Y allí estaba de nuevo, con los ojos cubiertos por el gorro de su extorsionador y sentado sobre él a horcajadas mientras recibía succiones en su cuello que definitivamente iban a dejar marca.
Sus manos empuñadas en los hombros del moreno, arrugando su camisa y gimiendo cuando éste le apretaba el trasero o mordía su piel suavemente.
El azabache se detuvo por un momento y admiró la boca maltratada del chico, los alrededores de ésta estaban rosados y sus labios brillaban a causa de la saliva.
JeongGuk quería quitarse el gorro pero a la vez tenía mucho miedo de hacerlo y que no le gustara lo que veía a diferencia de lo que estaba sintiendo con los toques y besos del contrario.
Además éste último le advirtió seriamente que se metería en problemas si veía su cara, así que no había lugar a discusiones.
ㅡTengo que irme. ㅡdijo el mayor con un tono suave.
ㅡE-espera ㅡGuk se agarró más fuerte de el cuerpo del rizado cuando éste hizo el amago de ponerlo en la cama ㅡ. Tengo curiosidad sobre cómo te ves y...
ㅡYa te dije que no puedes verme... ㅡlo interrumpió, aún sosteniendo su pequeña cintura.
ㅡYa lo sé, idiota... no quiero verte, bueno sí, pero hay otra forma de hacerlo sin quitarme esto. ㅡgruñó, apuntando hacia su cabeza, refiriéndose al gorro.
ㅡ¿Ahora de qué estás hablando?
ㅡSólo... q-quédate quieto. ㅡseguido de decir aquello, el castaño llevó sus manos a la cara del moreno, sintiendo cómo éste se sobresaltaba por un milisegundo antes de relajarse y comenzar a respirar armónicamente.
JeongGuk inició el recorrido con la yema de sus dedos, sintiendo primero la piel de las mejillas y luego llevándolos al centro para sentir su nariz, subió luego hasta la frente y volvió a bajar hacia los ojos que se cerraron al contacto. El chico apretó sus labios y luego los relamió por el nerviosismo antes de bajar a la mandíbula que estaba perfectamente acentuada, terminando por tocar los labios... estaban todavía húmedos por lo ocurrido hace poco pero también eran suaves y parecían igual de perfectos que todo lo demás; se quedó frotando con suma delicadeza esa zona hasta que bruscamente el moreno agarró sus muñecas y las colocó a sus costados, sacándole un jadeo de susto que terminó ahogado en la boca propia porque de nuevo estaba besándolo.
Jeon volvió a gemir cuando el moreno mordió su labio inferior y lo jaló un poco; sus manos viajaron hacia el trasero del castaño y dieron un apretón mientras que JeongGuk volvía a enredar sus dedos entre los rizos suaves del contrario, recibiendo con gusto culposo cada toque.
Sí, no tenía ni la más mínima idea de qué mierda estaba haciendo con su vida, pero se la estaba pasando bien.
ㅡAhora sí vete ㅡse apresuró a decir, aprovechando que se habían separado un poco ㅡ. Y llévate todo. ㅡadvirtió, escuchando cómo el azabache soltaba una risa nasal y para cuando le quitó el gorro, ya se había colocado el barbijo otra vez.
Guk lo miró por unos segundos a los ojos pero retiró la mirada velozmente y se bajó de encima del hombre al sentir que de lo contrario terminarían besándose otra vez.
ㅡ¿De verdad quieres que me lleve el teléfono? ㅡel mayor alzó una ceja, sonando divertido y viendo encantado las mejillas y labios rojos del chico.
ㅡSí. ㅡrespondió firme y sin dudarlo.
ㅡNo es que me haya enganchado de ti o algo así, pero no tiene sentido que me dejes besarte y tocarte pero que rechaces el teléfono.
ㅡSí lo tiene. No todo se trata sobre ti, ¿sabes? Estoy aquí porque mis padres quieren que deje de usar aparatos electrónicos por un tiempo... no me siento bien engañándolos.
ㅡYa lo has hecho durante un mes, ¿qué más da otro? ㅡJeongGuk le dio una mirada de muerte cuando dijo eso.
ㅡNúmero uno: no fue un mes, ni siquiera fuero tres semanas. Número dos: más vale tarde que nunca. Número tres: no es tu asunto. Y número cuatro: adiós.
ㅡ¡Tranquilo! ㅡrió el moreno, saliendo de la habitación con las manos arriba y mirando al castaño con miedo falso ㅡEstá bien, está bien. Me voy. ㅡcaminó hacia el salón siendo arreado por JeongGuk.
ㅡLlévate el teléfono. ㅡseñaló el sofá y el rizado le dio una mirada apelativa, pero al ver que el chico no estaba dudando, no le quedó más opción que tomarlo.
ㅡ¿No me das otro beso? ㅡbromeó y Guk chasqueó la lengua, haciendo reír al moreno ㅡSólo jugaba ㅡle hizo una seña al chico para que se volteara y así poder abrir la puerta; cuando lo hizo, habló a las espaldas de Jeon antes de irse ㅡ. Si sigues enojándote tanto, tu bonita cara se arrugará. ㅡy se fue.
Si la primera vez el extorsionador había tenido un poquito de cuidado y no le había dejado marcas en el cuello, la segunda fue todo lo contrario.
¿Ahora qué iba a hacer? Los moretones no desaparecían en tres días y alguien que iba a competir en un partido de fútbol americano uno a uno bajo el sol del pleno verano usando un cuello de tortuga luciría tan ridículo que se volvería sospechoso.
ㅡ¡Hijo de puta! ㅡchilló, viendo con horror las tres marcas violáceas que adornaban su cuello y pecho.
En definitiva estaba jodido, ¿qué les iba a decir a sus padres? Esos no parecían picaduras de mosquito o algo.
Rápidamente corrió a su habitación y mientras pasaba por el pasillo levantó el dedo medio a la cámara, estaba seguro de que el acosador lo iba a ver.
Se hincó frente a su maleta (porque sí, aún no desempacaba) y emprendió una ardua búsqueda de una playera deportiva para invierno de la que tenía recuerdos vagos de haber metido a su maleta el día en que llegó.
ㅡ¡Sí! ㅡexclamó cuando la sacó del fondo de la maleta, mirándola como si fuera la última botella de agua en el mundo.
Luego de abrazarla a su pecho y durar así unos segundos, giró su cabeza para encarar a la otra cámara y mirarla con ojos furiosos, como si pudiera ver a extorsionador del otro lado.
Un poco menos preocupado, se dejó caer en la cama mirando hacia el techo, cerrando los ojos por un instante y respirando profundo, fue allí que pudo percibir el aroma del moreno que había quedado impregnado en su cabello gracias a que trajo puesto el gorro de éste.
Automáticamente los recuerdos aparecieron y dieron replay a las sensaciones. Casi pudo suspirar pero enseguida recordó que de ese fogoso momento nació su más reciente problema y entonces espantó las mariposas lejos de su estómago.
Además no estaba bien, no había tenido tiempo de reflexionar pero el hecho de que los besos y caricias con el extraño ya se hayan dado dos veces no era, ni de lejos, algo bueno.
Y lo peor es que le había gustado.
Las dos veces.
No, no. Lo peor era que esperaba una tercera.
Negó con la cabeza y apretó los ojos. Debía deshacerse de esos pensamientos, todo se estaba torciendo y sentirse como adolescente enamorada de dorama al pensar en el moreno no lo iba a a ayudar a enderezar las cosas.
Y es que no estaba enamorado, sino que llanamente se había sentido bien cuando el extraño le cubrió los ojos, lo empotró en la pared, lo sostuvo por los muslos, lamió su cuello y devoró su boca.
ㅡEl encierro me está afectando. ㅡdijo, antes de apagar la luz y quedarse dormido.
Lo prometido es deuda.
Vean este cap como descanso antes de la sacudida, ¿les parece? jajajajaj
Espero que estén disfrutando, no olviden votar y compartir.
Por cierto, no sé por qué wattpad ha estado borrando las fotos que adjunto en los capítulos, probablemente sea porque están "subidas de tono", pero literalmente eran unas piernas de un chico usando falda, ¡qué rayos!
Encima también me borra los banners >:((((( eso sí que no lo entiendo.
En fin.
Te quiero, I'm out