12 CHICOS LOBOS ©

Від bellaminelli

2.9M 217K 63.8K

Erika acaba de terminar con su novio, es de noche, hace frío y esta sola. Como si eso no fuera suficiente, la... Більше

12 CHICOS LOBOS - Capitulo 1
12 CHICOS LOBOS - Capitulo 2
12 CHICOS LOBOS - Capitulo 3
12 CHICOS LOBOS - Capitulo 4
12 CHICOS LOBOS - Capitulo 5
12 CHICOS LOBOS - Capitulo 6
12 CHICOS LOBOS - Capitulo 7
12 CHICOS LOBOS - Capitulo 8
12 CHICOS LOBOS - Capitulo 9
12 CHICOS LOBOS - Capitulo 10
12 CHICOS LOBOS - Capitulo 11
12 CHICOS LOBOS - Capitulo 12
12 CHICOS LOBOS - Capitulo 13
12 CHICOS LOBOS - Capitulo 14
12 CHICOS LOBOS - Capitulo 15
12 CHICOS LOBOS - Capitulo 16
12 CHICOS LOBOS - Capítulo 18
12 CHICOS LOBOS - Capitulo 19
12 CHICOS LOBOS - Capítulo 20
12 CHICOS LOBOS - Capitulo 21
12 CHICOS LOBOS - Capitulo 22
12 CHICOS LOBOS - Capitulo 23
12 CHICOS LOBOS - Capitulo 24
12 CHICOS LOBOS - Capitulo 25
12 CHICOS LOBOS - Capitulo 26
12 CHICOS LOBOS - Capitulo 27
Capitulo 28 - 12 CHICOS LOBOS
Capitulo 29 - 12 CHICOS LOBOS
Capitulo 30 - 12 CHICOS LOBOS
Capitulo 31 - 12 CHICOS LOBOS
Capitulo 32 - 12 CHICOS LOBOS
Capitulo 33 - 12 CHICOS LOBOS
Capítulo 34 - 12 CHICOS LOBOS
Capítulo 35 - 12 CHICOS LOBOS
Capítulo 36 - 12 CHICOS LOBOS

12 CHICOS LOBOS - Capitulo 17

81K 6K 1.4K
Від bellaminelli

Capitulo 17

Micaél permanecía a una corta distancia de donde se encontraba Erika. Lo que había dicho la había hecho pensar, pero no cambiar de opinión. Tal vez él no lo viera de esa forma, pero ella sabía que una situación así, traería muchos cambios y consecuencias. Era imposible e inmoral.

-          Deberíamos bajar a desayunar. – le dijo secamente mirándose las manos.

Él frunció el ceño, pero luego sonrió. Tomo a Erika de la cintura y sin previo aviso salto del árbol. Ella ya no se asustaba por esta acción, lo que la hizo darse cuenta lo mucho que se había acostumbrado a los chicos y a su forma de vivir.

Una vez abajo se separó de los brazos de Micaél y se dispuso a entrar en la madriguera, pero antes de que lo hiciera el chico la tomó por la muñeca haciéndola detenerse, pero ella seguía sin voltearse a verlo.

-          Baby Doll, mientras más me ignoras, más me gustas, ¿lo sabías?

No lo vio pero sabía que estaba sonriendo, y se negaba a ver esa sonrisa fanfarrona. Tiro con persistencia de su muñeca para darle a entender que debía soltarla, y así lo hizo. Erika entro en la madriguera dejando a Micaél atrás. Se sentía demasiado confundida para quedarse más tiempo con él.

Dentro se dirigió a la estancia donde seguramente estarían los demás desayunando. Se sentó en el suelo junto a Kaiser y Baco, mientras Demián le pasaba un plato con su desayuno, una apropiada ración de diversas frutas, las que los chicos traían de la ciudad cada semana.

Pensar en la ciudad la hizo recordar lo cerca que estuvo de volver. Aún no podía creer que había preferido quedarse. Una sensación extraña la embargó, ¿Satisfacción? ¿Alivio? ¿Gratitud? No estaba segura, pero era una sensación agradable.

Sin embargo si algo era certero era que no se sentía para nada arrepentida, después de todo, no había nada ni nadie en la ciudad esperándola. Obviamente las monjas habrán notado su ausencia desde hace mucho tiempo, pero eso no significa que pondrían todo su empeño en encontrarla, dado a que la identidad de la mayoría de los niños que residían en el orfanato era guardada celosamente bajo llave para protegerlos, no se pueden dar el lujo de colgar carteles por todos lados. Lo más lejos que deben de haber llegado, es notificar a la policía local.

En cuanto a Jeremy, de quien Erika no se había dignado a pensar muy a fondo, seguramente jamás lo averiguaría. El muy ingrato ya había encontrado consuelo incluso antes de su desaparición.

Erika masticó su fruta tranquilamente tratando de concentrar sus pensamientos en algo que no fuera tan desgastante. Pero la idea se volvió imposible cuando miró abajo y vio sus piernas. Moretones y raspones le cubrían sutilmente algunas zonas, se sorprendió al darse cuenta lo poco que le molestaban. Había pasado apenas un día desde que Jim se los había causado, ¿Dónde demonios estaría ahora? Ni siquiera había tenido el valor para preguntarles a los chicos si lo habían encontrado. Pero no estaba tan segura de querer saber la respuesta.

-          Baco, - susurró volteándose discretamente en su dirección - ¿lo... encontraron?

Por la manera en la que el chico miró a Erika, con condescendencia, no necesito que se lo expresara en palabras.

-          No te preocupes Baby Doll, te juro que eso no volverá a suceder jamás, sobre mi cadáver. – le guiño un ojo para tranquilizarla.

Ella asintió y volvió la vista a su plato, esforzándose por ignorar el hecho de que ninguno sabía el paradero de Jim, y el de que Jim sí sabía dónde estaba ella.

Detestaba sentir miedo, detestaba sentirse tan cobarde e indefensa, la manera en la que sus emociones tomaban las riendas de su cordura, haciendo de ella un bulto asustado y obediente que no oponía ninguna resistencia.   

-          Baby Doll, - dijo Chris sacándola de sus cavilaciones – dadas a las resientes circunstancias, estoy seguro de que todos incluyéndote a ti, estarán de acuerdo en que no deberías dejar la madriguera en un tiempo. Y con ese "no deberías" estoy dando por sentado que "no puedes". – puntualizo Chris con su arrogancia característica.

-          ¿Ni siquiera si alguien me acompaña?

-          Mmm... Está bien, pero solo si doce increíblemente apuestos y fuertes muchachos acceden a acompañarte al mismo tiempo, ¿contenta?

Erika rodó los ojos ante tanto egocentrismo. Ella sabía lo difícil que sería que todos estuvieran en el mismo lugar al mismo tiempo, dado a que cada quien tomaba su camino la mayoría de las veces, y aunque lo estuvieran, dudaba mucho que todos fueran a querer salir. Chris solo se estaba divirtiendo con su sarcasmo.  

-          No me mires así, - le sonrió Chris fanfarronamente – hay muchas cosas que hacer aquí también.

-          ¿Por ejemplo...?

-          Por ejemplo... puedes cocinar con Demián, jugar ajedrez con Teo, cartas con Baco, lo que sea que al pervertido de Kaiser le guste jugar y... A sí, ese perro que trajiste, estoy seguro que te divertirás mucho cuidándolo y limpiando sus gracias.

Erika soltó un suspiro al darse cuenta que no había forma para que Chris cambiara de opinión y se resignó a obedecer. Después de todo tenía un poco de razón, sí tenía cosas que hacer para pasar el tiempo. Además, después de todo lo que había pasado, resultaba completamente inapropiado salir solo por hacerlo. Supuso que su charla con Micaél había sido su última salida, por lo menos en un lapso considerable de tiempo.

Terminó de desayunar y se dirigió al cuarto donde dormían, con Parker pisándole los talones. Lo cierto era que no sabía lo que quería, el chico no era de los que solía hacer eso, de hecho, Parker siempre había preferido pasar su tiempo libre solo o tocando su guitarra.

Cuando llegaron al cuarto Erika se giró para verlo a la cara, tratando de descifrar lo que estaba haciendo. No es que a ella le molestara su presencia, simplemente le extrañaba. Parker por su lado, se mostró vacilante al principio, rascándose la nuca con la mano, como si tratara de pasar inadvertido, pero dado a que él y Erika eran los únicos en la habitación, no funcionó.

-          ¿Qué sucede? – pregunto tranquilamente.

-          Yo... - pareció dudar por unos instantes, pero luego suspiro resignado – No me siento cómodo dejándote sola, aunque sea en la madriguera.

-          Oh... no hay problema, puedes quedarte conmigo, si quieres.

-          Gracias.

Se sentaron en el suelo entre las almohadas y mantas, con un silencio incomodo sobre ellos. Sus miradas se cruzaban de vez en cuando, pero ambos la apartaban rápidamente, como dos tímidos adolescentes.  

-          ¿Quieres... escuchar una canción? – preguntó espontáneamente.

-          Claro.

Parker se levanto y fue a buscar su guitarra. Siempre le había gustado como tocaba, y también como cantaba. Su voz era distinta a la de Demián, era más grave, más ronca, pero igual de hermosa.

El chico regreso con su guitarra en mano y se volvió a sentar frente a Erika. Comenzó a afinarla tocando alguna cuerda ocasionalmente. Cuando por fin se sintió listo, levanto la mirada para ver a Erika a los ojos. Y comenzó a cantar.

"As the day fall into darkness,

You come up to me quietly

You save me from a nightmare,

But before I'm aware you seem to fade away

As if you were never there

So, baby, hold on

I need to be with you,

But the distance between us is so vast that I don't know what to do

You're showered by the glow of the moonlight

It's so enchanting; can't get you out of my mind

Can't reach out to touch you

Or to hold you in my arms

Even if I close my eyes, I can never dream of you

'Cause you're not here with me

You're not in my story

It only hurts, the more I try to get to you

I know this needs to stop

I know I need to stop

I let you go without calling out to you

'Cause I'm scared, my tears, baby, will only get your wings wet..."

Parker dejo que sus manos de deslizaran hábilmente sobre las cuerdas de su guitarra dándole un final aun más hermoso de lo que ya era. Erika lo miró fascinada.

-          ¿Te gustó?

-          Me... me encanto. – dijo aun con la respiración entre cortada - ¿La escribiste tú?

-          Si. La escribí para ti.

Erika sintió un agradable hormigueo que le recorrió toda la columna vertebral. Una tímida sonrisa se asomo por las comisuras de su boca, que aun estaban un poco inflamadas.

-          Gracias Parker, es hermosa, en serio.

-          Gracias Baby Doll.  

En ese momento, Erika sintió una pequeña punzada en el estomago. Desde que había llegado, - mejor dicho desde que la habían traído – nunca había pasado mucho tiempo con Parker, principalmente porque él era un chico reservado. Pero ahora, estando a solas con él, se daba cuenta de lo increíblemente cálido que era, incluso era tímido y eso era algo que ella desconocía por completo, después de todo, el único chico tímido aparte de él era Lucas.

Parker estaba acostumbrado a esconderse bajo esa faceta de chico misterioso, pero ella siempre había pensado que había mucho más. Aun recordaba que, fue Parker quien la salvo cuando Chris se estaba divirtiendo asustándola en la construcción, y también fue Parker quien la salvo cuando se calló en el hielo.

-          Parker.

-          ¿Sí?

-          Creo que nunca te he agradecido por salvarme, cuando caí en el hielo.

-          Si lo hiciste Baby Doll.

-          Solo te di las gracias. Tú no me hiciste un favor, Parker, tú salvaste mi vida.

-          Lo habría hecho aunque tú no hubieras querido, y lo volveré a hacer todas las veces que sea necesario.

-          Solo quiero que sepas, que estoy demasiado agradecida, y lo estaré por el resto de mi vida. Creo que, jamás podre terminar de pagarte lo que hiciste.

-          Baby Doll, no te pongas tan dramática. – dijo entre risas.

-          Hablo en serio, estaré en deuda contigo para siempre.

-          Lo cual significa que, ¿tengo favores ilimitados?

-          Algo así.

-          Me parece bien, los usare con responsabilidad. – le guiño un ojo.

Parker dejó su guitarra a un lado y se recostó sobre los cojines. Esa era otra cualidad que a Erika le gustaba de él, era de los pocos que siempre respetaba su espacio. Ella lo imitó recostándose también en el lugar donde estaba.

No había pasado mucho tiempo desde que ambos se habían recostado, cuando Parker se levanto para sentarse de nuevo. Erika lo miró de reojo, estaba a punto de quedarse dormida.

-          Baby Doll, ¿puedo preguntarse algo?

-          Si.

-          ¿Qué fue lo que paso?

-          ¿A qué te refieres? – sonrió Erika.

-          ¿Qué fue lo que paso ayer?

La aclaración borro la sonrisa de Erika, golpeándola de pronto con una lluvia de recuerdos del día anterior.

-          ¿Por qué quieres saber?

-          Tengo que saber. – dijo con convicción – Dime, por favor.

Se levanto para sentarse también, y cerró los ojos para poder aclarar sus ideas, tratando de recordar cómo había comenzado todo.

-          Yo... desperté, era de noche, y... no encontré a Snowflake. – se aclaró la garganta para poder continuar – Me levante, y lo busqué por toda la madriguera, no lo encontré, de pronto la idea de que hubiera salido me asalto, yo sabía que no podría sobrevivir la noche, así que me puse mis botas, y salí.

-          ¿Por qué no despertarse a alguno de nosotros? – preguntó Parker. Erika podía ver la frustración en sus ojos.

-          No pensé que fuera a tardar mucho, no valía la pena despertarlos. El punto es... lo busqué afuera, y luego... escuche la voz de Jim, pero no sabía dónde estaba.

-          ¿Te dijo algo?

-          Él... - Erika cerró los ojos más fuerte para recordar – me preguntó si estaba perdida.

-          Maldito psicópata. – murmuro Parker. – ¿Qué paso después?

-          Lo primero que pensé, fue que él tenía a Snowflake, me enfurecí, y le grite. Después... el comenzó a acercarse, yo corrí... no estoy muy segura de lo que paso después, creo que me estrello contra un pino. – se encogió de hombros.

Miro a Parker, quien tenía los nudillos blancos, dado a que estaba apretando los puños demasiado fuerte. No estaba muy segura si sería conveniente continuar la historia, ya que Parker echaba fuego por los ojos y ni siquiera le había contado aún como la había golpeado Jim.

-          ¿Recuerdas algo más?

-          No estoy muy segura.

-          Trata de recordar. – la miraba con ojos suplicantes.

Se dio cuenta que no valía la pena ocultar la verdad, sus moretones y labio hinchado hablaban por si solos. Todos los chicos sabían que había sido Jim, pero no sabían que le había hecho exactamente. Podían incluso a pensar otras cosas. Lo mejor era aclarar las cosas para evitar más confusiones.

-          Desperté, y Jim me estaba cargando, luego se detuvo y me soltó sobre un charco de lodo, me lo unto en la cara, dijo que era para que no pudieran olerme. Luego... él encendió una pequeña fogata... oh y saco una cantimplora, no estoy segura de lo que era exactamente, pero era una bebida alcohólica, me hizo beber un trago pero lo escupí porque quemaba.

Parker la miraba escuchando muy atentamente. Su mirada estaba cargada de ira pero a la vez de precaución, él sabía que si explotaba, Erika se negaría a contarle el resto, debía ser más listo.

-          Luego... - el recuerdo le erizo los bellos de la nuca – él intento besarme, sentí mucha ira, y lo golpee en el rostro. Él simplemente enfureció, me dio una bofetada, retrocedí, pero no lo suficiente... luego me dio otra, y perdí el conocimiento.

-          ¿Él te... toco?

-          ¡No! – negó con la cabeza horrorizada por la sola idea – Él me pateo, empujo, golpeo y hasta tiro, pero no me toco.

-          ¿Cómo estas tan segura? – parecía que podía romper a llorar en cualquier momento por la frustración de su voz – dices que perdiste el conocimiento.

-          Parker, créeme, sabría perfectamente si alguien me hubiera tocado ¿de acuerdo? – dijo tratando de tranquilizarlo.

-          ¿Qué paso después? – pregunto seriamente.

-          Am... yo... - recordó el sueño que había tenido, pero no valía la pena contárselo, no lo entendería – desperté en el bosque, y solo me quede ahí, luego me encontró Lucas.

-          ¿Es todo?

-          Es todo. – afirmo.

Se quedaron quietos y en silencio, mirándose a los ojos, esta vez, ninguno de los dos apartaba la mirada. De pronto Parker se acerco hasta donde estaba Erika, y la estrecho firmemente en sus brazos. Inhalo el aroma de su cabello, y ella hizo lo mismo con su sudadera.

-          Lo mataré. – murmuro.  

Продовжити читання

Вам також сподобається

163K 7.3K 20
El infierno personificado en un cuerpo por el que rezan los ángeles, una voz grave capaz de jugar con tu cordura y un nombre que era su única huella...
485K 33.7K 57
Mi marido me engañó con mi mejor amiga. Me envenenó con píldoras anticonceptivas. Para tener mi última oportunidad de tener un bebé, decidí buscar un...
11.1K 1.6K 14
El mundo es un lugar cruel para un omega, aún más si naces en una de las familias de la mafia. Bill no recuerda cuándo fue la última vez que comió, q...
Inocencia Aislada Від Vivi 🦋

Підліткова література

411K 28.4K 73
¿Imaginas no conocer absolutamente nada del mundo exterior? Conocer la realidad es algo que Abril nunca pensó que podría descubrir. Por: Viviana Vale...