𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐓𝐖𝐄𝐍𝐓𝐘 𝐅𝐎𝐔𝐑
𝙚𝙡 𝙖𝙢𝙤𝙧 𝙩𝙚 𝙝𝙖 𝙘𝙚𝙜𝙖𝙙𝙤
Me encontré con Obi Wan por los pasillos días después, y en cuanto le vi, le pare inmediatamente.
-¡Maestro! - le dije - ¿Podemos...? ¿Podemos hablar?
-Claro, ¿esta tarde te viene bien? - me preguntó tan sereno y amable como siempre -
-Si pudiera ser ahora... Es bastante urgente - dije -
-Esta bien, ven
Andamos hasta llegar a una sala de reuniones vacía, en la que cuando entramos, me apoye en una de las mesas mientras que Obi Wan se posicionaba frente a mí.
-¿Que pasa? - preguntó -
-Yo... - sentí como las palabras se atacaban en mi garganta y mi vista se nublaba a causa de las lágrimas, que deje salir y rodar por mis mejillas al instante -
Obi Wan me miró preocupado y me dio rápidamente un abrazo reconfortante.
-Eh, eh, ¿que te pasa, Layra?
-Yo... N-No voy a poder seguir con los entrenamientos - le dije, llorando -
-¿Que? ¿Porque? - me preguntó alarmado -
-Lo siento... s-simplemente no puedo - llore aún más, pues ni siquiera le podía decir la razón por la que me tenía que ir -
-No llores, cariño... - me dijo, volviéndome a abrazar. Cuando se separo de mi, me cogió de las mejillas y limpio las lágrimas con sus pulgares, luego dijo - ¿Quieres decirme porque?
-N-No puedo, Obi Wan... Todo... Todo esto es mucho para mí, es mucha presión, los entrenamientos, las normas.... - en cuanto dije eso último, deje escapar un sollozo -
-Pero... El otro día te vi entrenar con el maestro Windu, y estabas muy motivada y alegre... Además, las pruebas son dentro de muy poco, ¿estas segura de que quieres dejarlo ahora? Podrías hacer las pruebas y luego tomarte un año sabático o descansar por un tiempo, yo podría hablar con le consejo y...
Obi Wan había empezado a hablar muy rápido a causa del nerviosismo, asi que le interrumpí negando con la cabeza y diciendo:
-Obi Wan, Obi Wan... No creo que pueda aguantar todo ese tiempo, la verdad. Y creeme, no hay nadie que tenga más ganas que yo de hacer las pruebas y convertirme en Jedi, pero de veras que no puedo. L-Lo siento...
Obi Wan sonrió con los ojos cristalizados y asintió con la cabeza.
-Esta bien. E-Es tu decisión, y aunque no sepa la razón, e-esta bien.
Abrace a mí maestro con mucho amor y ganas mientras lloraba, y el correspondió guardándose las lágrimas.
-Algún día te contaré la razón, de verdad. Pero de momento voy a ir preparando mis maletas.
-¿Adonde iras? - me preguntó -
-A un piso a las afueras de la ciudad. Padme me lo regalo hace poco cuando se enteró de que iba a dejar esto - le dije, aunque en verdad no me lo había regalado Padme, sino Anakin, pero eso no se lo podía decir a Obi Wan -
Empecé a andar hacia la puerta de salida, cuando Obi Wan dijo:
-¿Anakin lo sabe? - mi cuerpo se tenso de pies a cabeza. ¿Había descubierto lo del bebé? ¿O acaso lo había sentido? - ¿Sabe que te vas?
-Si... Se lo conté hace poco - dije, y luego empecé a correr hacia mi cuarto a hacer las maletas -
Los meses pasaron y yo vivía en el piso a las afueras de la ciudad. Anakin dejó de vivir en el templo jedi para venirse a vivir conmigo, aunque eso obviamente no se lo contó al consejo. Pasaba gran parte del día sola, pero todo merecía la pena cuando por la noche Anakin llegaba a casa y pasábamos un buen rato juntos.
Yo ahora estaba en la terraza, mirandolo todo apoyada en el balcón, y Anakin estaba mirándome a mí con una sonrisa, apoyado en el marco de la puerta de la terraza.
-Me gustaría tener a nuestro bebé en Naboo. Quizá en el país de los lagos, donde nadie lo sabrá - dije yo - Allí estaremos seguros. Yo podría ir antes a preparar su habitación
Dije, girandome hacia mi esposo con una sonrisa emocionada. El me miró sonriendo con la misma gratitud y diversión con la que me había estado mirando por minutos. Al ver que no decía nada, me volví a girar y dije:
-Conozco el lugar perfecto. Al pie de los jardines.
-Eres... - empezo a decir el después de unos segundos de silencio, embobado mirándome - ...muy hermosa
Yo me giré hacia el de nuevo con una sonrisa y algo de color en mis mejillas.
-Eso es porque estoy muy enamorada - le dije con mi mejor sonrisa verdadera-
-No - dijo, y se empezó a reír - No, es porque yo estoy muy enamorado de ti - dijo, recalcando el "muy" -
-¿Asique el amor te ha cegado? - le pregunté de broma, haciéndome la ofendida -
Anakin se empezó a reír y negó con la cabeza.
-Bueno, no era eso lo que quería decir
-Pero es muy posible que sea eso - le dije yo -
Cuando el volvió a sonreír, me acerque a él y coloque mis manos en sus mejillas. Me acerqué a su cara y besé sus labios con delicadeza y amor, mientras que el colocaba sus manos en mi cintura y me acercaba a el hasta tal punto en que nuestras caderas chocaron. Cuando me separé de el, y mi esposo me miró sonriente, pase mi pulgar por sus labios con una sonrisa y dije:
-Tienes la sonrisa más bonita del mundo
Anakin sonrió más para mí y pego su frente con la mía, el agachándose un poco.
-Y tu tienes la cara más bonita del mundo - me dijo el ahora -