𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐄𝐈𝐆𝐇𝐓
𝙖 𝙢𝙞 𝙨𝙞𝙚𝙢𝙥𝙧𝙚 𝙢𝙚 𝙜𝙪𝙨𝙩𝙖𝙨
-Joder, Obi Wan - me queje, andando hacia una sala de entrenamiento junto con Anakin y mí maestro. Yo andaba cansada, pues no quería ir a entrenar - Se supone que estamos en una misión para proteger a Padme, ¿porque no nos tomamos el resto de la semana libre y no entrenamos?
Obi Wan negó con la cabeza, divertido.
-Lo siento, Layra, pero aunque estemos en una misión tenemos que entrenar.
Yo resoplé y eche la cabeza hacia atrás. Anakin se río ligeramente de mi y paso su brazo por mis hombros, acercándome a él para abrazarme ligeramente el resto del tiempo que andamos. Yo me sonrojé al instante, era raro tenerlo tan cerca, pues era tan alto y tan... no. Nada de eso debería estar pasando por mi mente en estos momentos.
Yo solo sonreí a través del sonrojo y llegamos a la sala de entrenamientos, donde Obi Wan nos dijo que practicaramos algunos pasos y movimientos básicos, y luego, nos dejó saliendo por la puerta.
-Y si... - comencé, pero Anakin me interrumpió -
-No, Layra, no vamos a escaquearnos del entrenamiento - dijo, cansado de que lo repitiera tanto -
Yo resoplé e incline la cabeza hacia atrás.
-¡Pero no es justo! - me queje - Estoy cansada, ¡y ademas este movimiento no me sale!
-Ven, yo te ayudo - Anakin se acercó a mí y de colocó detrás mía. Colocó sus manos en mi cintura y me acerco a el, tanto que sentía su aliento en mi nuca de lo alto que era. - Tienes que girarte así y colocar los brazos así - Apretó su agarre en mi cintura un poco, girandome en el proceso. Acto seguido movió mis brazos hacia arriba y me coloco el sable láser correctamente - Y ahora solo tienes que moverte hacia delante.
Ni que decir tiene que para este punto yo ya estaba roja como un tomate, y que cuando Anakin me dedico una sonrisa orgullosa al ver que lo estaba haciendo bien, casi me pongo a chillar de la emoción.
-¿Ves como si podías? - me dijo, sonriéndome -
-G-Gracias - le dije, y el asintió con la cabeza -
-No hay de que - subió los hombros y me dijo - Y ahora vamos a seguir antes de que Obi Wan venga y nos eche la bronca. O peor, nos mande a cuidar a los alumnos de Yoda, como la última vez.
Me reí al recordar eso. Anakin y yo nos pasamos dos semanas cuidando de los niños y acabamos agotados. De hecho, cuando acabamos, me eche una siesta de más de 4 horas.
Acabamos de entrenar y cada uno nos fuimos por un lado. El a buscar a Obi Wan, y yo a la habitación de Padme.
-Hol-
-Creo que me gusta Anakin - la interrumpí, cerrando los ojos con fuerza esperando su reacción -
Un chillido agudo resonó por toda la habitación. Padme corrió hacia mí y me abrazó con tanta fuerza que por un segundo temí por mi vida.
-¡Oh, por dios! - dijo emocionada - ¡Layra, eso es magnífico!
-No, no, Padme, no - dije, negando con la cabeza - Estoy incumpliendo el juramento de los jedi, no puedo tener sentimientos por nadie.
-¡Pero...! ¡Anakin...! ¿Y si...? - Padme se tropezó con sus propias palabras y puso una cara de frustración - ¿No hay excepciones? - yo negué con la cabeza - ¿Ni si quiera una chiquitita?
Yo volví a negar y suspiré.
-Estoy jodida - suspiré, con la cabeza en los sucesos del entrenamiento -
-No te comas la cabeza, Layra - dijo Padme, sentándose a la vez que yo en la cama y frotándome la espalda con la mano - Habrá alguna solución para que estéis juntos, o a lo mejor solo es una fase y estás confundida.
Negué con la cabeza - No, no. Anakin me atrae desde hace mucho, pero me acabo de dar cuenta de que estoy enamorada de él.
-Encontraremos la forma de hacerlo posible, Layra. Si eso es lo que quieres.
*******************************
Una vez en el transporte a Naboo, a punto de bajar, cogí mis maletas y me levanté de mi sitio.
-Anakin - oí que llamo Obi Wan a mí compañero - No hagas nada sin haberlo consultado antes conmigo o con el consejo
Anakin asintió - Si, maestro
Todos sabíamos que eso era mentira.
-Mi lady llegaré al fondo de este complot con presteza, muy pronto estará de vuelta - dijo Obi Wan con una sonrisa hacia Padme -
-Agradecere su rapidez, maestro Jedi - dijo ella -
-Ya es la hora - informó Anakin, empezando a bajarse del transporte -
-Lo sé - dijo Padme, y empezó a seguirle. Yo también iba a bajarme, pero Obi Wan me paro:
-Espera, Layra - yo me puse frente a él - Evita que haga algo estúpido, por favor. Sé que eres más responsable que el, y también sé que te hará caso.
Asentí con la cabeza - Por supuesto, maestro
Me dispuse a bajar de nuevo, y esta vez, Obi Wan dijo en alto.
-Anakin, Layra, que la fuerza os acompañe
-Que la fuerza te acompañe, maestro - dijimos los dos a la vez y ahora sí, emprendimos diestro viaje a pie hasta la siguiente nave con Padme -
-De repente siento miedo - dijo Padme, mirando al frente -
-Yo también, es nuestra primera misión en solitario - dije yo, mirando a Anakin -
-No te preocupes, tenemos a R2 - dijo Anakin, y todos reímos -
En la nave grande de camino a Naboo, Padme se fue a su habitación a descansar, mientras que Anakin y yo bajamos al restaurante a comer. R2D2 nos trajo más agua, así que yo le sonreí:
-Gracias, R2 - dije - Ahora que lo pienso... Va a ser duro haber consagrado nuestra vida a los jedi, y ya no poder visitar un lugar que nos guste, o hacer lo que queramos...
-O estar con los seres amados... - termino Anakin por mi, mirándome directamente a los ojos -
-¿Se nos permite amar? Creí que lo teníamos terminantemente prohibido - dije, y seguí comiendo -
Anakin sonrió y miro al suelo, y luego, dijo mirándome a los ojos:
-El apego está... prohibido. La posesión está prohibida, la compasión, por contra, que para mí no sería si no el amor incondicional, es primordial en la vida de un jedi - explicó, dejándome embobada con sus labios cuando sonrió y dijo - Así que podría decirse que... Se nos alienta a amar.
-Venir a las misiones sin Obi Wan te pone algo cursi - le dije, sonriente - Pero me gustas así
-A mi siempre me gustas - dijo, y al instante mi expresión decayó a una de confusión total -
Estaba maravillada y confundida a partes iguales. Decidí cortar está conversación, por bonita que me pareciera, de la forma más rara posible.
-Eh, creo que deberíamos ir a ver a Padme, lleva más de 2 horas y media durmiendo - dije, levantándome de mi sitio -
-Como quieras, Layra - dijo el con una sonrisa burlona, levantándose de su sitio también -
Ande con Anakin hasta las habitaciones, y cuando él se fue, yo corrí hacia la habitación de Padme. Abrí la puerta con un golpe seco, despertando a mi amiga con un susto.
-¡Por dios, Layra! - dijo esta agitada - ¡Casi me da un paro cardíaco!
-Si, si, lo siento muchísimo - dije, cerrando la puerta detrás mía y sentándome en la cama de Padme - Tengo que contarte algo.
-¿Es sobre Anakin? - preguntó. Yo asentí - ¡Suéltalo!
Me reí ante la emoción de mi amiga.
-Estábamos comiendo y ha salido el tema de conversación del juramento de los jedi. Entonces le he dicho que tiene que ser duro no poder hacer las cosas que nos gusten, y me ha dicho; O estar con los seres amados...
-¡No! - la cara de Padme era un cuadro, estaba muy sorprendida - ¡Sigue, sigue!
-¡Y luego le he dicho que estaba muy cursi, pero que me gustaba, y el me ha contestado: Tu siempre me gustas!
Acabe esa frase con un pequeño chillido ahogado, al igual que Padme.
-Chica, le gustas, y mucho - dijo mi amiga emocionada, cogiendo mis manos -
-¿Es eso posible? Es decir... El es tan... Se toma tan enserio lo de ser jedi que dudo mucho que tenga sentimientos por mi - dije apenada -
-Te aseguro que si. Anakin nunca ha sido mucho de seguir las reglas de los jedi, ¿Verdad? Bueno... En algunas cosas si, pero nunca le suele hacer mucho caso a su maestro. Ni a nadie, de hecho. - dijo Padme - Asi que... si no hace caso en eso... ¿No puede haber una pequeña posibilidad de que se salte lo de los sentimientos también?
Quizá Padme tenía razón. Quizá Anakin sí que podía tener sentimientos por mi. Y sería la persona más feliz de la galaxia si eso pasase.