Historia Original de Eseuko97
Cuando la noche llegó, Gulf se preparaba para darse una ducha solo esperaba que Alex entrara y le ayudara a llenar la tina de agua; sus ojos estaban ya cansados pero no se dormiría hasta bañarse pues tenía mucho calor.
En ese momento la puerta se abrió y vió entrar a el alfa rubio.
—¿Amor necesitas algo?
Gulf bajó sus pies de la cama buscando sus pantuflas, no lograba verlas por lo grande de su estómago y sus ojos se cristalizaron.
—¿Quiero sin pantunflas; ¿donde está Alex?
La cara de Mew se puso sería y trago saliva.
—Hoy no vendrá, yo te estaré cuidando hoy.
—¿Tu?
Preguntó el Omega extrañado con su carita sorprendida.
—Por supuesto que tiene de malo yo soy tu alfa.
El menor lo pensó y solo se dispuso a pedir que lo llevará a la ducha.
—Bien pues, me tengo que dar una ducha y necesito que me ayudes a ir al baño.
—Claro, amor vamos yo te ayudo.
Y con eso el menor se puso de pie, con la ayuda de Mew.
Los dos caminaron hasta el baño que era muy grande, ayudó a Gulf a meterse a la tina y quiso ayudarlo a quitarse la bata pero el menor se negó, quiso que se llenará la tina primero.
Mew se puso de pie y salió del baño dándole una sonrisa a Gulf.
El menor bajó su mirada al verse solo tomó la esponja y su jabón de baño cuando vió que la puerta se abrió nuevamente y vió entrar al rubio.
Con varias toallas y dos batas, la sorpresa en los ojos del menor fue ver al alfa cuando se metió a la tina con él y se acomodo tras él.
Y fue en ese momento que Mew quitó la bata del pelinegro dejándolo sin nada de ropa él también se removió un poco y se quitó el boxer que llevaba puesto, acercándose más al menor lo abrazó por la espalda y beso su nuca.
—Mew... que haces yo estoy gordo.
Y sus ojitos de Gulf se pusieron tristes.
Mew suspiró en la nuca de su Omega y le besó su cuello y pudo ver la mordida que tenía el menor, lo que vió no le gustó pues tenía mucho que no mordía ese lugar y la marca estaba amarilla.
Abrazó al menor tocando su estómago, rodeando su pecho y sus piernas.
—Amor ¿puedo tocarte?¿Quieres sentirme?
—Pero te dije que estoy feo, ya no soy bonito.
—Quien te dijo que eres feo, voy a romper el cuello al que se atrevió a decir eso sobre ti
¿Quién fue?
—Tu.
—¿Que?... ¿yo?... ¿cuándo dije eso?
—Tu ya no... me tocas, tú me haces sentir así.
M
ew recordó lo que el enfermero le dijo en la mañana y se sintió el peor de todos los alfas, abrazó fuerte a Gulf de los hombros y le dió un beso en su espalda.
—No digas eso, tu eres muy hermoso, eres mi hermoso Omega.
Y tomó al pelinegro de sus piernas y lo levantó un poco, para tocar su entrada y la notó dilatada.
—Cariño te voy a levantar un poquito ¿si? Entraré poco a poco en ti, ¿te parece?
Y Gulf sonrió un poco para luego dar un si con su cabeza, sintió como el rubio lo levantó con mucho cuidado de sus caderas y estando un poquito levantado él se sujetó de los lados de la tina y el rubio alineó su pene para ir entrando poco a poco.
Mientras lo hacía, Gulf suspiró y cerró sus ojos soltando un quejido, asustando un poco al mayor que de inmediato se detuvo.
—¿Que pasa amor te duele?
Y Gulf dijo un No sacudiendo su cabecita, dejándose caer con lentitud, por otro lado Mew sentía un cosquilleo por toda su espalda que lo hacía temblar.
Y cuando por fin el menor se sentó bien sobre todo ese enorme pedazo de carne soltó un gemido que enloqueció al mayor, pero no se movió hasta que su omega se lo indicará.
—Mew yo no me puedo mover me siento muy pesado.
—Yo lo haré cariño, lo haré lento ¿si?
—Si.
Si estaba enamorado de la voz de su pequeño Omega, era tan suave y tierna que podía perderse con solo oír su voz.
El rubio se empezó a mover lento con pequeños empujoncitos abrazando los hombros del menor y mordisqueando su espalda y cuello.
El pequeño empezó a sentir que su cuerpo se relajaba trató de darse un poco la vuelta solo con el movimiento de su cabeza para poder besar a su alfa y lo logró.
—Te extrañé tanto Mew que esto me parece un sueño.
—No lo es cariño, no es un sueño, mira lo puedes sentir, porque yo sí te siento tan rico y dulce, tan apretado que me haces ver un universo con solo oírte quejar en cada golpecito que te doy.
Gulf estaba disfrutando este momento que sin ser tocado se corrió pues el alfa cuidaba al menor que no resbalara con los pequeños movimientos después de que se corrió también el rubio, se ducharon los dos y Mew ayudó a Gulf a salir de la tina, lo llevó a la cama lo recostó y le puso cremita en todo su cuerpo, en principal en su pancita para que se nutriera su piel.
Terminó de todo lo que debía hacer al menor y fue por unas toallitas y un poco de aceite se recostó tras el cuerpo de su Omega y se puso un poco de aceite en su parte íntima y doblo las piernas del menor un poco para luego tantear su entrada nuevamente y se volvió a acercar para unirse otra vez a Gulf el menor sonrió al sentir nuevamente a su alfa.
—Gulf, amor no me culpes por favor solo quiero tenerte así toda la noche prometo solo moverme suave ¿si?
—Mew lamento que no podamos hacer más que esto.
—Con esto me basta cariño.
El alfa olfateo el cuello del menor y sin pensarlo fue clavando sus colmillos lentamente hasta dejar su marca renovada.
Gulf le pidió que se moviera un poco más y Mew lo hizo así blanqueando un poco su mirada, saliendo del menor antes que el nudo creciera pues no quería lastimar a su amado y bello Omega.
—Hermoso ¿puedo entrar otra vez?
Mew estaba tan deseoso por tener al menor que temía incomodarlo no deseaba ir al baño y masturbarse allá.
E
l quería y necesitaba a su Omega con solo entrar y salir del menor era más que suficiente para sentirse satisfecho.
Amaba la forma en que Gulf lo apretaba y lo exprimía, los gemidos del menor lo descolocaban y por un momento olvidó lo suave que tenía que ser y se movió más rápido sacando un gritito de placer a su Omega que al instante se volvió a correr y el rubio clavó sus colmillos nuevamente en el cuello del más pequeño sin dejarse de mover para después de unos minutos salir rápido de su Omega con su respiración agitada.
—Ah ah bebé esto lo repetiremos mañana y todos los días.
—Gracias Mew me has hecho muy feliz.
—No precioso cuál gracias yo debo agradecerte por qué eres una cosita tan rica que tengo celos de todos, no quiero que nadie te vea, solo yo quiero verte y tocarte. Amor muero de celos cuando le sonríes a otra persona.
—Mew no tienes porque, yo solo te amo a ti. Mírame estoy tan redondo que nadie me ve con deseo.
—Yo puedo ver qué si, no importa que tengas a nuestros bebés, con todo y ellos eres precioso y yo me siento enojado de pensar que alguien pueda robarme tu atención tanto que quiero volver a hacerte el amor.
—Mew ¿acaso, estás tan deseoso?
—Si tanto que temo acabarte o desgastarte.
Gulf soltó una risa que el mayor amo con todo su ser, Mew cerró sus ojos y besó toda la cara del menor bajó por su abdomen y lo acarició lamió sus testículos y metió a su boca toda la extensión de su Omega dando caricias por todas sus piernas, Gulf suspiraba gozando de todo lo que el alfa le hacía, después de mucho rato el mayor estaba limpiando el cuerpo de Gulf con un trapo cuando de un movimiento que hizo el mayor quedó con su cuerpo desnudo del otro lado de la cama hincado levantado una pierna del menor para limpiarlo.
Los ojos de Mew se abrieron como platos al sentir un jalón suave, que lo hizo temblar y un quejido ronco salió de su boca apretó sus ojos y no se movió, el pequeño pelinegro al ver qué su alfa se dio vuelta y sus partes íntimas quedaron casi en la cara del menor no dudó nada y atrapó el pene del mayor con su boca y empezó a comerse ese grueso y duró pene lo lamió jugando con sus testículos con tanto cariño y suavidad que el alfa estaba delirando y empujando su grueso miembro dentro de la boca del menor.
Fue una noche maravillosa los dos durmieron juntos cansados y muy satisfechos se amaban tanto y no se cansarán de amarse.