Viernes 4 de Octubre de 2024
Casi dos semanas después
Hospital Sanitas del Real Madrid
Estoy impaciente. Muevo nerviosa mis dedos sobre mi brazo para que nadie los vea. El director del hospital sigue tecleando en su ordenado mientras el otro director, el de la Fundación, le pasa más papeles a Pau para que los firme.
- Esto son los últimos, tranquilos. Que ya os veo las caras de desesperación que tenéis -Francisco, el director de la Fundación del Real Madrid me da una amable sonrisa que yo correspondo
- Es que lo estamos. Estoy deseando verla y pasar el fin de semana con ella -le dice Pau entregándole el último papel
- Ya mismo chicos -responde Rafael el director del hospital. Termina de teclear y lo deja todo para mirarnos- pues esto ya está. Os cuento. La solicitud del acogimiento ya está tramitada y aún agilizando los trámites, tardará tres meses por lo menos. Aceptada está, eso no hay problema. Y por ahora ya sabéis, podéis pasar en principio, un fin de semana si y otro no, el primer mes. El segundo ya se aumenta a todos los fines de semana. Habéis pasado también la supervision de las visitas que le habéis realizado estos días en el hospital, con muy buena nota. Y tanto los psicólogos, trabajador social, mediadores, enfermeras y nosotros mismos, también os hemos evaluado positivamente
- ¿Eso es bueno, no? -le pregunto yo algo más aliviada. Rafael me da una sonrisa comprensiva que hace que por lo menos, esté algo más calmada
- Claro que lo es. El proceso de acogimiento es largo y tedioso, pero, en casos como Tania se agiliza bastante -Rafael pone sus codos encima de la mesa y recoge los últimos papeles que Pau ha firmado- ¿tenéis alguna duda?
- Ninguna -le responde Pau agarrándome de la mano. Estoy nerviosa, muy nerviosa. Me muero por ver a Tania y darle las buenas noticias
- Pues si no tenéis ninguna pregunta más, podéis ir con Tania ahora mismo
- Gracias Rafael -le responde Pau
Nos levantamos los dos como un resorte deseando verla. Creo que le va a hacer una ilusión que te mueres todo lo que tenemos planeado para ella. Dos semanas, dos semanas llevamos viniendo al centro todos los días para estar con Tania. Desde que los dos tomamos esa decisión es lo que hemos hecho, pasar todo el tiempo que podemos con ella. Pau y yo lo hablamos largo y tendido. Primero la acogeremos, en el régimen de Acogimiento Familiar, y más tarde si nos lo permiten, queremos adoptarla. Ésta niña nos ha robado el corazón desde el primer minuto y queremos tenerla en nuestras vidas.
- Esto que estáis haciendo es algo muy bonito Pau -le dice el director de la Fundación a mi novio- esa niña va a tener mucha suerte de tener a dos personas que la van a querer tanto
Aprieto mis labios asintiendo emocionada. Nos despedimos de los dos directores saliendo por la puerta de su despacho. Me agarro a Pau sintiendo el corazón muy acelerado.
- ¿Estás nerviosa?
- Muy nerviosa. Madre mía Pau, espero que diga que quiere venirse con nosotros porque como no quiera creo que me voy a echar a llorar
- Tranquila, ella lo está deseando al igual que nosotros
Me agarro más al brazo de Pau mientras cruzamos los pasillos. La enfermera Anita está en el mostrador y al vernos llegar da una palmada al aire y viene hacia nosotros.
- ¿Ya? -nos pregunta ella muy emocionada
- Si, ya -le respondo cogiéndome a sus manos. Ella se acerca a mi y me da un gran y cariñoso abrazo que correspondo enseguida
- Voy a por ella, esperadla en la salita
Anita se separa de nosotros y va a buscar a Tania. Pau y yo cruzamos el pasillo y entramos en la pequeña salita donde hemos pasado la mayor parte de las visitas que le realizamos. Pau me agarra de la cintura intentando calmarme los nervios que tengo. Llevamos dos días en los cuales nos han dado toda clase de recomendaciones y como actuar con la enfermedad de Tania. La enfermera Anita nos ha preparado sus medicinas, así como explicado como debe tomárselas. Eso si que es una gran responsabilidad.
La puerta se abre y me separo de Pau. Tania aparece por ella y en cuanto nos ve una enorme sonrisa se instala en su cara.
- ¡Pau! ¡Verona!
Mi pequeña, porque si, ésta niña ya es mi pequeña, se arroja en nuestros brazos. Pau la levanta del suelo y ella se engancha a su cuello.
- ¿Cómo estás bonita? -le pregunta Pau llenándole la cara de besos
- Muy contenta porque estáis aquí. Mañana es mi cumple Pau -mi novio la pone en el suelo y nos vamos los tres al sofá. Él la sienta en sus rodillas y Tania me coge una de mis manos.
- Lo sé cariño, y por eso estamos aquí, porque habíamos pensado una cosa -le dice Pau mientras ella lo mira toda ilusionada
- ¿El qué?
- Pero sólo si tú quieres ¿vale Tania? -le pregunto yo quitándole el flequillo de la cara. Hoy lleva el pelo suelto y está monísima
- Verona y yo habíamos pensado, pero sólo si te apetece, si te gustaría pasar el fin de semana con nosotros en nuestra casa
- ¿De verdad? -vale si, quiero llorar. Tania nos mira con sus ojitos azules casi a punto de llorar. Lo que ésta niña ha sufrido en la vida no es ni normal. Tan pequeña, enfermita y sola, sin el cariño de unos padres o una familia.
- De verdad cariño -le digo yo acariciando su mejilla- pero sólo si tú quieres
- Si, si que quiero
Tania empieza a llorar y se deja caer en el pecho de Pau. Él me mira y yo tengo que reprimir las lágrimas de verla así.
-Ei, no llores Tania -le dice Pau separándola de su pecho- que no es para que llore
- Es que estoy muy contenta, por eso lloro -dice ella con sus ojitos inundados en lágrimas
- Pues se llora cuando uno está triste. Y se ríe si uno está feliz. Así que venga, que nos vamos -Pau la quita de sus rodillas y la pone en pie. Ella se muerde los labios nerviosa
- Tendré que hacer la maleta -dice ella- tengo pocas cosas pero...
-Tú tranquila mi vida -le digo yo cogiéndole la mano- ahora mismo nos vamos a ir al Centro Comercial a comprarte ropa
- ¿De verdad? ¿Toda la que yo quiera?
-Bueno, toda no -le digo yo poniéndome en plan madre. Joder, si es que me sale sola - la que necesites para estar en casa
-Vale Roni -joder. Ella y Pau son los únicos que me llaman así. Se lo escuchó a él y me pidió permiso para hacerlo, y es que a la pequeñaja no le voy a poder negar nada
- Pues si estás lista, nos vamos -dice Pau poniéndose en pie
- Roni -me dice Tania alzando sus ojitos y mirándome algo nerviosa- ¿me puedes hacer unas trenzas como las tuyas?
- Yo te hago lo que tú quieras mi niña -le respondo yo sentándome en el sofá y sacando de mi bolso un peine y un par de gomas de pelo
- Tienes que tomar una decisión muy importante para mañana Tania -le dice Pau poniéndose algo serio. Ella lo mira igual de seria que él
- ¿Cuál?
-Tu tarta de cumpleaños, ¿la quieres de nata o de chocolate?
Por la noche
Pau entra en el dormitorio rascándose el pelo. Va a cerrar la puerta pero entonces vuelve a dejarla abierta. Menos mal, porque he estado a punto de decirle que no lo hiciera.
- ¿Está dormida? -le pregunto
- Está frita -me dice él mientras se quita los pantalones de pijama y se mete dentro de la cama
-Normal. No está acostumbrada. No sé cuantas veces me ha dicho que era muy feliz
- Joder Roni, me tiene muy loco Tania. Es tan dulce y cariñosa, y se nota tanto que le hace falta que la quieran -me acerco a Pau y apoyo mi cabeza en su pecho
- Pues nosotros le vamos a dar todo el amor que necesite.
- Por cierto, yo también estoy reventado
-Si es que no habéis parado lo dos
Cierro mis ojos pensando en todo el día de hoy. Llevamos a Tania al centro comercial y después de comer en una pizzeria, la llevamos de compras. Al final le compré todo lo que quiso, porque es que la ropa de niña es monísima. Yo no sé la de conjuntos que le he hecho para que se ponga. Al llegar a casa se puso a llorar al ver el dormitorio que le hemos preparado. No se podía creer que fuera a tener una habitación para ella sola. Dios, es tan bonita. Dice Pau que está loco con ella, pues a mi me tiene tonta perdida.
Unas horas después, cuando ya estoy dormida, abro mis ojos al escuchar unos pasitos entrando en el dormitorio. Tania aparecere restregándose los ojos. Se acerca mi cama y yo me destapo preocupada.
- Tania, ¿estás bien cariño? -le pregunto agarrándola de los bracitos
- Es que...no tengo sueño -me mira frunciendo su boca y apretando los labios. Tiene los ojos rojos y me da a mi que ha estado llorando. Dios, creo que hemos sido muy idiotas por haberla dejado sola en su cuarto
- ¿Porqué no te acuestas aquí con nosotros? Lo mismo te entra sueño
- ¿Puedo? -esa sonrisa. Esa sonrisa cuando me mira, con ilusión, emocionada, es lo más bonito que he visto en mi vida
- Claro que si cariño -le hago un sitio en la cama y ella tarda poco en meterse dentro de las sábanas. Le hago un lado para que se ponga en medio nuestra porque tengo miedo de que se de la vuelta y se caiga. Me muevo un poco hasta hacerle sitio y ella se pone de lado. Paso mi brazo por su cintura y la atraigo hacia mi pecho. Nos tapo a las dos con la sábana y con la colcha- ¿estás cómoda?
- Si -me responde ella bostezando, algo que me hace reir- Roni, ¿me cuentas un cuento?
- Por supuesto, ¿qué cuento quieres?
- Uno con final feliz
- Pues cierra los ojitos mi niña -la miro y hace lo que le digo.
Se agarra a mi brazo y cierra sus ojos. Empiezo a inventarme un cuento de una princesa y su unicornio. Su respiración se va ralentizando poco a poco y en menos de cinco minutos se queda dormida. Cierro yo mis ojos sin dejar de abrazarla sintiendo ahora mismo una opresión en mi pecho difícil de explicar. Adoro a ésta niña. Es tan fácil quererla. Y la necesito conmigo. Ambos la necesitamos.
Y juro que haré todo lo que esté en mi mano por hacerla feliz.
Sábado 5 de Octubre de 2024
Abro mis ojos al escuchar a Pau moverse por la habitación. Se ha levantado temprano porque tiene que irse a concentrarse a Valdebebas. Me incorporo en la cama y lo veo guardando su móvil.
- ¿Ya te vas? -le pregunto muy bajito para no despertar a Tania. Me giro para mirarla y sigue profundamente dormida
- Os he echo millones de fotos. Joder Roni, cuando he abierto los ojos y la he visto dormida me han dado ganas de comérmela a besos -miro a Pau y lo veo emocionado mirando a la niña. Pero es que nos tiene así a los dos, locos perdidos por ella
- Es guapísima Pau. ¿Tú crees que es normal que a pesar del poco tiempo que llevamos con ella ya la quiera?
Pau viene hacia mi y se sienta en la cama. Una de sus manos acaricia la mejilla de Tania mirándola dulcemente.
- Si que es normal Roni, porque yo también la quiero mucho. Ojalá todo salga bien y un día pueda estar con nosotros para siempre
- Ojalá cariño
Pau mira a Tania dándole una leve sonrisa. Me acerco a él y rozo sus labios unos segundos. Él hace ademán de levantarse cuando Tania abre los ojos.
- Ei, duérmete otra vez que es muy temprano -le dice Pau quitándole el pelo de la cama
- Es que ya es mi cumpleaños Pau -dice ella con una enorme sonrisa
- Lo sé cariño -Pau y yo nos miramos y empezamos a cantarle el cumpleaños feliz logrando que ella se ría mirándonos nerviosa
Al terminar, ambos la cogemos y nos la comemos a besos mientras le hacemos cosquillas.
- Hoy vas a tener un cumpleaños increíble mi niña -le dice Pau sin dejar de abrazarla- así que, si quieres pedir algún deseo, estás a tiempo
Tania se lleva uno de sus dedos a la barbilla y frunce sus labios pensativa.
- Quiero que si metes un gol ésta tarde, me lo dediques
Miro a Pau y no puedo evitar reírme mientras él la mira alucinado. Aún no ha metido un gol desde que empezó la liga, así que lo que le pide Tania es bastante difícil.
- ¿Sabes que soy lateral, verdad Tania? -le pregunta él asintiendo. Una tarde Pau se entretuvo en explicarle lo básico sobre el fútbol
-Ya, pero tú eres muy bueno Pau, seguro que hoy le marcas a la Real. Yo confío en tí
Pau abre sus ojos asombrado y yo reprimo una carcajada. Ambos nos miramos y él deja escapara un largo suspiro.
- Bueno, por si acaso ve pensando en otro deseo Tania. Es más dificil que yo meta un gol que a Verona le den un grammy
*** Quiero dedicarle este capítulo a AliciaV98 porque me dio un consejo muy bueno con respecto al tema del Acogimiento y la Adopción. Por desgracia en España, los plazos no son tan rápidos como en esta historia, pero, he decidido hacerlos más rápidos como me dijo mi amiga.
Muchos besos y abrazos ***