12 CHICOS LOBOS ©

12 CHICOS LOBOS - Capitulo 9

Capitulo 9

Había evitado a toda costa cualquier contacto con los chicos que no fuera necesario. No podía verlos a los ojos sin sentir vergüenza, a pesar de que a ellos parecía no importarles en lo absoluto. Se había vuelto callada de nuevo e introvertida. Los chicos trataban de acercarse a ella como antes, pero solo se alejaba más, lo cual parecía molestarles.

Erika estaba sentada en la alfombra sola cuando todos los chicos entraron en la habitación y se sentaron alrededor de ella mirándola fijamente. Estuvo a punto de entrar en pánico e irse a otra habitación cuando Chris hablo.

-          Baby Doll, hay un asunto que tenemos que arreglar. Nosotros planeábamos dejarlo pasar, pero la situación entre tú y nosotros se ha vuelto incomoda, por lo tanto debemos hablar. – se aclaro la garganta y continuo – El día que te caíste en el hielo y casi te ahogas tuviste fiebre, mucha fiebre, Parker te trajo lo más rápido que pudo pero para entonces estabas casi congelada, y Larry dijo que si no bajábamos tú temperatura corporal las cosas se pondrían peores, ¿me estas entendiendo? – Erika solo asintió con la cabeza pero sin mirarlo – Bien, como decía, te estabas poniendo en un estado muy crítico y nosotros no íbamos a quedarnos de brazos cruzados viendo cómo te morías, así que trajimos la tina, la llenamos con agua tibia y te metimos en ella. Respecto a la ropa, la tuya se había mojado, pero cuando te expusiste allá afuera la tela prácticamente se congelo, fue por eso que era necesario quitarla ¿de acuerdo? No hay nada morboso ni enfermo en ese asunto, por lo tanto no tienes que sentirte mal, tú no tuviste nada que ver y tampoco fue tú culpa.

Erika se mantenía abrazando sus rodillas y mirando el suelo. Lo que decía Chris tenía lógica, pero le seguía costando un poco no sentirse avergonzada, aunque estaba segura que con el tiempo lo iría superando.

-          Si te hace sentir mejor nos disculparemos. Baby Doll, lo siento. – dijo Chris poniendo su mano en su pecho y bajando la cabeza dramáticamente. – Ahora ustedes bola de animales, discúlpense con la dama.

Uno a uno todos los chicos se disculparon con Erika, cada quien a su manera obviamente. Para el final ya se sentía mucho mejor, hasta se había reído con algunas de las disculpas. Después de la sesión de reconciliación todos se esparcieron a continuar con sus actividades y Erika se quedo con Baco. Ambos se observaban en silencio.

-          Baby Doll, ¿Quieres jugar póker?

-          No se jugar.

-          Perfecto, yo te enseño. – Baco se levanto y fue corriendo a la otra habitación, regreso rápidamente con una baraja en la mano – Es realmente simple, a mi me encanta.

Baco le enseño las reglas básicas del juego y algunas jugadas para ganar. Las primeras partidas Baco le gano sin mucho esfuerzo, pero poco a poco Erika fue tomando habilidad hasta poder tener partidas más largas e interesantes, aun no estaba al nivel de Baco, pero por lo menos él tardaba mas en ganarle.

-          Muy bien Baby Doll, ¿quieres empezar a apostar? Lo hace todo más interesante.

Inmediatamente recordó su apuesta con Kaiser y dudo antes de contestar, no tenía muchas ganas de repetir esa incomoda experiencia.

-          ¿Qué clase de apuestas?

-          Cuando juego con los chicos apostamos gorras o cosas así, contigo no se que pueda apostar, no sé, ¿tu cepillo de dientes?

-          No te daré mi cepillo de dientes. – rió Erika.

-          En ese caso no lo sé, no tienes ningún objeto que me interese.