El camino de regreso al palacio fue en un completo e incomodo silencio.
Ambos chicos se iban "matando" con la mirada, ella por su parte iba pensando en otras cosas que ni se dio cuenta de eso.
Pero de pronto todos salieron de sus pensamientos al ser fuertemente sacudidos y terminar uno arriba del otro en el suelo de carruaje, con la reina hasta abajo.
-¡Majestad!- le llamo el chico bicolor y rápido empujo a Varian que estaba sobre él para poder levantarse y ayudar a la chica
Estaba algo adolorida por el repentino golpe y el ser aplastada, pero se levantó tratando de ocultarlo
-¿Qué sucedió?- preguntó confundida mientras abría la puerta del carruaje para bajar de este y ver que había pasado
Se sorprendió al notar como una carreta había chocado con el carruaje y había dos caballos descontrolados, el del carruaje y el que iba jalando la carreta. Había varias personas y guardias tratando de controlar a tan inmensos animales que estaban asustados por el impacto sufrido.
-¡Su majestad no se acerque! ¡puede ser peligroso!- le dijo uno de los guardias
Ella se quedo mirando como sufrían tratando de controlarlos, el corcel que jalaba la carreta era mucho más grande y lucía mas salvaje y agresivo. Su dueño lucía asustado y por más que le llamaba el animal solo empeoraba su estado. Vio como aquel joven tropezo y cayó de espaldas al suelo, al ser visto esto por ese enorme corcel, se dirigió al joven con aparentes deseos de aplastarlo.
-¡Guardias! ¡el chico!- grito ella pero sin esperar respuesta de estos
Se lanzó para poder arrastrar al chico y alejarlo de animal, logro su objetivo pero en el proceso sufrió algunos raspones y su vestido se rasgo un poco.
-Suficiente- mencionó molesta de ver como tantos hombres no eran capaces de calmar al corcel.
Vio una soga en aquella carreta y sin dudar fue por ella para acomodarla y usarla como lazo para atraparlo.
-¿Qué harás?- le preguntó Varian preocupado
-Enseñarles como se doma un caballo- respondió con seguridad
Y antes de que Varian o cualquier otro la detuvieran ya se había acercado al enorme corcel, y de forma veloz logro atraparlo con su lazo, para después de forma ágil lograr montarlo. Todos los presentes miraban asombrados como una chica de apariencia frágil y delicada lograba domar a tan inmensa y salvaje bestia.
Si era capaz de eso... ¿qué más era capaz de lograr? Si no tenía miedo a eso, sin duda no tendría miedo a luchar por su reino.
Los tres chicos miraban impactados como el caballo poco a poco se doblegaba ante la autoridad de ella, hasta que finalmente se rindió y calmo, para relajar su tensión ella comenzó a darle suaves caricias, sabía que incluso los animales deben ser tratados con amor y respeto, y que era la forma correcta de ganar su lealtad.
Y en cuestión de minutos, el corcel salvaje y agresivo paso a ser uno dócil y noble... ¿qué clase de magia era esa?
Finalmente bajo del corcel para entregarlo al joven quien no paraba de mirarla con admiración.
-Ten más cuidado la próxima vez- mencionó ella sonriendo amable
El chico de cabellos negros asintió completamente sonrojado tomando el lazo, miro su carreta, luego de nuevo a la reina.
-M-me permite un momento su majestad- respondió entregandole nuevamente el corcel por un momento
Ella sólo asintió confundida tomando de nuevo el lazo mirando con curiosidad como el chico corría a su carreta. De esta saco una canasta que iba cubierta con una manta, volvió con ella y se le entrego para después hacer una reverencia.
-N-no tengo como pagar su ayuda y los daños causados a su carruaje pero... a-acepte eso como disculpa majestad, son los mejores frutos de nuestro pequeño huerto familiar- mencionó de nuevo el chico -Si desea también puede quedarse con el corcel-
La joven levanto la manta mirando que la canasta estaba repleta de fruta, lucían deliciosas y frescas.
-Acepto la canasta pero no al corcel- respondió ella notando la mirada de sorpresa del chico
Podía notar que el joven muy probablemente era de una familia que un nivel económico no muy alto, y que quizá el corcel era el único que tenían y que este les era de gran ayuda para hacer trabajo u otras tareas.
-Tu carreta sufrió mas daños que el carruaje, acompañame al Palacio para que se le pueda dar arreglo, esta bien?- añadió ella
Él chico asintió energéticamente, emocionado de recibir tal invitación y ayuda. Todos los demás espectadores estaban felices de la persona que ahora llevaba en sus hombros sus vidas, Corona había estado en cuerda floja antes de su regreso, pero ahora sabían que eso era parte de la historia y su futuro era brillante, tal como ella.
La chica decidió caminar de regreso al palacio con el chico a su lado, caminaban platicando con tranquilidad aunque el joven era algo tímido.
-Por cierto... ¿cuál es tu nombre? - pregunto ella con curiosidad
-Y-yo me llamo... Hiro.. Hiro Hamada- respondió él
-¿hamada? ¿eres extranjero?- pregunto ella ante su apellido
Él asintió apenado y siguieron su camino.
Atrás quedaron los otros dos que venían con ella anteriormente. Varian miraba como el par se alejaba mientras la desconfianza surgia en él.
-¿Celoso?- pregunto con burla Shoto a su lado
-No digas tonterías y camina- respondió siguiendo el paso de aquellos dos
-Vete acostumbrando... los diamantes mas bellos y valiosos son deseados por tantos, la lucha por estos puede llevar a incluso guerras- explicó confundiendolo -Ella es de mayor valor que todos esos diamantes juntos... no serás el único que desee estar con ella, prepárate... en el amor y la guerra, todo se vale- advirtió para comenzar a caminar dejandolo atrás
Varian quedo paralizado un momento por esas palabras... ¿habría más personas dispuestas a todo por quitarle el corazón de ________?
Ese miedo comenzaba a crecer en su interior, y como si su consciencia lo odiara, se preguntaba si eso mismo habrá sentido ella cuando lo miraba con Natalia... que jugadas de la vida ¿no?
CONTINUARÁ....