. Él obviamente quería saber lo que NamJoon iba a mostrarle, pero no dijo nada. Esta era una vista que le gustaría que el omega contemplara por sí mismo. Agarró la mano de SeokJin y caminaron entre los árboles.

—¿Estás seguro que no hay animales salvajes ni bichos raros aquí? —SeokJin preguntó con una mueca en los labios mientras miraba a todos lados—. Me dan miedo los insectos...

—Eres un pequeño cobarde. —Se burló y el omega le dio una mirada recriminatoria; aún así, no soltó su mano en ningún momento—. Este terreno es parte de mi propiedad. No hay nada aquí que pueda hacerte realmente daño. Conozco este lugar como la palma de mi mano.

SeokJin frunció la nariz y no dijo nada. Cuando salieron de los árboles la vista frente a ellos se amplió. NamJoon soltó la mano del omega y le permitió mirar de cerca. SeokJin se acercó y el viento meció sus cabellos. Él abrió la boca al mirar el valle, con toda su lozana vegetación y la ciudad, en la lejanía.

—Es hermoso... —él murmuró con admiración. Luego, señaló la ciudad y preguntó—: ¿Es Seúl...?

NamJoon asintió y se acercó a él cuando observó que el omega se aproximó demasiado a la orilla. Aunque había una baranda para evitar accidentes, todavía no se sintió a gusto con ver al omega tan cerca de la orilla.

—¿Venías aquí con tus padres...? —SeokJin preguntó con interés.

—Mis padres me traían aquí y hacíamos un picnic... —él recordó con un extraño sentimiento de incomodidad. Hablar sobre esto era algo que no le gustaba. Sin embargo, cuando miró a SeokJin, pensó que no había nada de malo con decirle esto al omega—. Fueron los pocos momentos en que sentí que éramos una familia feliz... Mi padre siempre estaba ocupado y pasaba poco tiempo con nosotros en casa. Pero cuando veníamos aquí, él se olvidaba del mundo exterior, y solo nos daba atención a nosotros... Eventualmente, mientras iba creciendo, él dejó de venir, hasta que ya solo veníamos mi padre omega, mis hermanos y yo.

SeokJin lo miró con esa expresión que NamJoon sabía que era aflicción. Si hubiera sido otra persona, lo habría despreciado, porque no toleraba esa mirada en la gente. Pero sabía que el omega no sentía pena ni lástima por él, eran sentimientos mucho más complejos que esos.

SeokJin se acercó a él y envolvió sus brazos en su cuello otra vez. Él lo miró con una sonrisa radiante que hacía que su rostro reluciera con más belleza de lo usual.

—A partir de ahora, vendremos juntos tú y yo... —él afirmó y acarició sus pómulos con suavidad—. Entonces... en el futuro, vendremos con nuestros hijos también...

Las mejillas de SeokJin enrojecieron después de decir esto. NamJoon sabía el motivo de su vergüenza. Pero volver a escuchar al omega decir tal cosa abiertamente hizo que algo en él se desatara con un indescriptible calor. Él se inclinó y capturó los labios de Jin en un beso que fue demandante desde el inicio. Tenía hambre de su sabor y de todo su cuerpo. Quería consumirlo. Pero se detuvo cuando el calor que quemaba en su cuerpo empezó a intensificarse.

—Es mejor que vayamos a comer... —él murmuró sobre los labios de SeokJin—. Podemos continuar con esto cuando volvamos a la cabaña.

SeokJin se apartó y asintió, ir a comer le parecía una buena idea. NamJoon lo vio agarrar el bolso de la comida y acercarse a la sombra de un árbol para sacar una manta y abrirla. Y mientras lo miraba, no pudo evitar volver a contemplar la idea de formar una familia con este omega.

. . .

Después de comer su almuerzo y tontear un rato, ambos se habían recostado en la manta a mirar el cielo mientras hablaban de cosas aleatorias. NamJoon parecía menos tenso que esa mañana; aun así, SeokJin todavía podía sentir sus feromonas volviéndose más fuerte con el paso del tiempo. Era muy probable que su celo empezara esa misma noche.

En un momento dado, se sintió un poco somnoliento, así que se recostó en el pecho del alfa y terminó quedándose dormido. SeokJin soñó con cosas muy extrañas. También se movió mucho. Pero hubo unos brazos que siempre lo mantuvieron apresado en el mismo lugar. Cuando volvió a abrir los ojos, el cielo parecía un poco nublado, con indicios de que iba a llover esa noche. Él se sorprendió y se sentó en la manta.

—NamJoon... —él musitó con sus ojos puestos en el cielo—. Creo que deberíamos irnos pronto...

Pero el alfa no estaba a su lado.

SeokJin se quedó momentáneamente pasmado cuando se dio cuenta de que estaba hablando solo. Miró a todas partes con un sentimiento de ansiedad empezando a llenar su pecho, hasta que vio al hombre apoyado en un árbol a unos metros de la manta.

NamJoon tenía la cabeza agachada y parecía estar sosteniéndose como si le doliera. SeokJin se sobresaltó al verlo así y se puso de pie rápidamente para ver qué le sucedía.

—¿NamJoon...? —él llamó con preocupación cuándo se acercó al alfa—. ¿Sucedió algo? ¿Te sientes mal?

El alfa se apartó del árbol y giró el rostro para mirarlo. SeokJin se fijó en que su frente estaba perlada de sudor y su piel estaba un poco colorada.

—Tu rostro está un poco rojo... —él señaló con un poco de confusión—. ¿NamJoon...?

SeokJin llevó su mano a la frente del hombre y sintió su temperatura. NamJoon estaba muy caliente. Él tardó unos pocos segundos en caer en cuenta de que el rut del alfa había empezado. La brisa había estado disipando sus feromonas en el aire; a pesar de ello, ahora que estaba tan cerca de NamJoon, fue capaz de percibir la extraña fragancia almizclada en su aroma.

NamJoon olía a ginebra, como era usual, pero más intenso y embriagante que nunca. También había un toque a madera y cítricos en su aroma que lo volvía más fuerte. Esta repentina combinación hizo que el cuerpo de SeokJin también se pusiera rígido. Había algo con el aroma del alfa que golpeó sus sentidos de una forma abrumadora.

—Tenemos que volver a la villa... —informó, mirando tanto el estado de NamJoon como el cielo nublado. Tuvo que cubrirse la nariz para evitar sentirse afectado por su aroma—. Tu calor puede volverse más intenso y más tarde lloverá... Iré a recoger las cosas.

Sin embargo, cuando se dio la vuelta para ir a recoger las cosas que dejaron tiradas en la manta, el alfa agarró su brazo con fuerza y no lo dejó ir. Luego, NamJoon presionó su nariz contra su muñeca e inhaló profundamente.

—Hueles muy bien... —el alfa musitó como si no hubiera escuchado nada de lo que SeokJin dijo antes—. Demasiado bien...

NamJoon presionó sus labios contra el centro de su muñeca y después lamió su piel lentamente como si estuviera degustando un dulce. SeokJin sintió cosquillas recorrer todo su cuerpo y asentarse en la parte inferior de su abdomen a causa de esta acción.

—NamJoon... —volvió a llamar con la voz un poco temblorosa—. Deberíamos volver... ¿Me estás escuchando?

El alfa levantó la cabeza y lo miró a la cara. Sus ojos lucían más oscuros y afilados de lo normal. SeokJin tragó en seco y notó un sentimiento extraño apoderándose de su cuerpo. Las feromonas de NamJoon estaban empezando a marearlo. Era como si el alfa lo estuviera envolviendo en un capullo con su aroma.

—Te quiero ahora —NamJoon declaró sin siquiera una sola pizca de flexibilidad en su voz—. No soportaré todo el tiempo que nos tome volver...

SeokJin lo miró con perplejidad después de escucharlo. Sus ojos escanearon el lugar con detenimiento y no se pudo visualizar a sí mismo teniendo sexo al intemperie o contra un árbol.

¡¿Qué clase de exhibicionismo era ese?!

—¿Justo aquí...? —él interrogó con incredulidad—. NamJoon... Joon-ah, estamos al aire libre... ¿Dónde se supone que lo haremos...?

Pero el alfa no dejó que él terminara su pregunta.

—Justo aquí —señaló con firmeza—. Te quiero ahora mismo.

NamJoon jaló su brazo y presionó su boca contra la suya. El hombre no lo dejó responder. Ni siquiera permitió que SeokJin abriera la boca por su propia cuenta. Él mordió su labio inferior con ferocidad e hizo que abriera los labios para forzar su lengua en su interior. SeokJin fue besado con dureza hasta que todos sus músculos se aflojaron y su cuerpo empezó a ceder bajo la influencia del toque del alfa y sus feromonas.

Cuando NamJoon finalmente terminó el beso, SeokJin ya se encontraba jadeando y con los ojos vidriosos mientras caía en cuenta de lo débil que era su cuerpo ante el aroma de NamJoon. El alfa le dio la vuelta y lo presionó contra el árbol en donde estuvo apoyado antes. SeokJin pudo percibir la rigidez de su cuerpo cuando NamJoon se presionó contra su espalda. Las palmas de sus manos se presionaron contra el tronco. Era una suerte que la corteza no estuviera astillada, ya que entonces sus palmas se lastimarían. De todas formas, no pudo pensar mucho en esto, porque NamJoon bajó sus pantalones cortos de un tirón hasta que estuvieron enredados alrededor de sus tobillos junto a su ropa interior.

—Será rápido... —el alfa murmuró contra su oído y después presionó un beso en el mismo lugar—. Volvemos a la cabaña después...

SeokJin inhaló profundamente. Él sabía cómo sería esto. No esperaba palabras bonitas al oído, ni siquiera palabras sucias, como era recurrente cuando tenían sexo. NamJoon solo necesitaba una rápida liberación para tranquilizar su cuerpo y sus instintos. No sería gentil en lo más mínimo.

—Puedes hacerlo —él musitó con su mirada perdida en el tronco del árbol—. No es cómo si fueras a torturarme...

Aunque esto no era especialmente excitante, porque ni siquiera habría juegos previos, había algo con el hecho de ser tomado de manera salvaje y ruda contra un árbol que hizo a SeokJin sentirse nervioso y a la expectativa.

Mierda...

Él estaba tan mal al encontrar esto caliente que quiso reírse de sí mismo.

NamJoon liberó su propia erección, que estaba terriblemente dura, y se presionó más contra su cuerpo. Sin necesidad de ver su polla, SeokJin ya podía imaginar cómo las venas se marcaban alrededor de toda la extensión, mientras la punta goteaba líquido preseminal.

Su cuerpo se estremeció cuando el alfa agarró una de sus nalgas con fuerza y le hizo abrir más las piernas. Él acarició su agujero con la cabeza de su polla, mezclando lascivamente el presemen con el líquido viscoso que empezaba a resbalar de su entrada, antes de irrumpir en él de un solo empujón.

El repentino estiramiento hizo que Jin se pusiera rígido y sintiera dolor.

—Espera... —él pidió con la respiración un poco exaltada—. Dame unos segundos...

El alfa no se había tomado la molestia de ingresar despacio a pesar de que no hubo juego previos; de todas formas, él cerró los ojos y trató de tranquilizar su cuerpo. Estaba acostumbrado a tener a este hombre dentro de él. La molestia debería desaparecer en cuanto NamJoon empezara a moverse.

El alfa bufó detrás de él. No obstante, todavía parecía ser lo suficientemente consciente para esperar unos segundos a que él se sintiera cómodo.

—Quédate quieto... —NamJoon ordenó—. Todavía no he perdido la cabeza. No voy a lastimarte.

SeokJin asintió con los ojos cerrados.

—Lo sé... —aseguró en voz baja—. Sé que no me vas a lastimar...

NamJoon exhaló después de escuchar su afirmación. Parecía que la confianza que SeokJin tenía en él hizo que parte de la tensión en su cuerpo se desvaneciera. Él agarró con más fuerza su cintura y, como SeokJin pensó, la molestia desapareció en cuanto NamJoon empezó a moverse. Rápidamente, se convirtió en un manojo de suspiros y estremecimientos.

—Nam... Ah... Se-Se siente bien... —él gimió con el placer asentándose en su cuerpo—. Me-me gusta...

SeokJin apoyó sus manos con más fuerza contra el árbol para no perder el equilibrio y se inclinó hacia delante. Sus ojos estaban puestos en el suelo debajo de sus pies mientras su cuerpo se mecía al ritmo de las penetraciones del alfa.

—Tan apretado... —NamJoon gruñó con satisfacción—. Voy a perder la cabeza...

El alfa agarró sus nalgas con solidez y empujó dentro de él con más fuerza que antes. La profunda embestida hizo que SeokJin tirara la cabeza hacia atrás y dejara escapar un agudo gemido. Los sonidos sucios que salían de su cuerpo y boca cada vez que NamJoon ingresaba en él llenaron sus oídos y después resonaron en su cabeza.

Esto se sentía muy bien...

Pero si alguien lo miraba así, gimiendo como una puta y tomando la polla de un alfa contra un árbol, no tendría cara para explicar sus acciones, porque sería extremadamente vergonzoso, pero muy bien podría describir lo delicioso que se sentía ser golpeado por el aire fresco de la tarde, mientras su cuerpo se estremecía por ser follado con tanta rudeza.

—¡Nam... NamJoon! —él gritó cuando sintió que estaba a punto de correrse—. ¡Des... Despacio...!

En vez de ir más despacio, el hombre salió de él súbitamente y le dio la vuelta.

Los ojos de NamJoon se encontraron con los suyos. SeokJin sintió un escalofrío recorrer todo su cuerpo cuando el alfa lo hizo retroceder hasta que su espalda chocó contra el árbol.

—Abre las piernas —NamJoon ordenó. Sus manos vagaron por el cuerpo de SeokJin hasta llegar a sus nalgas y apretarlas con fuerza—. Abraza mi cintura con tus piernas...

SeokJin abrió los labios con un poco de sorpresa. Su respiración todavía estaba agitada y sus mejillas estaban rojas por la reciente acción. No obstante, ni siquiera tuvo tiempo para responder a la demanda del alfa cuando él realizó su primer movimiento.

NamJoon agarró sus muslos y lo levantó. SeokJin tuvo que rodear inmediatamente su cintura con sus piernas para no caer. El hombre presionó su cuerpo más que antes contra el tronco y usó sus manos para abrir sus nalgas.

A SeokJin se le escapó el aliento cuando el alfa volvió a ingresar en él en esta nueva posición.

—Na-NamJoon... —él exhaló—. ¿No es incómodo...?

Pero su pregunta no fue respondida con palabras. El alfa juntó sus labios de forma brusca y lo calló con un beso. SeokJin no tuvo más remedio que corresponder. Sin embargo, al mismo tiempo, NamJoon agarró sus muslos con fuerza y volvió a follarlo con rudeza.

La forma en la que el alfa arremetió  contra su sensible agujero provocó que SeokJin mordiera su labio inferior con fuerza y sintiera ganas de llorar. Estaba empapado en líquido resbaladizo en ese punto y el líquido estaba casi goteando sobre el suelo.

Sus paredes apretaron la polla del alfa cuando sintió otra vez que se acercaba. Las profundas embestidas de NamJoon se empezaron a volver más erráticas, pero aun así demasiado aceleradas. SeokJin dejó escapar un gemido entre sus labios cuando se vino. Su semen se derramó entre ellos y su mente quedó momentáneamente en blanco. NamJoon continuó meciendo sus caderas y embistiéndolo con vehemencia, hasta que también jadeó y llegó a su propia liberación.

El semen caliente del alfa llenó a SeokJin e hizo que su cuerpo volviera a temblar. NamJoon enterró su rostro en su cuello, aún con la respiración entrecortada, y mordisqueó suavemente su glándula odorífica.

SeokJin sabía que esto sería suficiente para permitirles volver y continuar en la casa. Sin embargo, la realización de lo que habían hecho le hizo sentir aturdido.

Ellos realmente cogieron contra un árbol.

El pensamiento le hizo soltar una carcajada por lo incrédulo que estaba. Ciertamente, NamJoon y él tendrían muchas experiencias de las cuales reírse en el futuro.

. . .

¡SeokJin era totalmente un novato cuidando de un alfa en celo!

Después de volver a la cabaña, y ser jodido otra vez contra una pared inmediatamente después de cruzar la puerta, empezó a desconocerse a sí mismo. Francamente, en este punto, ya no sabía si era NamJoon o él quien estaba en celo.

El vapor del agua caliente llenaba la habitación del baño y el calor mezclado con las feromonas del alfa hizo que se sintiera sofocado y un poco asfixiado. Estaba arrodillado contra el mármol de la ducha y la polla de NamJoon estaba enterrada en su boca. El fuerte agarre del hombre en su cabello impidió que se alejara. SeokJin tuvo que aferrar sus manos temblorosas a los muslos de NamJoon para tratar de mantener en control sus propios movimientos, sin embargo, no pudo hacerlo.

Le estaba dando a NamJoon la mamada más desordenada y desastrosa de su vida.

Su salivación era excesiva. El líquido empapó el pene del alfa y se resbaló por sus comisuras. Sus movimientos estaban muy descoordinados. Estaba confundido acerca de si debería chupar o lamer. Su mano agarró la base del pene y no hizo absolutamente nada más allá de sostenerlo. SeokJin estaba totalmente aturdido. Tuvo que entrecerrar los ojos al sentirse ahogado por sus reflejos nauseosos. Se sentía como un jodido inexperto con su primer pene en la boca.

—Estás usando tus dientes... —el alfa masculló con el ceño fruncido—. Detente.

NamJoon jaló de su cabello hacia atrás y su polla salió de la boca de SeokJin con un pequeño sonido sucio. Él estaba tan duro que su miembro estaba erguido, enrojecido e hinchado cuando SeokJin lo miró por un momento antes de alzar la mirada para encontrarse con sus ojos.

—Lo siento... —él musitó con un leve estremecimiento recorriendo su cuerpo—. Me siento... Me siento extraño...

Las feromonas del alfa le estaba haciendo perder la racionalidad y coordinación en sus movimientos. A él realmente nunca se le cruzó por la cabeza que el rut de NamJoon pudiera desencadenar una reacción tan fuerte en su cuerpo. Sin embargo, cada parte de él se sentía temblorosa desde que ingresaron a ese baño, en donde el espacio se volvió más reducido y el aroma de NamJoon más espeso.

—De pie —NamJoon le ordenó—. Ya es suficiente.

A pesar de que le ordenó ponerse de pie, el alfa lo levantó él mismo del suelo y después pasó una mano por debajo de sus pantorrillas para cargarlo. SeokJin se quedó quieto cuando NamJoon caminó con él en sus brazos hacia la habitación. Se sentía muy feliz de ver la enorme cama en medio de la estancia porque dudaba mucho de tener la fuerza suficiente para hacerlo otra vez de pie.

NamJoon lo arrojó en la cama de forma brusca y él le frunció el ceño. No obstante, al alfa no le podía importar menos en ese momento. Él abrió las piernas de SeokJin y se cernió sobre él para apresarlo entre el colchón y su cuerpo.

—Joon-ah... —Jin lo miró a la cara sin saber qué esperar ahora—. ¿Hay algo que quieras que haga...?

Pero NamJoon no le respondió.

Los labios del alfa se estrellaron contra los suyos, su lengua dominando su boca con vehemencia, mientras sus manos sostenían su cintura para mantenerlo en el mismo lugar. SeokJin lo sintió volver a entrar en él de repente y echó la cabeza hacia atrás. Su agujero ya estaba mojado con su propio lubricante y los restos del semen del alfa. Fue fácil para NamJoon penetrarlo sin ningún tipo de consideración esta vez. Sin embargo, él no se movió de inmediato. Se quedó profundamente enterrado en SeokJin mientras lo besaba apasionadamente.

—¿No te vas a mover...? —Jin inquirió cuando el alfa abandonó su boca para besar su cuello—. Me siento muy... muy raro.

Se sentía estirado.

NamJoon estaba dentro de él, sin indicios de querer moverse. Pero SeokJin podía sentir su pene a la perfección, duro e hinchado, abriendo su entrada y causándole un cosquilleo en su interior.

El alfa alzó la mirada después de escucharlo. SeokJin no sabía si las gotas de agua que perlaban su frente eran por culpa de su anterior ducha o el sudor. Pero sus ojos se encontraron por unos segundos y él supo que sería devorado esa noche en casi todos los sentidos.

—¿Cómo se siente cuando estoy en tu interior? —NamJoon interrogó en voz baja—. ¿Se siente bien tener a tu alfa dentro de ti...? Respóndeme, omega.

El alfa se deslizó lentamente fuera de él. SeokJin no pudo evitar apretar las piernas y aferrarse a sus brazos cuando un estallido de placer recorrió su cuerpo.

—Se... se siente muy bien —él musitó con sus ojos puestos en los de NamJoon—. Siempre me siento bien cuando estás dentro de mí, Joonie...

El alfa lo miró con mucha atención. Sus pupilas estaban un poco dilatadas y había hambre en su mirada. La forma en la que sus ojos brillaban, con tanta necesidad y posesividad, hizo que SeokJin temblara ante el pensamiento de lo que vendría después.

—Soy bueno para ti... —NamJoon declaró, más para sí mismo que para SeokJin, con mucha satisfacción. Sus ojos brillaban con una absoluta resolución y su voz era muy grave—. Y tú eres perfecto para mí... Cada parte de ti lo es... ¿Lo entiendes? Naciste para ser mío...

SeokJin abrió los ojos con conmoción. No esperaba que el alfa le dijera este tipo de cosas durante su celo. Algo en su interior se calentó y sus ojos se humedecieron. Sin embargo, cuando estuvo a punto de responder, NamJoon se inclinó y capturó su boca en otro beso demandante. Luego, Jin envolvió sus brazos alrededor de su cuello con fuerza cuando él volvió a penetrarlo.

El beso era feroz y sus empujes profundos. Todo su cuerpo respondió con necesidad. Nuevamente, el fuego volvió a correr por sus venas en oleadas de calor. NamJoon lamió su labio inferior y después volvió a presionar sus bocas en un beso lascivo y lleno de saliva. Él realmente lo estaba besando como si pudiera hacerlo todo el día. Como si su único propósito fuera lamer la boca de SeokJin y enredar sus lenguas hasta que no supieran a quién pertenecía cada una.

SeokJin apretó con fuerza su cuello y correspondió de la misma forma. Atrapó el labio inferior de NamJoon entre sus dientes y lo mordió con fuerza hasta que sintió el sabor metálico de su sangre. El hombre gruñó y abandonó su boca. Le brotaba sangre del labio inferior cuando miró a SeokJin otra vez, pero simplemente pasó la lengua por la herida y sonrió con deleite. Sin decir una sola palabra, NamJoon volvió a inclinarse y llevó sus besos a su cuello.

El alfa lamió y chupó su cuello con vehemencia. Sus dientes rasparon su garganta y dejaron marcas, luego, las uñas de SeokJin se clavaron en su espalda. Podía imaginar cómo se vería toda la extensión de su cuello y la espalda de NamJoon al día siguiente; a pesar de ello, en ese momento, no le importó en lo más mínimo. Él inclinó la cabeza hacia atrás y permitió que NamJoon abrazara su glándula odorífica con su boca.

—Nam... ¡Ah...! No-No muerdas duro... —él pidió con la voz entrecortada cuando percibió los dientes del alfa raspar esa área de su cuello—. Es... Es muy sensible...

Pero a NamJoon no le importaba eso. El mordisqueó y chupó su glándula hasta que la zona estuvo enrojecida e hinchada. SeokJin no pudo soportarlo por mucho tiempo más. Él sintió su cuerpo palpitar con las rápidas penetraciones del alfa y la estimulación en su glándula de olor. Se corrió prematuramente y ensució el abdomen de NamJoon con el líquido acuoso que brotó de él.

El alfa exhaló aire caliente y se retiró para poder ver su rostro, pero la mirada en sus ojos casi hizo que SeokJin se estremeciera, porque el alfa apenas estaba empezando. Él ni siquiera se corrió esta vez.

—NamJoon... —él lo llamó con la respiración agitada—. Es... Es muy rápido...

NamJoon se agachó y enterró su nariz en su cuello. SeokJin lo sintió inhalar profundamente su aroma antes de volver a erguirse. Sus pupilas estaban otra vez dilatadas y había una extraña sonrisa en sus labios.

—Hueles muy bien... —El alfa volvió a repetir esas palabras como si estuviera en un trance. Su mano acarició la cara de Jin con cariño y aspereza—. Eres mío... Mi omega. Nadie más que yo puede tocarte.

Los labios de SeokJin se abrieron con sorpresa y después una exhalación temblorosa se escapó por ellos.

Él no podía negar esa afirmación.

—Lo soy... —él susurró levantando una mano para acariciar la mejilla del otro hombre—. Soy tu omega... Y tú eres mi alfa...

NamJoon lo miró con mucho deseo y placer. A él le encantó que SeokJin lo dijera abiertamente. Parecía que las palabras eran un detonante para su satisfacción. Pero Jin fue tomado por sorpresa por las acciones del hombre que s    irguieron a esto.

NamJoon agarró su cuerpo y le dio la vuelta. Sus caderas fueron elevadas hasta que no tuvo de otra que apoyarse en sus rodillas e inclinar el culo hacia arriba. El alfa iba a tomarlo por detrás ahora. SeokJin lo sabía muy bien. Pero apenas tuvo tiempo de recuperarse de su anterior clímax.

—Voy a follarte hasta que no quieras a ningún otro alfa en tu vida —NamJoon gruñó con una promesa implícita en su declaración—. Hasta que seas completamente mío...

En ese mismo momento, el alfa tomó su erección y la alineó contra su culo. El agarre en sus caderas era sólido. Jin cerró los ojos y soltó un gemido cuando él volvió a penetrarlo, rápido y profundo, sin darle tiempo para procesarlo. Su agujero ya estaba dilatado y lleno de fluidos, y acogió a NamJoon y sus feroces movimientos a la perfección.

SeokJin enterró su rostro en las sábanas y se aferró a ellas. Entonces, lo sintió, la forma en la que NamJoon meció sus caderas y se enterraba en él hasta la base. Su pelvis chocaba contra su culo en cada embestida e hizo que su mente se quedara en blanco por unos segundos. En esta posición, SeokJin lo podía sentir incluso más profundo que antes.

Fue doloroso, abrumador y muy placentero...

El placer se disparó en ráfagas de calor, mezclados con el dolor en una deliciosa combinación. Ambos estaban subiendo cada vez más alto. SeokJin se sentía demasiado mareado, quizás estaba en su límite, o también había entrado en celo por culpa de las feromonas de NamJoon.

—Eres tan bueno para mí... —NamJoon volvió a decir para sí mismo, con las manos apretando el trasero de SeokJin—. Tan perfecto para tu alfa...

SeokJin casi se desploma en la cama mientras gemía y soltaba innumerables exhalaciones. Ya no sentía sus brazos. Sin embargo, NamJoon se inclinó sobre su espalda y presionó su boca contra sus omoplatos, saboreando su sudor y la dulzura envolvente de su aroma a jazmines mientras mordía y lamía su piel. SeokJin sabía lo que él estaba haciendo. Estaba dejando marcas por toda su espalda que al día siguiente serían un desastre de manchas rojas, azules y moradas.

La mente de SeokJin se quedó en blanco. La saliva se resbalaba por sus comisuras y su cuerpo se sentía lejano. Su mirada se posó en los grandes ventanales de la recámara y se dio cuenta que estaba lloviendo a cántaros afuera. La luz de la luna y las estrellas apenas era visible esa noche. Pero la lluvia parecía algo muy lejano y bonito. Era una imagen que podría guardar en su memoria...

Si no estuviera a punto de perder la conciencia.

SeokJin sintió su bajo vientre contraerse. La sensación le hizo sentir entumecimiento en esa zona. Llevó su mano al lugar para tocarse a sí mismo y comprobar cuál era la causa. Lo único que sintió fue el pequeño bulto que aparecía y desaparecía con cada una de las penetraciones del alfa. Se sentía extraño pero agradable. Unos segundos después, él volvió en sí.

—Mi... ¡Ah...! Mi-Mi vientre.... —SeokJin gimoteó, sintiendo la opresión en esa parte de su cuerpo crecer—. Me siento... ¡Me siento muy lleno...!

NamJoon agarró uno de sus brazos y lo jaló hacia atrás. Su espalda se apoyó en el pecho del alfa y este presionó su palma en su vientre. SeokJin se estremeció y soltó un pequeño gemido lastimoso cuando él ejerció más presión en la zona.

—¿Tu vientre...? —NamJoon inquirió en la bruma de su celo. Su voz estaba muy ronca y agitada. Él acarició el área con fascinación y soltó una risa áspera—. Me gusta este lugar... Nuestros cachorros crecerán aquí pronto...

SeokJin se quedó momentáneamente aturdido.

—Sí... —él respondió sin pensarlo mucho—. Nuestros cachorros...

NamJoon iba a anudarlo. SeokJin percibió la base de su pene empezar a hincharse en su interior. Se sentía ansioso por ello. Pero cuando volvió en sí, y pensó en lo que ambos estaban diciendo, abrió los ojos con incredulidad y dejó escapar un gemido entrecortado.

—Estoy... Estoy planificado... ¿Lo olvidas? —él le recordó al alfa—. No-No podemos tener bebés...

Su respuesta no fue del agrado del alfa.

Él agarró sus mejillas con brusquedad y giró su rostro para verlo a la cara. La mirada de NamJoon estaba oscurecida cuando se encontró con sus ojos.

—Voy a anudarte... —él gruñó a su oído con la respiración alterada—. Voy a llenarte con mi semilla hasta que me des un cachorro...

SeokJin se quedó boquiabierto. Él comprendía perfectamente bien lo que el alfa estaba diciendo. Sin embargo, después de un momento, terminó riéndose entre suspiros rotos. No podía razonar con NamJoon en ese estado. Esto era algo instintivo de los alfas. Ellos querían reclamar y procrear durante su celo y, de todas formas, no era lo que realmente le estaba incomodando en ese momento.

Había algo mucho más importante que eso.

—¡NamJoon! —él lloriqueó sintiéndose demasiado sobreestimulado para pensar en algo más con claridad. La presión en su vientre estaba estimulando su vejiga—. ¡Quiero...! ¡Quiero ir al baño! ¡Por favor! ¡Baño...!

Pero NamJoon no se detuvo.

El alfa volvió a empujarlo sobre la cama, con su pecho todavía presionado contra espalda. Él podía sentir el nudo del hombre crecer e hincharse dentro de él al ritmo de sus penetraciones. Su visión se volvió borrosa por las lágrimas y el maremoto de sensaciones que inundó su cuerpo.

SeokJin no iba a soportarlo.

—¡Al-Alfa! —él suplicó cuando empezó a sentir que iba a explotar—. ¡Por favor! ¡Aah...!

El nudo de NamJoon se encajó en su cuerpo. Era muy grande. SeokJin no recordaba que fuera así durante su propio celo. La sensación de ser anudado era agradable e incómoda al mismo tiempo. Él chilló cuando su clímax golpeó todos sus sentidos hasta dejarlo mareado y confuso nuevamente. Pero NamJoon todavía no se detuvo. Él todavía dio un par de empujes más en su cuerpo antes de inclinarse y, súbitamente, morder su nuca con fuerza.

SeokJin soltó un grito agudo cuando sintió los dientes hundiéndose lentamente en su carne con mucha facilidad. Su visión se volvió borrosa, casi como si estuviera perdiendo el conocimiento, y una corriente de placer y dolor volvió a recorrer su cuerpo de los pies a la cabeza. Las lágrimas se resbalaron por los rabillos de sus ojos y no pudo aguantar más.

Él se orinó.

Todo se volvió confuso después de eso.

La respiración de NamJoon empezó a volver a la normalidad cuando terminó de llenarlo con su semilla. Su pecho estaba presionado contra su espalda, casi aplastándolo, pero el hombre los movió a un lado a ambos después de un rato y lo abrazó contra su pecho.

SeokJin todavía estaba temblando y sollozando en voz baja cuando volvió en sí un rato después.

—¿Por qué lloras...? —NamJoon preguntó en voz baja con confusión. Él acarició la parte inferior del vientre de SeokJin creyendo que estaba adolorido y lo arrulló contra su pecho—. Lo siento, lo siento... Estarás bien pronto, cachorro... Quédate quieto.

Pero el nudo no era la razón por la que SeokJin lloraba.

—Me... Me hice pipí...

SeokJin volvió a lloriquear en su estado de aturdimiento.

—Está bien, eso es normal... —NamJoon murmuró detrás de él. Parecía haber vuelto a un estado lo suficientemente lúcido como para consolarlo—. No te preocupes. Voy a cambiar las sábanas más tarde.

Pero a SeokJin no le importaban las jodidas sábanas. Él estaba conmocionado. Era la primera vez que se orinaba después de un orgasmo, por lo mismo, continuó llorando dramáticamente.

—¿Por qué sigues llorando? —el alfa inquirió con un tono más grave que antes—. Deja de llorar... No llores.

—¡Pero me hice pipí...!

SeokJin chilló sin entender tampoco por qué estaba llorando. Era tan extraño y confuso. Él sabía que orinarse después del sexo no era algo raro. A mucha gente le pasaba y era sinónimo de un buen orgasmo. Pero era nuevo para él. Todo esto lo era. También estaba abrumado y desorientado por el orgasmo.

NamJoon salió lentamente de él cuando la hinchazón de su nudo disminuyó y después lo giró sobre su espalda. El alfa apartó sus manos de su rostro y lo miró desde arriba con el ceño fruncido.

—No importa si lo hiciste o no —él masculló con un tono grave. Se apoyó en una mano y con la otra acunó el rostro de SeokJin. Sus labios se presionaron con fuerza contra su frente—. No quiero que llores por algo así...

SeokJin entrecerró los ojos y se estremeció. Sabía que el hombre estaba tratando de darle cariño. Pero él seguía siendo un poco duro con las muestras de afecto en su estado actual. De todas formas, ver a su alfa así de preocupado, hizo que volviera a sentir emociones desordenadas. Él trató de empujar a NamJoon y apartarlo de él, pero el hombre siguió presionando besos en su rostro hasta que él empezó a quejarse y reír.

Las lágrimas que antes habían sido por vergüenza y placer ahora se convirtieron en otra cosa.

—Ya no llores... —NamJoon pidió cuando se apartó para ver su rostro—. Eres bonito cuando lloras, pero no me gusta verte llorar.

—¿Bonito cuando lloro...?

SeokJin lo miró con curiosidad y un poco de humor.

—Demasiado bonito y lascivo... —NamJoon se agachó y lamió su mejilla. Él entrecerró los ojos cuando el alfa besó sus párpados—. Quiero follarte y hacer que llores de placer todo el día.

SeokJin frunció la nariz y después dejó escapar una risa.

—Estás pensando con el pene otra vez.

NamJoon agarró sus piernas y las abrió para meterse otra vez entre ellas. SeokJin pudo sentir que su miembro estaba erecto otra vez cuando se presionó contra su abdomen, y no supo cómo reaccionar.

Kim NamJoon en celo realmente era una bestia.

—Quiero hacerlo otra vez —NamJoon le dijo mientras besaba su pecho—. Quiero tenerte una vez más.

—¿Otra vez...? Pero acabas de anudarme...

El alfa sonrió con vileza.

—Pero quiero volver a anudarte.

SeokJin dejó escapar una exhalación temblorosa. Había tenido cinco orgasmos. Su cuerpo estaba flácido. Pero NamJoon todavía no tenía suficiente.

Él iba a morir esta noche.

—Pero... Pero...

SeokJin no tenía palabras.

—Te necesito mucho... —NamJoon espetó con deseo y falsa aflicción—. Quiero hacerte mío muchas veces más...

SeokJin se rindió con mucha resignación a su chantaje emocional. De todas formas, iba a dejar que el alfa hiciera todo el trabajo. Ya no tenía fuerzas para mover un solo músculo. Ni siquiera para negarse.

NamJoon entró fácilmente en él otra vez. El semen todavía estaba estancado en su interior.

—Rodea mi cuello —el alfa le ordenó—. Voy a sostenerte.

SeokJin hizo un esfuerzo para levantar los brazos y rodear su cuello. Después de eso, el alfa unió sus bocas en un beso. Esta vez, no fue tan duro como antes, pero sus penetraciones fueron profundas y certeras. SeokJin volvió a perderse en las sensaciones de su cuerpo. Ya había sobrepasado su límite con creces. Y cuando NamJoon lo anudó por segunda vez, sucedió algo mucho más vergonzoso que hacerse pipí.

SeokJin se desmayó.

. . .

Cuando se despertó esa mañana, la luz del sol ya brillaba a través de los grandes ventanales de la habitación; parecía como si nunca hubiera llovido. Era una hermosa vista. SeokJin se quedó muy quieto al sentir un brazo pesado sobre él aferrándose de forma posesiva. Giró el rostro y observó a NamJoon a su lado. Él estaba dormido. Profundamente dormido, por si fuera poco. Lo sabía porque era la primera vez que escuchaba al alfa roncar levemente.

Él sonrió con humor y acarició su mejilla.

El celo de NamJoon aún no terminaba. Su aroma todavía era demasiado abrasador. Pero el alfa se encontraba dormido para reponer energías. SeokJin apenas sentía su cuerpo. Por dios, él no recordaba casi nada después de que se quedó profundamente dormido. No obstante, parecía que el hombre cambió las sábanas y lo dejó descansar hasta esa madrugada, cuando tuvieron otra ronda de sexo y el alfa volvió a anudarlo. Después de eso, se volvieron a quedar dormidos.

SeokJin no quería moverse de la cama. Ni siquiera sentía sus extremidades. Pero tenía mucha hambre. Él también necesitaba recuperar energías. Además, si él no se paraba de esa cama, entonces NamJoon tampoco comería algo cuando se despertara, él necesitaba cuidar de su alfa, tal y como éste hizo cuando él se encontraba en celo.

SeokJin apartó lentamente el brazo de NamJoon y se movió para ponerse de pie. Los huesos de su cadera y espalda casi crujen cuando se sentó.

Mierda...

Se sentía como si hubiera recibido una paliza.

Se puso de pie lentamente y sus piernas temblaron como gelatinas. Tuvo que volver a sentarse cuando le fallaron. Después de varios segundos, volvió a ponerse de pie y cojeó despacio hasta llegar al baño. Necesitaba mirarse en un espejo urgentemente. Finalmente, cuando lo hizo, comprobó sus sospechas.

Se veía como un desastre.

Su cuerpo tenía moretones por todas partes. Unos eran rojizos y otros eran casi azules. Parecían manchas de pintura salpicadas por toda su piel. Sus labios, en cambio, estaban magullados e hinchados. Le tomaría un par de días, o incluso una semana, recuperarse por completo.

Sin embargo, la mirada de SeokJin se centró en la marca de mordida en su cuello. Sobresalía más que todo lo demás. Él trazó sus dedos lentamente por la herida y no supo identificar cómo se sentía con ella. Francamente, ni siquiera estaba seguro de si se trataba de una marca de enlace o una marca temporal, pero se sentía un poco diferente a la marca que NamJoon dejó en él durante su propio celo. Había algo atrayente y un sentimiento confuso con esta marca. Pero decidió no prestarle atención por el momento.

SeokJin se metió a la ducha y se dio un baño rápido con agua caliente. Su cuerpo estaba pegajoso por el sudor y el interior de sus muslos sucios con sus fluidos ahora secos. Incluso después de horas, todavía podía sentir la humedad del semen de NamJoon en su intimidad. Cuando terminó de bañarse, pensó en ponerse ropa, pero teniendo en cuenta el estado de NamJoon, no deseaba terminar con su ropa rasgada. Agarró un camisón flojo de satén y se lo puso antes de ir a buscar unos analgésicos fuertes para el dolor. Había venido totalmente preparado para una situación cómo está.

Cuando SeokJin terminó de hacer todo esto, NamJoon aún seguía durmiendo, por lo tanto, se fue a hacer el desayuno para tener energía suficiente para un nuevo maratón de sexo cuando el alfa se despertara. Incluso si le dolía el cuerpo, el celo de NamJoon no terminaría hasta entrada la noche. Afortunadamente, las feromonas alfa eran un buen calmante y afrodisíaco.

En la nevera había suficiente comida para preparar diferentes cosas. Sin embargo, decidió hacer algunas cosas fáciles y rápidas de preparar. Cuando estaba terminando de hacer el desayuno, escuchó el sonido de pasos provenientes de otra habitación de la casa. Se dio la vuelta y observó a NamJoon cruzar el umbral de la puerta con el ceño fruncido.

El alfa tenía el pelo alborotado y una expresión confusa en el rostro, pero cuando sus ojos se encontraron, algo pareció aclararse en su mirada y él se acercó a grandes zancadas a SeokJin, hasta que estuvo lo suficientemente cerca como para estirar sus brazos y atraerlo hacia su cuerpo.

NamJoon lo abrazó con fuerza y él se quedó estático por un instante. El hombre parecía casi desesperado. Su respiración estaba un poco agitada y había gotas de sudor perlando su frente. SeokJin sonrió ligeramente al entender lo que le estaba pasando.

—¿Qué sucede...? —inquirió rodeando el pecho del alfa con sus propios brazos—. ¿Por qué estás tan inquieto, cariño?

—¿Por qué te fuiste sin avisar...? —NamJoon preguntó en voz baja. Su voz todavía estaba enronquecida—. No puedes irte, ¿entiendes?

SeokJin arqueó las cejas y dejó escapar una carcajada.

—¿A dónde me iría? —le cuestionó con ironía y después se apartó un poco para alzar la cabeza y mirar al alfa a los ojos—. Vine a preparar el desayuno para ambos. ¿Cómo te abandonaría cuando apenas puedo caminar...?

NamJoon inhaló profundamente y después tomó su rostro entre sus manos. Había una intensa posesividad en su mirada.

—No tienes permitido irte lejos de mí... —el alfa expresó con aspereza—. Nunca.

SeokJin suspiró al escucharlo. No era como si tuviera planeado hacer eso. Él no abandonaría a NamJoon.

Nunca.

El alfa junto sus bocas y lo besó apasionadamente. Luego, lo empujó hasta que sus caderas chocaron contra la mesa. SeokJin sabía lo que él quería. Podía olfatear y sentir sus feromonas intensificándose, pero no planeaba tener sexo sin desayunar. Cuando NamJoon empezó a subir su camisón, agarró su mano con fuerza y lo detuvo.

—Primero vamos a desayunar —él le dijo cuando rompió el beso—. Necesitas comer bien.

NamJoon negó con la cabeza, indicando que no necesitaba comer, y volvió a tratar de arrancarle el camisón. Él realmente quería volverlo su desayuno. Entonces, tuvo que volver a reestructurar sus palabras.

—Me siento muy cansado y adolorido, NamJoon-ah... —él se quejó con un fingido tono lastimero—. Necesito desayunar para recuperar energía... O no podré hacerlo más, ¿entiendes?

Al escuchar esta explicación, NamJoon pareció estar más dispuesto que antes a cooperar. La preocupación por el estado de SeokJin era más grande que la preocupación por su propio estado. NamJoon se alejó un poco, pero no se marchó de la cocina.

SeokJin terminó de hacer el desayuno y ambos fueron a desayunar. Se sentaron en el suelo de la sala y recostaron sus espaldas contra el sofá. Él se tomó la molestia de alimentar al alfa. Pero NamJoon después le quitó los palillos y empezó a alimentarlo hasta que estuvo demasiado lleno para abrir la boca.

—¡Estoy muy lleno! —Jin se quejó después de ser obligado a comer demasiado—. ¡Ya no quiero más!

NamJoon le lanzó una mirada evaluadora.

—Necesitas energía.

SeokJin se rió ante su pobre explicación.

—Ya tengo suficiente energía, ¿no lo ves?

Él se puso de pie, todavía sintiendo dolor en sus caderas, y fue a llevar los platos a la cocina para lavarlos más tarde, después, volvió con el alfa y se sentó nuevamente en el suelo. SeokJin volvió a observar la vista que les brindaban los ventanales de la casa. Las copas de los árboles se movían con la brisa de la mañana y el sol brillaba tenuemente. Se apoyó contra el costado de NamJoon y este se inclinó para besar su coronilla con cariño. Era obvio para él que el alfa estaba en todas sus facultades de razonamiento ahora.

—Lo siento... —NamJoon murmuró sacándolo de sus pensamientos—. Anoche perdí el control y te lastimé.

SeokJin lo miró a la cara e inclinó la cabeza sin entender de qué estaba hablando. Luego, notó que el alfa miraba su cuello e inconscientemente posó sus dedos sobre la marca, dándose cuenta de que se trataba de eso. Pero él todavía tenía sentimientos complicados al respecto. Aun así, no estaba disgustado.

—No me lastimaste. —Negó con la cabeza—. Aunque se siente raro, no es muy doloroso. Sanará con el tiempo... A menos que vuelvas a abrirla, por supuesto.

NamJoon llevó una mano a su cuello y acarició la herida con cuidado. Sus ojos estaban fijos en la marca.

—Tú no querías que dejara marcas de este tipo en tu cuello.

Había un poco de aflicción en la voz de NamJoon, que era algo inusual, pero no había culpa ni arrepentimiento por lo que hizo.

SeokJin abrió los labios ligeramente al recordar lo que le dijo. Ciertamente, todavía creía que no se vería bien que un actor anduviera por ahí con una marca en el cuello sin estar casado; de todas formas, no es como si se convertiría en la primera figura pública en tener una marca antes del matrimonio. Esto era bastante común, solo que los artistas lo ocultaban muy bien con maquillaje y parches... Pero cuando miraba a NamJoon, como lo estaba haciendo en ese momento, no podía evitar sentir que estaba bien.

Le gustaba mucho.

—No lo dije totalmente en serio, Joon-ah —él respondió, arrodillándose al costado de NamJoon para agarrar su rostro entre sus manos—. Honestamente, me gusta mirarlas cuando las haces... También me gusta dejarlas en ti. Además, sé que lo hiciste por instinto.

—Aunque eso influyó, no lo hice únicamente por instinto —NamJoon negó con la cabeza—. No fue un accidente, Jin. Realmente quería hacerlo... Yo realmente quería que fueras completamente mío. Quería reclamarte, cada parte de mí lo quiere así y por eso sucumbí a mis instintos.

SeokJin abrió los ojos con sorpresa y después soltó un suspiro lleno de resignación.

—Pero ya lo soy... —Él se inclinó y le dio un beso en la frente al alfa—. Lo soy desde que acepté que quiero estar contigo, ¿no lo ves?

NamJoon inhaló profundamente y lo miró con emociones complejas centelleando en su mirada.

—Kim SeokJin...

Él puso un dedo sobre la boca del alfa y le hizo callar.

—Tú eres mío y yo soy tuyo... —SeokJin afirmó con mucha seguridad y emociones en su voz—. Y no importa si me marcas ahora o después. Ya decidí ser tuyo, Kim NamJoon... Y es algo que nadie más que tú puede cambiar.

La mirada de NamJoon se volvió suave al mismo tiempo que todos sus músculos tensos se aflojaban. Esas eran las palabras que él necesitaba escuchar.

—Cuando dices ese tipo de cosas, ¿sabes lo que me haces...?

SeokJin lo sabía perfectamente bien.

El alfa lo arrastró hacia sus brazos y él se sentó a horcajadas sobre su regazo. NamJoon agarró su nuca y junto sus labios para besarlo con suavidad. Sus labios, incluso magullados por toda la acción del día anterior, seguían siendo tan suaves y cálidos como siempre. El beso rápidamente se intensificó y la semi erección del alfa se endureció por completo.

En un momento dado, SeokJin sacó la polla de NamJoon de sus pantalones de pijama y se sentó lentamente sobre él. Tomándolo todo en su agujero despacio. El alfa no hizo nada para apresurarlo esta vez. Sus niveles de lujuria habían bajado considerablemente en comparación con las de anoche.

Ellos volvieron hacerlo, ahora más lentamente, mientras NamJoon mantenía su espalda recostada en el sofá y SeokJin mecía sus caderas a su propio ritmo sobre él, todavía vistiendo su camisón.

Uno de sus tirantes resbaló por su hombro y NamJoon se inclinó para llevar uno de sus pezones a su boca. El alfa lo mordió y succionó hasta que él soltó un jadeó por la sensación en su pecho. Los ojos de NamJoon parecían ver a través de él y sabía exactamente lo que le hacía sentir placer cuando su lengua comenzó a rodear su pezón de manera juguetona.

El juego del alfa terminó rápidamente y sus miradas volvieron a encontrarse en la bruma del placer. SeokJin se aferró con fuerza al a su cuello y gimió agudo cuando finalmente se corrió. Unos minutos después, NamJoon también se corrió dentro de él. Las manos del alfa acariciaron su espalda mientras sus respiraciones se tranquilizaban. Sin embargo, y sin previo aviso, SeokJin clavó sus dientes en el cuello de NamJoon tomando al hombre por sorpresa.

—Ahora estamos a mano... —él dijo con una pequeña sonrisa en los labios—. También quería hacerlo.

NamJoon acarició su mejilla y después llevó uno de sus mechones detrás de sus orejas. Había una pequeña sonrisa de deleite en sus labios.

—¿Por qué eres tan lindo...?

Los ojos de SeokJin se estrecharon y una sonrisa surcó su boca.

—Es mi naturaleza ser lindo, ¿no lo sabes?

NamJoon resopló, con un poco de resignación, pero lo atrajo contra su pecho y besó su cabeza con un sentimiento que sobrepasaba el cariño.

—Tan bonito y engreído... —el alfa suspiró profundamente—. Realmente serás mi ruina algún día.

SeokJin no dijo nada, pero sonrió lleno de felicidad, mientras cerraba los ojos y se acurrucaba contra el pecho del alfa.

Él era el caos que NamJoon siempre necesitó en su vida. Y NamJoon era la calma que SeokJin siempre necesitó en la suya.









Este capítulo fue más smut que trama, pero igual me lo encontré bonito. NamJoon dejándose llevar un poco por sus instintos y siendo posesivo es algo que disfruto, al igual como disfrutó mucho de SeokJin complaciendo y cuidando de su alfa.

En el próximo capítulo vuelve la trama otra vez y es muy probable que haya transcurrido un mes desde el celo de Nam. Mi pobre SeokJin necesitara más de una semana para recuperarse de este extenuante celo porque no soportó tanta acción en un mismo día 😂

Gracias por esperar y leer 💜

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