Desperté por los leves golpes que propinaban en la puerta de mi habitación. Parecía un lunes, pero era jueves, pero en fin por hoy lo odio ya que comienzo las clases.
Me levanté de mi cama aún sin despertar del todo, y abrí la puerta. Era mi papá
-Buen día - me miró con una sonrisa y me besó en la mejilla
-Hola - dije como pude, no podía dejar de ser desagradable con él, no lo se, mamá y yo sufrimos mucho por su abandono. Pero se que tengo que hacer lo posible por llevarme bien con él, se lo prometí a mi mamá, pero no me sale ser asi con él, no lo puedo evitar.
-Como sabrás hoy comienzas las clases en tu nuevo instituto - asentí - te he traído algo - me tendió una caja y al verla, mi boca formo una "o". Era un IPhone 6, ¡el ultimo! Mi celular era el 5. No lo puedo creer.
-No debiste - quede anonadada, sin saber que decir.
-Oh no, te dije que te iba a comprar uno nuevo ya que el tuyo se rompió, asi que ahí tienes - me sonrió
-Pero es que esto es demasiado, de seguro has gastado una fortuna - dije sin quitar la vista de la caja
-No veo cuanto gasto si se trata de obsequiar algo a alguien tan importante - ¿yo era importante para él ? - y se que con regalos no compensaré todo los errores que he cometido contigo, pero necesito que nos llevemos bien y que puédamos formar un vínculo de padre e hija - confesó
-Entiendo, yo tambien quiero, se lo he prometido a mamá y lo cumpliré - le sonreí - pero no trates de convencerme de que me lleve bien con tu esposa y tu hija, porque no puedo - cambie la expresión de mi cara al hablar de las dos fresitas
-Solo espero que no hayan problemas, ellas son muy buenas personas, y sin conocerte te adoran, lo se porque desde que les he hablado de ti, han querido conocerte, pero me alegra que estemos juntos - me abrazó, quedé sorprendida, hace mucho que no recibía un abrazo de su parte, pero sin pensarlo dos veces le correspondí el abrazo. Mi mamá debe estar feliz donde quiera que este.
(***)
Me di una ducha y me vestí, con short rosa tiro alto y una remera blanca que decía " Free", la coloqué por debajo de mi short. Y me puse mis zapatillas converse blancas. Alicé mi corto cabello dejándolo caer sobre mis hombros.
Luego de haber desayunado, sin decir una palabra en la mesa, mi papá nos llevó al instituto a mi y a fresita, digo Zoe, no creo acostumbrarme a llamarle por su nombre .
Al llegar al instituto, me despedí de mi papá y bajé del asiento de copiloto, fresita bajó tambien. Luego mi papá, se dirigió a su trabajo.
Me quedé un momento parada en la entrada de el instituto, observando el grande edificio. Estudiantes ya estaban entrando. Era un edificio grande de muchos ventanales.
-¿Quieres que te acompañe a recepción a buscar tus horarios? - preguntó fresita. No podía negarme, necesitaba a alguien que me guíe y no conocía a nadie allí.
-Si - respondí.
Nos adentramos en el edificio y nos dirigimos a recepción en busca de mis horarios. Al encaminarnos recibimos muchas miradas de chicos y chicas, no se si fueron para mi por ser la nueva o para fresita, ya que vestía una remera super ajustada, mostrando su pequeño escote y llevaba una corta falda.
Nos acercamos a una ventanilla y allí se encontraba una mujer de unos treinta años mas o menos, de cabello largo y negro, recogido en una alta coleta. De ojos marrones y que al llegar fresita y yo, nos sonrió.
-Hola Fernanda como estás? - le habló amablemente fresita a la mujer
-Zoe, muy bien ¿y tu? - nos miro a ambas y siguió sonriendo - hola - me saludó, yo solo asentí con mi cabeza.
-Genial, mira ella es mi hermana Tania Thompson - hermanastra, la corregí mentalmente, pero es tan hueca que si se lo digo a los segundos se lo olvida - es nueva en el instituto y cursará quinto grado, necesitaría que le des su horario - dijo fresita
-Oh claro - me miró - un gusto Tania, yo soy Fernanda la recepcionista, asi que cualquier duda que tengas recurre a mi - se volteó hacia atrás y luego giro para quedar frente a nosotras nuevamente - Y qui esta la fotocopia de tus horarios y nombres de tus profesores, y tu salón se encuentra en la segunda planta, en el pasillo de la derecha, el salón 32, al llegar a pasillo veras los casilleros y aquí esta la llave correspondiente de el tuyo - mire la llave y mi casillero era el numero 6, levante la vista y le sonreí a la recepcionista.
-Gracias - dije
-Adiós Fer! - la saludó fresita. - ¿Quieres que te acompañe a tu salón? - preguntó
-No, gracias puedo sola - sonreí falsamente
Y sin mas me dirigí a la segunda planta. Al llegar al pasillo busqué mi casillero lo abrí, guardé algunos libros que tenia, de mi anterior instituto, y solo deje en mi bolso el de Biología, que según la fotocopia que me entregó la recepcionista con los horarios, esa era la materia que tenia ahora. Mire el reloj de mi celular y faltaban cinco minutos para que comience la clase. Fui hasta el que sería mi salón, agradecía que la puerta estuviese abierta, de no ser asi, no me gustaría llamar la atención de todos al abrirla. Entré al salón y habían al menos cinco o seis personas allí, sentí las miradas de todos allí, por lo que las ignoré por completo y fui hasta el fondo en los últimos asientos, para no sentirme tan observada.
Saqué mi libro de biología y un bolígrafo. Todavía no había llegado el profesor, según lo que decía la fotocopia, es hombre solo dice su apellido Sr. Kingston. Me dejé caer en el asiento observando con atención a unas chicas que acababan de entrar. Las dos eran altas y de buen cuerpo y vestían (si es que se puede decir asi, ya que su ropa dejaba al descubierto su abdomen y piernas) falda ajustadas y tops. Una de ellas era de cabello largo y rubio, de ojos claros, no distinguí que color y la otra era de cabello negro, largo y ojos marrones. Las dos me observaron al entrar y se fueron acercando hacia mi, hasta quedar en frente.
-Pero mira Romina a quien tenemos aquí, tu debes de ser la nueva ¿verdad? - me dijo la rubia apuntándome con su sucio dedo índice y enarcando una ceja. Su amiga la tal Romina según ella, observaba divertida.
Decidí ignorarlas y mantuve mi vista hacia el frente. Ya lo creo es la típica chica linda y mala del instituto, pero mala suerte la de ella toparse conmigo.
-Puedes mirarme cuando te estoy hablando, ¿o es que me tienes miedo? - alzo la voz, llamando la atención de los pocos alumnos que se encontraban allí y de los que iban entrando, pero seguí ignorando sus impertinencias -¡Te estoy hablando maldita zorra! - Comencé a fastidiarme, a mi nadie me grita, o insulta, ni mucho menos me da órdenes.
Me levanté de mi asiento quedando enfrente de ella y de su amiga mirándola incrédula.
-Primero - conté con mi dedo índice - a mi no me señalas con tu sucio dedo - me miró sorprendida por hablarle muy mal y puso sus ojos como platos al igual que su otra amiga - y segundo - volví a contar con mi otro dedo - no me gritas, ni mucho menos insultas y tercero - conté con mi otro dedo - no te tengo miedo, solo que evito mirar cosas desagradables, como tu y tu amiga por ejemplo- la miré alzando una ceja y señalándolas a ambas tal y como ella lo hizo anteriormente
-!¿Quién te crees que eres para hablarme asi?! ¡¿Tu sabes con quien estas hablando?! - me miró furiosa volviéndome a gritar. ¡ESTÚPIDA!
- Con una barbie de plástico seguramente, pero no lo se y tampoco me interesa saberlo - hable ahora tranquilamente cruzándome de brazos, manteniendo mi postura firme, para que sepa que no le tengo miedo.
-¡ERES DESAGRADABLE! Pídeme disculpas ahora mismo, sino quieres que haga de tu vida en este instituto un infierno - me ordenó. ¿ pero quien se cree que es esta copia barata de una barbie, pero de hecha de silicona?
- No lo soy, y querrás que no lo sea, porque si es asi, la que vivirá un infierno aquí eres tu, si te metes conmigo. - me acerqué más a su rostro, no entiendo como estoy siendo tan educada con esta idiota se merece que la jale de los pelos hasta sacarle esas extensiones. - Y TE HE DICHO QUE NO ME GRITES, ¡¿ERES SORDA O TU CEREBRO ES TAN PEQUEÑO QUE NO PUEDES CAPTAR LO QUE TE HE DICHO?! - debía desquitarme. Bufó ofendida y volvió con su amiga al frente y se sentó en uno de los primeros asientos. Volví mas tranquila a mi asiento y suspire cansada, que lindo espectáculo enfrente de casi toda la clase el primer dia que llego.
Bajé mi vista a mi libro y comencé a hacer extraños dibujos, hasta que escuché aplausos y levante mi vista encontrándome con una chica y un chico que estaban en frente de mi. Los miré con el ceño fruncido.
-Si vienen a molestar ya les digo que no.. - me interrumpió la chica, rubia su pelo por debajo de sus hombros, ojos cafés, pero más claros que los míos, vestía un vestido rosa y zapatillas blancas, parecía una fresita pero sin tacones. Me hizo acordar a mi mejor amiga Abril, en su manera de sonreírme, y en su vestimenta
-Oh como crees, venimos a felicitarte, no muchos aquí se animan a enfrentarse a Rose - con que asi se llama - y pues mucho menos dejarla como una perra ofendida en frente de todos, sabiendo que ella es la "mala" del instituto, y eso no lo hace cualquiera- me sonrió
-Bueno a esa barbie le tocó la mala suerte de toparse conmigo, a mi nadie me trata de esa forma, mucho menos ella. - dije un poco molesta
-¡Esa es mi chica! nosotros tambien nos hemos enfrentado con ella, y por eso no se mete con nosotros, porque sabe que no le irá bien, pero en cambio se mete con los más débiles - puso cara de pena y tristeza- oh no me presenté, soy Kendall Brooks y él es Thomas Jefferson - dijo señalando a el chico que estaba a su lado, cabello rubio ojos súper verdes, buen físico, que vestia una camiseta verde y unos jeans negros. Muy lindo, y tambien me sonreía de la misma manera que la otra chica, me parecieron muy amables.
-Es un gusto - me tendió su mano Thomas, tambien le tendi la mia y sonreí.
-Hola, yo soy Tania - los miré a los dos
-Bueno Tania, temo decirte que nos caíste muy bien a ambos, y verás, tendrás que soportarnos a ambos, ¿que dices? - me dijo Kendall
-No hay problema, creo que son las primeras personas que conozco de New York , que me caen bien.
-¡Eso es genial entonces! - dijo Kendall muy contenta -Que te parece si a la hora del almuerzo te sientas con nosotros - se señalo a ella y a Thomas, quien no quitaba su sonrisa.
-Di que si, ¡por favor! - dijo en modo de suplica Thomas
-Si, claro - les sonreí. Hasta que fuimos interrumpidos por un hombre alto, con unos libros en sus manos, parecia bastante joven, por su vestimenta, vestia una camiseta blanca con una camisa sobre ella desprendida a cuadros de color negra y roja y unos jeans negros, y su cabello negro revuelto hacia el costado, muy guapo a decir verdad, pero supongo que es el profesor. Kendall y Thomas se sentaron junto a mi. Kendall a mi derecha y Thomas a su lado.
-Buenos dias alumnos - dijo en tono firme el profesor Kingston, nos miró a todos y se sentó en su escritorio revisando lo que sería la lista de alumnos y comenzó a pasarla.
- Almada, Alisten.... - y asi siguió hasta que fue interrumpido por el sonido de la puerta del salón abrirse. Levanté mi vista para ver de quien se trataba y definitivamente, no lo tendría que haber hecho. Era el chico mas odioso y estupido de New York, Adam Williams.
Entró caminado a paso lento, con su actitud de arrogante y un ego por las nubes. Hasta que dirigió su mirada burlona al profesor, quien lo miraba furioso.
- Sr. Williams, ¿qué creé usted que esta haciendo? - le dijo en tono molesto el Sr. Kingston.
- ¿Y usted que creé ? - le respondió con otra pregunta burlándose
- Conteste lo que le he preguntado - estaba realmente molesto. Toda la clase estaba atenta a lo que diría Adam. Todos los suspiros y miradas de chicas eran para el. En cambio los chicos miraban divertidos la situación.
-Es el chico mas caliente del salón y el mas odiado por los profesores, excepto profesoras - me susurró al oído Kendall. ¿En verdad les parecía caliente? Un chico con altísimo ego, arrogante, aunque no puedo negar su cuerpo de un Dios Griego y unos ojos que realmente hipnotizan. Bueno no tanto, sigue siendo un imbécil. Asentí con la cabeza mirando a Kendall.
-Pues vine a mi clase con usted - sonrió Adam
-Tarde - dijo el profesor
-Bueno dicen mejor tarde que nunca, ¿no es asi? - se burló y varios alumnos se rieron.
-¡Valla a sentarse de inmediato, sino quiere un reporte! - le gritó el profesor. Demasiado gruñón, para ser tan joven.
Adam en cambio se rió y comenzó a caminar hacia el fondo. Oh no por favor que no se siente cerca de mi! no, no, no y no. Pero la suerte hoy no esta de mi lado. Había vuelto mi vista a mi libro para evitar mirarlo, pero una tos falsa me interrumpió. Levante mi vista encontrándome con un torso grande cubierto por una remera negra. Subi mi vista para ver de quien se trataba y era el imbecil número uno de New York.
-¿Que quieres? - pregunté en tono seco, mirándolo a los ojos, observando las ojeras que tenía, y su cabello castaño revuelto, pero aun hacia no se veía tan mal. ¡¿Que estoy diciendo?!!
-Muchas cosas - ¿dije cuanto odio cuando se pone en arrogante y se burla? - pero ahora quiero sentarme - dijo sonriendo
-¿Y yo que tengo que ver? - elevé mis cejas
-Que tu muñeca, estas en mi asiento - me miro coqueto
-Oh lo siento, es que no vi tu nombre aquí, pero ya te lo doy, no te preocupes - lo miré avergonzada, obviamente estaba actuando. Y el sonrió satisfecho.
-Estas disculpada - se cruzó de brazos aún sonriendo con satisfacción, pero ya le voy a quitar es sonrisa de su cara.
Me acomodé en el asiento y miré hacia el frente, el profesor Kingston nos observaba con el ceño fruncido y toda la clase, estaba expectante de lo que pasaba, era todo silencio y solo eramos nosotros los que estábamos hablando. Dos espectáculos en un día ¡PERFECTO!
-¡¿Y?! Estoy esperando que corras tu lindo trasero de MI asiento - se cansó de esperar. Sonreí internamente.
-¿Tu de verdad eres tan tonto como para creer que yo te daré el asiento, sabiendo que yo llegue primero y tu has llegado tarde, y que ademas este asiento no te pertenece? - lo mire frunciendo el seño.
-Por supuesto que lo creo, porque lo harás - oh si que estaba molesto
-Sr. Williams, ¿no se da cuenta de que esta interrumpiendo mi clase? , la señorita tiene razón, ¡búsquese otro asiento libre y déjeme comenzar mi clase de una vez! - otro molesto en la clase. Miré al profesor seria, y luego lo miré a el sonriendo descaradamente. En cambio el me miraba con cierto odio, lo cual me encantó, dije que le sacaria su estupida sonrisa.
Suspiró cansado y se sentó en el asiento que estaba detrás de mi. Oh creo que debí haber cedido y darle su asiento. Mierda.
-Bien sigo pasando lista - el profesor tomó asiento y siguió con lo suyo.
-Ni creas que esto se quedará asi muñeca - susurró Adam en mi oído. Lo cual hizo que un escalofrío recorriera mi cuerpo y me tensara. Volteé a mirarlo y le sonreí triunfante.
-No te tengo miedo, muñeco - le guiñe un ojo y me gire para prestar atención en la lista que por cierto todavía no han llegado a mi aún. Sentí su risa detrás de mi pero no le di importancia.
-¿Thompson? - dijo el profesor - ¿quien es Thompson?
-Yo - dije levantando mi mano.
-Oh usted es la alumna nueva - me sonrió
-Si - le devolvi una sonrisa tímida, al ver que todos se volteaban a verme.
-¿Cual es su nombre señorita Thompson? - preguntó sin apartar su vista de mi.
-Tania
-Nombre de perra - murmuró la estupida de Rose, pero por suerte pude escucharla y le contesté.
-Oh si creo que tienes razón, es un nombre de perra, creo que mis papás se han confundido al ponérmelo, porque creo que te quedaría mejor a ti. - Ella se volteó, mirándome enfurecida y yo le sonreí amablemente. Todos en la clase comenzaron a reírse a carcajadas, creo que hasta el profesor se rió, pero no pude notarlo porque bajo su vista para que no nos diéramos cuenta.
-Bien, chicas, basta de insultos - dijo el profesor poniéndose serio.
-Pero fue ella la que me insultó - espetó la rubia
-Fuiste tu la que lo hizo primero - dijo enfadada Kendall , Rose la miro por encima del hombro y Kendall le sacó la lengua burlándose.
-Bueno, como sea, no quiero que se vuelva a repetir - pauso el profesor y me miró - sigo con usted señorita Thompson, ¿de donde es que viene, y que edad tiene? - preguntó
-De Los Ángeles, y tengo 17 años - contesté
-Bien y ¿Por qué se ha mudado aquí ? - me miro y sonrió nuevamente esperando una respuesta. Ya me estaban incomodando sus preguntas y la sonrisa con la que me miraba.
-¿Es necesario contestarle? - lo miré enarcando una ceja
-Si lo es - dijo entrelazando sus manos y mirándome fijamente
Suspiré - Vine a vivir a casa de mi papá eso es todo, ¿algo mas profesor? - le sonreí falsamente, ¿que era esto un interrogatorio?
-No nada mas señorita - me sonrió y siguió con su clase.
-¡¿Eres la hermana de Zoe Thompson?! - me susurró casi gritando Kendall
-Hermanastra - espeté molesta - y si por desgracia lo soy - la miré y ella soltó una carcajada.
Las clases siguieron, ademas de biología, tuve química y literatura hasta que sonó el timbre indicando que era la hora del almuerzo. Tome mi libro y mi bolígrafo y los guarde en mi bolso.
-¿Vamos Tania? - me preguntó Thomas
-Si claro - le sonreí y me levante de mi asiento. Caminamos los tres Kendall, Thomas y yo por el pasillo lleno de estudiantes. Luego bajamos a la primera planta dirigiéndonos a donde se encontraba en comedor. Caminamos entre la multitud hasta entrar al gigante comedor y hacer la fila para tomar nuestras bandejas con nuestro almuerzo.
********************************
jai lectores!!!
Kendall y Thomas en multimedia!
kisses
TeenFeelings1