El arroyo de los cardenales r...

By LadyBerrybell

378K 43.8K 4.5K

El pequeño y dicharachero Leo tiene un gran problema. Ese gran problema mide aproximadamente 1.81, tiene el p... More

Una pequeña queja.
Capítulo 1 (Editado)
Capítulo 2 (Editado)
Capítulo 3 (Editado)
Capítulo 4 (Editado)
Capítulo 5 (Editado)
Capítulo 6 (Editado)
Capítulo 7 (Editado)
Capítulo 8 (Editado)
Capítulo 9 (Editado)
Capítulo 10 (Editado)
Capítulo 11 (Editado)
Capítulo 12 (Editado)
Capítulo 13 (Editado)
Capítulo 14 (Editado)
Capítulo 15 (Editado)
Capítulo 16 (Editado)
Capítulo 18 - Alain (Editado)
Capítulo 19 (Editado)
Capítulo 20 (Editado)
Capítulo 21 (Editado)
Capítulo 22 (Editado)
Capítulo 23 (Editado)
Capítulo 24 (Editado)
Capítulo 25 (Editado)
Capítulo 26 (Editado)
Capítulo 27 (Editado)
Capítulo 28 (Editado)
Capítulo 29 (Editado)
Capítulo 30 (Editado)
Capítulo 31 (Editado)
Capítulo 32 (Editado)
Capítulo 33 (Editado)
Capítulo 34 (Editado)
Segunda Parte: Capítulo 1, Alain (Editado)
Capítulo 2, Leo (Editado)
Capítulo 3, Alain (Editado)
Capítulo 4, Alain (Editado)
Capítulo 5, Alain (Editado)
Capítulo 6, Leo (Editado)
Capítulo 7, Alain (Editado)
Capítulo 8, Alain (Editado)
Capítulo 9, Leo (Editado)
Capítulo 10, Alain (Editado)
Capítulo 11, Alain (Editado)
Capítulo 12, Alain (Editado)
Capítulo 13, Leo (Editado)
Capítulo 14, Alain (Editado)
Capítulo 15, Alain (Editado)
Capítulo 16, Alain (Editado)
Capítulo 17, Alain (Editado)
Capítulo 18, Alain (Editado)
Capítulo 19, Leo (Editado)
Capítulo 20, Alain (Editado)
Capítulo 21, Leo (Editado)
Capítulo 22, Leo (Editado)
Capítulo 23, Leo (Editado)
Capítulo 24, Leo (Editado)
Capítulo 25, Leo (Editado)
Capítulo 26, Leo (Editado)
Capítulo 27, Leo (Editado)
Capítulo 28, Leo (Editado)
Capítulo 29, Leo (Editado)
Sebastian (Editado)
Áurea (Editado)
Capítulo final, Leo El sonido del mar. (Editado)
Cumpleaños Sebastian. (Editado)
Extra. La boda de Áurea.

Capítulo 17 (Editado)

6.1K 817 189
By LadyBerrybell

Cruzamos la entrada cogidos de la mano.

Me siento tan raro que no me extrañaría nada si termino escapando. Los alumnos que pasan a nuestro lado nos miran, con una mezcla de sorpresa y "lo sabía". Lo cierto es que llevamos juntos desde el primer día, no es de extrañar que piensen que seamos novios de verdad.

Llegamos a nuestras taquillas, Áurea me da un abrazo por la espalda y yo suelto un respingo cuando me susurra al oído.

—Viene en ésta dirección, intenta estar tranquilo e ignorar su presencia. Ya me fijo yo en su comportamiento —Áurea se gira con elegancia, como si estuviera bailando, y se apoya contra mi taquilla. Toma una de mis manos y yo observo sus ojos. Ella se agacha y roza con sus labios mi mejilla. Ella suspira, alzando la voz con un toque rematadamente seductor—. Bésame.

Juego un poco con su pelo rubio, sin saber si hacerlo o no. Decido que no ya que podría hacer daño a Áurea u Alain, pero me acerco a ella y rozo con mis manos sus caderas. Noto como varias personas se detienen a ver el momento ardiente entre El Provocador y La loca de la colina.

—¿Se ha marchado? —Ella da un respingo y tuerce su mirada más allá de mi cara.

—Está de brazos cruzados en su taquilla aparentemente hablando con Andrea, pero no te quita el ojo de encima —susurra mientras pasa los brazos por mi cuello—. Tiene cara de enfado, la misma que tenías tú cuando Andrea se le puso encima. Sois un par de idiotas.

Sonrío.

—Bueno, no creo que se lo crea porque es un tanto forza... —No termino la frase porque ella me besa. Me quedo plantado en el sitio sin saber cómo reaccionar. Es agradable y siento un cosquilleo extraño que por alguna razón calma todos los nervios que estaba sintiendo hasta el momento.

—Lo siento —me dice después de separar nuestros labios, mira de nuevo a Alain y sonríe—. Podría decirse que está odiándome con todo lo que tiene dentro y la verdad es que no lo culpo.

—No pasa nada —respondo, un tanto mareado. Es como si me hubieran aplicado un sedante y me siento extraño.

En ese momento suena la campana, tomamos a toda prisa los libros y caminamos hacia la clase de matemáticas.

Los cuchicheos se alzan en cuanto entramos en clase. Nos sentamos en nuestros respectivos sitios, yo con el corazón latiendo a toda velocidad. Alain se sienta detrás de mí y al cabo de dos minutos su pie impacta con fuerza en mi tobillo.

Me doy la vuelta.

—¿Qué cojones te pasa? —Se encoge de hombros, dándole vueltas a su bolígrafo.

—No pensé que fueras a pasar página tan rápido —me espeta.

El profesor Wackerly entra en el aula, dando comienzo a una tediosa clase de dos horas en las que Alain me pincha la espalda con el bolígrafo en una verdadera tortura china.

El timbre resuena por los pasillos y tomo su dichoso bolígrafo y lo lanzo hacia cualquier lugar.

—Es lo que querías, ¿no? ¿Qué puto problema tienes ahora? —grito, molesto. Me percato entonces de que he conseguido lo que pretendía: Alain está haciéndome caso.

—Siempre quieres hacer las cosas de golpe. No me das tiempo a pensar ni a reaccionar y me tienes harto —replica y sale de la estancia, desapareciendo por la puerta de la clase en un visto y no visto.

Áurea se aproxima con una sonrisa bailando en los labios.

—Veo que ha surtido efecto —Entrelaza sus dedos con los míos y siento un extraño cosquilleo de nuevo.

El resto de la mañana nos la pasamos intentando inculcar algo de educación en nuestras desviadas mentes. Los exámenes parciales están por caer y con todo el asunto de Alain no me había percatado.

El profesor Wackerly me intercepta antes de que vaya al comedor.

—¿Todo bien, Leo? —pregunta, colocándose bien las gafas—. No es que seas brillante en mi clase, pero te noto descentrado —asiento, intentando que el bochornoso momento profesor-alumno pase. Él sonríe con amabilidad y me da unas palmaditas cordiales en el hombro—. Puedes contar conmigo para lo que necesites, Lordvessel. Siempre me tendrás para escuchar.

Me deja, dirigiéndose a su despacho con la carpeta bajo uno de sus brazos. Me estremezco sin razón alguna, probablemente fruto de alguna corriente de aire.

El comedor se ve menos abarrotado de lo normal. Por suerte, la pandilla de Andrea no se encuentra allí hoy así que podré comer con tranquilidad. En cuanto nos hacemos con las bandejas de comida, procuramos sentarnos en un lugar alejado. Áurea se sienta sobre mis piernas, alcanzando una patata y metiéndomela en la boca.

—Cambia esa cara de idiota, está sentado a nuestra izquierda. —Echo un rápido vistazo en su dirección para comprobar que efectivamente está allí, con solo un zumo de manzana sobre la mesa.

Nuestras miradas se cruzan. Aparto la mía con brusquedad ante la intensidad de la suya.

Me remuevo incómodo.

—Me siento mal haciendo esto. —Le digo a Áurea, pinchando varias patatas fritas con mi tenedor.

Ella se inclina de forma que su cortina de pelo no deja ver lo que estamos haciendo desde la perspectiva de Alain.

—Para empezar no estáis saliendo por lo que no es nada malo. Y segundo, si realmente quiere estar contigo va a tener que empezar a saber expresar bien sus sentimientos. Eso y pasar mi prueba de fuego. —Sonríe y toma los mechones de pelo que cuelgan sobre mis ojos, apartándolos.

El zumo que estaba en la mesa de Alain vuela en nuestra dirección e impacta con la cabeza de Áurea.

—Perdón —dice Alain con tono aburrido—. Estaba intentando acertarle a la basura.

Ayudo a Áurea a limpiarse el pelo con servilletas. Una vez lo adecento me dirijo hacia Alain, el cual ya está saliendo hacia el patio. Lo empujo contra una pared.

—Qué crees que haces. —Mi voz tiembla. Tengo que respirar hondo un par de veces.

—No tenía espaguetis que lanzarte así que tiré lo que tenía a mano —su frío mirar me hace retroceder un par de pasos—. Ya sabes, ojo por ojo.

—¿Estás celoso? —Suelto, con auténtica sorpresa.

La contrariedad congestiona su rostro.

—No lo estoy —asegura.

—Si lo estás. Y lo sé porque yo hice exactamente lo mismo por celos. Y realmente parecemos un par de gilipollas haciendo este tipo de cosas. —Lo arrincono todavía más, sin darle oportunidad a escaparse.

Posa ambas manos en su cara y luego las pasa por su cabello.

—Te equivocas, puedes irte con tu nueva amiga —parece que mastica las palabras en vez de soltarlas con fluidez—. Solo me jode que te olvides de Lira tan fácilmente. Parece que soy el único que lo está pasando mal mientras tú te dedicas a intentar follar con cualquiera que se te ponga por delante.

Dudo sobre lo que responder. Ahora la contrariedad me invade a mí.

— ¿Qué tiene que ver Lira en esto?

—Ella siempre estará entre tú y yo. Ella siempre estará entre nosotros y el mundo entero —con un dedo pincha mi corazón—. No tenemos derecho a querernos. Ni a querer. Y no quiero enamorarme de ti en estas condiciones así que es mejor que te vayas tal y como hiciste hace diez años y no vuelvas.

Mis sentimientos desbordan queriendo salir. Gritar. Los ojos me pican con furia mientras las lágrimas se agolpan deseosas de encontrar alivio o muerte en el mundo terrenal.

—Pues iré a morirme, que es lo que debí hacer hace diez años, ¿verdad? —Echo a correr olvidándome de que aún quedan clases, ignorando la voz de Áurea llamándome.

Odio el bosque. El arroyo dónde los cardenales rojos cantan, los abetos que crecen por doquier, las zanjas que irrumpen el paso. Lo detesto pero me dirijo a él dispuesto a perderme, furioso conmigo mismo y con Alain.

Continue Reading

You'll Also Like

2.3K 124 15
Algo cambio en ese almacén... Pd: Chainsaw Man y sus personajes son propiedad de Tatsuki Fujimoto.
60.6M 3M 42
Sinopsis Kaethennis ha disfrutado de los placeres de la vida, mucho, casi se puede decir que demasiado. Un alma libre, al menos así se definiría el...
55.5K 4.8K 31
Secuela de «Elevador de Nubes» Harold Miller está enamorado, su novio claustrofóbico es una parte importante de su vida pero en ocasiones le hace per...
1.3M 65.8K 34
Dylan es un chico de 19 años con padres recién divorciados y una hermana menor. Él ha sufrido Bullying desde pequeño y a causa de eso, su personalida...