Dos meses después
Como felicitación por su proyecto aprobado, Jhoana había preparado cortes de carne para cenar, había invitado a la familia de Gabriel también para celebrar que ya sus hijos pasaron al último año de bachillerato.
—Tú te gradúas este año del parasistema, ¿No? —le preguntó Orlando a Yeferson mientras cortaba su carne.
—Ajá —masculló el moreno—. Pero primero me toca reparar hasta las tuberías del liceo.
Dubraska se echó a reír, pero se metió una gran cucharada de ensalada a la boca cuando todos se le quedaron viendo, indicando que no era un chiste.
Estudiaba en un liceo tan niche que tenía que arreglar las tuberías como labor social. Aunque lo dijo con doble sentido, ya que sí tenía que reparar más de cuatro materias, y entre ellas estaba educación física.
—Tengo una prima que es del obrero administrativo en la UNEXPO —le dijo Jhoana a Gabriel—. Puedo mover contactos si te interesa.
—Por supuesto, mi hijo va a ser un ingeniero mecatrónico excepcional —contestó Orlando.
—¿No quedamos en que iría un año a la milicia y luego haría una prueba de admisión en la Central? —inquirió Sofía a su marido.
—¿No iba a tomarse un año sabático? —Dubraska estaba confundida—. Tiene el mejor promedio de su clase, puede permitirse un descanso.
—¿No me habías dicho que meterías Abogacía en la OPSU? —preguntó Débora esta vez.
Gabriel masticaba lentamente para no contestarle a ninguno, el pobre solo quería ser manicurista y tener su propio salón de belleza para hacerle descuento a sus amigas del liceo. Si no, metería currículum en los chinos.
—Me puedo meter en el Inces mientras tanto —fue lo único que articuló.
—Ni loco —se rehusó Orlando de inmediato—. Esa es la opción que toman todos los bachilleres que no saben qué coño hacer con sus vidas, mi hijo no es ningún algarete.
Él solo suspiró.
—Papá, tengo excelentes notas en todas mis asignaturas, puedo generar ingresos mientras sigo adquiriendo nuevos conocimientos. Además, tomar esa opción también sería asegurar empleo en una empresa.
—Tienes las mejores notas porque la heterosexualidad no es una materia —se metió Yeferson y procedió a beber de su vaso de jugo.
Nadie le prestó atención, siguieron discutiendo entre ellos, sabiendo que aún faltaba un año para tomar la decisión final. A él nadie se lo había confirmado todavía, pero Yeferson seguía suponiendo que esa relación era pura tapadera.
—Yo estudiaré bioanálisis —comentó Débora para quitar algo de tensión a los hombros de Gabriel, al chico no le gustaba ser el centro de atención de su familia. Eran como hienas que dan críticas disfrazadas de consejos—. O si no, comercio exterior. Como mínimo me gustaría sacar un TSU.
—Mi hijo sí va a echarle ganas para obtener una licenciatura, tiene que ser el orgullo de la familia —dijo Orlando, desinteresado, como si sus palabras no fuesen exigencias indirectas.
—Licenciatura en pichón parao' —murmuró Yeferson.
Cuando Débora le dió un manotazo a la mesa y le dedicó una mirada asesina, su hermanastro le guiñó un ojo y le lanzó un beso en el aire, tan coqueto.
Jhoana recogió la mesa con ayuda de Sofía y ambas sirvieron el postre. La mujer de la casa llamó la atención de todos con una sonrisa antes de volver a tomar asiento.
—Miguel y yo les tenemos una noticia —el aludido se levantó y entrelazó sus dedos con los de ella—. ¡Nos vamos a casar!
Todo el mundo guardó silencio. No era algo que le interesara a la familia de Gabriel, pero sí se alegraron por el compromiso. Cuando Jhoana mostró el anillo en su dedo, Débora fue la primera en reaccionar.
—¡Enhorabuena! —dio varios aplausos y se acercó a abrazarlos.
Mientras todos felicitaban a la pareja, Yeferson apuñalaba su postre, pensando en que ahora era oficial que tendría que soportar a la víbora por un buen tiempo. Quiso hacer parecer que le desagradaba la idea, pero la verdad era que eso de tenerla cerca no le disgustaba del todo.
—Deb, ¿Hiciste el diagrama? —le preguntó Gabriel, ambos estaban sentados en el sofá grande.
—No. No sé cómo hacerlo, es raro.
—Es la última tarea del año, yo tampoco tengo idea de cómo se hace.
—¿Qué cosa? —se inmiscuyó Miguel David, quien leía un clásico de su colección antes de irse a dormir.
—Un diagrama Ishikawa de los sectores agrícolas —le contestó su hija—. Es para mañana, pero creo que no lo entregaremos. Supongo que no es tan importante, es para GHC, esa materia ya la tenemos bien pasada.
—Tienes que entregar todas tus tareas, Covadonga.
—Sí, Covadonga. No seas irresponsable —se burló Yeferson, quien hasta entonces había estado metido en su teléfono, supuestamente ajeno a la conversación.
—Bocazas —farfulló Débora y siguió hablando con su novio.
~•~
A la mañana siguiente, Débora hablaba animadamente con Jhoana en el comedor mientras la segunda preparaba panquecas para desayunar.
—Mañana vamos a hacer una parrilla en el río, tu papá quiso algo tranqui para celebrar el compromiso —comentó Jhoana.
—Suena guay, me lo apunto.
—¿Ves que sí podías, hija? —dijo Miguel David mientras levantaba una hoja de la mesita de la sala—. Con algunos errores ortográficos, pero bien que te ha quedado la tarea.
—¿Eh?
—El diagrama ese que dijisteis anoche.
—Al final no lo hice, padre.
—¿Y esto qué es?
Débora alcanzó la hoja y, en efecto, estaba dibujado un pescado con marcador azúl y en el centro tenía información sobre los sectores agrícolas, cada uno dividido por una espina. Ella no hizo la tarea, y esa letra se le hacía familiar...
Terminó de atar los cabos cuando vió a su hermanastro salir de su cuarto con una mancha de marcador azúl en un cachete.
—¿Lo has hecho tú? —Débora preguntó lo obvio.
—Ajá —él quiso parecer desinteresado mientras se acercaba a la terraza para prender un cigarro—. Todo se puede con tutoriales de YouTube.
—Que planchabragas —ella se burló al verle las ojeras, mordiendo su labio inferior para reprimir una sonrisa.
—¿Ah?
—Prácticamente te dijo jala bolas —le explicó Jhoana mientras volteaba una panqueca en la cocina.
Yeferson le dedicó una mala mirada a la castaña y le sacó el dedo del medio antes de recostarse del balcón y seguir fumándose su cigarro.
—No haces ni tu tarea y te trasnochas para hacer la de ella —le reprochó Jhoana—. Estás mal, Yeferson Jesús, estás mal.
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El capítulo es corto, pero lo que se viene es bueno jaksjajaja.
¿Alguna vez les han hecho la tarea sin que lo pidieran? ¿Quién fue el/la jalabolas?
¿Qué quieren estudiar en la universidad? ¿Tienen algún hobbie? Si es así, ¿Cuál?
Ya somos 6K de lecturas, y todo gracias a ustedes, los amo cada día más.
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Chaitooo.