Sábado 10 de febrero de 2024
Aeropuerto Adolfo Suárez. Madrid
No sé nada de Pau desde el domingo que me dejó en la puerta de mi casa. Le dije que en cuanto volviera de las Islas Mauricio subiría el comunicado y aquí paz y después gloria. Ni nos hemos llamado ni mandado ningún mensaje.
El partido contra el Barcelona, lo empató. Que le den por culo que se creía que lo iba a ganar.
Aunque sé que algo ha hecho Pau, porque de pronto a Miki le han bombardeado con mensajes de que su nueva canción no es suya. Intenté llamar al capullo de mi ex, para decirle que era un cabrón pero me ha bloqueado.
Pero esto no va a quedar así, lo juro como me llamo Verona Valdés que a este lo hundo.
Estoy en el aeropuerto en la sala Vip esperando para embarcar. De Satin van cerca de 20 personas y ahora mismo me siento de verdad una auténtica modelo porque todos son muy agradables y atentos conmigo. Estoy sentada leyendo una revista, cuando Susana, una de las estilistas se acerca a mi con una gran sonrisa.
- No me habías dicho que también venía tu novio al viaje Verona -me dice Susana m. Yo me quedo algo descolocada con lo que me dice porque no tengo ni idea de lo que habla
- ¿Mi novio?
- Hola cariño. Siento llegar tarde pero había atasco -siento los labios de Pau al instante besando los míos y pillándome desprevenida, algo que aprovecha él para meterme la lengua en la boca y enredarla con la mía. Termino el beso y lo miro furiosa
- No se preocupe señor Torres, le va a dar tiempo a embarcar -le dice Susana todo amabilidad con este descerebrado.
Casi ni puedo hablar con él y preguntarle que hace aquí, y de paso cagarme en su puta madre. Nos llaman para embarcar y Pau camina delante mía hablando con uno de los fotógrafos que al parecer conoce. Entramos en el avión y yo todavía no salgo de mi estupefacción. Susana le cede su asiento a Pau para que se siente conmigo y en cuanto nos sentamos le doy un puñetazo.
- Au. ¿Porqué me pegas? -me pregunta él quejándose del golpe en el hombro
- ¿Qué mierda haces aquí? -le pregunto en susurros pero muy cabreada
- Acompañarte mi amor
- Pero ¿tú no tienes que entrenar y jugar?
- Tenemos unos días de vacaciones por la semana de descanso
- Pues vete a descansar a otro sitio
- Prefiero estar contigo, amor de mi vida
Pau me mira con carita de inocente haciendo que mis nervios se enerven cada vez más.
- ¡Eres cada día más gilipollas! Pero mucho. ¿Porqué no puedes dejarme en paz? Déjame vivir joder
- Es que no puedo mi vida
- Mi vida. Tu puta madre Pau. Me tienes amargada, cada día contigo es una historia nueva y yo no puedo más...siem...
Pau me agarra de las mejillas y me atrae hacia él uniendo su boca con la mía. Es un beso tan lento y tan dulce que por instinto me agarro a su cintura respondiendo a su beso. Su lengua busca timidamente la mía y cuando la encuentra la acaricia muy despacio produciéndome un cosquilleo en todo mi cuerpo. Nuestras bocas se besan una y otra vez. Siento un estallido en mi boca con cada beso suyo porque la manera como me está besando, me hace desearlo aun más.
Siento cada parte de él. De sus manos en mi cuello. De su respiración en mis mejillas. De sus dedos rozando mi cuello. Del latido de su corazón junto al mío..
Nos separamos al escuchar a las azafatas dar las instrucciones aunque yo no me entero de una mierda. Miro a Pau y me pierdo en sus ojos mientras sus manos siguen acariciando mis mejillas.
- No te enfades Roni, pero, necesito estar contigo
- Pero ¿porqué? -le pregunto sin dejar de mirarlo, concentrada en sus dedos en mi barbilla
- Porque me gustas mucho, pensé que ya lo sabías
- Ay Pau. ¿Y porqué me cuesta tanto creerte?
- Porque no te fías de mi
- Es que no se si lo que sale de tu boca es verdad
- Roni, cuando se trata de ti, todo lo que te digo es verdad. Y eso te lo juro por mi madre
Miro a Pau y me muerdo los labios. Quiero creerle, de verdad que quiero. Pero el puto Pau Torres me vuelve loca, en todos los sentidos. Pongo mi cabeza en su pecho y dejo que me abrace.
- Por favor Pau, no me hagas sufrir en este viaje. Démonos una tregua
- Tú, yo, Islas Mauricio y una colección de bikinis en tu cuerpo...te doy lo que quieras nena, y lo que no quieras también...
Domingo 11 de febrero de 2024
Hotel Resort Minain. Islas Mauricio
Anoche llegamos al hotel casi a las doce de la noche. Nos dió tiempo a cenar algo ligero y a acostarnos temprano. La cabaña la comparto con Pau, como no, y es lo normal porque para el mundo es mi amado prometido.
Que por cierto, el sitio es una pasada, y la cabaña donde estamos, es espectacular. En cuanto llegamos me duché, me lavé los dientes y me acosté pasando tres kilos de él. En el avión no volvió a besarme pero aprovechaba cada ocasión, para rozarme o para rozarse él, y si que me encendió el muy cabrón. Creo que durmió a mi lado porque cuando me he despertado esta mañana el lado izquierdo de la cama está revuelto.
Me he puesto un vestido suelto de tirantes y me he recogido el pelo en una cola. Me he colocado las gafas de sol y voy hacia el comedor porque me muero de hambre. En cuanto llego a la zona de buffet, lo que veo me cabrea, más de lo que yo pensaba. Una chica rubia, que creo que es la encargada de vestuario, está sentada al lado de Pau y no deja de hacerle ojitos y de reirle las gracias mientras el puto Pau le devuelve la sonrisa. Lo odio aún más ahora mismo. Mucho decir que le gusto y luego bien que se pierde con cualquiera.
Camino hasta la mesa y Pau alza sus ojos mirándome, y si, me sonríe mientras la rubia me mira con cara de asco. Pero chiquita, este es mi prometido, bonita y le voy a comer la boca delante tuya.
- Buenos días cari... -no le doy tiempo ni a responder cuando mis labios atacan los suyos y le doy un beso de los que quitan la respiración. Esta vez soy yo la que le meto la lengua y la enredo con la suya una y otra vez. Me separo de Pau y él me mira con los ojos brillantes acariciando mi mejilla
- Buenos días mi vida. ¿Has dormido bien? -le preguntó con una fingida dulzura
- A tu lado siempre duermo bien preciosa mía
Vale si, me derrito ahora mismo. Porque me lo está diciendo mirándome con una cara que ahora mismo me lo comía a besos de nuevo.
- Verona, date prisa en desayunar que tenemos que bajar ya a la playa -me dice la rubia a la que ni miro porque estoy más pendiente de los dedos de Pau en mi mejilla y de su mirada que se clava en la mía
- Déjadla desayunar -le dice Pau sin apartar su mirada de mi, mientras lo veo mirarme de nuevo los labios- que yo sepa sin ella no hay reportaje ¿no? ¿qué quieres desayunar Roni? yo te lo traigo cariño
- Lo que tú quieras Pau, ya sabes lo que me gusta
- ¿Aparte de mi? -Pau me guiña un ojo y se levanta de su silla rozando mis labios antes de irse al buffete. Y yo creo que tengo que tener cara de tonta y todo
- Tu novio está como quiere -me dice la rubia mirando a Pau
- Si que lo está. ¿Y sabes? Es mi prometido, no es mi novio
- Tranquila que no te lo voy a quitar -me dice ella alzando sus manos y riéndose. Y a mi esa risa me parece muy tenebrosa
- Ni yo voy a dejar que me lo quites. Bueno, mejor desayuno fuera, que...como que la energía que hay aquí es...pues eso...
Me levanto de la silla y voy hacia Pau el cual viene hacia mi con un zumo de naranja en la mano y un croissant. Se lo quito bebiendo del zumo con mucha sed.
- Esa quiere algo contigo -le digo cogiendo el croissant dándole un bocado
- Lo sé - me responde con chulería
- Pues nada, que te aproveche el polvo. Pero sé discreto, que estoy harta de los cuernos
Me doy la vuelta para irme y Pau me coge del codo dándome la vuelta. Nos quedamos los dos mirándonos. Él se pasa la lengua por su labio superior y yo tengo que tragar saliva con fuerza al verlo. Joder lo que me gusta este tío. No recordaba lo mucho que me gustaba hasta que lo he tenido más cerca.
- ¿Estás celosa Roni? -Pau me mira riéndose y me guiña un ojo
- Para nada. Tú puedes hacer lo que te salga de los cojones Pau Torres que yo haré...
Y de nuevo lo hace. Pau me agarra de la cintura y me atrae a él con brusquedad dándome un puto beso que me deja sin respiración. Su traviesa lengua se cuela en mi boca y yo lo único que puedo hacer es agarrarme a su cuello y corresponderle al beso. Sus labios están frescos y saben a zumo de naranja. Mi lengua acaricia la suya y antes de separarse de mi muerde un poquito mi labio superior para dejarme con las ganas de más.
- Ya te he dicho que yo he venido aquí por ti, ¿te queda claro?
Lo único que puedo hacer es asentir agarrada a su cuello. Porque no quiero soltarme. Porque a pesar de todo me alegro de que esté aquí a mi lado. Porque se ha subido en un avión para estar conmigo y eso tiene que significar algo. Miro a Pau mordiéndome los labios mientras él fija su mirada de nuevo en mi.
- Como el agua Torres, como el agua
No sé ni cuantos bikinis me he puesto ya. Me he hecho más fotos hoy, que en toda mi puta vida. Ahora nos tomaremos un descanso y por la tarde-noche haremos otra sesión en los jardines del hotel. Pau se ha portado muy bien. Ha estado sentado en una silla sin abrir la boca y dándome agua en los descansos. Como hacen los buenos novios. En cuanto terminamos nos vamos los dos hacia nuestra cabaña.
- Estoy agotada -le digo a Pau cogiéndome de su brazo- y quiero quitarme todo este aceite, y además tengo arena pegada al cuerpo...¡dios, estoy hecha un asco!
- Tú no podrás estar mal nunca, Roni -me dice él riéndose- la vida de una top model es muy dura
-No quiero ser una top model, bastante tengo con intentar ganarme la vida como cantante
- Eso se te da muy bien Roni. Por cierto, ¿vas a sacar algún disco? Porque el primero me gustó mucho
- Últimamente estoy escribiendo mucho. Incluso le he escrito una canción a Miki "hijo de puta devuélveme mi canción", pero supongo que si, que pronto me encerraré a componer y a grabar algo
- Podrías escribirme a mi una canción, mi prometido la tiene enorme
Miro a Pau y empiezo a reirme. Le doy un empujón con mi hombro y seguimos caminando hacia la cabaña. Tengo un calor ahora mismo que me muero. Al llegar me quito la camisola y me meto en la piscina de golpe. El agua se siente fria contra mi cuerpo pero es que lo necesito. Estoy reventada de tanta pose. Nado un par de brazadas y me acerco al borde para salir. Cojo impulso y salgo del agua secándome el pelo con las manos.
Miro a Pau, el cual está frente a mi a una distancia prudencial, y me quedo estática en mi sitio sin apartar su mirada de él. Ahora mismo esa mirada, esa puta mirada es de deseo, de pura lujuria y de un montón de cosas más. Sus ojos recorren mi cuerpo de arriba a abajo haciéndome arder. Su mirada quema cada fibra de mi ser.
Pau viene hacia mi relamiéndose los labios. Acorto un poco la distancia que nos separa sin dejar de mirarlo mientras se desata todo un infierno en mi, con llamas, demonios y calor, mucho calor. Sus labios rozan los míos muy suavemente tentándome a más.
- Dime que pare Verona. Dime que pare ahora mismo porque yo ya no puedo más. Porque como no lo hagas no voy a parar ni ahora, ni mañana ni nunca
Miro a Pau y trago saliva. Su mirada es una mezcla salvaje de deseo y dulzura. Respiro deprisa sin dejar de mirarlo. Me acerco a él y lo agarro de la camiseta para tenerlo más cerca.
- No quiero que pares Pau
Es decir eso y sus manos están en mis caderas levantándome del suelo. Su boca está sobre la mía y nos besamos hambrientos de besos, de caricias y con unas ganas terribles de apagar este fuego que nos va a consumir como no hagamos algo. Pau me lleva al interior de la cabaña y con mucha delicadeza me deja encima de la cama. Se quita la camiseta, los pantalones y la ropa interior quedándose como dios lo trajo al mundo. O como lo que es, un puto Dios Griego.
Él se inclina sobre la cama hasta ponerse entre mis piernas. Sus manos se posan en mi estómago y baja su cabeza hasta dejar un beso en el. Sus dedos se enredan en mis braguitas de bikini y poco a poco las va deslizando por mis muslos hasta quitármelas del todo. Lo veo relamerse los labios y como va bajado su boca hasta dejar un beso en mi hinchado clítoris que lleva tiempo reclamandolo.
- Me quedé con las ganas de probarte la primera vez, ahora pienso tomarme mi tiempo
Pau hunde su boca en mi sexo arrancándome un buen gemido. Sentir sus frescos labios sobre mi, esa lengua que se mueve en círculos sin dejar de lamerme y sus dedos que acarician mi abertura acompañando sus caricias se siente demasiado bien. Tanto que creo que voy a tardar poco en venirme. Tengo que agarrarme a las sábanas porque estoy temblando de los pies a la cabeza. La lengua de Pau no para de lamerme. Sus dientes tiran de mi sensible carne y cuando sus dedos se mueven en mi interior yo ya no puedo más y exploto en un puto orgasmo que me hace estallar en miles de pedazos. Gimo el nombre de Pau como una desesperada porque es que lo estoy. En cuanto termino él se incorpora y se pone de rodillas delante mía. Estoy intentando recuperar la respiración porque es que él me la quita.
Pau me agarra las piernas y me las abre para ponerse justo entre ellas. Trago saliva mientras lo veo acercarse a mi. Sus labios se unen a los míos y cuando su lengua busca la mía me embiste de una sola estocada haciendo que casi le pegue un bocado.
- Lo siento -le digo mirándolo. Pau me da una sonrisa de suficiencia mientras empieza a moverse dentro de mi matándome cada vez que entra y sale
- Te quiero gimiendo mi nombre bien alto Roni
Esta chulería, esta prepotencia me podría llegar a molestar. Pero es que en él es tan condenadamente sexy que su sola voz a veces me moja todas las bragas. Es un maldito. Un puto maldito que me ha agarrado el culo y me lo ha alzado para hundirse más profundamente dentro de mi. Un maldito que no deja de besarme y que me mira ahora mismo como si no existiera nadie más en el mundo.
- Pau, no pares -le digo sintiendo como mi vientre se contrae, como quiero correrme otra vez, como el puto Pau Torres me enciende cada vez que está dentro de mi
- Como me gusta que me ruegues Roni
- Más deprisa
Alzo mis piernas y rodeo con ellas su cintura mientras él se mueve cada vez más y más rápido, de una manera tan fuerte que creo que no se si voy a poder andar ahora cuando me levante. Me agarro a sus hombros y mi boca lo muerde. Yo ya no puedo aguantar más y me dejo llevar corriéndome de nuevo. Teniendo otro orgasmo que me deja peor de lo que estaba. Porque él y sólo él me hace sentir así. Porque Pau es mi cielo y mi infierno todo en uno. Y porque lo necesito más de lo que pensaba.
Pau se corre a la misma vez que yo. Pronuncia mi nombre mientras sonríe y yo creo que a estas alturas ya me puedo morir. Se deja caer encima mía con cuidado de no aplastarme. Mis dedos acarician su espalda con él dentro de mi todavía. Mi rubio, porque si, es mío, alza su cabeza y me mira de una manera totalmente nueva para mi.
- Verona, ¿quieres salir conmigo?