¡Ah! Katsuki-sensei ¦Katsudek...

Autorstwa BreakMinds

1.8M 216K 266K

«A Izuku Midoriya no se le dan bien las matemáticas, pero, ¿quién sabe? Quizás con su nuevo profesor las cosa... Więcej

Capítulo 00
Capítulo 01
Capítulo 02
Capítulo 03
Capítulo 04
Capítulo 05
Capítulo 5.1
Capítulo 06
Capítulo 07
Capítulo 08
Capítulo 09
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Nota
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54
Capítulo 55
Capítulo 56
Capítulo 57
Capítulo 58
Capítulo 59
Capítulo 60
Capítulo 61
Capítulo 62
Capítulo 63
Capítulo 64
Capítulo 65
Capítulo 66
♡BookTrailer♡
Capítulo 67
Nota
Capítulo 68
Capítulo 69
Capítulo 70
Capítulo 71
Capítulo 72
Capítulo 73
Capítulo 74
Capítulo 75
Capítulo 76
Capítulo 77
Capítulo 78
Capítulo 80
Capítulo 81
Capítulo 82
Capítulo 83
Capítulo 84
Capítulo 85
Capítulo 86
Capítulo 87
Capítulo 88
Capítulo 89
Capítulo 90
Capítulo 91
Capítulo 92
Capítulo 93
Capítulo 94
Capítulo 95
Capítulo 96
Capítulo 97
Capítulo 98
Capítulo 99

Capítulo 79

4.4K 545 343
Autorstwa BreakMinds


— ¡Ahí, una pizzería! —Señala Izuku de pronto al mismo tiempo que se prepara para correr hacia el lugar.

Al notar que Izuku ya se le había adelantado, Bakugou apresura para cogerle de la gorra de su chaqueta. —Alto ahí. —dice observando su reloj. —Ocho y cuarenta. —susurra para sí mismo.

— ¡Ah, pero allá veo una pizzería cercana! —exclama Izuku girando su rostro para observar a Bakugou.

—Ya sé, iremos a otro lugar antes de ir a comer. —dice a la vez que lo jala en una dirección contraria.

— ¿Ehh? ¿A dónde?

Bakugou abre sus ojos irritados. — ¡Ahhh por un demonio, al cementerio a profanar tumbas y luego encerrarte en una a ver si así cierras la boca! —gruñe impaciente.

El pecoso parpadea sorpresivo ante la reacción. —Qué delicado... —susurra Izuku en respuesta.

— ¿¡Qué fue lo que dijiste, chihuahua respondona!?

────┈┈┈┄┄╌╌╌╌┄┄┈┈┈────

Escarbando en el pasado

El día en Japón permanece radiante. Cada esquina es cubierta por los rayos solares que entregan la mayor de sus potencias por la tarde. Los felinos aprovechan de tomar la siesta y sentir la calidez sobre sus lomos, aunque algunos en particular, luego de innumerables vueltas solo terminaron abriendo sus ojos con clara molestia.

Los humanos el día de hoy estaban particularmente molestos y ruidosos.

Los gritos a todo pulmón y los golpes de latas casi tan seguidos como sus propias palpitaciones. Era un real caos frente a la academia Yuei.

¡Miyamoto-sensei, fuera!

Kenjirou Kirishima ha llegado al punto de encuentro en donde su hermano pequeño dice estar. El pelirrojo quiere ver con sus propios ojos el estado caótico en el que su nuevo lugar de trabajo se encuentra.

Y en efecto, era un caos.

Su rostro está pasmado y sorprendido. En el fondo piensa y admira el valor de cada una de las personas que están ahí revelándose en contra el sistema, teniendo en cuenta que en realidad, los japoneses se caracterizan por ser bastante tranquilos y reservados.

—Pero no estos japoneses. —susurra con orgullo recordando sus propios años de adolescencia.

Fácilmente podía notar más de 50 cabecillas reunidas, todos con el uniforme característico Yuei generando un ruido de protesta absoluta. Kenjirou observa hacia la academia, específicamente hacia la oficina del director en donde se ve la pequeña cabecilla de este mismo observando el escenario desde las alturas.

— ¡Senpai, senpai!

Kenjirou sacude su cabeza y ahora mismo observa a unos ojos ambarinos alegres frente a él, como si se tratase de un pequeño cachorro emocionado.

El mayor parpadea demostrando sorpresa como respuesta.

— ¡Senpai, lo estaba esperando! —exclama Kaminari Denki mientras le toma de la muñeca y lo jala. — ¡Vamos a sentarnos allí! —invita sin esperar respuesta de Kenjirou, quien le sigue con una sonrisa paciente.

—Sí, sí. —dice escuchando los continuos gritos de protesta. — ¿Y Eijirou? —inquiere buscándole entre todas las cabecillas presentes. —He venido a verlo.

El rubio continúa avanzando con una gran sonrisa mirando hacia uno de los tantos árboles del parque. —Ah, está por ahí viendo los preparativos junto a Inasa y Todoroki. —responde restándole importancia mientras se sienta en el césped. — ¿Quiere una soda? Tengo dos. —añade mientras le estrecha una y siente como la sombra del árbol le provee resguardo de la intensidad de los rayos solares.

El pelirrojo parpadea a la vez que observa lo que está frente a él. —De naranja... Mi favorita. —susurra al mismo tiempo que recibe la lata y se sienta a su lado.

— ¡Sí, lo sé! —añade Kaminari emocionado.

Kenjirou sonríe enternecido. — ¡Gracias! —dice al instante en que la posiciona en su cuello. —Ahhh… qué fresquita que está. —añade sin quitar su mirada del movimiento estudiantil. —Hmm… Creo que ya voy entendiendo un poco, así que mi pequeño hermanito está ocupado con su rebelión. —añade. —Si mamá se entera de esto definitivamente tendrá que sufrir las consecuencias.

Kaminari Denki le mira. —Pero ella no tiene porqué saberlo. —dice inocente.

Kenjirou le mira por unos segundos, pensando en la inocencia que permanece en Kaminari. —Tú definitivamente no conoces un pelo del instinto materno, son más audaces y aterradoras que el mismo diablo.

Kaminari se mantiene pensativo. —Mi mamá nunca se entera de nada, ¡más importante, comienza mi boletín informativo!

El pelirrojo abre la lata y bebe un poco, demostrandose interesado en lo que dirá.

{…}


—Sigo insistiendo en que usemos el cloroformo. —dice Shoto con sus manos en los bolsillos junto a Inasa y Eijirou. —Hay que usarlo.

Inasa le mira mientras sonríe curioso. — ¿Por qué utilizarías cloroformo en Miyamoto-sensei? —inquiere intentando descubrir sus motivos.

Todoroki no duda un segundo en responder. —Para espantarlo. Somos menores de edad, ¿qué sería lo más grave que nos ocurriera si nos descubren? —inquiere.

Kirishima toca su mentón pensativo mientras observa las pomposas nubes. —Hmmmm... ¿Llevarnos a alguna clase de reformatorio? —inquiere.

—Exacto. —responde Todoroki. —Además de que será lo suficientemente escandaloso para—

—Todoroki, no lo haremos. Definitivamente no. —suelta Kirishima negándose rotundamente. —Con el escándalo que tenemos será más que suficiente para que el director reconsidere la idea de expulsar a Miyamoto-sensei.

Los ojos del bicolor se hacen más pequeños de lo normal debido a la negativa. —Buscaré otra manera de hundirlo. —susurra decidido.

El pelirrojo parpadea ante ese susurro y niega levemente. —Hermano… Tengo la leve impresión de que no estás hablando de Miyamoto-sensei en este preciso momento. —dice Kirishima mientras observa como Shoto le da la espalda. — ¿Todoroki? ¡Oye, Todoroki, ven acá!

Inasa observa a Todoroki salir de su campo visual y entonces, vuelve a observar a Kirishima. —... Él se fue. —dice a la vez que sonríe curioso. — ¡Iré con él! —añade con aliento. — ¡Hey, Todoroki! —exclama simpático siguiendole el paso. 

Kirishima niega lanzando un suspiro cansado a la vez que observa la multitud de gente a su alrededor. Traga saliva con dureza. —Creo que esto se nos ha ido de las manos... —susurra mientras observa más personas llegar al movimiento y escuchar de fondo los gritos incansables de Tenya. Entonces observa su reloj y lanza un suspiro pesado. — ¿Cuándo llegará Kenjirou? —inquiere dando la vuelta en su lugar. — ¡Ah! Ahí... —dice a la vez que su mirada se vuelve completamente seria. —está. —finaliza a la vez que observa como Kaminari le habla entusiasmado.

Sus manos se vuelven puños al mismo tiempo que presiona su mandíbula. — ¿Por qué rayos fue por su cuenta y no me avisó que había llegado? Fui yo quien lo llamó en primer lugar... ¡Y es mí hermano, no el suyo! —suelta con evidente molestia observando al rubio con él. — ¿Y porqué se le acerca tanto? Ese imbécil no conoce lo que es el espacio personal...

━─━────༺༻────━─━


Izuku no logra procesar del todo lo que hace en un probador con una chaleca negra más peluda que un gato.

— ¿Ya te lo has probado? ¡No veo tu ropa húmeda en el suelo!

Izuku traga saliva al ver los pies de Katsuki por el otro lado. —Uh… ¿Podrías darme un poco de privacidad? —pide sonriendo de forma nerviosa acercándose a la puerta.

Pero en respuesta la mano de Katsuki aparece por arriba de la puerta y la mueve de forma salvaje, causando un ruido molesto y desesperante.

Las cejas aceitunadas se fruncen rápidamente. — ¡Katsuki! —exclama Izuku mientras mantiene presionado su ropa entre su pecho.

—Nerd aburrido.

Es lo último que escucha de Bakugou mientras ve cómo sus pies se alejan. Es entonces que lanza un suspiro y procede a quitar todas su prendas.

—Incluso me ha traído calcetines… —dice sonriendo con cierto cansancio observando los calcetines casi tan gruesos como la peluda chaleca. —No es como si quisiera cambiarme de ropa, ya estaba casi seca. —añade al instante en que se prueba la chaleca. —Pero si no lo hago seguramen—

— ¿¡Ya estás listo!?

Izuku presiona sus labios. — ¡¿Que no puedes darme cinco minutos?! —exclama colocándose el resto de la ropa veloz, temiendo que Bakugou abriera la puerta o que todos escucharan los gritos de ambos.

— ¡Llevas más de quince metido ahí dentro, Deku de mierda! ¡Tengo hambre por un demonio!

— ¡Quizá no habría demorado tanto si no me hubieras quitado la ropa que planeaba ponerme en un principio!

— ¡La ropa que elegiste no te abrigaba una mierda!

Izuku sale del probador con su rostro avergonzado. — ¿¡Entonces ponerme una chaleca con extra pelo sí!?

Katsuki se inclina de hombros. —Es lo que está a la moda. —añade a la vez que sonríe con malicia. —Y te ves muy peludo. —añade sin poder detener su mano que aplasta en contra el pecho del pecoso. —Sí, muy peludo. —reitera mientras frota la palma de su mano sin intenciones de detenerse.

Izuku lanza un suspiro. —Ya sacaste a la luz tus verdaderos motivos. —añade al instante en que sus mejillas coloradas se enrojecen más al instante en que lanza una carcajada. — ¡Hace cosquillas! —añade aprovechando el impulso y envolver sus brazos en el rubio quien sigue juguetón. —Veo que tú también te has cambiado de ropa. —susurra con su rostro estampado en su pecho.

Katsuki detiene sus cosquillas y acaba acariciando el cabello aceitunado de Izuku. — ¿Te gusta?

Su camisa a cuadros rojos, chaleca y pantalones negros definitivamente se le veía bien, pensó Izuku. —Sí, todo lo que uses se te ve muy bien. —agrega sincero. —Pero sigues oliendo a río.

Katsuki lanza un chasquido de lengua. — ¡Y tú a perro mojado! —exclama empujándolo.

— ¡Mentiroso!

— ¿Por qué crees que siempre te llamo chihuahua? —añade molesto mientras avanza con bolsas con la ropa húmeda. —Vamos a pagar esto de una buena vez.

Izuku observa como Katsuki se aleja y aprovecha de olfatearse. —Pero no huelo a un perro mojado… ¿verdad? —inquiere preocupado avanzando tras él.

━─━────༺༻────━─━


— ¡Y ya fue suficiente, no queremos más injusticias! —exclama Kaminari sentado a un lado de Kenjirou en el césped. — ¡Sensei, usted debería enseñarnos matemáticas y no ese tal Miyamoto, usted es mucho más genial que él! —añade eufórico y emocionado por estar sentado al lado del hermano mayor y nuevo asistente de música de su mejor amigo.

Kenjirou sonríe incómodo a la vez que bebe un poco de soda. — ¿Yo como profesor de matemáticas? —inquiere un tanto divertido. —Me halagas Kaminari, pero tú y yo sabemos que carezco de ese tipo de habilidades. —añade.

Denki se encima sobre él con sus ojos brillantes. — ¡Estoy seguro que usted podría hacerlo, senpai! —exclama a la vez en que es jalado hacia atrás con fuerza, acabando estampado en el césped.

— ¿Por qué estás diciéndole esas cosas? —inquiere Eijirou molesto quitándose la bandana de su cabeza, cansado. —Hermano, te queríamos pedir un favor y no es lo que está hablando Kaminari ahora mismo, ignóralo. —suelta al mismo tiempo que observa al rubio. —Y tú debiste haberme avisado que mi hermano ya había llegado. —añade con acidez mientras le lanza una mirada desagradable.

Kaminari parpadea a la vez que se vuelve a sentar. —Solo lo estaba poniendo al día, ¿qué hay de malo con eso?

—Ajá… ¿Y cuánto tiempo habría tenido que esperar entonces? —suelta malhumorado.

De pronto Mineta corre hacia los tres y toma a Kaminari del brazo. — ¡Kaminari, te necesitamos allá! —exclama señalando hacia una multitud.

— ¿¿Tiene que ser ahora?? ¿Es en serio? —pregunta con molestia. —Estoy en algo importante ahora mis—

— ¡No te pregunté si podías, idiota! —exclama Mineta a la vez que lo comienza a jalar a la fuerza.

— ¡Seeenpaaai! —chilla Kaminari observando a Kenjirou alejarse cada vez más de su campo visual.

El mayor simplemente lanza una carcajada. — ¡Ánimo, Kaminari! —exclama.

—Hermano. —interrumpe Kirishima Eijirou. — ¿Aún sigues teniendo contacto con Bakugou? —inquiere sentándose a su lado.

Kenjirou asiente mientras toma otro sorbo de bebida.

—Necesitamos que te contactes con él. —dice Kirishima mientras le lanza una mirada seria. —Ahora.

━─━────༺༻────━─━

El gran salón se encuentra repleto, la gran mayoría de los docentes de peso han sido citados, exceptuando a solo uno.

—Esto es un caos. —habla el director, Nezu, siendo el cabecilla de la reunión mientras desvía su mirada del gran ventanal. —En todos mis años de experiencia, jamás había visto algo así. El descontento es tal que inclusive los estudiantes estrella se han sumado.

—Es deficiente. —agrega Aizawa revolviendo su taza de café.

Nezu detiene su caminata nerviosa para observar a Aizawa. — ¿A qué te refieres con eso?

—El docente que has escogido de reemplazo. Es deficiente. —reitera bebiendo de forma tranquila. —Ni siquiera Bakugou, quien es conocido como un tipo temperamental con escasa paciencia desencadenó tal descontento. Y al menos mis alumnos, aún si escuche quejas sobre él, jamás les escuché decir que les estaba perjudicando o que no aprendían nada.

Nezu lanza un suspiro mientras de un salto se sienta en la gran silla. —Leí su expediente antes de contratarlo, y ahora mismo creo que era una mentira. —dice decepcionado.

Ryuu deja sus anotaciones a un lado y permanece observando a través del ventanal, específicamente a Kenjirou quien se ve animoso junto a Kirishima. —Miyamoto-san puede que haya salido con honores quizá. —dice claro como el profesor de ciencias. —Pero creo que en temas de vocación, por mucho que intentes fingir, si no la tienes entonces simplemente será notorio para cuando te desempeñes en ello.

El director lanza un suspiro. —Luego de la huida de Bakugou he estado muy ocupado buscando un nuevo docente a su nivel, ¿es que acaso ustedes han visto algo que yo no?

—Las calificaciones de mis alumnos han bajado de manera exagerada.

—He escuchado rumores de los míos que dicen que realmente no les hace clase.

—Los míos se ven notoriamente frustrados y no entienden. Se sienten estúpidos.

—Una solución en estos momentos sería supervisar una de sus clases, pero… —añade Kayama aproximándose hacia la ventana cercano a Ryuu. —Dada la situación, tendremos que ser extremistas o se saldrá de control. No queremos que la televisión llegue hasta aquí y cause un escándalo.

Aizawa se levanta. —Debemos ir a negociar con ellos. O de última opción, llamar a la policía para que los obligue regresar a sus casas.

Hizashi niega. —Si llamamos a la policía quizá empeore la situación, Aizawa. Creo que ir personalmente a negociar con ellos será lo ideal para calmar el ambiente.

Kayama se cruza de brazos. — ¿Y qué les diremos? Ellos buscan una solución.

—Creo que debemos sacar el problema de raíz, está más que claro. —agrega Aizawa. —Pero esa es una decisión que no nos corresponde. —agrega observando al director al igual que todos.

El director acaricia su sien mientras lanza suspiros cansados. —La sesión se levanta, haré un par de llamadas.

━─━────༺༻────━─━


La arquitectura de la pizzeria era sin duda acogedora, los colores rojizos simplemente destacaban entre todos los locales y la hermosura de la terraza con los acabados delicados en el barandal en formas onduladas solo acaparaban miradas hasta en el más pequeño detalle. Además, en el interior de la pizzería los grandes ventanales permiten observar cada uno de los procesos, desde la confección misma de la masa hasta la salida de las pizzas listas del gran horno.

En la terraza hay dos pequeños y delicados mini faroles que entregan una luz cálida y acogedora.

El ambiente era sin duda alguna perfecto, pero había un par de rugidos que quitaban por completo la delicadeza de la pizzería.

Los estómagos de Bakugou e Izuku rugen con fiereza, como si se tratara de algún tipo de competencia. Aún así, Izuku intenta ignorarlo sin lograr convencer a sus propias mejillas que se encuentran coloradas por la vergüenza.

Pero intenta ignorarlo y simplemente pensar en otra cosa.

Es entonces que Izuku observa cómo los cabellos de Katsuki brillan cuando la luz de los focos de la terraza chocan contra ellos.

Izuku piensa que son incluso más brillantes que el oro.

¿Es que acaso hasta sus cabellos eran perfectos? Dios sin duda alguna era muy injusto… Piensa al instante en que observa y toca sus propios cabellos aceitunados oscuros.

Bakugou de un ademán golpea sus palmas frente a las esmeraldas idas de Izuku, lo que causa un sobresalto en él.

— ¡Ah, sí!

— ¿¡Que si quieres peperoni o aceitunas!? —exclama Bakugou irritado. Es entonces que con su mano señala al camarero. — ¡No sé si lo has notado pero este sujeto está esperando que le respondas, Deku!

— ¡A-aceitunas, sí, aceitunas! —apresura a responder tan rápido como sus neuronas conectan mientras asiente veloz.

—Tengo hambre. —dice Katsuki en dirección al camarero. — ¿No hay algún tipo de aperitivo mientras espero? —añade preguntando mientras le observa escribir en su pequeña libreta. — ¡Un maldito pedazo de pan! Mierda, realmente estoy de malhumor… —gruñe mordiéndose la lengua para evitar hablar tanto.

El camarero sonríe. —Seguro. En un segundo traeré pan y, ¿qué desean beber?

—Una limonada estará bien... —responde Izuku de inmediato mientras observa a Bakugou azotar su cabeza contra la mesa. —Que sean dos, por favor.

El camarero parpadea ante la reacción de Bakugou a la vez que guarda su libreta en su bolsillo. —Enseguida regreso.

Izuku sonríe. — ¡Qué casualidad haber sido atendido por otro japonés en Francia! —exclama emocionado hacia Bakugou, a quien solo se le ve su cabello erizado y parte de su cuello.

—Sí, Deku, Japón no es el único país que hay en el mundo. —murmura Bakugou a regañadientes mientras permanece con su cabeza contra la mesa.

Izuku sonríe. —No sabía que el hambre te podía poner de tan malhumor, hehe… —añade mientras acomoda las servilletas. — ¡Seguro y no tardan en traer la pizza, ánimo! Además, la vista en la terraza es tan encantadora, estamos justamente frente al lago. —añade sonriente. — ¡Las luciérnagas no parecen cansarse! —agrega observando hacia el lago el centenar de puntitos verdes con movimientos oscilantes.
Y observa las bolsas que tiene Bakugou a un lado de su asiento un tanto empapadas por la ropa, lo que causa que inconscientemente sonría enternecido mientras toca su propia chaleca nueva. —Por cierto, gracias por la ropa, a pesar de que tiene demasiados pelitos, sí es muy calentita. —añade sobando sus propios brazos.

Bakugou mueve su rostro aún pegado contra la mesa y clava sus carmines en él. —Solo lo hice porque no quiero mocosos enfermos en mi departamento. No te confundas. —responde mientras desvía su mirada.

Izuku le mira mientras añade. —Quizá mi ropa no habría estado húmeda si a alguien no se le hubiese ocurrido importunar a las abejas.

La piel de Bakugou se eriza. — ¿Hah?

—Pan. Y dos limonadas—interrumpe de pronto el mesero con una panera repleta mientras acomoda los objetos en el mesón. —En quince minutos estará lista la pizza. —informa.

—Agrega otra igual. —dice Bakugou en cuanto se endereza a la vez que clava su mirada en unas salsas en especial. — ¿De qué son?

—Salsa de queso, salsa de ají y crema a las frescas hierbas, que lo disfruten.

Bakugou no demora en comenzar a comer pan como si no hubiera un mañana y la salsa de ají de pronto había desaparecido.

Mientras mastica observa a Izuku probar la crema de hierbas y sonreír placenteramente. — ¿No quieres de ají? Creo que si raspas puedes obtener un poco. —dice esta vez más tranquilo teniendo algo en su estómago, extendiendo el pequeño recipiente de cristal casi vacío.

Izuku niega con tranquilidad. —No tolero muy bien lo picante.

Bakugou bebe limonada ya más saciado. —Bien, ahora que ya comí… ¿Tienes algún problema con mi plan de cita ideal? —inquiere haciendo referencia al último comentario de Izuku.

El pecoso chupa sus dedos con tranquilidad mientras yace pensativo. —Hmmm… —susurra masticando. — ¿Alguna vez habías tenido citas con alguien más?

Bakugou parpadea ante la pregunta sorpresa. —No.

Entonces Izuku lanza un suspiro de alivio. —Ya veo.

Bakugou agudiza sus ojos de inmediato. — ¿Por qué usas un tono de alivio en tu ya veo? ¿Es alivio porque no salí con alguna chica o es alivio porque soy algún tipo de desastre? —inquiere frunciendo su entrecejo con sospecha.

— ¡No usé un tono de alivio en mí ya veo, solo dije ya veo! —exclama Izuku en respuesta, aunque ciertamente había sido alivio por ambas razones, aunque aún más por la última a decir verdad.
Al instante indica en su propia boca con su dedo índice esperando que Bakugou se percate que tiene salsa en su boca.

— ¿Entonces por qué lo preguntas? —inquiere el rubio ceniza mientras coge de una servilleta y limpia el rastro de salsa de ají que tiene en la comisura de sus labios.

—Curiosidad. —responde de inmediato con inocencia.

— ¿De qué?

Izuku desvía un segundo sus esmeraldas con duda. —Uh… ¿De ti? —añade regresando su mirada sobre Bakugou.

— ¿Y tú has tenido alguna cita antes de esta? —inquiere Bakugou al instante en que sonríe confiado mientras se cruza de brazos. —Dudo que hubieras tenido una cita tan genial como esta. —agrega confianzudo y orgulloso de sí mismo mientras coge un trozo de pan y le da una mordida.

—Sí… ¡digo no!

— ¿¡QUÉ!? —exclama infartante atragantándose con las migas.

— ¡Ah, bebe limonada, bebe limonada! —exclama Izuku levantándose de forma veloz y golpear su espalda mientras acerca el vaso. — ¡Dios, debes comer más tranquilamente! —añade preocupado.

— ¡Estoy comiendo tranquilamente maldita sea! —exclama Bakugou golpeando la mesa con su puño y coger de otra servilleta para toser, rojo por el ahogo reciente.

Izuku continúa con sus cejas aceitunadas alzadas preocupadas mientras soba su espalda. — ¡No lo parece! Estás tragando, ¡ni siquiera te veo masticar!

Bakugou bebe más limonada que le acerca Izuku para pasar el trozo de pan. — ¡Como sea! ¿¡Cómo es eso de que sí y luego que no!? ¡Explícate, Deku! ¿Te has atrevido a salir con alguien antes que conmigo?

Izuku lanza un suspiro mientras regresa a su asiento esta vez tranquilo de que Bakugou está respirando. —Una vez acudí a una cita pero, por sorpresa la chica se había equivocado de casillero entonces, básicamente no fue una cita. —responde desanimado. —No es que tenga un encanto natural con las mujeres, me es hasta difícil acercarme a una. —susurra al instante en que observa como la pizza llega al mesón. —No soy Bakugou Katsuki, ¿sabes?

—Su orden está lista en menos de lo esperado. —interviene el camarero. —La siguiente ya está preparándose. Que lo disfruten. —agrega sonriente a la vez que se retira.

Katsuki Bakugou explota de la risa a la vez que saca un trozo de pizza. —Eso es muy triste. —añade carcajeándose. —Pero me alegro. —prosigue. —Si para el día de hoy hubieses tenido pareja habría tenido que robarte.

— ¿Ehh? —inquiere el pecoso sacando un trozo también. — ¿Serías capaz de hacer algo así? Eso no es correcto.

— ¿Y por qué no? Un chihuahua chillón vendría bien para que cuide mi apartamento mientras no estoy. —añade Bakugou inclinándose de hombros. —Lo correcto e incorrecto varía según el tipo de persona que seas, tu crianza, valores y todas esas porquerías.

Izuku frunce su ceño de inmediato ante esa respuesta. — ¡Oye!

—El queso está en su punto. —continúa Katsuki ignorando el grito del pecoso.

Pero Izuku continúa. — ¿Por qué decidiste unirte a este tipo de lugares tan peligrosos? —inquiere clavando sus esmeraldas sobre el rostro de Bakugou, dispuesto a continuar la charla pendiente. —La mafia.

Bakugou le mira por un segundo y deja de comer un segundo. — ¿Qué problema hay con eso?

—Ninguno, solo quiero saber más de ti. —dice observándolo fijamente.

Izuku aún recuerda aquella vez en la que se quedó en su apartamento por primera vez y notó ese comportamiento extraño en el rubio.

—Cuando fui a tu apartamento por primera vez… —insiste. —Tenías una cantidad de artefactos y armas que jamás había visto. Te fuiste tan equipado… ¿Qué pasó esa noche exactamente? —inquiere recordando lo sucedido. Podía intuir levemente lo que había sucedido pero jamás había sabido detalles al respecto.

Bakugou queda con sus escarlatas perplejas por un segundo y rápidamente desvía su mirada. — ¿Por qué de pronto? —suelta al instante que rasca su cabellera. —Tanta pregunta es… —vuelve a decir posicionando sus dedos contra el mantel, al instante en que llena sus pulmones de aire. Es entonces que alza su mirada y con clara dureza responde. — ¿Y si te dijera que realmente intenté asesinar a ese imbécil, qué harías?

Czytaj Dalej

To Też Polubisz

364K 24K 95
Todas las personas se cansan. Junior lo sabía y aun así continuó lastimando a quien estaba seguro que era el amor de su vida.
175K 14.7K 35
|𝐀𝐑𝐓𝐈𝐒𝐓𝐒 𝐋𝐎𝐕𝐄| «El amor es el arte de crear por la sensación misma, sin esperar nada a cambio,más allá del placer mismo del acto creativo...
761K 113K 99
Toda su vida fue visto de menos y tratado mal por las personas que decían ser su familia, estaba cansado de que todas las noches llorara por aunque s...
657K 85.7K 63
"Y si no eres el amor de mi vida diré que me equivoque de vida y no de amor" Cuando Izuku observó como Kacchan le decía que sería padre, supo que en...