Aisha: Elijah, déjame pararte el corazón
Sus ojos se agrandan considerablemente, abre y cierra la boca repetidas veces. Puedo notar lo nervioso que se ha puesto. Para tranquilizarlo le sonrío de la forma más sincera posible.
Aisha: No te dejaré morir, solo es un momento para que la orden que le diste a Katherine desaparezca
Elijah: ¿No es más sencillo si simplemente voy? Puedo ayudarte si me dices lo que planeas
Aisha: Ella fue la responsable del suceso de la daga, así que pienso hacerla llorar. Para eso tiene que estar completamente a mi merced
Elijah: Quieres traerla a tu territorio... Pero ella es demasiado astuta
Aisha: ¿No lo sabías mi noble original? El amor nos vuelve tontos (inclino mi cabeza hacia un lado sonriendo con malicia)
Elijah: Tengo curiosidad del porqué eres tan confiada. Adelante (extiende sus brazos dándome toda su confianza y en este caso, también su vida)
Pongo mi otra mano encima de la que ya tengo en su pecho y ordeno a su corazón parar. Su cuerpo enseguida se pone rígido. Cuando veo que su cuello se oscurece rápidamente obligo a su corazón latir de nuevo.
Su respiración vuelve a la normalidad poco a poco. Una vez me aseguro que esta bien me levanto en dirección a la pared. Al tocarla pongo un hechizo que hace que Katherina Petrova pudiera entrar sin problemas pero no salir.
Aisha: Gracias, y... de verdad siento la situación de antes
Elijah: No ha sido culpa tuya. Estate tranquila, te aseguro que ellos no volverán a intentar nada. Lo he podido notar en sus miradas
Al llegar a mi lado acaricia lentamente mis mejillas transmitiéndome que puedo contar con él para lo que sea. Mis ojos se cierran y noto cómo posa sus labios en mi frente.
Elijah: Descansa, elskan
Me voy a la cama, ¡estoy deseando que sea mañana! Si cree que el único peligro para ella es Klaus lo lleva claro. Una vez que me cabrean puedo ser el mismísimo diablo.
Me despierto a media noche o eso suponía yo ya que estaba todo bastante oscuro. Noto mi garganta seca así que decido bajar a por agua. Una vez en la cocina oigo un ruido en el comedor y cómo cualquier persona estúpida me dirijo en esa dirección.
Bueno, de todas formas yo tengo poderes. No me volverá a pasar nada similar cómo lo de Jules. ¡Pienso pisotear a todo aquel que se acerque sin mi consentimiento!
Un escalofrío recorre mi columna vertebral y podríais decir ¡sal de ahí ya mismo! Pero lo asombroso es que no es uno de miedo, sino uno de excitación. ¡Definitivamente se me han fundido todos las neuronas que me quedaban!
Unos brazos me rodean por detrás, me atrapan, son demasiado fuertes, a penas puedo moverme. Noto su cara enterrarse en mi cuello. ¿Será alguno de mis vampiritos? Despacio me voy dando la vuelta y me encuentro con una sonrisa torcida.
Mentiría si dijera que no me parecía caliente, pero... ¿por qué no puedo ver su cara? Por un momento la luz de la luna le alumbra dejándome ver unos ojos completamente negros con el iris brillando de un color ámbar, casi parecían oro.
Me levanto sobresaltada, al mirar a mi alrededor me doy cuenta que estoy en mi habitación. Una mano se posa en mi hombro lo que me sobresalta provocando que me la quite de un movimiento brusco.
Unos ojos verdes me miran preocupados. Mi corazón continúa latiendo a un ritmo para nada normal. ¿Eso era un sueño? Parecía demasiado real.
Stefan: Tranquila, sólo era una pesadilla
Me rodea con sus brazos y me acuna en su pecho. ¡Pero que lindo es! Una sonrisa se dibuja en mis labios. Aún así, no puedo dejar de ver esos ojos y sonrisa.
Aisha: Ya estoy bien...
Le devuelvo el abrazo sacudiendo mi cabeza para dejar de pensar en eso. Con cuidado Stefan me separa y coge mi cara entre sus manos.
Stefan: Si no quieres contármelo no hace falta, pero no me mientas
Me siento como una niña cuando la han descubierto comiendo tarta de cumpleaños antes de soplar las velas.
Stefan: Mi querido hermano me dio un consejo para cuando necesitase sacar algo de mi cabeza
Aisha: Mmm~ Sorpréndeme
En un segundo sus labios se han apoderado de los míos. Por la sorpresa los he entreabierto y a aprovechado para meter su lengua. Me explora con fiereza, el ansia se apodera de nosotros.
Parte con lemon
--------------------------------------------------------
Sus manos se dirigen a la cremallera de mi pijama. Lo abre por completo y pasa sus manos por dentro. Se aferra fuertemente a mi cintura y me levanta para quedarme encima suya, todo esto sin romper el beso.
Al final nos separamos por falta de aire, él aprovecha para besar mi cuello y bajar hasta mis pechos. Se dirige al derecho comenzando a jugar con él con su lengua. Me tapo la boca para reprimir mis gemidos pero él me agarra mis muñecas con una mano y las sube por encima de mi cabeza.
Stefan: No te reprimas, quiero que te escuchen
¡Yo creía que este chico era tranquilo! Mi cuerpo es un caos, puedo notar lo empapada que estoy ahí abajo.
Para tener mejor acceso a mi cuerpo me lleva contra la pared. Mis manos continúan siendo agarradas, su boca vuelve a la mía y su otra mano baja hasta introducirse bajo mis panties.
Creía que jugaría conmigo pero directamente aparta mi ropa y me penetra fuertemente. Un grito de placer y asombro escapa de mis labios. Ha sido tan alto que me avergüenzo enseguida pero se me pasa al ver la cara de Stefan.
Sus orejas están rojas, está frunciendo el ceño, sus labios se encuentran entreabiertos por la respiración irregular. ¡Semejante rostro debería estar prohibido!
Stefan: Tsk, no aprietes tanto o me volveré loco
Sus embestidas son lentas pero continuas. Con su mano libre agarra mis caderas para poder aumentar el ritmo poco a poco. En esta posición llega demasiado profundo, ¡me encanta! Noto cómo llego al orgasmo.
Aisha: S-Si vas t-tan rápido... y-yo me v-voy a corr...
No me deja terminar la frase cuando su mano suelta mi cadera y agarra mi pelo. Tira de él de forma brusca para inclinar mi cabeza pero sin llegar a hacerme daño. Sus colmillos no se hacen esperar y se clavan en mi clavícula. Ambos tenemos un gran y placentero orgasmo.
Se deja caer a un lado mientras me acaricia el estómago y las piernas. Puedo escuchar cómo su corazón late desbocado, aunque el mío no está mucho mejor.
------------------------------------------------
Aisha: No es para nada un mal consejo
Stefan: A partir de ahora puedes usarlo siempre que lo necesites
Su tono es juguetón, pero a la vez sexy y seductor. Mmm no quiero moverme de aquí pero el sonido del timbre hace que me sobresalte.
Aisha: ¿Quién es?
Él niega con la cabeza en señal de que no lo sabe, me dice que Damon va a abrir la puerta. Solo espero que no sea nadie irritante porque juro que lo cuelgo de las escaleras.
Stefan: ... Es Elena
Aisha: ¡¿Es que no puede dejar de joder ni por un día?!
Nos levantamos, Stefan se enrolla las sábanas y sale en dirección a su habitación para vestirse. Es divertido verle, lo ha hecho de forma tan torpe que no me sorprendería si se tropieza. Parece una persona totalmente distinta a la de hace tan solo unos minutos. Me parece una lindura, casi me dan ganas de volver a comérmelo.
Cuando vuelvo a estar sola me dirijo al espejo de cuerpo entero y me inspecciono el cuerpo. ¿Huh? ¿Nada? ¿Puede que tarde un poco más? Tras una ducha rápida en la que he seguido sin poder encontrar su nombre me he ido poniendo cada vez más nerviosa.
Me he dirijo al armario, tras largos minutos eligiendo qué ponerme algo ha llamado mi atención. He girado lentamente mi cabeza sin mover el resto de mi cuerpo. En el espejo que se encuentra justo en frente del armario he podido verlo. Una sonrisa se dibuja en mi cara y todo mi cuerpo que estaba rígido se calma de inmediato.
Aisha: Que susto carajo
El nombre de Stefan Salvatore se encontraba en el tríceps del brazo izquierdo. He terminado de vestirme rápidamente dejando mi pelo suelto (imagen de abajo).
Una vez vestida me dirijo a las escaleras. Desde arriba puedo ver que Stefan ya estaba vestido y estaba por terminar de bajarlas. Al oírme intenta girarse pero unas manos le frenan.
Elena: Stefan. Tenemos que hablar, por favor
Su cara de cachorrito me hacen sentir náuseas, pero una extraña sensación recorre mi cuerpo. Decido que lo mejor es ver la escena sin decir nada.
Stefan: Ya dije todo lo que tenía que decir
Aparta su mano bruscamente y la mirada de la pobre réplica se detiene en su muñeca. Sus ojos se abren de la sorpresa y puedo ver una chispa de ira en ellos. La comisura de mis labios se levanta de inmediato, ahora entiendo esa sensación.
Aisha: ¡Oh mi dios! (al verme su cara se distorsiona de forma muy graciosa) Es un placer volver a verte Ka-the-rine
Ella se acerca peligrosamente rápido a mí pero Elijah le corta el paso.
Katherine: I-Imposible...
En un solo movimiento la rompe el cuello.
Aisha: Enciérrala abajo hasta que vuelva
Elijah: Claro
Damon: Mmm ¿Puede este caballero llevar a la dama a su destino?
Aisha: Por supuesto, mi príncipe
Salto a sus brazos, me lleva cogida con tanta delicadeza que casi me creo que estoy hecha de cristal. Nos lleva a Stefan y a mí hasta el instituto. Al llegar veo en la puerta a un impaciente Tyler. Me despido de Damon cogiéndole y acercándole a mí para besarle.
Aisha: Adelántate, ahora voy (le indico a Stefan)
Él asiente con la cabeza yéndose y yo me acerco al pequeño lobo.
Tyler: Después de clase ven directa a mi casa. Es muy urgente
Aisha: De acuerdo, ahí estaré
Me dirijo a clase. No se el porqué pero recuerdo el sueño de esta mañana, intento sacármelo de la cabeza pero es imposible. Al llegar a clase veo que la puerta aún continua abierta por lo que me cuelo sin hacer mucho ruido.
Alaric ya está escribiendo algo en la pizarra por lo que cierro la puerta lentamente sin hacer ruido. De pronto él se da la vuelta, sus ojos que reflejan sorpresa se topan con los míos. Al segundo me miraba con ¿cariño? y ¿miedo? ¿¡Qué está pasando?! La comisura derecha de sus labios se curva en una ardiente sonrisa.
¡! ¡¿Klaus?!