Hold Me

By SophieLenom

139K 14.7K 5.3K

-TERMINADA- Secuela de "Choose Me" Es necesario leer el primer libro antes de este, si quieres leerlo lo en... More

Sinopsis
Capitulo 1 ~ No olvides mi nombre
Capitulo 2 ~ El oso azul
Capitulo 3 ~ Tipos de amor
Capitulo 4 ~ Un secreto
Capitulo 5 ~ Mi familia
Capitulo 6 ~ T.G.B.
Capitulo 7 ~ Juntos
Capitulo 8 ~ Indefenso
Capitulo 9 ~ Silencio
Capitulo 10 ~ "Homenajeamiento"
Capitulo 11 ~ Más de mil razones
Capitulo 12 ~ El último beso
Capitulo 13 ~ Solo con ella.
Capítulo 14 ~ Inolvidable
Capitulo 15 ~ Negociemos
Capitulo 16 ~ Solo amigos
Capítulo 17 ~ Macarrones
Capitulo 18 ~ ¿Qué cambiará?
Capitulo 19 ~ Una mujer...
Capítulo 20 ~ Todo de ti...
Capitulo 21 ~ Nuestra burbuja
Capítulo 22 ~ Una vez más.
Capitulo 23 ~ Lo que somos.
Capitulo 24 ~ ¿Por qué no solo... ser felices?
Capitulo 25 ~ Ojitos aceituna
Capitulo 26 ~ Siempre commigo.
Capitulo 27 ~ La diferencia
Capitulo 28 ~ Te sostengo.
Capitulo 29 ~ Hasta el final de nuestros dias.
Capitulo 30 ~ Pepita
Capitulo 31 ~ Salvarnos
Capitulo 32 ~ Perfección
Capitulo 33 ~ Rosas y vino
Capítulo 34 ~ Mi error más grande
Capitulo 35 ~ Amor de mi vida
Capitulo 36 ~Mi sueño hecho realidad
Capitulo 37 ~ Un gran paso.
Capítulo 38 ~ El país de los recuerdos
Capitulo 39 ~ A un segundo
Capitulo 40 ~ Respira
Capítulo 41 ~ Moriremos felices.
Capítulo 42 ~ Una uva.
Capítulo 43 ~ Flores y brillos
Capítulo 44 ~ Eternidad
Capitulo 45 ~ Agridulce
Capitulo 46 ~ El último intento
Capítulo 47 ~ Sus ojos
Capítulo 48 ~ Rendirse
Capítulo 50 ~ Invencible
Epílogo

Capítulo 49 ~ Dos pasos

2.7K 264 78
By SophieLenom


- ¿Qué dijiste? - Me volteo hacia él un poco confundida, tiene lágrimas en sus mejillas.

- Estaba esperando a que me lo dijeras pero, sé qué estabas embarazada antes del incidente y que por culpa de Oliver perdimos un bebé.

Un extraño vacío se forma en mi panza y me acerco a él, sentándome de nuevo en el sillón.

- ¿Quien te dijo eso?.

- He estado recordando poco a poco lo qué pasó ese día, recuerdo que te iba a preguntar si podrías estar embarazada, tenías síntomas, los noté. - Limpia sus mejillas con el dorso de su mano. - No te lo alcancé a decir. Luego el doctor Bing me contó que ambos estábamos inconscientes cuando llegó la ambulancia, que Oliver te golpeó. Mark en broma mencionó algo sobre Amy riñéndole todo el rato porque debe cuidarte por tu condición y se arrepintió de inmediato, supe que escondía algo ahí. Por último, le pregunté a Simone sobre ti y me dijo que no podía decirme mucho pero que se dio cuenta de lo verdaderamente fuerte que eres durante este tiempo, y no hablaba de que lo fueras por mi estado. Era por algo más... Tan solo uní piezas. - Frunce los hombros. - Perdimos un bebé, ¿verdad?. - Lo miro en silencio un poco sorprendida.

Jamás imaginé que pudiese llegar a esa conclusión.

- Ya tuve tiempo de hacerme a la idea, no debes preocuparte, no será un golpe repentino, estaré bien. - Por su tono lo dudo pero se esfuerza por esconder la tristeza.

No sé qué decirle, realmente no sé cómo podría tomarlo, lo absolutamente contrario, después de creer lo peor.

- Thomas, yo...

- Esta bien. - Me interrumpe. - Lo siento, lo siento mucho.

- ¡Ey!. Te debo una explicación, es cierto. Y te la daré, pero, por favor - Resoplo dudosa - No te dejes perjudicar por un sentimiento, ¿okey?.

¿En serio le diré?

- No entiendo nada Elle.

- Tenias la información correcta pero la hipótesis errónea. - frunce el ceño, yo tomo aire, siento nervios. - Tu tenías razón ese día, y es increíble que lo sospecharas incluso antes que yo. Y si, Oliver me golpeo un montón de veces, pero... - siento que se me saldrá el corazón - No perdí ningún bebé, cariño.

Él me mira aún confundido, procesando mis palabras.

- ¿Qué significa eso?.

- Estoy embarazada. - Suelto en un hilo de voz.

Thomas me mira incrédulo, luego sonríe y comprime un grito con el que luego hace una breve mueca de dolor.

- ¿En serio?

- Tenemos un bebé muy sano de 17 semanas. - Le sonrío. Él abre sus brazos y me acerco a abrazarlo como puedo.

- No puede ser... - Musita aún entre lágrimas, esta vez de felicidad.

Me alejo y levanto mi suéter, dejándole ver por primera vez mi vientre. Él pone su mano allí con emoción.

- Esta mañana tuve una cita de control y luego fui con Amy a comprar pantalones de maternidad porque crece muy rápido, tiene el tamaño de una pera ahora mismo. ¿Puedes creerlo?, ¡Una pera!.

Él se ríe.

- ¡Esta mañana desayune una pera!. - Grita, y de nuevo hace una mueca de dolor pero dura poco. - Está muy grande, no puedo creerlo. - Se queda mirando mi vientre unos segundos. - No puedo creerlo. Dios, ¡vamos a tener un bebé, tú y yo!. Ahí está nuestro bebé.

No puedo parar de llorar, hubo un momento donde pensé que jamás lo sabría y esto significa mucho.

- Te lo dije alguna vez, mientras estabas en coma, puse tu mano en mi panza y te pedí que lucharas por nuestro bebé. - Le confieso.

- No recuerdo... Pero seguro en ese momento lo entendí porque ahora estoy aquí. - Él acaricia mi panza con gran sorpresa, luego la besa. - ¿lo saben los niños?.

- Quise ocultárselos pero se me hizo imposible, esa es una larga historia, luego te la cuento. Pero ellos están muy emocionados, todo el tiempo están tocando y besando mi panza, las niñas le hablan a través de mi ombligo y le llaman "hermanito". Fue muy difícil explicarles que no podrías saber nada.

- Wow... Eleanor, no puedo creerlo, de verdad. Un bebé. Tú y yo, ¡se hizo realidad!.

- Lo sé. - Pongo mi mano sobre la suya. - Moría porque lo supieras.

- Gracias por decírmelo. ¿Sabes que ahora tengo que estar bien para sostenerlo en mis brazos cuando nazca?.

- Lo sé mi amor, vas a estarlo.

- Tengo como mil dudas.

- Las responderé todas.

- ¿Sabes el sexo?, ¿se mueve?, ¿tienes ecografías?, ¿tienes síntomas?, ¿antojos?, ¿te duele algo?. - Dispara una pregunta tras otra sin quitar su expresión.

- Hoy intentamos averiguar su sexo pero no se dejó, Amy dice que es un niño. No lo siento aún, es muy pequeño. Si, tengo ecografías que puedes ver y también todos los síntomas que puedes imaginarte, un horror. No he tenido muchos antojos pero a veces me despierto a buscar duraznos. Y me duele un poco la espalda baja, pero todo bien. La llevamos bien. - Le explico lo mejor que puedo.

La forma en la que me mira ahora mismo Thomas es indescriptible, es una mezcla de amor profundo, emoción, sorpresa, nostalgia. Lo es todo, y me hace sentir muy enamorada y afortunada de poderla disfrutar.

- Vamos a tener un bebé... - Musita una vez más, luego mira mi panza frente a él. - ¡Hola! - Habla al ombligo, luego me mira. - ¿Nos comunicamos por aquí verdad? -Me pregunta, yo me rio y asiento, él regresa su atención al ombligo. - Soy papá, ¿me escuchas?. - Se queda un momento acariciandole -  Me alegro mucho de que estés allí, de verdad, no sabes cuanto. Prometo esforzarme más para que puedas tener el padre que mereces. Y aunque sepa de ti hace algunos minutos y no te conozca, te amo. Te amo con mi vida.

Las lágrimas humedecen mis mejillas y tomo una larga respiración. No sé como decirle que estuve a punto de renunciar a nuestro bebé. No sé si pueda manejarlo ahora mismo.

- ¿Te digo algo? - Él me mira, yo me pongo en cuclillas para tener su cara más cerca. - Es increíble como cada día te amo un poquito más.

Sonríe y pone su mano en mi mejilla.

- Gracias por estar conmigo después de todo, por quedarte.

- Soy tu esposa, la señora Hunt. Y no importa que tan difícil sea, voy a estar contigo hasta el final.

Él asiente pero ahora con culpa y aparta la mirada a su regazo donde apoya sus manos. Aquello me recuerda a los niños.

- Lo siento. - Dice.

- ¿Por qué?

- Por irme... Porque te dije que nunca te haría daño y lo hice otra vez. Te hice aún mucho más daño del que jamás pude hacerte, te hice creer que me perderías para siempre. Perdóname Elle, porque quise rendirme allí y ahora. - Resopla y me mira - Rendirse es sencillo, seguir luchando es difícil y frustrante.

- Lo sé. - Pongo mis manos sobre las suyas. - Pero si decides seguir luchando, así todo salga mal, podrás tener la satisfacción de saber cómo terminó y que diste lo mejor de ti. Si te rindes tendrás la duda para siempre y probablemente sea tarde para querer saber la respuesta.

- Lo siento.

- No. No debes pedirme perdón por nada. Tú no tienes la culpa de esto, tú luchaste por nosotros. Y aquí estás ahora, estás vivo, estás mejorando y si no fuera así, si no hubieras despertado, igual no tendrías por qué excusarte. Yo lo entiendo, entiendo lo que es caer al vacío. - Trago saliva insegura de mis siguientes palabras. - No sé si debería contarte esto pero ahora que sabes que crecerá nuestra familia siento que debes saberlo todo y entenderé si necesitas alejarte un poco, entenderé si te enojas, estoy lista para lo que pueda pasar.

Esto último fue una mentira. Quiero estar lista y definitivamente no lo estoy, pero estoy segura de  enfrentarlo.

- Me estas asustando. - Frunce el ceño.

- No tuve la misma reacción que tú cuando me enteré que estaba embarazada, fue lo contrario. No quería tener un bebé si tú no estabas junto a mi. - Me obligo a desviar la mirada para decir lo siguiente. - Quise abortarlo. La verdad fue muy difícil si quiera considerarlo pero en verdad no creía que podría con todo yo sola, no creía que despertarías y no quería que nuestro hijo creciese sin conocerte, sin tener tu recuerdo al menos. - Regreso la mirada a sus ojos, están húmedos y su expresión es neutra. - Lo siento muchísimo.

Me mira en silencio, luego asiente.

- ¿Decidiste tenerlo cuando desperté?.

- No, fue antes. Fue un proceso en realidad, hasta que un día me enfrente a mi misma y a mi bebé, nuestro bebé. Ese día lo supe, supe que pase lo que pase quería tenerlo, quería sentir su piel, ver su rostro, que creciese junto a sus hermanos y que si tú no estabas, decidí que intentaría convertirme en ti a veces y que siempre estarías presente en él o ella, aunque fuese jodidamente difícil y probablemente necesitara de Agatha mucho más seguido. Lo siento Thomas, de verdad.

- No hay nada mi vida, absolutamente nada por lo que debas disculparte. Te conozco Elle, eres mi esposa, y sé que no es algo que considerarías por simple gusto, sé que tuviste que haber tenido razones muy fuertes que te sobrepasaban. Lo entiendo. Y me alegro de que hayas decidido tenerle aunque debes saber que también habría entendido si no.

- Gracias Thomas. - Se me escapa un sollozo. Uno que en realidad se escapa por el sentimiento intenso y la satisfacción de liberarte de la culpa.

- No, no digas nada, está bien. - Dice con ternura. - Ahora hay que vivir este momento, aspirar por el futuro sin pensar en él realmente, hay que crecer, superar y luchar. Lo haremos juntos. - Limpia mis mejillas con delicadeza y le muestro una sonrisa que él regresa.

- Quiero que sepas que me siento afortunada de ser tu esposa  y que no te decepcionaré.

- Lo sé. - Sonríe.

Aquellos minutos fueron los mejores desde hace meses. Hablamos por horas, nos pusimos al día, hablamos de cosas sin importancia y otras más importantes.

Thomas simboliza mi lugar seguro, mi familia, mi persona, mi otra mitad.

Por el resto del día no cambió el humor, en la tarde vinieron los niños y estuvimos juntos hasta que regresamos a casa. Aquel día fue un buen día y desde allí no volví a llorar antes de dormir, ahora pensaba en Thomas y sonreía.

Los días pasaron rápidamente, uno tras otro, en rutina, en el cuarto de hospital. Cuando cumplí 20 semanas acompañaba a Thomas a su terapia cuando algo mágico pasó.

- Muy bien, ponte de pie, apóyate de mi. - Le dice Tay, la fisioterapeuta, ayudándolo a pararse de la silla de ruedas.

Aquello lo hace diario pero solo en terapia y para pasarse de la silla a la camilla o al sillón. Una vez lo hizo para darme un beso.

Él suelta un quejido concentrado y se pone de pie, luego se sostiene de las barandillas a cada lado.

- Haremos el mismo ejercicio de esta semana. Tú sabes cuál es. - Agrega Tay con amabilidad.

Debo admirarla por su paciencia, Thomas es bastante terco e impaciente, ella ha sabido manejarlo y es realmente amable y comprensiva. Diría que sobrepasa los 50 años y por lo mismo tiene experiencia en tratar personas.

Él ejercicio consta de pasar el peso de una pierna a otra a la vez que se intercala las manos con las que se sostiene, él ahora lo domina.

Lo miro desde el sillón frente a él, al verme guiña un ojo, le respondo con una sonrisa.

Mi trabajo aquí es sonreírle, darle un poco de apoyo moral y de vez en cuando robarle un beso mientras Tay no nos ve. Todo por su salud, claramente.

Le doy un mordisco a la barrita de cereal en mi mano mientras sigo admirando a mi esposo.

He llegado a la mitad de mi embarazo y a este punto mi energía es nula. Todo el tiempo libre que tengo lo dispongo en dormir y cuando estoy haciendo otras cosas estoy pensando en dormir o ir al baño. Se hace mucho más complicado ocultarlo ya que dispongo de un tamaño considerable, lo único es que no queremos que los medios se enteren.

La semana pasada tuve que hablar de nuevo en público para actualizar el estado de Thomas ya que se había hecho público que despertó, esto a petición de Thomas. Ese día tuve que usar una gabardina y esconderme tras el atril mientras hablaba.

La razón por la que queremos mantener secreto el embarazo es para evitar que me sigan más de lo que ya lo hacen, o intenten sobornar personas cercanas por información. Cosa que ya hicieron con un enfermero del piso de Thomas, intentó vender información a la prensa pero por suerte un compañero lo delató.

Thomas le susurra algo a Tay, ella lo mira un poco dudosa pero luego asiente y se hace junto a él extendiendo sus brazos por en frente y detrás, tan solo lista por si puede caer.

Thomas me mira y luego a sus pies. Suelta una mano y cuando pienso que la va a turnar suelta la otra. Dejo de masticar mientras lo miro con emoción.

Se mantiene de pie por si solo al menos un minuto hasta que con voluntad da dos pasos. ¡Dos pasos sin apoyo!.

Se deja caer en la silla de ruedas con una sonrisa, yo tiro la barrita y corro hacia él.

- ¡Lo hiciste!, ¡lo hiciste! - Tomo su cabeza entre mis manos. - Eres increíble... ¿cómo es eso posible? - Esto último se lo preguntó a Tay que nos mira con una sonrisa.

- Digamos que tiene una gran motivación. - Responde ella con ternura.

- Eso si, seguro. - Confirma Thomas.

Dejo un corto beso en sus labios, él hace una mueca. No le gustan las barritas de cereal, me causa gracia.

Pone una mano en mi vientre y yo tomo mejor postura para que pueda acariciarle. Lo hace todos los días, todo el tiempo.

- Tengo que poder llevarle en la carriola, de paseo y arrullarlo. - Dice mientras sube mi suéter para que sus manos se encuentren con la piel de mi panza.

- Y lo harás, a este paso eso es seguro. - Dice Tay con ese mismo tono dulce.

- Te veo más grande hoy, ¿no crees que...?. - Thomas empieza a hablar pero sus palabras se cortan por la misma razón por la que me sorprendo.

¿Pateó?

¿Acaba de patear?

Eso lo sentí, casi me lastimó un poco, solo un poco.

- ¡¿Lo sentiste?! - Pregunto como si ya no fuera obvio.

Últimamente he sentido apenas si un par de revoloteos que se asemejan más a una mala digestión, no se notaba por fuera, hasta hoy.

Esto fue una patada, definitivamente una patada y es la primera que siento.

- ¿Se acabó de mover?, ¿fue el bebé?. - Pregunta con una gran sonrisa sin quitar las manos de mi panza.

Tay hace un ruidito de emoción en el fondo.

- Supongo que si... y vaya, dolió un poco. 

No recordaba esa sensación.

- ¿Te dolió?

- Levemente, casi nada. Me sorprendió más bien.

Intento procesarlo cuando lo siento de nuevo, a un costado.

- ¡Aquí! - Thomas acomoda ambas manos en aquel punto.

Esto me conmueve. Se me eriza la piel y siento un nudo en la garganta.

Apoyo mi mano en mi panza junto a las de Thomas y se me escapa una lágrima.

- Increíble... - Susurro aterrada.

- Te está felicitando Thomas. Ahora ambos tuvieron un gran logro el día hoy. - Dice Tay con emoción.

Mis ojos se encuentran con los de él y le sonrío, suspira con ternura y besa mi panza.

¿Desde cuando es posible enamorarse todos los días de la misma persona?

¡Viernes de capítulo!

Oigan, hablando de eso, debo decirles algo que no les va a gustar (y a mi tampoco).

La cosa es que el siguiente viernes será el último, el último viernes de capítulo. El capítulo final. Al igual que "Choose me", "Hold me" concluirá con 50 capítulos.

He de decir que estoy orgullosa, y un poco nostálgica pero feliz de haber llegado hasta acá y de que ustedes hayan llegado hasta acá conmigo.

¿Qué esperan del último capítulo?, ¿tendremos final feliz?.

No habrá adelanto por obvias razones.

¡Besos!

Sophie Lenom

Continue Reading

You'll Also Like

186K 11.6K 41
Libro 1 de la saga "Amores que duelen" Limerence: significa estar enamorado de una persona, de forma involuntaria y caracterizado por un fuerte deseo...
1.9K 58 31
Una joven de Buenos Aires, de unos veinte años, cree que está lista para cambiar de vida; por eso, Camila Rodríguez decide conseguir un trabajo en la...
747K 38.2K 35
Melody Roberts es una chica muy sencilla, no es muy sociable y solo tiene una mejor amiga. Vive sola en un pequeño departamento, el cual debe de paga...
1.6M 113K 83
Becky tiene 23 años y una hija de 4 años que fue diagnosticada con leucemia, para salvar la vida de su hija ella decide vender su cuerpo en un club...