POV. Camila
Hace un par de horas uno de los guarda espaldas me dijo que Lauren está junto a Leni en este momento, entiendo perfectamente que mi novia necesite estar con su pequeña, los próximos meses serán cruciales para la recuperación de Leni, por ello decidí aligerar la carga de Lauren. Le mandé un mensaje a Lisa pidiéndole el número de Gina, ella es la persona ideal para ayudarme con esto.
Escucho dos toques en la puerta de la habitación que Lauren y yo estuvimos utilizando por la noche, el guardia anuncia a la asistente de mi novia, para después abrir la puerta y dejarla pasar.
—Buenos días señorita Cabello.—
Le sonrió para después ponerme de pie y darle la mano.
—Hola Gina, buenos días.— le hago un gesto con la mano para que tome asiento en las sillas que se encuentran en la habitación. —Por favor llámame Camila.—
Ella sonríe y asiente.
—Muy bien Camila, dime en qué puedo ayudarte.—
Tomo asiento frente a ella para comenzar a hablar.
—Se que en estos momentos debes de estar muy ocupada, Lauren me dijo que estarías apoyando a Logan y a Jack a manejar la naviera al igual que la empresa.—
—Asi es, ya estoy coordinando a todos para que puedan hacer mejor que nunca su trabajo y no tengamos que molestar a la señora Jauregui.—
Asiento con la cabeza.
—Me alegra que los tenga, ustedes son un gran apoyo para ella en estos momentos, pero me temo que te contacte para pedirte ayuda con algo muy importante.—
—Dime en qué puedo ayudarte.—
La duda está reflejada en su rostro, pero no deja de ponerme atención.
—Lauren y yo platicamos, llegamos a la conclusión de que Leni necesita un lugar lejos del estrés de los últimos días, el ataque a su casa no es un buen recordatorio para que mi estrellita se recupere de la mejor manera, así que Lauren, Leni, Benjamín y Carlota se van a mudar a mi casa, por lo tanto necesitamos un equipo de mudanza y algo de remodelación en una de las habitaciones para que sea la de Leni.—
—De acuerdo, creo que entiendo perfectamente y podré hacerme cargo si me das acceso a tu casa, lo resolveré lo más pronto posible.—
Le sonrió y asiento.
—De hecho Carlota ya está ahí junto a Benji, solo es necesario trasladar las cosas de Lauren y modificar la habitación para Leni, además me gustaría que utilizarán el estudio de la planta baja para colocar la oficina de Lauren, que aunque estoy segura de que no se va a querer despegar de Leni, ella aún estará al pendiente de la empresa y que mejor que tenga un lugar adecuando para hacerlo.—
—Perfecto, entonces me encargaré ya mismo de ello.—
Veo como saca su teléfono y de manera sorprendente comienza a mover sus dedos muy rápido mandando algún mensaje.
—Te voy a dar mi tarjeta de crédito, para que puedas hacer todo.—
Ella comienza a negar.
—No será necesario Camila, la señora Jauregui me tiene asignada una tarjeta para todo tipo de gastos personales que ella pueda necesitar, además solo pediré que la diseñadora de interiores de la firma de arquitectos de la señorita Jennie vaya a tu casa, para ver lo que será necesario para la comodidad de Leni y como está estructurado el estudio para la oficina de la señora Jauregui.— ve mi cara de sorpresa y sonríe —No te preocupes, no se van hacer modificaciones estructurales, solo se checara la gama de colores y estilo para las dos habitaciones.—
Ahora soy yo la que sonríe.
—No me preocupa o molestaría que derriben o cambien cosas, solo me sorprende la forma tan eficiente que haces las cosas.—
Ella niega, pero aún sonríe.
—Eso es porque Lauren hace que las cosas sean fáciles, el dinero ayuda mucho a qué así sea y honestamente ella no escatima en gastos cuando se trata de Leni.—
Pasamos media hora platicando sobre la logística de la mudanza e igual le pedí que su diseñadora viera mi armario para adecuarlo y que Lauren tenga todo el espacio que necesita.
El mismo guardia que anuncio a Gina vuelve a tocar la puerta para después entrar un poco.
—Disculpen que las interrumpa, pero me informo el agente Barton que la señorita Jauregui ya despierto.—
De inmediato las dos nos ponemos de pie y comenzamos a caminar a la salida.
—¡Eso es genial! Muchas gracias, ¿Puedes llevarnos con ella?—
—Me dijeron que por el momento las visitas están restringidas ya que aún necesita descansar.—
Al no poder ir a ver a Leni, Gina se despide y promete hacerse cargo de todo, además de mantenerme al tanto de cualquier cosa.
Me quedo en la misma habitación esperando el momento para ver a Leni o hablar con Lauren.
POV. Lauren
Leni poco a poco fue abriendo sus ojos, al principio parecía perdida y se queja a mucho. Llame de inmediato a la enfermera a cargo para pedirle su apoyo.
Leni se retorcía un poco y de sus labios salían pequeños gemidos de dolor.
—Aquí estoy mi amor, tranquila.—
La enfermera llama a la doctora Yang para que puedan checar mucho mejor a mi bebé.
—Tranquila es normal que esté algo alterada, la anestesia puede ser algo difícil.—
La doctora Yang llega y después de un saludo rápido comienza a revisar las máquinas conectas a Leni, mientras dos enfermeras se encargan de sus signos vitales.
Mi pequeña comienza a estar un poco más consciente, abre sus ojitos y se ve algo perdida.
—Mami...—
Me coloco a los pies de su cama, para que pueda verme de frente.
—Aquí estoy mi amor, tranquila.— me inclino sobre la cama para acariciar uno de sus pies. —¿Cómo te sientes princesa?—
Leni hace un puchero y cierra sus ojitos.
—Me duele mi pancita.—
Volteo a ver a la doctora y asiente.
—Es por la anestesia, le pondremos un medicamento para calmar las náuseas y no vomité, pero si llega a pasar tampoco es algo malo, Leni seguirá recibiendo un cóctel especial para el dolor, antibiótico y algunos otros medicamentos más, puede que se vuelva a dormir en cualquier momento, pero estará bien.—
—Gracias doctora.—
—Las dejaré solas y estaré al pendiente de cualquier cosa.—
Una vez que la enfermera coloca todos los medicamentos sobre la canalización que tiene en su mano volvemos a estar solas, tomo su mano y su manita sostiene la mía.
—Me alegra verte mi amor.—
Beso su frente.
—Vi a mamá.— me congeló por un segundo para después verla a los ojos. —Me dio un besito y...— cierra y abre los ojos como si le costará trabajo mantenerse despierta. —y me dijo te amo.—
Una lágrima baja por mi mejilla, pero la limpio rápidamente.
—Recuerda que te dije que tú mamá ahora es tu angel guardián mi amor y siempre te va a cuidar.—
Comienzo a acariciar su cabello, sus ojos se cierran y poco a poco vuelve a quedarse dormida.
Gracias Emma, gracias por cuidarla aunque ya no estás aquí...
POV. Lisa
Mi día hasta ahora había sido excelente, me había despedido de mi prometida después de tener dos orgasmos y una taza de café, al llegar a la oficina Rosie me encerró en el cuarto de las fotocopiadoras para una sección de besos bastante intensos, además Lauren me mandó un mensaje diciendo que Leni había despertado. Todo había sido perfecto hasta ahora, justo cuando salí junto a Rosie para almorzar mi contacto en la oficina de la fiscalía me llama para decirme que Sandra maldita Bullock tiene de abogada a Annalise Keating.
Cuelgo el teléfono maldiciendo en el proceso y dejándolo caer en la mesa.
—Mierda.—
Cierro los ojos y dejó caer la cabeza hacia atrás.
—¿Que pasa Lili?—
—Sandra acaba de cambiar de abogado, el defensor de oficio dejo su caso para dejarlo en manos de Keating.—
—Mierda...—
—Es lo mismo que dije.—
—Si esa mujer se hace cargo, la fiscalía tendrá un problema.—
—¿Crees que sea muy tarde para volverme fiscal?—
No lo digo en broma, no pienso dejar que esa mujer se salga con la suya, después de todo el daño que le hizo a mi familia. Lauren termino herida, su ex esposa fue asesinada y mi sobrina termino en el hospital de emergencia.
—Es un cargo público cariño, no es tan simple como mover influencias o pedir favores.—
—¿Podemos volver a la oficina?—
Le pregunto de la nada, ya que mi cerebro comenzó a planear que hacer con todo esto.
—Claro mi amor.—
Pedimos la cuenta para después regresar, en todo el camino fui armando cada paso.
Al llegar a nuestro piso, me despido de Rosie con un abrazo para después ir a mi oficina y comenzar a trabajar.
Al estar sola tomo el teléfono que siempre mantengo apagado y que afortunadamente no pude ser rastreado.
Dos tonos después el fiscal encargo del caso de Lauren responde.
—Hola querida, ¿Pasa algo?—
Lo entiendo de inmediato.
—Bien, se que no puedes hablar en este momento, pero ya me enteré que Keating es la defensa de Bullock.—
—Asi es cariño, tengo mucho trabajo y no creo llegar a cenar, ¿Los niños están bien?—
—Prepara todo, voy hacer que nuestra gente te entregué todo lo que tenemos y que investiguen mucho más, sabes que si ganas esto me encargaré de que llegues al puesto de tu jefe en el próximo cambio de estructura.—
—Que bueno cariño, me alegro mucho por Trevor y no te preocupes, le voy ayudar para que gane en el próximo torneo de fútbol, el será el siguiente goleador estrella.—
—Te haré llegar todo de forma discreta, tu solo encárgate.—
—De acuerdo cariño, yo también te amo, te veo en la noche.—
Cuelgo el teléfono para después apagarlo de nuevo.
Puedo parecer paranoica, pero no pienso dejar ningún clavo suelto en todo esto.
Reúno todo lo que tenemos para colocarlo en una memoria usb, en la agencia de seguridad de Lauren están buscando cualquier cosa de los vídeos de seguridad de las calles cerca de la casa de Sandra para relacionarla con el maldito sicario y con Alejandro Cabello, pienso atarla de manos y aunque no pueda verme cara a cara con ella en el juicio, quiero que sienta mi presencia y que sepa que está completamente perdida.
Rosie y otros dos abogados se están haciendo cargo de la demanda de Camila en contra de su padre, por ahora no me voy a meter mucho en ello, el desfalco a la empresa es el menor de los problemas de Alejandro, pero aún así haremos que pase el resto de su vida en prisión.
Me sumerjo tanto en el trabajo que no me doy cuenta de nada más, hasta que el sonido de mi teléfono me saco de la burbuja en la que estaba.
—Señorita Manoban, la señora Annalise Keating está aquí.—
Que quiere esa mujer aquí.
—Puede pasar.—
La puerta se abre y la mujer entra en mi oficina, se ve segura de si misma, conecta su mirada con la mía para no apartarla un momento hasta que está casi llegando a mi escritorio, me pongo de pie para rodear la mesa y darle la mano.
—Señora Keating, que gusto es verla.—
Ella asiente igual de estoica que siempre.
—No vengo de visita social Manoban.—
Reprimo las ganas de poner los ojos en blanco, obvio que no viene a saludarme y que hablemos de los últimos chismes, mientras tomamos un poco de whisky.
—¿Entonces a qué debo el honor?—
Le indico que tome asiento mientras yo me dirijo a mi trono.
—Voy a en cargarme de la defensa de Sandra Bullock.—
No muestro ninguna señal de nada.
—Ya veo, bueno, espero que pierdas y tu cliente se pudra en el infierno.— suelto una pequeña risa —Ya en serio Annalise, dime qué haces aquí.—
—Solo viene a decirte eso.—
Cierro los ojos para después abrirlos mientras pongo cara de fastidio.
—Yo no estoy llevando el caso, ¿Porqué decirme esto?— vuelvo a sonreír. —Si crees que de alguna manera con esto logras algo contra mi, estás muy equivocada, después de varios años de estar esquivando el enfrentar a mi firma y sobre todo a mi, ahora vienes a decirme que vas a defender a Bullock, cuando el estado de New York está en su contra, es patético, la verdad es que esperaba algo más viendo de ti.— me acomodo mejor en la silla. —Durante años escuche historias de guerra de la gran Annalise Keating, de como podía ayudar hasta a la persona más culpable de todas, pero por alguna razón jamás te enfrentaste a mí, dejabas a tus clientes o no aceptabas el caso, te confiezo que después de un tiempo yo misma te recomendaba para vernos las caras frente al jurado, pero no, ese día jamás llegó.—
—Tu no me conoces, solo eres una niña rica con un buen apellido y las conexiones correctas, sin eso, no eres nada.—
Sonrió de lado para después pasar un dedo por mi barbilla.
—Soy muchas cosas querida y si, soy una niña rica con un buen apellido, y con excelentes conexiones; pero también soy inteligente, lista, audaz, brillante, muy atractiva y tú maldita peor pesadilla, podrás decir lo que quieras de mí y me importa un carajo lo que puedas pensar, porque yo no me rindo, no agachó la cabeza y jamás doy un paso para atrás, no me culpes por tu falta de confianza, en tú maldito temor de que una niña rica de buen apellido como yo, pueda patear tu culo, así es la vida querida... Es el ciclo de la vida, ahora sí no tienes nada importante que decir.— levanto un dedo. —Correción si no tienes nada que decir, que me importe puedes irte, mi tiempo literalmente vale oro.—
Le guiño un ojo, para dejar de prestarle atención y seguir con mi trabajo.
Solo escucho cuando cierra la puerta con más fuerza de la necesaria.
Niego con la cabeza y continuo con mi trabajo.
Comienzo a contar en mi cabeza.
10, 9, 8, 7, 6, 5, 4, 3, 2, 1...
Mi puerta se vuelve abrir, pero está vez es mi hermosa novia, se ve preocupada.
Cierra la puerta detrás de ella colocando el seguro.
—¿Estás bien?—
Sonrió.
—Ven aquí.—
Rosé se acerca hasta estar a mi lado, la jalo haciendo que se siente en mis piernas.
—¿Que te dijo esa mujer?—
—Que ella era la defensa del caso de Sandra, obviamente trata de probocarme y yo me divierti un poco.—
—Tu admirabas a Keating.— asiento para después besar su cuello. —Recuerdo que leíste sus libros, estudiaste sus casos y hasta en algún momento querías ser penalista como ella.—
—Nunca conozcas a tus ídolos cariño, te pueden decepcionar...—
—Tu eres mi hermosa idol y nunca me decepcionas.—
Lo dice justo antes de besarme y morder un poco mi labio inferior.
—Jamas hermosa.—
—¿Crees que Keating será un problema?—
—Sera una batalla interesante, pero admito que después de su segundo divorcio ella no volvió hacer la misma.—
—¿Cuando le pediste trabajo ya se había divorciado?—
—No aún no.—
Dejo un beso más en su cuello.
—¿Que te dijo esa vez? Recuerdo que llegaste casi llorando el día que tuviste tu entrevista con ella.—
—Dijo que era una niña mimada, hija de papi que jamás le serviría, porque yo no estaba acostumbrada a pelear por nada en la vida, que mejor me dedicará a encontrar a otro hijo de papi y ser la perfecta ama de casa.— Rosé pone una expresión de molestia en su perfecto rostro. —Lo que ella no sabía es que yo no quería a un hijo de papi, yo quería a otra hija de papi.—
Me río para después besarla y así cambie su humor.
—Ella no fue justa contigo.—
—Lo se, pero al final se lo agradecí porque después de eso me esforcé mucho más, ya no solo tenía el dinero o el apellido importante, tenía algo mucho mejor de mi lado, mi intelecto y eso mismo que ella ayudo a crear será lo que la haga perder.—
POV. Alejandro
Despierto y me siento totalmente atontado, quiero llevarme una mano a la cara, pero algo me lo impide, como puedo abro los ojos para ver qué estoy atado a la cama por un par de esposas.
Mierda, ¿Que carajos paso?
Volteo a todos lados hasta que algo llama mi atención, mi pierna... Mi pierna no está.
—¿Que mierda paso!— me comienza a faltar el aire mientras paso más rápido el tiempo. Una enferma entra y comienza a revisarme. —¡Dime qué carajos me hicieron! ¿Porque mierda no tengo mi pierna!—
—Señor Cabello, necesita calmarse o se va a lastimar.—
—¡Contéstame estúpida!—
Dos hombres entran a la habitación, se muestran bastante tranquilos, pero algo en su mirada me dice que no están de mi lado.
—Sera mejor que se calme, no tiene porqué tratar así a la señorita.—
—¡No me voy a calmar hasta que alguien me diga qué carajos paso con mi pierna!—
—Señor Cabello, baje la voz usted se encuentra en un hospital, no en un partido de fútbol.—
Una mujer muy atractiva se acerca, está bien vestida y tiene puesta una bata blanca.
—¿Quién es usted?—
—Soy la doctora Lana Woolridge Grant, jefa de este hospital.—
—Entonces dígame qué mierda paso con mi pierna.—
—Usted recibió dos disparos, uno en el costado y otro en la rodilla, afortunadamente la bala en su torso no toco ningún órgano vital, pero la lesión de su rodilla no fue posible repararla, la bala hizo un gran daño y tuvieron que amputarle la pierna para salvar su vida.— se acomoda mejor la bata y después me da una pequeña sonrisa. —Ahora tengo que déjalo con estos amables caballeros, su médico entrara una vez que los agentes terminen con usted.—
De forma elegante da medio giro, para después hacerle un gesto a los dos tipos y sale de la habitación.
Los dos idiotas resultan ser agentes del FBI.
—Bien señor Alejandro, como se puede dar cuenta usted está arrestado por el homicidio de la señora Emma Russell, intento de homicidio encuentra de la señora Lauren Jauregui, encubrimiento y portación de arma de fuego sin licencia, tiene derecho a llamar a un abogado, una vez que su médico autorice será trasladado a la prisión al área médica hasta que pueda ser puesto con la población general del reclusorio.—
—¡Yo soy la víctima aquí!—
—Tomaremos su declaración señor Cabello y el juez va a decidir que hacer a continuación—
Estoy muy jodido...
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Hola! Años sin sabes de ustedes jaja aunque solo fueron dos semanas!
Les dejo este capítulo, la verdad lo acabo de terminar y me estoy quedando dormida, por lo que puede tener más errores de los que normalmente tendría, me disculpo!
Cómo siempre, gracias por seguir aquí!
Love u!