[Sam]
Son exactamente las 12 de la noche, camino por los pasillos oscuros y solos de la mansión, la pregunta es , ¿Que hago despierta a esta hora? Fácil, me desperté de repente al sentir que estaba sola, efectivamente, no estaba Ethan, lo comencé a buscar por los lugares que siempre está, pero nada. Y justo cuando pase por la ventana que queda junto a nuestra habitación, lo vi, en fue forma lobuno.
Abro la puerta sin hacer mucho ruido, saludo a unos guardias que estan cuidando la entrada, supongo que si ni me preguntan nada es porque saben a dónde voy.
Rodeo la mansión, para poder acercarme a Demon, tengo una manta suficiente gruesa para que no tenga frío.
Subo por unas escaleras, ya que mi Lobito se encuentra echado encima de la barda que rodea la manada. Se encuentra vigilando el bosque.
Al llegar observo que hay guardias también, desde aquí puedo ver qué estamos frente a nuestra habitación, oh entiendo.
—Demon— lo llamó, este se da la vuelta rápidamente.
Mueve su cola mientras se acerca a mi, sacando la lengua.
~¡Mi luna! ¿Que haces aquí? ¿No puedes dormir?~ quedando cerca de mi, baja su cabeza peluda para olfatearme.
Me río por las cosquillas que me provoca, le dejo un beso en su cabecita.
—Pues me di cuenta que a mí lado me hacía falta cierto Alfa, y no pude dormir sin él — le cuestiono cruzandome de brazos.
Demon baja las orejas y su cola, y hace un sonido como si estuviera llorando.
~Lo siento mi Luna, no quise hacerte sentir sola, es que no podía dormir, y decidí dar una pequeña vigilancia al rededor de la manada. Y que más mejor que hacerla frente a nuestra habitación, así podría verte a ti y ver qué nada malo pasará.~
—Solo por eso, te lo paso.— me tapo bien con mi mantita. —Ya que decidiste quedaré acá, yo también—
Demon ladea la cabeza, moviendo su cola, mientras me observa que me siento en el suelo.
~¡Pero mi luna! Hace frío, no quiero que te enfermes por mi culpa ~ se echa para quedar conmigo.
—Eso no pasará, mira — me acomodo aún lado de él, lo agarro como almohada, mientras que la manta que traje la ocupo para abajo. Agarró su cola para poder taparme. —¡Listo! Así no me podré enfermar. Incluso podré dormir mejor.— le digo mientras apoyo mi cabeza en su lomo.
~Bueno, entonces duerme Sam, que yo te cuidare mientras duermes~
Que bien quedamos, Demon está en el suelo conmigo, mientras yo me arropó con su cola enorme, es como mi fuera mi peluche gigante.
—Oye Demon, gracias por permitir que mis amigos se queden en la manada, mañana llegarán. — le susurro mientras tengo los ojos cerrados.
~No tienes nada que agradecer mi Luna. Recuerda que tú tambien mandas aquí, eres tan líder como yo.~
—Sabes, todavía no me acostumbro, que todos los habitantes me saluden como si fuera famosa— bromeo.
~¡Lo eres para mí! Y para ellos, eres muy importante Sam, no hace falta que pidas permiso para lo que quieras hacer~
—De todos modos, me gusta avisarte— murmuro, poco a poco siento el sueño se apodera de mi.
~Duerme mi Sam, que mañana va a ser un día largo~
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A la mañana siguiente, desperté en la habitación, Ethan se encargo en llevar en la madrugada,
Eso sí. No se salvó que lo obligue a desayunar, con esto que está pasando, casi no quiere comer y se estresa mucho.
Por eso me estoy encargando de llevarle el desayuno, la comida y otro que bocadillo, al despacho, donde se encuentran reunidos Aarón, Brad y Gabriel.
Otro punto importante es que en la noche, llegarán los habitantes de la manada Luna oscura. Para aumentar la seguridad.
Así como también llegarán mis amigos para quedarse unos días hayas que pase esto. Alan y Laura. Por qué comentaron que ellos no tienen manada más y tuve la idea de que se quedarán acá.
—En esta hoja tengo los deberes que tenemos que hacer chicas.— les comienzo a decir a Nath, Kath. Marissa está con Logan verificando que haya comida suficiente.
—¿Que nos toca a nosotras?—
—Cuando llegué Alan, te toca ir con el Nath, para asegurarse que los guardias estén bien alimentados y hidratados.— le comento lo que le tocará. —Kath tu con Isabel, ayudaran a Caliss para lo que necesiten para crear el hechizo de protección para la manada.— la señaló y la susodicha, aparece.
—¡Chicaaas! He llegado, ¿Y los demás?— pregunta buscándolos con la mirada.
—No tardan en llegar— le respondo mordiendo el lápiz. —Laura y yo iremos a ver qué no falta nada en el refugio.— Termino de decir lo que nos toca.
Para no sentirme inútil, le pedí a mi Lobito que me diera algo que hacer, y me dio esta hoja con varias tareas.
—¡Aaahh! ¡Ya llegaron! — grita Isabel agitando la mano y dando brincos.
Efectivamente, la camioneta que mando Ethan para ellos viene llegando. Alan vendrá solo con su hermana mayor, es su única familia, y Laura con su abuela. Por lo que tengo entendido sus padres de ambos murieron. No pregunté más, para no incomodar
De la camioneta se bajan las cuatro personas, un poco perdidas. Ellos al verme sonríen.
—¡Ey chicas! — corre Alan hacia nosotras. Laura lo sigue caminando en silencio. —Pero que ......—se calla al terminar en el suelo boca abajo. Laura se apresura en levantarlo. Su hermana solo niega avergonzada.
—Es un gusto verte Alan— lo ayudo a sacudirse en polvo.
—Lo mismo Sam— se acomoda su lentes. — ¡Hay gracias! Por dejarnos quedar en tu pueblo amiga — me chilla contento. —Es un honor Sam— hace un reverencia chistosa.
—No hay de que, para eso estamos los amigos.— Laura nos salida tímidamente. —Los guardias se encargarán de guiar a sus familiares en donde se podrán quedar— les comunico.
La Mujer y la señora se acercan.
—Luna, le agradezco que me permitirnos a quedarnos en su pueblo —
—Estaremos eternamente agradecidas con usted señorita —
—No hay nada que agradecer, lo hice con muchos gusto. Por favor adelante, ellos las guiarán —
Asienten para irse con los guardias.
—Es hora de ponernos en marcha.— cada una agarra a su pareja. Para ir haber lo que les dije.
Laura da un saltito sorprendida.
—¿Que me toca?— pregunta temerosa. Le sonrió para calmarla.
—A nosotras nos toca que nada falte en los refugios. Vamos Laura — me sigue un poco penosa.
—Y que es lo que tenemos que hacer —
—Primero que en el refugio no falte nada, lo que es comida, agua y mantas. También que este en buen estado y no tenga nada fuera de su lugar.—
Caminos para enseñarle el lugar secreto en el que está.
Ethan me comento que los refugios tiene que estar en un lugar seguro y secreto para que los malos no encuentren a los más indefensos.
—Es por aquí — le enseñó.
—¿Esta oculto?— pregunta sorprendida.
—Si, Ethan dijo que los Alfas guardan bien a los habitantes más indefensos, como las mujeres, niños, y ancianos. —
—Hmm— pronuncia.
Un guardia me da paso para entrar, nos abre la puerta, y al abrirla nos topamos con una larga escaleras .
Bajamos y enciendo la luz, no es la primera vez que estoy aquí, mi lobito ya me había traído, para mostrar como era.
—Es enorme— murmura.
—Y muy bien protegido— agrego.
Comenzamos hacer lo que nos toca. Yo comencé a revisar que nada faltará mientras que Laura apuntará lo que le iba diciendo.
Solo falta botellas de aguas y más mantas.
Nos la pasamos 2 horas ya que el lugar está muy grande y nos cuesta un poco.
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Al anocher como había dicho Ethan, los habitantes de Gabriel llegaron eso de las 7, poco a poco nuestro pueblo se lleno de más seres mágicos.
En una tarima estamos frente a ellos. Gabriel con Isabel. Y Ethan conmigo.
—Como Alfa de la manada Yellow Forest les doy la bienvenida— aplausos y silbidos se escuchan. Tengo su brazo rodeando mi cintura con tan solo este gesto me hace sentir muy segura.
—Yo como Alfa de la manada Luna oscura, te agradezco Ethan, por dejándose quedar— se dan un pequeño abrazo.
Isabel dando brincos me abraza sonríendo. Los aplausos se escuchan más fuertes.
Terminando, nos vamos a nuestro respectivos hogares.
Nos despedimos de ellos y nos fuimos a la mansión.
En la habitación nos encontramos, usando la ropa de dormir. Yo uso mi blusa de tirantes y mi shorts. El solo tiene un pantalón de tela sin camisa.
Esta acostado, con un brazo debajo de su cabeza y la mirada perdida.
Apagó la luz para acostarme a su lado.
—¿Estresado?— pregunto.
—Un poco— responde haciendo una mueca.
Sonrió con picardía, me posiciono encima de él. A lo que rápidamente se expresión cambia.
—He.....— le doy beso lento pero picoso en sus labios.
—Planeo distraerte— le susurro con voz seductora.
Lo veo tragar saliva mientras se remueve nervioso. Y en un abrir de ojos , me dejó quitado la blusa, como no tengo sujetador quedó desnuda de la cintura para arriba.
—Sam— abre sus ojos sorprendido, sonrió más al sentir algo debajo de mi, un bulto.
—Ssshhh no hables solo disfruta— dejo varios besos por su pecho.
Sus manos acarician mi espalda desnuda, sin perder mas tiempo, lo beso para que reaccione.
Sonríe entre los besos.
—Ahora ya no estoy estresado, si no, excitado— me deja debajo de él, para empezar a repartir besos húmedos por mi abdomen. —Esta noche no pienso dejar de besarte y acariciarte cada parte de tu bello cuerpo mi luna— con delicadeza separa mis piernas para colocarse entre ellas. Nos besamos con mucha pasión un deseo.
Cierro los ojos disfrutando de el. Esta es una muy buena estrategia para distraerte.
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Nota:
Recuerda últimos capítulos.