¹⁰ | 𝓒𝓸𝓷𝓬𝓾𝓫𝓲𝓷𝓸 𝓲𝓶𝓹𝓮𝓻𝓲𝓪𝓵

2.3K 298 265
                                    

¿Acaso se estaba burlando?

Día a dia, hora por hora, minuto por minuto y segundo tras segundo.

Cuando más tiempo pasaba con el emperador, Lelio podía asegurar que más le desagrada, al punto en que prefería mil veces a su padre biológico, el cobarde que desató tal guerra y huyo, que a Jaider y su " hospitalidad ".

La llegada de un sirviente hasta al lado del monarca dio por finalizado aquel incómodo encuentro, o eso esperaba hasta que el mayor se puso de pie e hizo una breve seña para que lo siguiera.

Como si supiera que el rubio ni loco haría eso, rápidamente aclaró;

" Es hora de dar el discurso, lo necesito a mi lado ¿Lo olvida? "

' No podría incluso si quisiera. '

Manejo una expresión seria mientras se ponía de pie, evitando olímpicamente la mano que Jaider le extendió para ayudarlo a levantarse.

.
.
.

Йой! Нажаль, це зображення не відповідає нашим правилам. Щоб продовжити публікацію, будь ласка, видаліть його або завантажте інше.

.
.
.

" Por la gracia de Astotelia no solo emos ganado la guerra, sino que también se han sumado territorios a nuestro imperio en conjunto a nuevos ciudadanos dispuestos a volverse uno con nosotros. "

Exclamó Jaider, cautivando a  los presentes bajo su voz. Todos lo admiraban desde abajo menos el rubio que se paraba juntó a él y se sentía aturdido ante la vista.

¿Será porque la presencia de los nobles resultaba mil veces más asfixiante que la de los plebeyos?

Luego de levantarse de su asiento, Lelio siguió en silencio la robusta y ancha espalda de Jaider hasta llegar al balcón interno principal, en donde por general yacen los asientos de la emperatriz y el emperador.

Allí los esperaba la emperatriz, a quien Lelio no tardó en saludar con una reverencia, la cual fue respondida por una gentil sonrisa que provoco que el rubio se cuestionara cuántos mundos había salvado el emperador como para tener una mujer tan hermosa a su lado.

Y no solo era ella.

También había apreciado a lo lejos las figuras de las concubinas, quienes ciertamente resaltaban, pero debido a la distancia no pudo verlas con claridad

El mundo era realmente injusto.

El discurso del emperador fue retomado luego de un breve silencio.

" Si no fuera por la intervención del príncipe depuesto, quién reconoció el pecado de su padre y estuvo dispuesto a dar la cara por él; la guerra se hubiera llevado más vidas de las que podríamos contar.

Si hubiera sido así ¿Que nos habría diferenciado del despiadado ejército de Orian? "

Un sirviente se deslizó con la misma habilidad que una serpiente hasta el emperador, ofreciéndole dos copa de champagne. Las cuales tomo y extendió una hacia el menor.

El amado concubino de Secramise [ Las joyas de la princesa ]Where stories live. Discover now