Capítulo VIII: Graduation.
Habían pasado aproximadamente un año desde los sucesos con los Vulturi. Y actualmente los hijos de los Williams y Cullen se encontraban por graduandose otra vez.
Estaba en su casa acomodando su birrete, con los años la forma de graduarse cambia constantemente. Se estaba mirando en el espejo, mientras sonreía. Irradiaba felicidad, después de todo, cuando terminaba la graduación empezaba lo divertido.
Jasper la abrazó desde atrás por la cintura y dejó un beso en su mejilla, mirándola como un bobo enamorado.
— Graduarte por quinta vez debe ser muy divertido, ¿verdad?— preguntó con un poco de broma es sus palabras.
— Es divertido por el hecho de que nunca es igual. Además que ya es tiempo de elegir carrera, aún no me decido que estudiar ahora.
— Tenemos mucho tiempo para pensar en ello.— apoyo su cabeza en el cuello de su compañera y la miró por el espejo.— Acuérdate que hoy a la noche tenemos una cita, va a ser más divertido que ir al baile.
Lyra se dio vuelta y lo miró con las cejas alzadas, desde hace más de dos semanas está demasiado insistente con aquella cita.
— ¿Qué me estás escondiendo? Hace mucho que me insiste con esa cita. Incluso Lily y Alice están como locas. Necesito una explicación cuanto antes.
— Solo espera hasta que sea de noche y lo sabrás.
— No puedo aguantar, hace dos semanas ya no aguanto a esas dos pecados del demonio que no me dejan en paz.
— Y créeme, que después de hoy menos en paz te van a dejar.
— No es justo, dímelo de una vez.
Sin embargo, Japer la beso haciendo que se callara. Paso sus manos por la cintura y sonrió en el beso, le encantaba besarla y fue mucho más satisfactorio cuando ella sonrió en el medio del beso.
Al terminar el beso, repartió muchos pequeños en toda su cara, mientras que Lyra reía por el típico comportamiento de Jasper cuando quería omitir el tema de conversación.
— Será mejor que vayamos a la escuela, llegaremos tarde.— dijo Jasper.
— Esto no va a quedar así, Jasper Hale.
Jasper río mientras la tomó de la mano y salió caminando rápido de la habitación, arrastrándola con el.
— Estás que ardes, hermanita.— habló Jack levantando una y otra vez las cejas, con una sonrisa divertida.
— Cuidado con el sol, no vaya a ser que te derritas, bombón.— le continuó el juego la menor.
Jack y Lyra chocaron los cinco. Julie negó con la cabeza mientras veía a sus hijos, siempre bromeando entre ellos a cada hora del día.
— Bien, chicos. Dejensen de sus bromas, ya debemos irnos o llegaremos tarde.
Esteban junto a su esposa y Lily y Jack, fueron en se auto. Debido a que a la pareja le gustaba andar en moto. Lyra fue con el auto junto a Jasper, quien mientras manejaba sostenía su muslo con su mano descansando ahí.
Al llegar fueron al salón en donde se haría la graduación. Lyra a penas llegó abrazó a Rosalie con emoción. En ese año se habían convertido en mejores amigas, casi hermanas. Aunque nunca faltaba el comentario de Emmet diciendo que si el no estaba ellas dos serían pareja.
Se empezaron a sentar en las sillas de adelante junto al resto de los alumnos. Lyra estaba sumamente relajada y sentía que por fin podría hacer lo que le gustaba. Aunque la paz se terminó cuando una profesora se paró en frente suyo.
— Señorita, Lyra. Perdón por avisarle ahora, pero tendrá que dar el discurso de cierre, por ser el mejor puntaje.
— Pero no tengo preparado nada.
— No importa, es bueno improvisar a veces.
Lyra suspiró cansada mientras que Emmet junto a Mike se reían de ella. El último incluso empezó a inventar una canción en la que se burlaba de ella.
El discurso sería a lo último, así que mientras los alumnos recibían el birrete se inventaria algo en la cabeza. Maldecía una y otra vez ser el mejor promedio, ignorando la risa de Edward cuando leía sus pensamientos.
Incluso recibió el diploma mientras pensaba en su discurso, hasta Jasper le mandó olas de calma, pero parecía que la mente de su compañera no se podía liberar de su discurso.
— Y ahora escucharemos unas palabras del mejor promedio de la cursada, Lyra Williams.
— Suerte.— le susurró Jasper.
Lyra se levantó de su asiento, irradiaba estrés, necesitaba tiempo para planificar algo. Pero ahora le tocaba mandarse de una, quizás dentro de siglos recordaría eso como una lección de vida.
— Buenos días, bueno como ya saben me llamó Lyra. Hoy nuestros compañeros y yo damos un paso más adelante en nuestras vidas. Cerramos un ciclo para entrar en otro. Dentro de poco tendremos muchas obligaciones, pero ahora es momento de disfrutar y hacer lo que queremos. Si tu sueño es ser astronauta, yo te apoyo. La vida es corta y hay que hacer lo que nos gusta.— suspiró un poco nerviosa.— Si se quieren tirar por un acantilago con sus amigos, tener una banda, estudiar lo que llevas soñando desde pequeño. Es momento de hacerlo ahora, es momento de elegir que vida tenemos y pasarlo al máximo. Es por eso que les deseo una buena y larga vida a todos. Enamorencen, hagan nuevas amistades, creen recuerdos, prueben cosas nuevas, pero sobre todo sean felices. Muchas gracias.
Lyra bajo del escenario mientras que los alumnos aplaudían y tiraban sus gorros en dirección del techo. Jasper la recibió dejando un beso en sus labios.
— Lo hiciste bien.
— Que vergüenza.— dijo escondiéndose en su cuello.— La próxima vez me aseguraré de no ser el mejor promedio.
Así pasaron la mañana despidiéndose de esa maravillosa escuela en donde se conocieron y supieron que estarían toda su vida juntos.
SE MIRABA EN EL ESPEJO UN POCO NERVIOSA, TODOS parecían saber lo que pasaría en esa cita excepto ella. Lo cual le ponía sumamente nerviosa. Suspiro mientras Lily y Alice chocaban los cincos.
Ambas estaban muy emocionadas por prepararlas para la noche, no se pudo negar ante sus insistentes reclamos.
— ¡Estás hermosa!— exclamó Alice dando pequeños saltos.
— Dios, si no fueras mi hermana te daría, pero no consejos.
Lyra sonrió, quitándose un poco los nervios que tenía. Todo pintaba a que sería una noche especial.
— Bien, creo que ya estoy lista.
— Jasper se a a volver a morir cuando te vea.
— Lily tiene razón, se va a morir por dentro.
Como dos señoras mayores Lily y Alice bajaron del brazo mientras sonreían radiantes. Detrás de ella bajo Lyra, quien capturo a Jasper al cien por ciento.
Se sentía como en un deja vu, la situación era casi la misma. Y eran ellos solos en la habitación.
En cuanto llego al lado de Jasper este dejo un beso en su mejilla y le entregó sus flores favoritas.
— ¿Me acompaña a nuestra cita, señorita?
— Por supuesto, caballero.
Salieron de la casa sintiendo a Jack desearle buena suerte a Jasper, de una forma un tanto divertida. Subieron al auto del rubio y se extraño en el camino cuando salieron de la ciudad y entraron al campo.
Bajaron del auto y Lyra admiro el cielo estrellado, era verdaderamente hermoso. Jasper le ofreció la mano y ella la acepto.
— ¿A donde vamos?
— Ya verás, te va a encantar.
Empezaron a caminar por el desolado campo hasta que llegaron a una parte donde estaba llenó de Rosas rojas por todo el lugar. Los ojos de Lyra brillaron como si tuviera lo más hermoso del mundo.
— Esto es hermoso.— dijo y después volteó a mirar a Jasper.— ¿Por qué tu siempre encuentras los lugares bonitos?
— Creo que es una especie de don.
Caminaron hasta el centro y Lyra lo miro confundida en cuanto el tomo ambas manos y la miró a los ojos.
— Hace mucho tiempo vengo pensando en esto y creo que es el momento.
— Dios, suéltalo de una vez. Me haces poner nerviosa.
— Quiero ser cursi, así que permiteme serlo. Yo sabía que llegarías porque Alice te vio en mi vida. Sin embargo la primera vez que te vi me sentí como un bobo enamorado. Con el paso del tiempo me di cuenta que eras todo lo que quería en mi vida. Eres como el sol, iluminarse mi vida y apartarte a todos los monstruos que me perseguían.— En ese momento se puso de rodillas frente a ella y sacó una caja con una anillo de oro. Lyra abrió sus ojos sorprendida, esperaba todo menos esos.— Eres mi vida entera y es por eso que quiero pasar la eternidad a tu lado. ¿Te casarias conmigo, Lyra Williams?
— Claro que sí, Jasper.— le dijo con una gran sonrisa.— No tienes que ni siquiera preguntarlo.
Jasper sonrió grande y colocó ese delicado anillo en su dedo anular. Se levantó del piso y beso apasionadamente a su ahora prometida.
Miles de emociones recorrieron a ambos, felices de pasar el resto de la eternidad juntos.