[Sam]
"Lo siento" es lo último que escuche, al recibir un golpe en mi nuca.
De ahí todo se volvió negro en mi panorama.
No sé que exactamente paso, lo que si me acuerdo es que Isabel y yo íbamos al refugio, saliendo nos encontramos con Laura, y que al estar las tres juntas, estamos por entrar, cuando de repente los guardias cayeron al suelo inconcientes, Isabel fue lanzada dentro. Yo recibí un golpe dejándome dormida.
Un leve movimiento en mi hombro me hace despertar, escucho voces murmurando.
—Ey, chica, despierta — abro los ojos lentamente, tengo que parpadear varias veces para poder abrirlos completamente.
Me sobresalto al ver qué hay muchas mujeres a mi alrededor. Comienzo a respirar con difícultad. Observo a mi alrededor. Estamos encerradas como un ¿Jaula?
—En.....en ¿Dónde estoy?— le pregunto a la chica pelinegra que me despertó.
—Estamos como en una prisión— me responde negando. —Nos secuestraron. Aquí solamente estamos puras humanas— me explica señalando. —Cada una fuimos raptadas por día y por lo visto eres la nueva,
De ayer, a lo mejor hoy traen otra. — se cruza de brazos mientras frunce el ceño.
—¡¿Que!? No, no, no— me incorporo rápidamente para comenzar a ver qué si. Estamos rodeadas de barrotes. Me pasó las manos por mi rostro. —Hay no— me lamento. Quiero llorar.
Una mano en mi hombro me sobre salta .
—Oye, tranquila. Se cómo sientes, pero debemos de guardar la calma si queremos salir — me recomienda la misma chica. —Ven, te presentare a las demás. Por cierto mi nombre es Paty — me extiende su mano. —Un mal momento para conocernos. —
—El mío es Samantha — me abrazo a mi misma.
—Ven conmigo — la sigo, nos reunimos con una chicas.
Casi se me salen los ojos al ver a una chica sentada, pero lo que me llamó más la atención fue ver su enorme panza crecida. A su alrededor hay muchas chicas más
Lo que noto es que son jóvenes no hay mujeres mayores.
—¿Cómo te sientes Yazmín?— le pregunta Paty, la chica llamada Yaz se levanta para sonreír.
—Bien, me duelen un poco la espalda, creo que necesito caminar— le dice haciendo una mueca.
—Si quieres puedo.....— se escucha el grito de una chica. Y efectivamente es una chica que estaba llorando queriendo salir. —Esperen, iré a ver— Paty corre para poder ayudarla para calmarla.
—Al parecer Patricia tiene más valentía que el resto— opino.
—Confirmo, ella nos a estado ayudando con no enloquecer encerradas en este lugar— dice mientras se acaricia su enorme panza.
—Eres una Luna de un Alpha, verdad— con cuidado se vuelve a sentar.
—Del Alpha de la manada Luna azul.— sus palabras las dice con orgullo. — Tengo 3 meses—
—Oh, eso es poco para tener ese tamaño— la señaló. Ella se ríe negando.
—Los embarazos de lobos solo son 6 meses, no como los humanos que solo son 9 meses.—
—Eso quiere decir que tienes la mitad de tu embarazo—
—De hecho, se lo que es, está muy bien formado, los 3 está para decir su sexo— baja la mirada para pasar su mano. —Es un niño—
—Oh que bonito. Que fea sea la situación en la que nos conocemos, pero, felicidades—
—Tengo la esperanza que puedamos salir vivas.— traga duro. —Para que Kevin pueda conocer a su hijo. Debe de estar enloqueciendo buscándonos. —
Y como si mi cerebro hiciera corto circuito, me acuerdo.
—Ethan— susurro horrizada en solo pensar como estará. Mi lobito.
—Bueno, todos los Alfas estarán como locos buscándonos a nosotras—
Asiento con la mente perdida.
—¿Cómo fue que llegaste acá?— pregunté de repente.
—Hmmm, Kevin había salido, yo estaba en la habitación, dormida y me desperté al sentir una mano en mi boca con un pañuelo y más tarde, desperté aquí.—
—A nosotros nos atacaron y fue solo para secuestrarme, solo pido que no haya heridos o peor— niego con miedo.
—Y crees que tú.....— se calla al escuchar un ruido. —Alguien viene— la miro extrañada.
Las demás se hacen bola para ver quién ha llegado. Unas pisadas se oyen.
—Ire a ver— le dejo dicho a Jaz.
En silencio me acerco para ver quién es. Escucho la voz de Paty como si le estuviera reclamando.
—..........¡Cómo pudiste hacer esto! Eres una escoria, debería de darte vergüenza— alcanzo escuchar.
—Nunca estuve de acuerdo con esto.— casi me da algo al reconocer su voz.
A paso rápido me hago llegar quitando a unas a mi paso. Al llegar, me detengo frente a ella. Que da un paso atrás.
—Laura— murmuro con voz débil. Tengo que parpadear para ver si lo que mis ojos ven sea real. —Acaso tu.....—
—¿La conoces Sam?— pregunta Paty sorprendida.
—Lo siento Sam, lo siento tanto. —niega apretando los labios. —Esto lo está haciendo mi hermano—
—¡Pero tú lo estás ayudando!— le gritó sobresaltandola .
—¡Yo nunca quise esto! ¡El enloqueció! Por culpa de nuestro progenitor— niega mientras lágrimas salen de sus ojos. —El era un Alfa, que le tocó como Luna a una Humana, no una loba como tanto quería. Causandole un verdadero infierno— escupe las palabras. —Fue un Maldito desgraciado, ¡La maltrataba! La golpeaba, insultaba, gritaba. Nunca la quizo mi la amo. Cómo a nosotros, eso hizo que mi hermano creciera con odio.— levanta la mirada. —Tuvo que asesinarlo. Para que dejara a mamá, pero fue demasiado tarde. La había matado a golpes— cuando me quiero dar cuenta, estoy llorando a mares.
—Pero eso no justifica lo que está haciendo, nosotras no tenemos la culpa.— dice Paty con la voz rota. A todas nos llegó la historia, muy dolorosa.
No me puedo ni imaginar lo que pasaron, mucho dolor y sufrimiento. Por culpa de su padre.
—Lo mismo pienso, pero el no me escucha, está cegado por el odio. No es él—
—¿A quien en especial culpa tu hermano?—
—A la Diosa Luna—
—Tiene planeado asesinar a las Lunas—
—Para que la Diosa Luna no bajé— susurra. Pero niega. —El motivo que estoy aquí es para otra cosa—
—¿Para. Que?—
—Las dejaré libré— dice dejandome muda. — Ya no quiero seguir con esto, ustedes no merecen esto.— de su bolsillo saca una llave.— Con esto podrán salir, eso sí, háganlo cuando salga. Distraere los guardias, solo escapen sin mirara atrás.— me la entrega.
—¿Cuál es el truco?— Paty no confía.
—Ninguno, solo quiero acabar con esto.—. Garantiza Laura.
—Pero, ¿Y las Lunas que son lobas?— pregunta una chica desconocida.
—Ellas no les pasará nada, no se ofendan pero ellas tienen más posibilidades de salir ya que tiene un poder.— responde apenada. —Como sea, como esperen que casi sea de noche, cuando salgan que sea por detrás ahí estará una puerta abierta para ustedes— suelta un suspiro. —Sam, lo siento, jamás debí hacer esto, rompí tu confianza, y un favor, le podrías decir a Isabel y Alan que para ellos son mis amigos, aunque me odien, yo siempre los querré, así como a Marissa, Nath y Kath, a ti, para mí su amistad fue real y sincera. — se le escapa un sollozo. —Que todo vaya bien— comienza alejarse y salir.
Me quedo en silencio, mirando la llave en mi mano. Cierro los ojos para poder pensar.
—Ten Patricia, tu sabrás cómo guiarnos— se la entrego.
—¿Confías en ella?—
—Es nuestra única opción para salir, ¿no crees? Además no tenemos más métodos para huir—
—En eso tienes razón.— se encoge de hombros. Guarda la llave. —Muy bien, vengan chicas, este va hacer el plan— se comienza acerca para escuchar como salir.
Solo pido que salga bien nuestra fuga.
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Medio le calculamos viendo por una ventanilla que tenemos que es tarde, las chicas estamos listas para huir.
Patricia está viendo que no haya guardias, junto con dos chicas más.
—Despejado— susurra con una sonrisa. Saca la llave para abrir la puerta.
Se escucha un click y se abre, respiramos con más calma. Salimos con cuidado, yo con unas chicas vigilamos la puerta, tapándole con algo que encontramos. En lo que ella abre las demás rejas.
—Con esto es suficiente — les aviso.
Corremos con las demás, vemos que están todas ya fuera.
—Por acá— seguimos a Paty, corriendo por el horrible pasillo. Esto parecen catacumbas.
Por la poca claridad, nos guiamos, nos topamos con un puerta, con sumo cuidado la abrimos, dejando ver la salida, casi lloramos de Felicidad.
—¡Se escapan!— vemos con horror que los desgraciados pudieron derrumbar la traba.
—¡Corran!— les grito.
Comenzamos a correr por nuestras vidas. Más antes cerramos la puerta, y nos vamos directo al bosque.
Casi voy al último, al sentir un pequeño dolor en mi tobillo, las demás corren con rapidez. Por tropezar con una raíz.
Y como la mala suerte que tengo y por cada Rogers que me atrapa, uno me logra atrapar.
—Hay— me quejo.
Cuando veo que unas me logran ver, y veo sus intenciones les susurro un "váyanse"
—Oh miren lo que pudimos atrapar — dice un tipo.
Pero algo me hace dormir y caer dormida. Logrando escuchar que tiene otras tres más. No puede ser.
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—Ah— me despierto al sentir agua en mi rostro. Toso para poder respirar.
—Despertaste— me limpio el rostro, para poder ver al desgraciado que me tienen encerrada.
—¿Que?— escupo. El infeliz de rie negando. Por su apariencia es un Vampiro.
—Por tu bien, más te vale decirme la verdad, de como pidieron escapar — camina a mi alrededor.
—No te tengo miedo— lo desafío.
Este se ríe más fuerte . Para en un rápido moviendo me jale de mi cabello.
—Chula, empieza hablar o morirás — me amenaza mientras me aprieta mi cuero cabelludo.
—Muerete— le escupo.
Con elegancia este se ríe secamente, soltandome un bofetada. Rayos eso dolió. Puedo sentir que le rompió le labio. Un hilo de sangre siento.
—Yo, no creo. Pero tú si.— me provoca asco al sentir el tacto de su lengua por mi barbilla.
—¡Sueltame!— trato de safarme pero no logró nada.
—Mmmm, que rica sangre— suspira. —Quiero más—
—¡No! Espera— le pido pero un grito me hace voltear.
—¡Nooooo! ¡Auxilio!— es la voz de una chica.
—¿Escuchas eso? Es lo mismo que te pasará— niego con miedo. —No creo que a mí líder se enoje por beber sangre. — hace un lado de cabello y tener acceso a mi cuello.
—¡ARG!— cierro los ojos al sentir su lengua en mi cuello.
—Asco, hueles a perro mojado— en un fuerte movimiento me tira al suelo.
—Ah— cuando me quiero levantar, recibo una patada en mi estómago.
—La fiesta apenas inicia— me levanta al aire para soltarme contra la pared. Lo escucho reír a carcajadas.
Recibo golpe tras golpe. Casi estoy por caer inconciente.
—Despierta, aún no se acaba esto— me da palmaditas en mi mejilla. —Suficiente—
Me duele, mi cuerpo, todo. No puedo soportar esto. Me cuesta respirar, casi no puedo abrir un ojo. Por mi naríz me baja sangre, en mi boca, debo de tener varios moretones en el cuerpo.
—Ssshhh— sollozo cuando acerca su boca a mi cuello. —Solo arde un poco— grito cuando sus colmillos entran en mi piel.
—Ahhh, no— puedo sentir como chupa mi sangre.
No, porfavor, aún no quiero morir.
Los párpados se me cierran al no sentir nada.
—Ethan— lo quiero volver a ver. Mi Lobito. —Demon— pierdo la fuerza en mi cuerpo.
Quiero volver a verlos a todos.
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—He muerto— me pregunto a mi misma.
Todo esto esta completamente blanco. Cómo una hoja de libreta para dibujar.
—Holaaa— hablo.
En mi cuerpo ya no tengo nada de marcas que creí que tenía. Ya no me duele, ¡Me encuentro mejor!
Tengo un largo camisón blanco puesto. Descalza con mi cabello suelto.
—¡Hay alguien aquí!— grito más fuerte.
Creo que si muerto.
Sigo recorriendo el lugar desconocido, para poder encontrar a alguien.
Casi me desespero la ver solo color blanco.
—¡Eyyyy!— nada.
Casi estaba por lloriquear, pero me detuve al ver algo. Apresurada camine para llegar.
Por poco me caigo de bruces al verla.
A un Mujer, que está de espaldas, lo que llama la atención es su cabello brillante.
—¿Hola?— hablo y la mujer se da la vuelta.
Doy un paso atrás al verla.
—Hola, Samantha— sonríe ampliamente.
La mujer es alta, tiene un bonito vestido color blanco, si, pegado que queda a su figura, sus ojos con oscuros completamente. Su cabello es color azul claro agua, brillante.
—Ah, hola, ¿Quién eres?— pregunto un poco perdida.
—Bueno, diciendo así, tengo muchos nombres interesantes, pero el más común es Luna—
Casi Se me salen los ojos al verla. ¡Es ella!
—¡La Diosa luna!— exclamé señalandola.
Ser ríe divertida.
—Es un honor conocerte Samantha—
—Lo mismo digo, pero, ¿Que hago aquí?—
—Oh cierto, es que mira. Estás por acá porque fácil, te necesito, bueno a tu cuerpo—
—¿A mí cuerpo?— di un pequeño salto.
—Si, mira, se suponía que debía llegar mañana pero lo haré antes por la situación, y necesito de tu ayuda.—
—O sea que ......—
—Voy a reencarnar en ti.—
—Eso quiere decir que no he muerto—
—No Sam, no. Solo lo necesito para poder, poner en orden a mi gente. —
—¿Que pasará conmigo?—
—Nada malo, tu solo caerás en un sueño profundo, pero nada grave, te prometo que no tardaré, estarás de regreso con tu Mate, todo volverá a la normalidad—
—Si me necesita, la ayudaré, contad de ver a mi lobito y a mi familia— le digo dispuesta.
—Y lo harás, así que, ¡Es ahora de volver!— chasquea la dedos y todo se vuelve negro.
Nadie creería que su Diosa Luna regresará antes de lo previsto y en el cuerpo de una humana.