CAPÍTULO XI: The little Swan.
La familia Cullen sin duda alguna estaba en un gran caos. Aunque Rosalie y Edward arreglaron sus disputas, empeoraron aún más cuando Edward empezó a hablar y alejarse una y otra vez de Bella. Como un ciclo vicioso. Además de que desde que Edward le salvo de que un auto casi la matará, muchas dudas surgieron de Bella. Haciéndoles saber que era como un gato curioso que no pararía hasta saber su secreto.
Aunque después estaban Lyra, Mike y Jasper quienes eran espectadores. Preferían ver antes de hacer algo que mandara todo el clan a la basura. Lo mejor que se podía hacer según ellos, era observar como discutían.
En ese preciso momento Mike y Lyra observaban como Rosalie y Edward discutían otra vez. Sentados en el sillón sin decir nada.
— ¡Esa humana solo nos traerá problemas, Edward! Ella no merece pasar por esta vida, simplemente aléjate.
— No puedo alejarme de ella aunque lo intente.— Edward se cruzó de brazos.— Agregando que tu hablas con su hermana, no es muy bueno eso.
— Es una niña Edward, es muy distinto a lo que conlleva una relación. Debes entenderlo, solo nos causará problemas y los Vulturi querrán nuestra cabeza.
Lyra y Mike se miraron, frunciendo las cejas. Lyra sonrió divertida y volvió a mirar al frente divertida. Mike se froto las manos divertido.
— No me alejare de ella, es muy complicado. Y cuando entendías que es más que simple atracción, me dejaras en paz.
— En paz en nuestra muerte de verdad, idiota.— Rosalie le tiro un pedazo de madera, el cual fue detenido a tiempo por Lyra, y se fue de la sala.
— Gracias Lyra.
Luego de eso Edward también se fue dejando solos a los dos espectadores. Se volvieron a mirar, sin saber que decir.
— Esta potente.
— Más que potente, esta de locos. El clan se va a ir a la mierda si no buscamos una solución.
— Pero no vas a admitir que esto no es divertido. Estoy seguro que estás cosas no pasaban en tu clan, un vampiro enamorado de una humana.
— No, pero nos divertíamos fastidiando a los Vulturi. Eso es diversión en estado puro.— Lyra se cruzó de brazos y miró con una sonrisa a Mike.— ¿Cuánto a que Bella hoy ya sabe sobre lo que somos?
— Cincuenta dólares a que mañana lo descubre.— ambos chocaron sus manos.
— Lleva cincuenta dólares a la escuela, todos sabemos que yo ganaré.
Sin esperar a que Mike le respondiera, se tiro de la ventana y subió al auto de Jasper un tanto divertida. Le dio un beso en la mejilla y masajeo sus manos divertida.
— ¿Crees que ganarás? Admito que no me gusta tanto la idea de que Bella sepa lo que somos.
— Pensé que ya sabias que nunca pierdo.— suspiró y miró por la ventana.— Debo admitir que me da un poco de miedo de que Bella sepa sobre nosotros. Los Vulturi querrán matarla en cuanto sepan de ellos y no podemos hacer nada al respecto porque así son las reglas.
— Será difícil con Edward en el medio, estoy seguro que va a ser algo estúpido.
— Típico de Edward, pero así lo queremos.— Lyra apoyo su cabeza en el hombro de Jasper.— Espero que pronto todo vuelva a la normalidad. Extraño como era todo antes. Quiero un poco de paz en casa, sin parecer que estamos en una guerra de trincheras.
— Siempre tenemos la opción de irnos con tu clan.— Jasper comentó divertido.— Quizás diez años con los Cullen y un siglo con los Williams. Suena más pacífico.
Lyra se largó a reír mientras que Jasper aceleró el auto. El rubio tenía todo la razón del mundo, pero siempre era divertido para Lyra un poco de riesgo, así que no se arrepentía del todo. Solo tenía miedo sobre lo que pasaría cuando los Vulturi se enteraran.
Una cosa era intentar detener que te pusieran en su clan. Y otra cosa, era quebrantar una de las leyes del mundo vampiro. Ningún humano podría saber sobre ellos. Además de que algo le decía que no solo Bella había descubierto su secreto.
En cuanto llegaron al instituto, toda la familia vio como Bella caminaba al bosque y Edward la seguía. Todos sabían lo que pasaba en ese momento. La humana había descubierto lo que eran.
Lyra le extendió la mano hacia Mike, haciendo que este un poco ofuscado dejara cincuenta dólares en su mano.
— Háganme acordar que no apueste más. Siempre pierdo.— Se cruzó de brazos indignado y empezó a caminar junto a Alice hacia el instituto.
— No entiendo porque están tan tranquilos. Esto es un peligro para nosotros.— dijo Rosalie. Parecía furiosa, quería matar a todo el mundo.
— Ya no hay vuelta atrás, Rosie. En algún momento esto pasaría y todos lo sabíamos.— Lyra se encogió de hombros y suspiró.— Solo hay que esperar a que no haya más problemas. Y desea que los Vulturi no se enteren de que una humana sabe de nosotros.
— Le sacaré la cabeza a Edward cuando tenga la posibilidad.
— Por cierto, lo más probable es que la hermana de Bella lo sepa. Deberías de hablar con ella.— entrelazo sus dedos con los de Jasper mientras empezaban a caminar hasta el instituto.
— Pero es solo una niña.
— Lo sé, pero quizás Bella necesitaba contárselo a alguien y no lo pensó muy bien.— le dio una pequeña sonrisa de consuelo.— Cuando estamos desesperados no pensamos bien lo que hacemos.
Sin más ahí termino la conversación, dejando un ambiente tenso entre los Cullen. Ahora que Bella sabía su secreto todo cambiaría. Y lo más probable es que eso no fuera tan bonito como esperaban que fuera.
Jasper dejo un pequeño beso en sus labios al sentir un poco de terror naciendo de ella. Y la comprendía a la perfección, en ese momento ninguno tenía una buena visión de lo que pasaría a futuro.
IRONICO ERA QUE EN ESE MOMENTO UNA FAMILIA DE vampiros se encontrara haciéndole comida a dos humanas que habían descubierto lo que eran.
Las cosas empezaban a estar un poco aliviandas, pero había cierta tensión en el ambiente. Que trataban de ignorar e intentar estar en paz.
Lyra estaba muy contenta preparando pastas, quería conocer a la pequeña hermana de Bella. Rosalie y Emmet nunca dejaban de hablar de ella. Se río demasiado cuando el chico parecido a un oso le contó que Jane le había tirado gas pimienta en el ojo cuando estaban en el bosque.
Solo ocasionaba que se muriera por conocerla. Lyra tenía la esperanza de que Jane fuera la que alivianara el ambiente, además de que le encantaban los niños. Era más fácil convivir con ellos que con los adultos.
Por otro lado, Jasper, Mike y Alice salieron a cazar mientras ellos cocinaban. El rubio estaba un tanto asustado con la idea de estar muy cerca de dos humanas. Lo que lo tranquilizaba era que estaría cerca de Lyra, la persona que siempre lograba tranquilizarlo.
— Que excelente cocinera eres, Lyra.— alago Carlise mientras veía un video de cocina en la tablet.— Podrías estudiar algo relacionado a la cocina al terminar de vuelta la escuela.
— Lo estuve pensando, pero que sentido tiene si luego no lo puedo probar.
— Después de cocinar puedes probar la sangre de un oso.
— Cállate, Emmet. Tu eres el único aquí que se alimenta de su propia especie.
— ¿Quieres hablar de especies chica de dos colitas?— levantó y bajo una y otra vez.
Hasta que Lyra le envió con la mente un tenedor a su frente, haciendo que este se quejara y ocasionando la risa de todos los presentes.
— Ya llegaron, apesta.— dijo Rosalie.
— Deberías estar más feliz, Rosie. Tu pequeña humana estará toda la tarde con nosotros.
— Bella preparamos comida italiana para ti.— dijo Esme para después acercarse a Jane.— Rosalie nos contó que te encantan las pastas.
— ¡Muchas gracias! ¡Muero por probarla!— Jane paso como si estuviera en su casa y fue directo a abrazar a Rosalie, quien la recibió con los brazos abiertos.
Lyra junto a Emmet se largaron a reír. A la rubia le causaba mucha gracia y ternura que la pequeña no les tuviera ningún tipo de miedo. Además de que los observaba como si fueran ángeles caídos del cielo.
— Bella, Jane, ella es Esme. Prácticamente nuestra madre.
— Bounjorno.
— Molto bene.
— Es un gusto conocerla, Esme.— dijo Jane separándose de Rosalie.
— Nos dieron una razón para usar la cocina por primera vez.— Carlise la miró a ambas con una sonrisa.
— Espero que tengan mucha hambre.
— si, mucha.— mintió Bella, Lyra suspiró. Bella no sabía mentir y eso les causaría problemas.
— Ya comió.— dijo Edward.
De repente Rosalie rompió el plato que tenía en su mano, asustando a Jane.
— Yo si tengo hambre, muero por probar lo que hicieron.— dijo Jane tratando de quitar el tenso ambiente.
Mientras que Rosalie empezaba una discusión con los demás. Lyra se acercó a ella y le sirvió un plato con pastas.
— Aquí tienes preciosa.— se sentó a su lado y la miró con una sonrisa.— Soy Lyra.
— Soy Jane, aunque supongo que ya lo sabes.— le sonrió.— gracias por la comida.
Ambas vieron como un rubio se acercaba a Lyra y la abrazaba por la espalda. Le dejo un beso en la mejilla y miró a Jane.
— Jane, el es Jasper mi pareja. Y al chico que esta junto a esa duendecita es Mike. Por supuesto lo duendecita es Alice. Supongo que ambas se llevarán muy bien.
— Encantado de conocerte Jane.
— También estoy feliz por conocerlos.
Bella y Edward se fueron, dejando a Jane con ellos. Fue muy divertido para Lyra convivir con la pequeña Swan. Debía admitir que era lo mejor que le había pasado desde que llegaron a Forx.
Incluso Jasper se sentía a gusto con ella. Era como si fuera parte de la familia. En esa tarde comprendió porque Rosalie y Emmet la amaba. Era como si Jane los regresara a la vida de vuelta. Y todos podían sentir eso.