Advertencia de mucho texto, la actualización comienza en la primera barrita de separación.
N/A: Estoy actualizando esto con mucho miedo... Ya vi cuando fue mi última actualización y desde ya intuyo la ira que les corroe por mi ausencia.
Solo diré que estos últimos tres años que he tenido han sido como una montaña rusa para mí, y mi fuerte nunca fue la disciplina. Me distraigo muy fácil y...
Katsuki: ¡¡YA CIERRA LA MALDITA BOCA, VE AL MALDITO PUNTO!!
Bueno, el punto es... Que los extrañé :(
Katsuki: ¡Sí, sí, como sea! Con la bastarda estuvimos leyendo comentarios y ya vimos que hubieron algunas peticiones de entrevista especial a los personajes, y como soy un rey muy bondadoso, he decidido que lo haremos. En realidad soy yo él que manda y decide en este proyecto, y aún si la narradora de esta mierda es una bastarda dispersa y distraída, ¡yo, Katsuki Bakugou, me aseguraré de que esto funcione como es debido! Y tú, sabandija, ¡ya ponte a escribir!
El proyecto de la entrevista ya está en curso, durante los próximos días armaré la dinámica para quienes pedían una entrevista con los personajes lo tengan (de hecho pensaba etiquetar a la personita de la idea pero perdí el comentario, para cuando suba la dinámica me asegurare de etiquetarla) y para todos quienes deseen participar también. Es lo mínimo que puedo hacer para agradecer su tan grande paciencia y apoyo al fic. Entonces, ¡comencemos!
Izuku: Ah, yo quisiera decir algo antes de que comencemos con esto otra vez.
Claro que sí, adelante.
Katsuki: ¡Si vas a hablar hazlo rápido, todos están esperando!
Izuku: ¡Ya sé! Este sujeto me saca de las casillas...
Katsuki: ¡¿HAAH?! ¿¡ESCUCHÉ BIEN DEKU DE MIER–
Izuku: ¡¡R-realmente espero que todos estén teniendo un día maravilloso, lamentamos muchísimo la demora pero si de algo deben estar seguros es que no lo hacemos solo porque sí!! Hemos pasado por ciertos bloqueos creativos ya que nos hemos visto con muchos cambios en nuestra vida. Es por eso que además te digo a ti, quien quizá no has comenzado tu día bien, a ti, quien te cuesta comenzar el día y solo ruegas volver a estar en cama, solo. A ti, quien no quieres verte al espejo porque no te encuentras. A ti, quien ayuda y protege procurando ser el pilar de los demás pero se olvida de sí mismo. A ti, quien solo desea estar solo porque no confía en nadie, porque teme recibir daño. A ti, quien día a día lucha por amarse a sí mismo cada vez más pero aunque lo intentes tus deseos de desistir son más grandes... ¡No te rindas, no dejes de sonreírle a la vida, estoy seguro que las cosas avanzarán y con el tiempo todo en tu camino se iluminará! Olvidamos lo bello que significa simplemente ser nosotros mismos, somos únicos e irrepetibles y créeme cuando te digo que no existe nadie más maravilloso y que siempre este contigo apoyándote y haciéndote compañía que tú mismo. Disfrutate y prestate toda la atención que mereces, la vida es demasiado corta para no apreciar la perfección que posees dentro de nuestra propia imperfección humana.
No te olvides, no abandones aquello que te apasiona, aquello que te gusta hacer por otras cosas. No abandones tu propio bienestar y no olvides que, sea como sea o pase lo que pase, siempre te vas a tener a ti como soporte para salir adelante y para volar para cuando la vida te sonría tal y como tú te sonríes a ti mismo cada día en busca de nuevas oportunidades.
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Resumen: Katsuki Bakugou renuncia de la academia, el motivo principal es su alumno Izuku Midoriya.
Cuando Bakugou conoció a Izuku su corazón bombeo diferente a como suele hacerlo, y con el tiempo, los eventos provocaron que ambos se vieran involucrados en series de circunstancias aumentando su cercanía.
Con el pasar del tiempo, Bakugou descubrió que Izuku era su amigo de la infancia, cuyo niño pequeño perdió la memoria debido a un accidente al que, hasta el día de hoy, Bakugou se sigue sintiendo culpable.
Izuku Midoriya se enamoró perdidamente de Bakugou por sus propias acciones. Él aún no sabe que Bakugou es su amigo de la infancia. Además de eso, el tema de su pérdida de memoria es extremadamente sensible para él.
Con el tiempo, el amor de ambos fue más que evidente provocando la confesión de sus sentimientos. Es por esto que Bakugou decide renunciar.
Izuku no logra asimilar lo que está sucediendo y para cuando decide hablarlo con él, Mitsuki interviene llevándolo al aeropuerto. Bakugou Katsuki iba rumbo a Francia a dirigir la próxima sección de modas de la temporada de la empresa de su madre e Izuku estaba incluido en los planes de la mujer.
Izuku acaba aceptando y subiendo en un vuelo rumbo a Francia junto a Bakugou. Es así como se embarcan en una aventura llena de glamour extranjera.
Por otro lado, en la academia llegó un docente de reemplazo de matemáticas cuya pasión es ver perfiles de chicas y desmotivar a sus estudiantes durante la clase.
Todos comienzan a bajar sus calificaciones y se ven en la obligación de hacer algo al respecto, es por ello que Todoroki, Kaminari y Kirishima deciden abrir paso hacia un pronto conflicto académico más grande del que simplemente creían.
A su vez, el mejor amigo de Bakugou, Kenjirou Kirishima, ha comenzado a trabajar en la academia como ayudante del profesor de música, Present Mic y por algún motivo, cada vez que ve al ya instalado docente de ciencias en la academia, insiste en entablar una conversación con él.
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Un choque de miradas es más que suficiente para sentir el hielo cubrir la escena. Nadie habla, nadie respira, solo se miran.
Entonces Todoroki cambia su mirada neutra y frunce levemente el entrecejo observando confuso. —Creí que querían hacer que Miyamoto renunciara.
—Sí. —responde Kirishima y Kaminari al unísono.
Y Todoroki da unos cuantos pasos más arrastrando a ambos con sus brazos jalados. —Entonces vamos. —añade decidido. Siente cuatro manos, dos por cada brazo jalar en su contra pero no es suficiente para su avance.
Kaminari suda frío y Kirishima le jala con más fuerza, consiguiendo detenerlo. — ¡Hermano, ¿q-qué te parece si vamos a por algo de comer y elaboramos una estrategia entre los tres?!
Todoroki les mira y lo piensa por un momento, entonces recuerda que tiene hambre. —Soba. —responde.
— ¡Sí, sí, vamos a por soba! —exclama Kaminari angustiado tratando de hacerle cambiar de dirección.
—Hombre, la soba es deliciosa, ya quiero un buen tazón. —añade Kirishima a un lado de Todoroki, yendo éste en medio de ambos.
—Sí. —suelta Todoroki dejándose guiar.
Así, los tres se perdieron en algún punto, olvidando completamente que tenían clases por la tarde.
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Capítulo 77
Zumbido romántico
— ¿Y Todoroki-kun? —pregunta Uraraka preocupada al frente de Tenya. —Ya casi es la hora con Aizawa-sensei.
Iida Tenya acomoda sus lentes, confiando plenamente en su amigo y compañero. —Debe venir cerca, es imposible que falte a clase. —dice. —Además estando en el campus está seguro. —añade.
Uraraka aún con ello muerde su labio. Primero había sido Izuku quien repentinamente había dejado de asistir a clases. Supo que había sido por algún evento familiar, pero aún así no podía dejar de preocuparse. Incluso le había enviado mensajes pero hasta el día de hoy no habían sido respondidos. Y ahora, temía que Todoroki comenzara a hacer lo mismo.
—Buenas tardes. —saluda Aizawa entrando con sus ojos un poco irritados por la reciente aplicación de gotitas para la resequedad. —Vamos a pasar la lista.
Ashido nota el rostro preocupado de Uraraka y le toca suavemente el hombro. Uraraka le mira y entonces Mina se acerca a su oreja con suavidad. —Tampoco está Kaminari y Kirishima. —susurra con un tono preocupante.
Uraraka por inercia clava su mirada en ambos pupitres y en efecto no estaban.
—Todos a sus asientos. —ordena Shota notando como algunos estaban distraídos.
Uraraka se sienta y observa hacia atrás, mirando a Tenya en busca de un “te lo dije”.
—Comencemos, Mina Ashido.
— ¡Presente!
Mientras el listado avanzaba, Tenya no podía creer lo que estaba sucediendo, no era solo uno, ¡sino tres, tres ausencias seguidas solo en la clase de Aizawa-sensei!
¿¡Qué clase de loco faltaría exclusivamente a la clase de Aizawa-sensei!? Esto sin duda era una falta grave, y más que una falta algo en su interior había comenzado a cuestionarse.
¿Y si no era una simple falta e irresponsabilidad? ¿Y si les había pasado algo?
[...]
—Bien, entonces están todos presentes a excepción de Todoroki Shoto, Kaminari Denki y Kirishima Eijirou. —dice Aizawa al instante en que cierra el libro de clases con fiereza y se acomoda en su asiento. — ¿Alguien sabe algo de sus compañeros? —inquiere con sus ojos más irritados de como había llegado al salón.
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Luego de un arduo día de trabajo, Kenjirou Kirishima lanza un suspiro anhelante. Suele recordar cuando era tan joven como sus propios estudiantes y salía de clases con la esperanza de disfrutar el resto de día.
Solía cada mañana levantarse temprano preguntándose el verdadero propósito de los estudios. Sobre todo de aquella materia devora cerebros llamada matemáticas.
¿Para qué demonios quería saber el valor de esa mierda llamada pi?
—Un número irracional en donde jamás se repite el mismo patrón. —responde un chico a su lado, como si se tratara de telepatía, aquel pelinegro de ojos esperanzadores y brillantes le expresa su propia perspectiva de las matemáticas. — ¿Acaso no es eso interesante?
Kenjirou gira su mirada y le observa con rareza. —Tú y tus aclaraciones de ñoño. —responde irrelevante mientras desenvuelve el papel de un caramelo de menta y lo lanza a su boca.
El pelinegro lanza una pequeña carcajada mientras que responde inmediato: —Las consecuencias de tener como padre a un matemático aficionado. —dice mientras se estira. —Me gustan las matemáticas, pero, ¿sabes qué es lo que me apasiona realmente?
Kenjirou le mira de reojo mientras camina con sus manos tras su nuca. — ¿Qué?
— ¡Las ciencias!
[…]
El sonido de la espuma de la cerveza caer en contra el suelo le había traído de vuelta a la actualidad. Kenjirou no sabía en qué momento su mente había optado por trasladarse hacia aquellos días nostálgicos.
Ahora que estaba solo, podía ser quien realmente era y lo odiaba, ya que cada vez que estaba solo, su mente rememoraba trozos ya rotos una y otra vez. La sonrisa y actitudes felices que siempre llevaba consigo eran sólo apariencias y frente a él, solo sus adicciones y pastillas para dormir en exceso le acompañaban.
Kenjirou parpadea y sacude la cabeza como tic nervioso con el intento de disipar aquellas imágenes nostálgicas de su mente, es entonces que se levanta y coge un paño para limpiar la mesa y el suelo de la cerveza derramada.
Mientras la limpia, sonríe nostálgico. —Realmente soy una mierda. —habla para sí mismo. —Ni siquiera me había planteado volver a hablarle hasta que lo vi nuevamente, soy un egoísta que solo piensa en sí mismo. —añade lanzando el paño humedecido en alcohol y lanzándose en contra el sofá. —Antes mis únicas preocupaciones aparte de las peleas nocturnas por los barrios territoriales era tratar de llevarme bien con los sujetos de mi ex trabajo para asegurar mi puesto laboral y ahora… —añade deslizando su mano por su cabellera lisa rojiza. —Por algún motivo él regresó a mi vida y eso solo me hace sentir un verdadero imbécil. —dice decepcionado.
Es entonces que observa por el ventanal de su habitación desordenada.
— ¿Qué debería hacer? Estoy cansado… —suelta en estado ebrio, lanzándose en contra el sofá y además tragarse un comprimido para dormir. —Solo quiero dormir. —añade con el sol cruzando por su ventana.
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Hace un segundo atrás, todo era amor y sonrisas felices… ¡Hace apenas un solo segundo!
— ¡CORRE, NERD DE MIERDA! —exclama Katsuki deshaciendo el abrazo en aquel parque lleno de rosas, mientras escucha como el zumbido de abejas se acerca peligroso hacia ellos.
— ¡KATSUKI, IDIOTAA! —exclama el pecoso con los colores ardientes vivos sobre sus mejillas pecosas y con unos ojos completamente desesperados correr a más no poder huyendo de las abejas somnolientas salidas del panal.
Minutos atrás...
Los ojos verdosos se abren sorprendidos en cuanto observan aquellos rosales brillar. Una escena bastante romántica, a decir verdad.
Tan romántica que salía de sus propios gustos varoniles. No es que no le gustasen las rosas, es que simplemente estaba lejano a sus propios intereses.
Pero la sonrisa espeluznante de Katsuki está lejos de ser romántica, y eso le extraña un poco a Izuku.
— ¿Quieres que te enseñe cómo era que me divertía cuando vivía aquí? —inquiere el rubio ceniza de pronto, tomando la mano de Izuku con brusquedad y apretándola con la intención de que el pequeño pecoso no pudiese huir.
Izuku sonríe nervioso y le mira. — ¿A qué te refieres? —inquiere mientras gira su mirada y observa aquellos ojos escarlatas diabólicos mirarle. — ¿A qué te refieres? —vuelve a preguntar, sin tener respuesta alguna.
Luego de eso, una risa ansiosa nace del rubio e Izuku por inercia, traga saliva.
Entonces le ve como toma una roca del suelo.
Ya era cuestión de tiempo para que Izuku comenzara a pensar qué era lo que se venía, pero el golpe anticipado de la roca en contra el panal fue suficiente para que Izuku no pensara en más que debía huir veloz.
“¡Ah, qué buena puntería tienes, Katsuki-sensei!”.
Eso pasó por la mente de Bakugou apenas observó como la piedra se clavó como flecha en el panal, esperando a que Izuku lo dijera, pero la realidad es que no hay más que forcejeos de parte del pecoso para liberarse.
Bakugou le mira y observa la mirada desesperada de su compañero.
Pero Katsuki no se rinde e impide su huida y muy por el contrario, lo abraza mientras ríe como niño pequeño.
— ¡Serás animal! —exclama Izuku lejano a sus casillas empujándolo y comenzando a huir inclusive más rápido que Katsuki, quien se carcajeaba tras él sintiendo el zumbido tras sus orejas.
Izuku veía todo tan deprisa que ni siquiera se planteó qué hacer, él solo impulsaba a sus piernas a correr y saltar sobre los rosales como conejillo asustado.
No le temía a una o dos picadas de abejas, claro que no, pero sí que le temía a una buena picazón de abejas por todo su cuerpo.
— ¡Ahí! —escucha tras él la voz de Bakugou y clava su mirada en un gran río.
El pecoso no puede creer lo que está por hacer.
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—Miyamoto-sensei, renuncia. —habla Todoroki Shoto con su rostro gélido. —Por las buenas o por las malas. —insiste.
Kirishima y Kaminari abren su boca tan grande que no podían siquiera cerrarla. De pensar en algún método para que Miyamoto-sensei renunciara a realmente llevarlo a cabo era algo difícil de creer, y es que recientemente sus propios papeles como alumnos regulares de la academia no estaban del todo limpios.
Mas les sorprendía lo directo que era Todoroki Shoto para llevar a cabo sus propios planes.
—Es tan directo que incluso es algo idiota. —susurra Kaminari Denki con su boca torcida tragando sus fideos.
—Es lo que un verdadero hombre debe hacer. —susurra en respuesta Kirishima, orgulloso mientras bebe agua.
La salida a comer soba solo había empeorado la situación, ya que Todoroki una vez dado el primer sorbo de su soba había comenzado a practicar con toda la decisión del mundo la futura charla con Miyamoto.
—Miyamoto-sensei, renuncia. —insiste.
Kirishima lanza un suspiro mientras deja los palillos a un lado. —No creo que ese sujeto acceda a renunciar solo porque sus alumnos se lo piden. —dice apreciando los esfuerzos de Todoroki por ser honesto dándole tres palmaditas suaves en su espalda.
—Mi viejo siempre dice que la indiferencia es lo que más duele. —añade Kaminari.
— ¿Y ya? Eso sería demasiado suave, creo que si simplemente lo ignoramos será mejor para él. —responde Todoroki. —Si queremos que se vaya hay que hacer algo grande.
— ¿Y si hablamos con el director? —inquiere Kirishima.
—Esa es una buena idea, vamos. —añade Todoroki al instante en que los tres caminan rumbo a la dirección dejando sus platos vacíos.
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Habían acabado todos empapados, pero por suerte las abejas habían regresado a su panal.
— ¿Qué tal estuvo, eh? —inquiere Katsuki saliendo del agua con una sonrisa infantil. — ¡Esas bastardas son miedosas al agua, insectos de mier—
—Supongo que es porque si se sumergen y empapan sus alas tienen una alta probabilidad de morir ahogadas, ¿no? —dice Izuku fastidiado, con una hoja de río sobre sus cabellos.
Katsuki frunce su ceño molesto. — ¡Chihuahua aguafiestas, le quitas lo divertido a la vida! —responde lanzandole agua en la cara.
— ¡Katsuki! —exclama Izuku con su ceño fruncido mientras le devuelve el golpe de agua con más fuerza.
Bakugou se irrita y exclama. — ¿¡QUÉ NO TE HAN ENSEÑADO A RESPETAR A TUS MAYORES, HAH!? —Y es en ese entonces en que decide bombardearlo de agua, irritado.
— ¡No me importa! —exclama el otro mientras devuelve los golpes acuosos.
Así se mantienen por un tiempo hasta que Katsuki repentinamente abandona sus ataques mientras sonríe.
Izuku no nota aquello hasta varios segundos después, entonces sus esmeraldas se clavan en él y su mirada se vuelve estricta. — ¿Qué estás planeando ahora? —dice clavando su mirada al frente, notando un bote. —No, ni siquiera lo pienses. —añade.
Pero Katsuki ya estaba nadando cerca de aquel bote rojo y como alguna especie marina dueña de las aguas, se subió a este sorprendiendo tanto a la pareja acaramelada y al guía del bote.
— ¡Yo, Bakugou Katsuki, les enseñaré lo que es ser un guía de verdad! —exclama sonriente, empapado y de pie mientras observa al encargado señalando su propio pecho. Entonces su dedo índice señalante se estira sobre la silueta del encargado del bote. — ¡Tú, solo descansa, has de estar muy cansado trabajando todo el día atendiendo a parejas amorosas y escuchando sus estúpidas conversaciones acarameladas! ¿No es así? —añade quitándole el remo con brusquedad. — ¡Oí, nerd de mierda, ya mueve ese trasero empapado y ven aquí, no tengo todo el día, tengo trabajo por hacer! —exclama haciendole señales a Izuku quien aún continuaba en las aguas con la hoja sobre sus cabellos.
Es entonces que Izuku lanza un suspiro. —Ya veo la importancia de que consiga un trabajo pronto. —susurra comenzando a nadar hacia él.
El guía le reprocha sorprendido, pero termina simplemente sentándose en el bote cansado, al fin y al cabo, hoy era su último día en ese trabajo. Estaba harto de siempre estar a la disposición de parejas nuevas, incluso había visto la misma cara del sujeto que llevaba a esa chica durante toda la semana, cambiando de mujer cuanto podía.
Sin duda alguna había gente muy cara dura, pero en realidad eso no le importaba, sino que más bien era la paga, la mísera paga. Al inicio el empleo le pareció tranquilo y relajante, pero con el pasar del tiempo la rutina lo terminó matando.
—Adelante delincuente. —suelta el sujeto ya harto quitandose su sombrero y revolviendo sus cabellos oscuros. —Tomaré una siesta, para cuando despierte quiero todo en orden.
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Habían llegado hasta la oficina del director, y estaban reuniendo el valor para hablar con él cara a cara y decirle que, en realidad, el nuevo profesor de matemáticas era lejano a lo que ellos podían aceptar como decente.
Eso hasta que de la gran puerta sale Inasa con sus ojos frustrados y su boca presionada.
Los tres le miran y él les mira también, hasta que observa unos ojos heterocromáticos familiares.
— ¡El sujeto que se cambió de aula! —exclama señalándole.
Todoroki le mira y niega inmediatamente con su mano.
Pero él insiste y reitera. — ¡Sí, sí lo eres!
Y Todoroki vuelve a negar.
— ¿A qué vienen chicos? —pregunta curioso sentándose a un lado de Todoroki con toda la confianza del mundo, animoso.
—Hablaremos con el director para que Miyamoto-sensei renuncie. —confiesa Kaminari.
— ¡Oye!—exclama Kirishima y Todoroki al instante, no esperando esa confesión tan rápido a un sujeto que no era de su aula.
Pero Inasa niega de inmediato. —Pierden el tiempo. —suelta. —Acabo de ir a por lo mismo, pero el director no tiene personal de matemáticas. Entre dejarnos con él o sin profesor, él prefiere que nos quedemos con él mientras encuentre a alguien con mayor capacidad.
—Si tan solo yakuza-sensei no nos hubiera abandonado. —susurra Denki apoyando su rostro en sus manos en un suspiro decepcionante.
— ¿Yakuza-sensei? —inquiere Inasa confundido.
—Ellos hablan de Bakugou-sensei. —responde Todoroki.
— ¡Oh, sensei era realmente asombroso, y muy paciente para explicar! —exclama Inasa recordándolo, acomodándose en el asiento con su palma sobre una de sus rodillas en una postura totalmente abierta y confiada.. —Él siempre se esforzaba por darnos una clase de calidad aún si su temperamento no le ayudaba. Aún no entiendo porqué se fue.
—Nosotros tampoco, fue de un día para otro. —responde Denki decepcionado aún en su misma postura, hasta que una idea fugaz le llega como si acabara de hacer conexión eléctrica mental. — ¡Pero si Katsuki-sensei regresara, entonces Miyamoto no tendría otra opción más que retirarse! ¡Oye Kirishima, ¿porque no le dices a tu hermano que se contacte con él y le convenza para regresar?! ¿No que muy amigos? —inquiere clavando sus ambarinos sobre el pelirrojo.
— ¿Mi hermano?
— ¿Entonces no molestaremos a Miyamoto-sensei? —inquiere Todoroki ahora desanimado, sus planes lentamente se estaban yendo por el traste.
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Decidí comenzar a practicar el dibujo en conjunto con retomar los fics, cumpliendo lo que hace un tiempo atrás les había dicho.