[Sam]
—¿Están saliendo con chicos?— me pregunta una confundida Sonia.
—Si, tanto Nath, Kath y yo, son conocidos de Marissa— le respondo.
—¿Cómo son?— pregunta con una sonrisa ladeada.
—Bueno....— en mi mente trato de recordar los rasgos física de los chicos y el de Ethan. —Sus nombres son Brad, Aaron y Ethan— le contesto mientras juego con mis dedos.
—¡Estas nerviosa!— me acusa. —¿Te gusta ese chico?—
—Si, Ethan, el me gusta— ahora juego con mi cabello.
—¡Al fin! Hasta que alguien te gusta de verdad, déjame decirte amiga, que eres bien necia en eso—
—¿En qué sentido?—
—En que los chicos que fueron tus novios, solo te gustaban y ya. Y al parecer este chico, te gusta y mucho— me codea.
—Ya nos hemos besado— confieso, Sonia grita emocionada.
—¡OMG! ¡Samantha!— suelta una carcajada.
La puerta se abre dejando ver a las chicas, con Marissa.
Oh cierto, las chicas y yo presentaríamos a Sonia con Marissa.
—Hemos llegado— se anuncia Nath. Que junto con Kath saludan a Sonia.
Marissa se queda junto a la puerta, observando el lugar con curiosidad.
—He Sonia— me aclaró la garganta, mientras tomo su brazo de Marissa.—Ella es Marissa, y Marissa ella es Sonia— las presento.
Las susodichas comienzan hablar, mientras las chicas se unen a la plática.
El sonido de mi celular, hace que me aparte, para poder responder y interrumpir el momento.
Una sensación de alegría y emoción me recorre el cuerpo al ver de quién es.
[Ethan:
¿Ansiosa?¿Nerviosa?¿Emocionada? Porque yo sí lo estoy, ya quiero que sean las 4]
Muerdo mi labio, mientras le respondo.
[Yo:
Yo también, quiero saber como preparaste todo]
Su respuesta no tarda en llegar.
[Ethan:
Quiero verte, estos días estaba ocupado por el trabajo, ansío por estar contigo]
Ahogo un chillido de emoción.
Quiero saltar de alegría, y reír, Ethan quiere verme, en pocas palabras me extraño.
[Yo:
¿Me extrañaste? ]
[Ethan:
Cómo no tienes idea, no he podido dejar de pensar en ti]
Juro que ahora mismo siento algo revoloteando en mi estómago.
Estaba por responder, pero la voz de su hermana me hace pegar un brinco.
—¿A qué hora será la cita con mi hermano?— pregunta, sonriendo.
Me llevo una mano al pecho por el susto. Respiró profundamente antes de responder.
—El me dijo que....— me callo de golpe. Parpadeé sorprendida. —¿Que has dicho?— pregunto ahora, haciendo que se ría.
—¿Que a qué.....—
—¿¡Cómo lo sabes!?— me alteró, miro de reojo a las chicas que están ajenas de nuestra pequeña conversación.
—El mi hermano, nos contamos casi todo—
—Y, ¿No estás enojada?— cuestiono, haciendo que levante una ceja.
—¿Por qué debería?—
—No se— me encogo de hombros. —Es tu hermano, pues tú como siento su hermana, y yo siendo tu amiga....—hablo rápido por los nervios.
—He, Samantha, respira, claro que no tengo problemas, con eso, mi hermano es mayorcito, además me gustas como para cuñada— dice con picardía.
Los latidos de mi corazón se hacen más presentes al escucharla decir eso, como su cuñada.
—Entonces, si, algo llegara a pasar, entre tú hermano y yo, ¿No afectaría nada en nuestra amistad?—
—No, al contrario, nuestra amistad, se ampliaría más—
—Eso me alivia saber— nos reímos, nos acercamos junto a las chicas para platicar con ellas.
Mientras platicamos, espero a que llegue la hora de salir, a mi cita con Ethan.
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Ethan, paso puntualmente, por mi, lo estaba esperando por el pequeño parque que queda por el pueblo.
Llegó en su camioneta, y al bajar, no pude contener mi nerviosismo al verlo, con una camiseta blanca, unos pantalones de mezclilla rotos por las rodillas, con sus botas color café.
No puede evitar no babear.
Era obvio que lo recorrido con la mirada mientras me mordía el labio.
Lo iba a saludar, pero sus labios sobre los mios, se adelantaron.
Ethan me beso, en forma de saludo, sus brazos me rodearon mi cintura, mientas sus labios no se querian despegar en mi.
Terminando el beso, me di otro pequeño en la frente, saludandome.
En el pequeño transcurso puso música, mientras nos manteníamos en silencio.
Ethan manejo por 30 minutos, hasta que llegamos como a una pequeña entrada, que nos llevo a un hermoso lago.
—¡Es hermoso!— exclamé emocionada, al ver tal belleza de paisaje.
—Todavía falta que lo veas de cerca— se estaciona.
Nos bajamos, Ethan se va para sacar algo de atrás de su camioneta.
Camino hacia el lago, observando el pequeño bosque que lo rodea.
El lago, es hermoso, su agua está clara, se ve limpia.
—¿Te parece un bonito día, para hacer un picnic?— me volteo a ver, se aproxima a mi con varias cosas en la mano.
Corro para poder ayudarlo.
—Es una hermosa tarde— me sincero.
Yo me encargo en colocar los manteles sobre el pasto, con dos cojines para poder sentarse.
Ethan saca la comida junto a los postres.
—Mi nana preparo esto— me explica. —La comida, los postres, y el agua— lo ayudo a colocar cada cosa.
Minutos después, estando todo afuera, y ordenado, no sentamos, para poder saborear la rica comida que preparó su nana, entre risas y platicas, se nos pasa la tarde.
Son casi las 7 de las tarde, el sol se está escondiendo, pero aún así, no deja de hacer un poco de calor.
—Prueba esté— en su mano tiene un pastelillo de fresa. Lo muerdo, cerrando los ojos, saboreando el rico postre.
—Mmmm, está riquísimo—gimoteo al probarlo.
Al abrir los ojos, Ethan tiene sus ojos en mi boca, por inercia me limpia el resto del pastelillo con mi lengua. Y claramente, puedo ver en sus ojos como sus pupilas se dilatan.
—Ahora prueba este tu— agarró otro pero de chocolate.
Casi se lo embarre en su cara. Ethan reacciona riendo, mientas lo muerde.
—Esta rico— trata de limpiarse el resto que le quedó.
—Espera, te ayudó— me acerco para quedar pegado a él, mi rostro frente el suyo, mis labios rozan los suyos, y sin decir más, lo beso. Lo beso saboreando la crema de chocolate, paso mis brazos por su cuello, haciendo que el beso se intensifique.
Sus brazos, me rodean la cadera acariciandome.
Suelto un pequeño gemido al sentir un pequeño mordisco, y un como gruñido por su parte.
Sus labios dejan los míos, para pasar a mi cuello, dejando besos húmedos, cierro los ojos disfrutando está rica sensación.
—Ethan.....— jadeo cuando muerde mi pequeño,mis manos se van a su cabello para jalarlo.
No se ni como me atreví hacer eso, para terminar en esto.
Pero, lo disfrutó.
—Samantha......— sus labios vuelven a mis labios. —Vamos.....— me besa con más intensidad. —Al lago— se separa, y noto como sus labios están hinchados por los besos, ya me imagino los mios. Tiene la respiración agitada.
—¿Por esa razón me pediste que trajera ropa de más?— pregunto entre jadeos.
—Si— dice acariciando mis mejillas.
—Si es por eso— me separó para, comenzar a quitar la ropa, debajo de la que tengo, uso una shorts, quedando con un top blanco. —Te espero adentró— sonrió dejandolo con la boca abierta.
Corro al lago, para ir y meterme poco a poco, el agua se siente tibia.
Cuando tengo medio cuerpo dentro, comiendo a nadar.
Me sumerjo para mojar mi cabello, para después salir, está buena el agua.
Escucho un cuerpo meterse y se que es Ethan, volteo a verlo, viene nadando a mi.
—He llegado por ti— sus brazos me toman de la cintura haciendo que enrede mis piernas en su caderas. Mis brazos lo rodean por su cuello.
—Eso no se vale, yo tengo que nada mientras que tú estás como si nada— me quejo.
Quiero parecer que me molesta eso, para no verme vulnerable, porque sus brazos están debajo de mi trasero.
Digo, no es que me queje, me gusta, pero me pone de nervios.
Lo escucho reír.
—Tu sabes que por mi, encantado con cargarte— le doy otro pequeño beso. —¿La mejor?—
—La mejor cita— nos besamos mientras nos quedamos así abrazados.
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