𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐓𝐇𝐈𝐑𝐓𝐘 𝐓𝐇𝐑𝐄𝐄
𝙚𝙨𝙩𝙖𝙢𝙤𝙨 𝙘𝙖𝙨𝙖𝙙𝙤𝙨, 𝙨𝙚ñ𝙤𝙧𝙞𝙖
Acompañe a Obi Wan en su nave hasta el consejo Jedi, sin dirigirle una sola palabra en todo el viaje, por supuesto. Estaba demasiado metida en mis pensamientos como para prestarle atención a si el me miraba de reojo o no. Anakin había vuelto al lado de la luz, pero... ¿realmente había vuelto, o era solo un truco del canciller? No... El canciller estaba muerto. Anakin lo había matado. Pero Ani le tenía mucho aprecio al canciller, tanto que incluso se pasó al lado oscuro por el, así que si se había atrevido a matarlo...
Si, definitivamente Anakin había vuelto al lado luminoso.
Pero eso Obi Wan y el resto del consejo (o por lo menos lo que quedaba de el después de la masacre de los jedi) no se lo creerían por mucho que se lo jurase con mi vida, mi alma y mi corazón.
Llegamos al templo Jedi y cuando vimos a mucha gente corriendo hacia todos los lados, e incluso hacia nosotros para ver si estábamos bien, supimos que todo el mundo estaba muy alterado por todos estos meses de angustia en la que pensamos que iba a iniciar una dictadura en la galaxia.
-Layra, mucho tiempo sin verte ha pasado. Feliz estoy de que estés bien
El maestro Yoda me recibió con una noble sonrisa y yo me agache para darle un pequeño abrazo que el correspondió. Cuando me separé, el pequeño jedi me miró de arriba a abajo con cara interrogante.
-¿Donde están los pequeños Luke y Leía? ¿Abandonado los has? - preguntó, y mi cara se volvió un cuadro -
-¿C-Como... C-Como sabes sus nombres? - pregunté -
-Oh, yo todo lo sé. Pero si la razón de verdad quieres saber, Obi Wan me lo contó - me contestó divertido el maestro -
Yo suspiré entrecortadamente, mirando hacia el suelo.
-Triste no tienes que estar, joven Shilter. - me dijo - A veces el amor más fuerte que un juramento es.
-Lo siento mucho, maestro, debí habéroslo contado a todos cuando ocurrió. - me disculpé, mientras las lágrimas corrían por mis mejillas -
-Disculparte no tienes que. Dos criaturas poderosas en la fuerza creado habéis - me dijo, para acto seguido marcharse -
Obi Wan y yo nos quedamos en el mismo sitio, en silencio.
-¿Que le pasará a Ani ahora? - pregunté -
Obi Wan no dijo nada por unos segundos, y evitó mi mirada a toda costa hasta que dijo:
-Le someterán a un juicio está tarde.
Juraría que mi corazón se paró por un segundo, para después empezar a latir con una rapidez brutal.
-¿Y que pasara después? - pregunté con la voz rota -
-Si se considera que ha hecho el bien para la galaxia le dejarán libre, pero si no... Puede que le metan en la cárcel.
Mi mente intentaba procesar toda la información que estaba llegando de la nada, pero por cada cosa que asimilaba, Obi Wan decía otra peor.
-Pero... P-Pero Anakin ha vuelto, Ani ha vuelto con nostros, yo... E-El mato al canciller, el lo asesino, ¿porque lo habría hecho sino porque de verdad vuelve a ser el? ¿Porque no le creéis? ¡¿Porque no me creéis a mí?!
-¡Layra, para! - Obi Wan me gritó para que parase de hablar tanto y tan rápido - Yo no decido nada de eso. No tengo nada que ver con Anakin, y ahora contigo tampoco. Lo único que soy ahora mismo es vuestro antiguo maestro. Nada más.
Sus palabras me golpearon el corazón como si de estacas se tratasen. Mis ojos se llenaron de lágrimas que al instante rodaron por mis mejillas.
-Entonces ahora tampoco somos amigos
Salí corriendo hacia donde se haría el juicio mientras que oía a Obi Wan gritar mi nombre, pero lo ignoré. Me quedé allí toda la mediodía hasta que la gente comenzó a llegar a la sala y se sentaron cuando el juicio iba a empezar. Llevaron a Anakin en frente de el estrado, y llevaba unas esposas que le impedían usar la fuerza para nada. Mis ojos se aguaron al ver esa escena.
-Testificar lo que sabes de Anakin tienes que, joven Shilter
Pegue un bote en mi asiento cuando Yoda hablo a mi lado. No le había visto llegar, y lo que me acababa de decir tampoco me alegraba mucho.
-¿Que tengo que hacer que? - pregunté confundida y asustada. No iba a testificar contra Anakin -
-Perfectamente me has oído - repitió -
-No. No lo haré - dije - Lo siento, maestro Yoda, pero no lo haré.
-Hacerlo tienes que - insistió -
-Es mi marido
-Nada cambia eso lo que ha hecho
-¡Para mi si! - chille, demasiado alto, quizá -
-Silencio
Cuando el juez, de una especie rara, me hablo para que me callara, lo hice al instante, mirando al suelo avergonzada. Todos en la sala miramos al frente cuando el juez empezó a hablar:
-Anakin Skywalker, estas aquí por los crímenes cometidos contra la galaxia y contra la republica. Tendrás que responder a unas preguntas: ¿Es verdad que eras maestro Jedi?
-No, señor - dijo Anakin - Nunca llegue a ser maestro.
-¿Obi Wan era tu maestro?
-Si
-¿Tenías relación cercana con alguien más? Si es así, ¿podrías decir su nombre?
Contuve el aire cuando el juez dijo eso, como Anakin dijera mi nombre, nadie me libraría de salir ahí y contar todo lo que sabía. Así que solo esperaba que Anakin mintiera al Senado...
-Si, señoría, su nombre es Layra Shilter
Mi corazón dio un vuelco cuando todos los allí presentes se giraron hacia y, incluido el juez cuando dijo:
-Layra Shilter, ¿le importaría acercarse al estrado? - me preguntó -
Me plantee salir corriendo de allí y esconderme en algún lugar lejos de aquí, pero las puertas estaban selladas y cuidadas por guardias. Mi única opción ahora mismo era salir ahí y contarlo todo. Y así lo hice.
Me levanté con las piernas temblando y empecé a andar hacia el frente, conteniendo las lágrimas bajo la mirada de miles de personas.
-¿Es usted Layra Shilter? - me preguntó el juez examinandomw con la mirada -
Yo asentí.
-Si, señor - dije, con la voz rota -
-¿De que conoce a Skywalker, señorita Shilter?
-E-Estamos casados, señoría
Todos en la sala quienes nos conocían a Ani y a mí como dos buenos Jedis, se sorprendieron y empezaron a cuchichear entre ellos, pero yo ya no podía estar más abrumada y avergonzada.
-Señorita Shilter, ¿Podría contarnos todo lo que sabe del señor Skywalker y como se pasó al lado oscuro, por favor?
Cogí aire, de verdad que cogí mucho aire, muchísimo, pero no suficiente. Nunca sería suficiente si se trataba de defender a Anakin, la persona que amaba.
-Cuando Anakin y yo éramos padawans de Obi Wan, nos llevábamos muy bien. A los dos nos costaba seguir las normas, por más que lo intentáramos, pero lo que al parecer si se nos daba bien era hacer amistades con gente que pertenecía al Senado. Yo me junte con Padme, una buena amiga, pero Anakin no tuvo tanta suerte. El canciller y el se llevaban muy bien, hasta tal punto en el que Ani llevaba la contra a nuestro maestro por cosas que Palpatine había dicho. Cuando años después Anakin y yo empezamos a salir y me quedé embarazada... Ani tenía pesadillas, pesadillas que el pensaba que se iban a volver reales, sobre que iba a morir en el parto y... Y el removió cielo y tierra buscando una forma de que yo sobreviviera. Cuando... Cuando fue a pedirle ayuda al canciller, este le contó cosas sobre el lado oscuro, cosas como que los Lores Sith podían evitar que las personas a las que amaban murieran, o que si se unía a el, juntos gobernaría la galaxia y me salvarían de la muerte, y al principio Anakin no le creyó. Ani fue a contarle al maestro Windu que había descubierto quién era el Lord Sith al que estaban buscando, y, cuando Windu estuvo a punto de matar al canciller... Anakin se interpuso.
Para este punto las lágrimas rodaban por mis mejillas, y cuando me fijé bien, Ani tenía los ojos aguados.
-Continue - me dijo el juez -
-Windu... E-El estaba a punto de matar al canciller cuando Anakin le cortó un brazo, y Palpatine pudo acabar con el. Después de eso, Ani le juro lealtad y se convirtió en su aprendiz. El canciller le dio el nombre de Darth Vader, y Anakin se volvió más frío y malvado que nunca. El canciller le había lavado el cerebro, y todo por querer salvarme a mí, la persona a la que ama. Palpatine se aprovechó de que era joven, estaba roto e indefenso para corromper su mente y manejarlo a su antojo. Todo... Todo lo que Anakin ha hecho estos meses no fue su culpa, el no era consciente de lo que hacia, lo único que sabía con certeza era que Palpatine acabaría con el a la más mínima como hizo con Windu, Dooku o todos los demás. Ani estaba asustado, era un niño deprimido y solo que lo único que pretendía era salvar a los que amaba.
Y lo único que consiguió con eso fue alejarnos a todos de el.
Por otro lado, yo tuve a nuestros hijos, seguí con mi vida preguntándome que había hecho mal y... Cuando nos volvimos a encontrar en una misión para acabar con Palpatine y Darth Vader, Anakin me confesó todo. Me confesó que nunca había querido estar del lado de Palpatine, y que haría cualquier cosa para volver con nosotros. Para volver al lado de la luz. Y así lo hizo. Palpatine nos descubrió juntos de nuevo, y como sabía que yo era su debilidad, intento matarnos, pero... Anakin lo consiguió antes. Anakin mato al canciller y le hizo un favor a toda la galaxia. Si no fuera por el, dentro de unos años toda la galaxia viviria en una dictadura. Todos bajo el dominio de una persona que en lo único que piensa es en el poder. Gracias a Anakin dentro de poco todo volverá a ser como antes, paz en la republica. Por eso creo que deberíais plantearos dos veces mandar a la cárcel a la persona que salvo vuestras vidas. Eso es todo, señoría.
Me retiré las lágrimas de las mejillas y di varios pasos para atrás, viendo cómo Anakin lloraba en silencio mirando al suelo. El juez miró a Obi Wan, quién también estaba de pie en su sitio y dijo:
-¿Es cierto todo lo que ha dicho, maestro Kenobi?
Obi Wan me dirigió una mirada fugaz y luego la volvió hacia el juez.
-Todo lo que ha dicho es absolutamente cierto, señoría.
Sonreí mirando al suelo. Sabía que Obi Wan no me fallaria nunca, y mucho menos ahora mismo. El juez coloco unos papeles y luego miro a todo el "público".
-Que levanté la mano quién esté a favor de condenar a Anakin Skywalker a 20 años de cárcel por los crímenes cometidos.
Instintivamente apreté los puños y cerré los ojos con fuerza. No quería verlo. No quería saber cuánta gente había votado en contra de que mi marido fuera libre.
-Bien, ahora que levante la mano quién este a favor de dejar a Anakin Skywalker libre por los favores que le ha hecho a la Galaxia.
Aquí no pude contenerme y miré a todo el público mientras las lágrimas corrían por mis mejillas.
La gran mayoría del público había levantado la mano.
Un sollozo salió de mis labios incontrolablemente mientras que reía y lloraba a la vez, tapando mi cara con las manos. El juez dio por concluido el juicio diciendo:
-Por voto de el público, Anakin Skywalker queda absuelto de todos los cargos.
Llore, chille, grite y pegue un brinco de mi asiento para salir corriendo hacia Anakin, saltar hacia el mientras enrollaba mis piernas en su cintura y le abrazaba con fuerza. Le besé, le abrace, llore en su hombro, reí con el, hice todo lo que no pude hacer en tanto tiempo, que ni siquiera esa situación parecía real.
-Te amo... - susurré pegando mi frente y mi nariz contra la suya - Dios, te amo, te amo, te amo.
-Gracias... - me dijo el a mí con lágrimas en las mejillas - Gracias por defenderme, Layra, no lo merezco... No merezco que hagas todo esto por mi, después de lo que he hecho.
-Idiota, ¿aún no lo entiendes? Haría cualquier cosa por ti. Me dejaría la voz defendiéndote ante todo, porque te amo. Y quiero que tengas todo lo que te mereces.
Dicho esto nos volvimos a besar, esta vez disfrutando cada segundo.
Porque cada segundo al lado de Anakin Skywalker era especial.