Sólo había pasado un momento, un breve segundo, el estaba seguro que no había pasado mucho tiempo luego de cerrar los ojos para descansar la vista después de terminar de comer. Pero cuando el brillante sol que entraba por la ventana lo despertó no pudo evitar levantarse de golpe.
Una muy mala decisión claramente.
" Agh... "
Soltó un bajo quejido mientras se encorvaba como un animal herido, su mano acarició su vientre y se perturbó al sentir que no había ninguna venda cubriendo sus heridas. Siendo en sí que él estaba seguro de haberlas tenido puestas cuando hablaba con Nian.
Se incorporó lo mejor que pudo de la cama. Apartó la delgada sabana que cubría su desnudes y al bajar los pies se estremeció al sentir como el frío de las baldosas calaban dentro de sus huesos. Una sensación que apesar de ser desagradable le permitió quitarse de encima la somnolencia de las medicinas.
Se dirigió al tocador sin pudor alguno, ya que desde que ingreso al imperio había sido visto desnudo por tantos ojos que sospechaba que su madre, que en paz descanse, saltaría furiosa por la dignidad de su niño.
Quizás ni ella lo había visto tantas veces desnudo siendo su madre.
Entre tropiezos logro llegar al tocador. Su intención era verse en el largo espejo que se encontraba al lado de este.
Quería comprobar el estado de su cuerpo.
Tomo aire profunda y se puso derecho, su espalda realizó un sonido sordo debido al crujir de sus cansados huesos. Provocando que Lelio sienta como sus músculos se relajaban apesar del dolor.
Detalló atraves del espejo su figura. Los hombros hanchos, cintura delgada y piernas torneadas. Cada moreton estaba disperso por una zona diferente de su pecho y costillas, mientras que las heridas profundas estaban perfectamente suturadas.
Sus ojos brillaron ante la imagen.
Se veía limpio.
Comparado a la primera vez que vio su propio reflejo, se sintió aliviado de ver que su cuerpo ya no parecía un cadáver, sino que adoptó la imagen de lo que era; una persona herida.
No pensó que debía colapsar de esa manera para que finalmente sea tratado con los cuidados que se deben. Y si bien estaba emocionalmente satisfecho por la mejoría, una parte de él seguía agonizando de vergüenza en cuanto más recordaba lo que había sucedido en la sala de trono.
' Colapsaste en brazos del emperador, frente a todos.
FRENTE A TODOS. '
Golpeó su cabeza contra el espejo y gimoteo como el perro de su hermana solía hacer cuando le pisaban la cola.
¿Por que?
¿Por queeeeee?
' Esto no puede estar pasando '
Podría manejar la pena si hubiera sido en un ambiente privado con unos pocos sirvientes mirando. Pero no.
La idea de que los nobles más influyentes del imperio junto a los príncipes y la princesa hayan sido testigos de lo sucedido le sacaba las ganas a Lelio se asistir al dichoso tercer día de celebración; aún sabiendo que no tenía autoridad para no ir.
Lo peor era que nisiquiera podía explicar la razón por la cual se descompuso en primer lugar. Ya que dentro de todo sentía que no fue algo solo físico.
Sus ojos temblaron en cuanto se fijaron en su garganta. Recién se daba cuenta que ya no sentía molestia alguna en ella y abrió la boca.
" Ah... "
La emoción pálpito en su corazón y tragó saliva de forma pesada. Tosió un poco y volvió a intentar.
" Ho...la. "
Dolía un poco, sonaba lenta y quebrada. Pero solo era cuestión de tiempo.
Su voz estaba regresando.
Cuando pensó que las cosas iban bien, escucho a sus espaldas el golpe seco de algo cayendo contra el suelo. Su cuerpo adoptó la famosa ' piel de gallina ' y de forma lenta se giró.
Parada en la entrada, aún en shock y con las manos vacías luego de dejar caer la palangana con agua del susto, Ami lo miraba fijamente.
O más bien, miraba su cuerpo desnudo.
Si tuviera la fuerza para correr, posiblemente Lelio lo hubiera hecho para lanzarse por la ventana.
.
.
.
.
.
.
" Lo sien... to "
Murmuró aún con pena el rubio mientras la sirvienta le abrochaba los botones de su camisa. El ambiente había sido aún más incómodo cuando está lo ayudo a bañarse apesar de la negativa de Lelio. Quien agradeció que su voz haya regresado a medias ya que facilitó la comunicación entre él y la sirvienta.
Ami suspiro.
" No tiene que disculparse. "
' Oh, claro que debo. '
Recordó la desagradable forma en que le metió un manotazo cuando está solo quería acomodar su camisa. En esos momentos era incapaz de hablar, pero las cosas eran diferente ahora.
Además de que pudo imaginarse el susto que se llevó al verlo desnudo.
" Por lo... de la, o...tra ve...z "
La sirvienta dejo de mirar la elegante clavícula del mayor y levantó la mirada. Atraves del velo podía ver perfectamente, así que se le quedó viendo hasta que logró captar lo que quería decir Lelio.
" Oh. "
El rubio miro significativamente la mano que golpeó aquella vez, era pequeña y áspera debido a los trabajos diarios que Ami realizaba. Pero seguía siendo bastante bonita.
Con vergüenza la menor la escondió y disimulo sus nervios buscando los accesorios que le pondría a Lelio.
No comprendía la naturaleza de las palabras del príncipe depuesto, pero que se haya disculpado por lo acontecido la primera vez que se vieron la tomo desprevenida.
Ciertamente fue un suceso desagradable, al punto en que sus amigas empezaron a despreciar la figura del príncipe como arrogante y maleducado.
Ami era la menor del grupo, por excelencia; la sobre protegida. Y si no fuera por qué Tamy y Latil estaban ocupadas ayudando con el banquete ella no habría sido asignada para estar a solas con Lelio para ayudarlo a asearse y vestirse.
Al no recibir respuesta alguna, el mayor se puso ansioso. Sabía que no debía insistir ya que si la contraria es presionada la disculpa perdería su naturaleza sincera, pero aún así repitió.
" Per...don "
Cuando se dio la vuelta, Ami admiro la imagen lamentable de Lelio.
Parecía un gato abandonado, y recordando a su mascota lentamente comenzó a ablandarse.
" No se preocupe. "
" Pe... ro "
" Le digo que está bien. "
" Yo... "
¡Aish!
Sin poder manejar la insistencia del contrario. Ami cayó en su peor debilidad como sirvienta; la impulsividad.
" ¡Lo perdono! ¿Bien? No se tiene que hacer la cabeza respecto al tema, fue algo que ya pasó y supere. "
" . . . "
" . . . "
" Ay Dios mío. "
Los ojos rosas y brillantes de la chica temblaron como los de un cordero ante su depredador. Se cubrió la boca con manos temblorosas y no tardó en hacer una reverencia.
" Lo lamento, no quise alzarle la voz. "
Apesar de hablar con la mayor calma que pudo, mentalmente se estaba insultando de todas las formas posibles. Maldijo el carácter explosivo que heredó de su padre y admitió como una niña regañada que sus amigas tenían buenas razones por las cuales evitar que ella trate directamente con los invitados.
Sus manos estaban sudorosas mientras esperaba alguna respuesta del contrario, pero cuando escucho una débil risa no supo como reaccionar.
Levantó la cabeza.
Lelio río, quizás era la primera risa que soltaba luego de tanto tiempo. Y apesar de que está era débil, resultaba agradable de oír.
" Es...tamos, a ma..no "
La sirvienta parpadeo.
¿No se había enojado con ella?
Por mucho que deseara indagar, se tuvo que contener y seguir con su trabajo arreglando al rubio, quién facialmente lucia más relajado luego de la extraña interacción entre ambos.
.
.
.
.
.
.
" Gloria a su majestad, emperador y sol de Arbezela. "
Jaider realizó un gesto vago para regresarle el saludo a los guardias parados en la exuberante puerta de madera que daba hacia el salón del donde posiblemente todos los nobles estaban bailando y socializando.
Se hizo la idea vaga de que tanto sus hijos como concubinas ya se encontraban dentro, y que como tal solo faltaban él y Rose, su amada flor azul. Quién aquella noche destellaba con la elegancia que hacía tiempo lo había enamorado.
Sonrió levemente cuando hicieron contacto visual. Acariciando con suavidad el dorso de la pequeña mano que se sostenía de su antebrazo de forma sutil.
Fue en ese momento en que detallo la gran diferencia entre las manos de una mujer y las de un hombre.
' Las manos de Lord Lelio eran grandes '
Recordó la silueta de unas manos elegantes, con dedos largos y uñas pulcras. Podría decir que eran manos delicadas, pero las venas que se remarcaban en el dorso de estas creaban un gran contraste.
' ¿Por qué estoy pensando en eso? '
Su atención viajo desde sus pensamientos hasta el rostro de la emperatriz, el cual había adoptado un leve rubor que resaltaba sus facciones.
Cuando incluso Lelio aparecía en su mente a la hora de apreciar la belleza de la Emperatriz supo que algo andaba mal, pero le resto importancia y hablo con los guardias que custodiaban la puerta.
" Ya es hora "
Ambos soldados entendieron rápidamente las palabras del emperador y abrieron las puertas. El que tenía la voz fuerte y con mas autoridad de entre los dos fue el que los anunció. Bajo el estridente sonido de las trompetas para que la música se detenga.
" ¡Sus majestades, el sol y la luna de Arbezela! "
Sus figuras dieron un paso al frente y bajo la atenta mirada de los nobles, caminaron hasta quedar a pocos pasos de la escalera que decendia hasta el salón de baile.
El marqués Khan tomo la iniciativa y fue el primero en reverenciarse hacia ellos.
" ¡Gloria al sol y la luna de Arbezela! "
Los nobles no tardaron en imitarlo. Doblando sus cuerpos en un ángulo perfecto de 90° y en el caso de las damas; levantando levemente sus faldas.
" ¡Gloria! "
La mirada amatista del emperador detallo a cada uno de los presentes hasta que se topó con la figura de él. Quién estaba parado delante de la silla en la cual posiblemente había descansado hasta ahora, vistiendo ropas ligeras y con un sutil maquillaje que resaltaba sus rasgos.
Debido a sus heridas era comprensible que no imite la reverencia de 90° que todos hacían, pero en cuanto sus miradas chocaron Jaider notó el breve asentimiento con cabeza que el rubio le dedicó mientras lo mirada de arriba a abajo con ojos desinteresados.
Su pecho vibró ante esto, y se cuestiono si la indiferencia del príncipe depuesto seguiría presente luego del anuncio que haría esa noche.
Todo estaba fríamente calculado.
Tomo aire y disimulando lo mejor que pudo los sentimientos que invadían su ser, levanto el brazo y dio por finalizado la reverencia de los nobles.
.
.
.
.
.
.
Lelio volvió a tomar asiento una vez escucho como la música volvió a resonar en el salón de baile y los nobles se desplazaban en la pista.
Captó los murmullos de las personas que lo rodeaban. Sus intensas miradas sobre él desde que ingreso al lugar hace alrededor de una hora habían sido un dolor de cabeza, pero supo ignorarlas y con la mayor calma posible bebió un sorbo del jugo de manzana servido en su copa.
Cuando debutó en la alta sociedad de Orian como principe heredero fue instado a beber alcohol desde el primer momento, por lo cual verse obligado a tomar una bebida que resulta bastante infantil a sus ojos era vergonzoso, pero ¿Que mas podía hacer?
El alcohol era un rotundo no para alguien que estaba en recuperación como él. Y desde lo sucedido en la sala de trono todos tenían sumó cuidado con su persona, llegando al punto de ser asfixiantes.
No sólo fue Nian acompañándolo hasta la puerta del banquete, sino que incluso los guardias que lo escoltaron estaban atentos a su andar y cuando tropezaba ya los tenía encima de él; agarrándolo como un muñeco para que no " se lastime ".
La situación era tan exagerada que hasta dispusieron de una elegante silla para que se siente hasta la llegada de la familia real. Lo cual le dejo bien en claro a Lelio que les dio el susto de sus vidas a todos aquella vez que colapso.
' Aún así, esto es un poco... '
Incómodo, vergonzoso y hasta ridículo.
Si estuviera en una situación normal agradecería los cuidados, pero teniendo en cuenta que quienes se muestran tan atentos con él son los mismos que trabajaban bajo órdenes de quién tomo a su país como colonia, le hizo vivir un infierno y casi mata por medio de abusos de terceros...
Era sospechoso de todas las maneras posibles.
" Lord Lelio. "
El nombrado cerró los ojos reflexivamente. Incluso si no lo quisiera o tuviera demencia; reconocer la voz de Jaider fue ridiculamente fácil.
El buen humor que consiguió gracias a la encantadora sirvienta Ami se esfumó en cuanto abrió los ojos y detallo frente a él la robusta figura del monarca, vistiendo tan formal como la última vez que lo vio.
' ¿Es que no tienes nada mejor que hacer? '
Las comisuras de sus labios se alzaron en una superficial sonrisa hacia Jaider, quién vaya a saber uno como, logro llegar hasta el rubio. Lo cual era inesperado teniendo en cuenta que Lelio esperaba que el mayor se encuentre muy ocupado tratando a los nobles como para que se le acerque en toda la noche.
Tal y como lo esperaba; el mundo estaba en su contra.
El monarca tomo asiento en la silla ubicada estrategiacamente a su lado y Lelio tuvo que tomar un largo sorbo de jugo para disipar la idea de correr la silla hacia atrás para que el mayor se caiga y haga el ridículo.
Quién sabe, con suerte lo mandarían a ejecutar por insolente y se ahorraría tener que aguantar los venenosos comentarios del canoso.
" Veo que está mejor. "
Se mordió la parte interna de la mejilla y asintió, aún manteniendo en su rostro una expresión amigable.
' Deberías ir y revisarte la vista. '
Su piel ya no tenía el mismo color pálido y enfermo que Jaider aprecio en su primer encuentro. Ahora lucia saludable en la superficie, con el suficiente calor en su cuerpo como para mantener un suave sonrojo en su rostro.
Incluso Nian estuvo por alabar a Astotelia cuando reviso el cuerpo de Lelio antes del evento.
' Los moretones desaparecieron, oh por el sol ¡Ya no tiene infectadas las heridas! '
' Pero... ¿Como? '
Lelio no era un superhumano que se regeneraba en segundos, pero la sangre que corre en sus venas acelera lo más que puede el proceso de curación. Mientras una persona promedio tarda una semana en curarse de una herida mortal; tanto su padre, hermana cómo él mismo solo tendrían que esperar cuatro días, bajo los cuidados adecuados, para estar como nuevos.
La familia real de Orian cargaban con varias bendiciones de parte de su diosa Madre; algunas de conocimiento público y otras privadas.
Que Nian desconozca de estas era entendible. En todo caso el rubio tampoco se tomó el tiempo de darle explicaciones. Ya que era lo menos importante allí.
" Espero que pueda recuperar su voz en poco tiempo, hablar con una pared no es nada agradable. "
Fue un comentario soltado a la ligera, pero de igual forma se sumó a la lista que Lelio mentalmente archivaba en su cabeza para argumentar porque el emperador era una mierda.
Si quisiera podría comunicarse por medio de papel o señas, pero prefirió no hacerlo y dejó al emperador hablando solo; ya que no le estaba prestando la más mínima atención de lo que decía.
La mirada zafiro de Lelio viajo por los alrededores hasta notar la figura de la princesa no muy lejos de él y el emperador. Entrecerró los ojos pensando en que podría ser una coincidencia, pero también cabía la posibilidad de que estaba ahí intencionalmente para escuchar la conversación entre el monarca y él.
Cuando su rostro redondo y sin imperfecciones se dejó ver mejor, Lelio no pudo evitar parpadear incrédulo, llegando al punto de frotarse los ojos para asegurarse que no veía mal.
' ¿Por que... luce así? '
No pudo poner una estúpida expresión en su rostro cuando notó que la princesa ya no era tan hermosa como la primera vez que la vio, o en si; ya no le resultaba tan atrapante.
Su escultural cuerpo enfundado en un vestido celeste que realzaba su pecho ciertamente era maravillo, junto al peinado y maquillaje la hacían ver como una muñeca, pero ya no despertaba en él los mismos sentimientos de admiración de antes.
Era atractiva, nada más.
Cuando chocó con los ojos del duque Phantom, el cual acompañaba a la princesa de forma demasiado íntima, no pudo evitar desviar la mirada. Quizás estaba viendo más de lo debido, en todo caso quería evitar conflictos así que regreso su atención a la molestia sentada a su lado.
" . . . y así ¿Que le parece? "
" . . ."
' ¿De qué demonios estás hablando? '
Lelio no realizó ningún gesto negativo o afirmativo hacia la pregunta que hizo el mayor. En su lugar sonrió y se acabó el contenido de su copa de cristal.
Jaider suspiro rendido. Pero aún así no reclamo el desinterés del contrario por mera educación, además de que debería de alegrarse de tener en esos momentos la atención del príncipe depuesto.
Debía preguntarle lo que rondaba en su cabeza desde hace un buen tiempo.
" Lord Lelio ¿Le parece si le hago una pequeña pregunta? Tan simple y sencilla que solo debe negar o asentir con la cabeza para responder. "
Un escalofrío cruzó la espalda del monarca cuando los ojos fríos de Lelio le mantuvieron la mirada por un largo rato. Como si se perdiera en sus pensamientos, o estuviera pensando seriamente si permitir que le hagan la pregunta o no.
Finalmente, asintió con la cabeza.
Jaider admiro que un gesto tan banal resultaba ridiculamente elegante en su persona.
" ¿Usted se preocupa por su país? "
Entrecerró los ojos, hasta la forma en que demostraba desconfianza parecía cautivar a Jaider, quién reaccionó y se golpeó mentalmente.
Algo estaba mal con él.
Luego de un rato, Lelio considero que no había trampa tras aquella duda, así que simplemente asintió con la cabeza, sin esperar que el monarca lance otra pregunta.
" ¿Y su gente? "
Volvió a asentir, está vez de forma más rápida que la anterior pregunta.
Finalmente, Jaider llegar al punto que quería.
" ¿Haría cualquier cosa por su bienestar? Me refiero al de Orian y sus ciudadanos. "
Sin saber que la respuesta que de lo condenaría, Lelio asintió con indiferencia.
Para eso había sido criado él.
Desde niño fue adiestrado para poner al estado sobre su persona. Su deber como príncipe heredero y futuro emperador se basaba en velar y buscar formas de garantizar el bienestar de todos por sobre cualquier cosa.
Por primera vez, las curvaturas de los labios del mayor se alzaron en una sonrisa sincera; cargada de pena y alivio.
" Sin duda, usted era un gran principe. "
.
.
.
_________________________
Que no cunda el pánico, que
hoy de regalo hay doble
Actualizacion; en un rato
publico el siguiente cap. 👀
-- ( F. B 🌸 )