¿Mi mate? ¿Alpha? [Terminado...

By HarlyQuieen

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Ethan es el Alfa de una de las manadas más fuertes del mundo, fueron años de liderazgo y batallas ganadas, ha... More

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sinopsis:
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Capítulo 51: Final
Epílogo:
Agradecimientos:
Extra:

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By HarlyQuieen




[Ethan]



La Universidad Central Parks, quedan como a 1500 kilómetros de mi pueblo.

Esta Universidad es la más adecuada para que mi Luna pueda ir. En ese instituto asisten varias especies, es una enorme variedad, por lo que tengo entendido, solo asisten los seres novatos, osea los más jóvenes.

Es perfecto para Sam y sus amigas. Por supuesto Marissa estará con ellas para poder guiarlas.

Ayer recibí la llamada en la mañana para decirme que Sam podía asistir el día de hoy con sus amigas. Fue gracias a mis contactos que tenía. Eso de ser Alfa podemos mover cosas.

Y hoy es su primer día de Sam, estamos en camino a la Universidad Central Parks. Venimos en dos camionetas, una con nosotros dos, y en la otra los demás.

Me siento tranquilo que mi Sam asista ahí, ya que muchos sabrán que es Luna de un Alfa. No por nada pegue una jugosa cantidad por la inscripción de Sam. Eso me brinca su protección allí adentro.

—¿Nerviosa?— pregunto al verla tan centrada en la ventanilla.


—Al contrario, emocionada y curiosa por saber cómo es esa Universidad — responde mientras se acomoda junto a mi.

—Es una Universidad como cualquier otra Sam, no tiene muchas cosas interesantes — le comento mientas pasó mi brazo por su cuerpo.


—¡Para mí si! Allí van seres mágicos. Es interesante he—

—Te sorprenderás al ver humanos también — le confieso.

Sam voltea a verme sorprendida. Parpadea como si estuviera en trance.

—¡¿Humanos?!— exclama.

—Siendo parejas de otra seres como yo o también para entrenar —

—¿Entrenar? ¿De que?—

—En esa Universidad no solo se estudia, si no, también se les enseña como poder desarrollar sus sentidos. A los lobos se les enseña lo que tiene que hacer cuando se transformen, a los vampiros cuando les salgan sus colmillos, a los Demons cuando su alma se exponga, y así . Por eso ahí van los novatos.—


—Y los humanos como yo, solo va a estudiar.—


—Algunos si, otros no. Ellos se preparan para defender su poblado el en que están viviendo.—


—¿A poco hay humanos viviendo en manadas?—

—Si, quién sabe cómo es que llegan pero si. A ellos se les entran para poder sobrevivir y adaptarse—


—Órale, que interesante.—


—Puede que si haya cosas interesantes—


—Lo sabia—

Nos quedamos pegados, mientras el guardia sigue manejando.

Minutos después, a lo lejos veo el Enorme portón de la Universidad.

Dos puertas metálicas de color oro, rodeada de muros gigantes de piedras, lo respaldan a su alrededor.


El guardia al verme nos deja pasar, las camionetas entran sin ningún problema.

Sam al ver el enorme pedazo de Universitaria se incorpora para observarla.


—¡Es gigante!— grita, sonrió de lado para poder ver tan!bien.

Suelto un silbido al verla. Hace más de 150 años que no pasaba por acá. Sigue tal como la recordaba.

Al verla en mi mente me llegan recuerdos de mi juventud. Que tiempos, solo pido que Sam no se entere.

Nos detenemos, nos bajamos con cuidado. Sam saca su mochila con sus cosas que necesitará.

—Vendré por ti Sam, cuando sea la hora de la salida.—

—Lo se, me portare bien— dice juguetona.

Mis manos la atraen a mi. Entrelazo mis manos al rodearla.

—Suerte en tu primer día—

—Lo mismo pienso— rozo mis labios con los suyos, para poder besarla.

Puedo sentir sus manitas apuñando mi camisa.


—Tengo que irme— le doy otro beso. —Te amo Luna—

—Te amo Lobito— me inclino otra vez para poder besarla pero alguien nos separa.


—¡Suficiente! Es hora de entrar!— mi hermana jala a mi Luna lejos de mi. —¡Chao hermanito!— grita burlonamente.

—¡Esta me la pagas Marissa!— le gritó pero está me ignora.


Marissa prácticamente se llevó a rastras a las chicas. No me muevo hasta no ver qué se pierdan dentro.

—La siguiente parada es .....— llegan a mi lado Aaron y Brad.

—Ir a dejar un montón de papeles— respondo.

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Cada fin de mes cada Líder tiene que venir a dejar un montón de papeleos. De como va manejando su pueblo.

A los jueces. Los cuales no me importan su opinión.

Estos son unos lame botas.


Para mí los mayores líderes  son nuestros Supremos. Y estos que se hace llamar superiores no son nada.


—Crees que los Supremos tengan el control también, digo, estos les pasan los resultados a ellos— comenta Brad.


—Yo creo que ellos son los que manejan personalmente todo lo que es la economía y bienestar de cada uno de nosotros — agrega Aaron.


Estamos sentados esperando nuestro turno para poder ir dejar los papeles. Si que diversión.

—Los Supremos saben lo que hacen, saben cada movimiento. Bueno eso se escucha — les comunico.

Con mucho aburrimiento esperemos a que puedamos pasar.

Es gracioso ver cómo los superiores viven en un edificio lujoso mientas que los Supremos viven en un viejo Castillón cada quien.


Supongo que ahí tienen recuerdos de su época y por eso no les gusta salir mucho.


Estábamos apunto de casi dormirnos cuando una chica nos llama, diciendo que podemos pasar.


Le agradecemos y entramos.

Cómo había comentado, estos inútiles, solo están sentados bebiendo Whisky.


—¡Alfa Ethan! Adelante.— me saluda un anciano.

Hago una mueca al ver qué cada uno, no nos quitan la mirada. Cómo odio que se me queden viendo.


—¡Beta Aaron! ¡Delta Brad! Tomen asiento — dice el calvo que está sentado a la derecha del anciano.

Tenemos a 5 viejos que no soporto ni verlos, sentados con muchos papeles, en una gran mesa.


Y antes que se les ocurra decir algo boto los documentos sobre la mesa.

—Ahorense sus palabras, solo vine a dejar estoy me voy. —anuncio. Así como entre si me sali.

Escucho las risas de mis amigos detrás mío. Ni siquiera me moleste en ver sus cara de póquer de los viejos.


Salud uno que otro colega en el camino, como dije viene muchos a dejar documentos.


Cuando estábamos por llegar a las escaleras, una voz me detiene.

—¡Ethan!— nos detenemos los tres, giramos sobre nuestro eje.

Me tenso al ver qué es ella.

—Sofia— respondí. La susodicha sonríe de lado.

Camina casi lentamente hasta llegar a mi. Con su vestimenta de secretaria. Falda negra y blusa blanca. Su cabello negro está atado en un coleta.


—Hasta que te dejas ver— coloca sus manos en su cadera dándome un repaso descarada. Se muerde el labio.


—He estado muy ocupado— me limito a decir.


—Supe que encontraste a tu Luna— lo último lo dijo con tono de desprecio. —Es lo que se rumora—


Aprieto la mandíbula y mis músculos se tensan más.


—La Diosa Luna, me ilumino con ella—


—Eso significa que nuestros encuentros se cancelan—


Al escucharla decir eso, no pude evitar reírme.


—Hay por favor Sofía, lo pasó fue hace años, además estaba borracho, fue un error. —

Recuerdo que esa noche estaba desesperado, herido, por encontrar a mi Luna. Fue así como Sofía me vio borracho, tratando de consolarme. Desde eso, no me la había podido quitar de encima. Eso fue hace 50 años.


—Si tú lo dices, por qué.....—


—Lo que pasó no fue nada. Solo fue una noche, la cual me arrepiento, no volverá a pasar.—


—Como digas, eso sí, si ella no te consuela bien, aquí estaré para ti—


—Nah, no lo creo, con mi Luna, estoy mucho mejor. Ella me complace en todo, y solo la deseo a ella— corto la
Charla.

Me doy la vuelta para irme, sin dejarla hablar.


¿Por qué tenía que aparecer ? Ella está en me Brasil, al parecer llego muy pronto. Ruego internamente que nunca me la encuentre cuando está con Sam.

—Al parecer alguien se acuerda aún de ti— escucho la voz de Aaron en tono burlón.


—Imaginate la cara de Sam cuando se ......— Brad se calla al ver qué los volteo a ver.


—Peor les irá a ustedes si no se callan, puedo decirle un par de cosas a sus chicas— amenazo enárcando una ceja.

Ambos se dejan callado. Cómo sospechaba, mejor.

Respiró ondo al salir del edificio. El aire fresco me ayuda a desestresar. Los guardias nos están esperando afuera afuera de las camionetas.

—Bueno es hora de .....— no termino de decir nada al ver qué mis amigos se comienzan a quejar.


Ambos caen de rodillas quejándose de dolor. Mis guardias se acercan a ayudar.


—Pero que.....— un punzada en el pecho me hace retroceder. —Mierda— mascullo. Cierro los ojos al sentir como el dolor me llega al estómago.


—Alfa— no me di cuenta que me encontraba arrodillado.


—Que carajos.....— jadeo de dolor, un dolor intenso que me recorre el cuerpo.


¿Pero que? Esto no es normal. ¿Por qué carajos me duele? Esto tiene que ser una obra de.........

Mierda no.

Abro los ojos de golpe. No no no no , ¡Sam!


—¡Rápido a las camionetas! A la Universidad de las chicas— ordenó, como pueden nos ayudan a subir.


Algo malo está pasando puede que todavía no haya marcado a Sam, pero con el collar y lo que pasó, estamos el 50 %unidos.

Se que esté dolor es por ellas. Algo les paso. Maldición, odio esto, si yo siento esto, ella lo siente peor.

Sam, por favor preciosa, espérame. Que no sea grave, ruego internamente.

Joder espero que no se nada grave. El sonido de mi celular me distrae.

—Marissa— jadeo con la respiración agitada.

—Ethan— escucho un sollozo. —Hermano, necesito que vengas rápido, es que.....—


—Ya vamos, por favor, tanquilizate. Cuando llegue me explicas—


—Esta bien.— cuelgo.

Vamos Ethan, lucha contra el dolor. Sam te necesita.

—Mas rápido— ordenó.


No sé que carajos paso, pero por su bien, que mi Luna no esté grave.

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Las minutos me parecieron eternos, el camino fue largo.

Al llegar casi me salí volando. Corrí hasta llegar a la enfermería.

El dolor se nos pasó en medio camino. Ahora estamos desesperados por ver a nuestras chicas.

Visualizo a mi hermana, sentada con las manos en su rostro.


—Marissa— hablo y ella voltea a verme. Tiene los ojos rojos.


—¡Lo siento! Es mi culpa, debí quedarme más tiempo con ellas, pero es que, necesitaba ir al baño y.....— la abrazo contra de mi.

—Shhh, calma, respira, para que te puedas calmar y me expliques— trato de mantenerme sereno.


—¡Unas chicas las golpearon cuando me fui al baño!— grita hechandose a llorar.

Puede que el dolor físico ya no lo tenga, pero la furia que me recorre es peor.

~¡Pero que mierda! ¡¿Quién putas fue!? ¡Las voy a matar!~ ruge Demon furioso.


Una enfermera sale del cuarto, nos hace una seña para que puedamos pasar.

Al entrar el olor a alcohol me llega a nariz.

—Por aqui— nos guía por un camino. Ella va adelante, los chicos no han querido decir nada están serios. Supongo que sus lobos están de furiosos que Demon.

Demon quiere salir pero se lo impido.

Hay una cortina azul, la alza y veo a mi Luna.

La respiración se me corta, y el corazón se me detiene por un milisegundo.


—Sam— cada chica está en una camilla, dormidas.

Tiene golpes en sus brazos, casi moretones, su labio lo tiene partido, si frente tiene un parche. En su mejilla tienen un rasguño. Y una mano la tiene vendada.


—¡Que mierda les pasó!— espeta furioso Brad. La enfermera da un paso atrás de miedo.


—Fue-fue una discusión.....—trata de explicar pero mi Beta la interrumpe.


—Se supone que para eso pagamos, por su seguridad— Aaron se estaba acercando a ella. Pero lo detengo.

—Mañana mismo hablaré con el viejo, para mí devolución de mi dinero, ¡POR QUE YO PAGUÉ POR LA SEGURIDAD DE LAS CHICAS! —le grite con seriedad. —Nos iremos con ellas. Ya que aquí son una bola de inútiles— con cuidado nos acercamos a ellas.


Cargo en mis brazos a mi Luna. Me duele verla así.

El corazón se me acelera por puro coraje, y mi respiración es un desastre.

—Esto no se queda asi— la digo. Cada quien sale con su chica en brazos.

Le pido a mi hermana que le avisé a mi nana que prepare algo para las chicas.

—Estaras bien Sam— beso con sumo cuidado su frente.

Nadie toca a mí Luna. Sin salir ileso.

Con sumo cuidado nos subimos en las camionetas. Atrás estoy con Sam, que por lo que deduzco duerme por un tranquilizante.


~Por su propia bien, que no sea que esté desmayada por la golpes~ gruñe con coraje Demon al ver a su Luna mal.


—Esta nos la pagan Demon, nadie se atreve a tocarla— la respiración de Sam es normal eso me parece.


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El maldito camino a la Manada me pareció eterno. Llegamos y los guardias nos llevaron directo a la clínica de tenemos.

Al vernos unas enfermeras con enfermeros nos ayudan con las chicas. Se les llevan en unas camillas dentro .


Con los puntos nervios en Punta tengo que esperar, que pasa.

En eso mi nana llega con unos remedios. Le digo en qué cuartos están. Menos mal que en este lugar hay tanto médicos y brujos.

—Lo siento Ethan. No las cuide como debí—


—No es tu culpa Marissa— la jalo para abrazarla. Esto no es su culpa.


Trato de tranquilizarla. Poco a poco se calma. Se separa para decirme que le avisará a Logan. Tiene que saber es su hermano.


Suplico que mi Sam se encuentre bien. Que todas se encuentren bien.

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Nota:

Sígueme en mi instagram como @lucyquieen.

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