Hold Me

Autorstwa SophieLenom

139K 14.7K 5.3K

-TERMINADA- Secuela de "Choose Me" Es necesario leer el primer libro antes de este, si quieres leerlo lo en... Więcej

Sinopsis
Capitulo 1 ~ No olvides mi nombre
Capitulo 2 ~ El oso azul
Capitulo 3 ~ Tipos de amor
Capitulo 4 ~ Un secreto
Capitulo 5 ~ Mi familia
Capitulo 6 ~ T.G.B.
Capitulo 7 ~ Juntos
Capitulo 8 ~ Indefenso
Capitulo 9 ~ Silencio
Capitulo 10 ~ "Homenajeamiento"
Capitulo 11 ~ Más de mil razones
Capitulo 12 ~ El último beso
Capitulo 13 ~ Solo con ella.
Capítulo 14 ~ Inolvidable
Capitulo 15 ~ Negociemos
Capitulo 16 ~ Solo amigos
Capítulo 17 ~ Macarrones
Capitulo 18 ~ ¿Qué cambiará?
Capitulo 19 ~ Una mujer...
Capítulo 20 ~ Todo de ti...
Capitulo 21 ~ Nuestra burbuja
Capítulo 22 ~ Una vez más.
Capitulo 23 ~ Lo que somos.
Capitulo 24 ~ ¿Por qué no solo... ser felices?
Capitulo 26 ~ Siempre commigo.
Capitulo 27 ~ La diferencia
Capitulo 28 ~ Te sostengo.
Capitulo 29 ~ Hasta el final de nuestros dias.
Capitulo 30 ~ Pepita
Capitulo 31 ~ Salvarnos
Capitulo 32 ~ Perfección
Capitulo 33 ~ Rosas y vino
Capítulo 34 ~ Mi error más grande
Capitulo 35 ~ Amor de mi vida
Capitulo 36 ~Mi sueño hecho realidad
Capitulo 37 ~ Un gran paso.
Capítulo 38 ~ El país de los recuerdos
Capitulo 39 ~ A un segundo
Capitulo 40 ~ Respira
Capítulo 41 ~ Moriremos felices.
Capítulo 42 ~ Una uva.
Capítulo 43 ~ Flores y brillos
Capítulo 44 ~ Eternidad
Capitulo 45 ~ Agridulce
Capitulo 46 ~ El último intento
Capítulo 47 ~ Sus ojos
Capítulo 48 ~ Rendirse
Capítulo 49 ~ Dos pasos
Capítulo 50 ~ Invencible
Epílogo

Capitulo 25 ~ Ojitos aceituna

2.7K 284 207
Autorstwa SophieLenom


- ¿Estás cómoda? - Pregunta Thomas después de organizar las almohadas en mi espalda.

Decidimos regresar a casa en caso de que hubiese alguna emergencia con respecto a mi salud pero, me he sentido bien. Los niños no tuvieron mayor problema pero estoy segura que ahora se los debo.

- Si, perfecta. Gracias.

- ¿Quieres algo más? Lo que necesites.

- Estoy bien Thomas, te dije esta mañana que me siento mucho mejor.

- Igual te cuidaré. - Se sienta junto a mi.

- No es necesario, tú viajas en un par de días, tienes cosas que hacer.

- Lo único que tengo que hacer es pasar tiempo con mis hijos y cuidarte.

- Pues ve con los niños, no necesito vigilancia, soy doctora ¿lo olvidas?

- Ellos están distraídos por allí, iré luego con ellos, ¿okey?

Fija sus ojos azules en los míos y poco a poco se acerca a mi ahora clavando su mirada en mis labios.

- ¿Qué haces? - Pregunto alejándolo suavemente.

- Nada - Frunce los labios.

- No quiero que te confundas.

- Lo sé, lo siento. - Se levanta de la cama evitando mi mirada. - Iré al baño.

- Okey.

Sale de la habitación dejándome completamente sola, yo resoplo y pongo una mano en mi estómago, pues aún duele.

A pesar de lo débil que me siento, creo que es momento de que me dé una ducha. Así que como puedo me levanto de la cama, preparo lo que me pondré y justo cuando estoy a punto de entrar al baño una voz desde el pasillo hace que me detenga.

En realidad son dos.

- Ya te dije que está dormida. - Dice Thomas molesto.

- Me da igual, quiero verla. - Responde Mike mientras escucho sus pisadas acercarse hasta que ambos están frente a mi.

- Lizz... - Mike se acerca a darme un abrazo que no dudo en responder.

- Te extrañé.

- Lo sé, yo a ti. ¿Cómo estás? - Nos separamos y se dedica a reparar mi rostro.

- Gastroenteritis. Estaré bien.

- ¿Haz comido? Te ves pálida. ¿Te pongo líquidos?

- He comido y no necesito líquidos por ahora. - Le aseguro.

- La he cuidado, estará bien. - Se acerca Thomas a nosotros con el ceño fruncido. - ¿Quién te invitó? - Le pregunta a Mike.

- No seas idiota Thomas, yo lo invité. - Le respondo ahora molesta, ¿quien se cree?

- Si no lo sabes, yo también soy dueño de la casa así que tienes que avisarme, y yo digo que te ves mejor afuera.

Lo miro molesta, pues su comentario ha sido totalmente innecesario.

- Es que ahora eres su padre, ¿o qué? - Mike empieza a molestarse también.

- Thomas. En serio, madura. Y Mike, no caigas en sus juegos.

Mike se tranquiliza mientras Thomas parece aún más molesto, pues aprieta sus puños hasta que los nudillos se le vuelven blancos.

- ¿Lo defiendes a él? - Me mira el de ojos azules indignado.

- Oye, estás armando una guerra donde no la hay. Tú sabes que Michael es mi mejor amigo y ha estado conmigo desde que me rompiste el corazón así que si, lo defiendo a él porque tú te comportas como un niño pequeño.

- ¿Es qué no lo entiendes? Él te ama Eleanor. - Me reprocha Thomas.

- Claro y yo lo amo a él, somos amigos.

- Sabes que no es de eso de lo que estoy hablando, él te ama en serio.

- A ti te cuesta mucho reconocer que solo somos amigo, ¿como te lo digo?. - Pregunto aún más molesta.

- Un amigo con el que tienes sexo. Claro. - Musita molesto.

- ¿Te afecta en algo? - Pregunta Mike.

- Fue suficiente. No te comportes como si fueras mi esposo. - Le hablo a Thomas con las pocas fuerzas que me quedan. - Por tu culpa ya no somos nada. Recuerda que fuiste tú el que saboteo lo nuestro, así que cállate por favor.

Él relaja el ceño, ya no se ve más molesto, solo veo culpa en su rostro y por un momento me siento mal.

Thomas asiente un par de veces sin mirarme a los ojos.

- Permiso - Sale de la habitación.

Me quedo mirando la puerta mientras pienso en lo extraño que se comporta. Parece que no controla sus emociones. Se rompe fácilmente, no entiende los límites y quiere controlarnos a todos. Por naturaleza es controlador pero, no así.

Tal vez Thomas necesita más ayuda de la que estaría dispuesto a aceptar, más de la que yo me imaginé. Y por primera vez lo entiendo, él necesita su espacio, necesita estar solo, conocerse a sí mismo, escuchar lo que su cuerpo le pide y hacer lo que le gusta sin que tenga que pensar en nadie. Tal vez su estadía en Nueva York sea lo que el necesita. Y, joder. Aquí estaré yo, cruzando los dedos por él.

- Es un idiota, ¿quien se cree? - Musita Mike molesto.

- No digas nada. No está pasando por un buen momento. - Me siento en el borde de la cama pensativa.

- ¿Ahora lo defiendes? - Me reprocha el hombre frente a mi con más asombro que molestia.

- Solo no le prestes atención.

Mike asiente y se deja caer junto a mi.

- ¿Cómo haces para soportarlo?

Frunzo los hombros.

- Lo quiero. - Le explico a lo que el responde frunciendo el ceño.

- ¿Lo quieres de nuevo?

- No. Nunca deje de quererlo pero, enterré ese sentimiento. - Le explico con calma.

- ¿Y estas segura de dejarlo salir?

- Ya lo hice. Pero estoy precavida.

- No olvides lo que hizo, no te quiero ver en ese punto de nuevo.

- Pfff. Ojalá pudiera olvidarlo. Pero, creo que estaré bien, ya no soy la misma que conociste hace 4 años. Ahora soy más fuerte.

Él esboza una gran sonrisa en su rostro.

- Me encanta que hables así. - Besa mi frente con ternura.

- Bien. Si cambiamos el tema, tengo que contarte muchas cosas y tú también debes explicar muchas otras. - Me pongo de pie. - Debo ducharme, así que hablemos en el baño.

- Es tradición. - Se pone de pie de la misma manera y caminamos junto al baño.

Él se pone cómodo en las baldosas frías del baño, recuesta su espalda en la pared y estira sus piernas mientras yo me desvisto para entrar a la ducha.

No es la primera vez que usamos el baño como lugar de visitas. Aquí se cuentan los mejores chismes de hospital.

- ¿Por qué tienes esto en tu mano? - Katie señala la sonda en mi mano.

Estuve bien en la mañana pero vomité muchas veces en la tarde así que Mike insistió en ponerme líquidos a lo que tuve que ceder pues se puso de acuerdo con Thomas y fue imposible contra los dos.

Siento que esa será la primera y última vez en la que estarán de acuerdo en algo.

Ahora, cayó la noche, Mike se fue porque tiene turno en el hospital y he quedado de nuevo en la cama sin querer moverme.

- Por allí me pasan medicinas para sentirme mejor. - Acarició su mejilla con mi mano mientras ella, arrodillada en la cama junto a mi, me mira con preocupación.

- ¿Te duele?

- Es como un pequeño piquete.

- Jum... - Se queda en silencio, tal vez pensando - No quiero que sigas enferma - Hace un puchero.

- Lo sé cariño. Yo tampoco, pero estaré bien pronto.

Da un largo suspiro.

- Está bien.

- Tienes que ir al cole mañana y es un poco tarde Kay...

- Ya lo sé. Debo ir a dormir. - Dice con resignación.

Debería estar durmiendo hace unas dos horas pero vino hace un momento con la excusa de que no podía dormir.

- ¿Quieres quedarte conmigo hoy?

- ¿Ya no nos contagiaras?

- Lo que tengo se contagia de otra forma, estarás bien.  Tu solo apaga la luz y ven aquí.

Ella asiente con una sonrisa y mientras va a apagar la luz yo me muevo hacia un extremo de la cama y levanto las sábanas para que entre allí, la pequeña no tarda en acomodarse en mi pecho. Acaricio su cabello hasta que se queda dormida. Algo que yo no consigo. Por alguna razón esto se me complica, así que sin mover mucho a Katie, enciendo la lámpara en la mesa de cama y empiezo a leer.

No duro mucho concentrada pues un ruido de afuera me distrae, poco después Thomas entra a la habitación con su pijama de rayas puesta.

- Hola - Susurra acercándose a la cama. Yo bajo el libro y me fijo en él.

- Hola. - Respondo de la misma manera.

- Pensé que estarías dormida, venía a ver tu temperatura. - Se sienta suavemente en la cama junto a Katie.

- Estoy bien...

Ambos nos quedamos en silencio unos segundos, yo me dedico a acariciar el cabello de mi pequeña.

- Te debo una disculpa Elle, - Musita Thomas minutos después. Dirijo mi vista a la suya, tiene los ojos casi húmedos.

- ¿Por qué?

- Por lo qué pasó con Mike. Perdí el control.

- Lo sé...

- Es que estos días han sido preciosos, solo tú y yo, los niños. De pronto llega él y tú atención se va, me sentí extraño. - Se queda un par de segundos pensativo. - Creo que tengo celos. - Admite finalmente.

- Es bueno que lo entiendas. Pero también debes entender que Mike es mi mejor amigo y que tú y yo no somos nada más que los padres de Ethan, Amelia y Katie. Qué lo que pasó en estos días no significa mucho más de lo que ya te dije.

Él asiente pensativo.

- Odio que sea así.

- Necesitas un poco de ti mismo, algo que no tienes desde que murió Anna. Necesitas un poco de paz, por eso es bueno que te vayas a Nueva York.

- ¿Y luego?

- Ya te dije que pasaría luego pero no es una promesa Thomas. Es una posibilidad, ¿lo entiendes.

- Si. Lo entenderé.

- Aún así yo estaré siempre aquí y si no podemos tener una relación amorosa, sé que podremos ser amigos. - Dejó de acariciar la cabeza de Katie para tomar su mano. Él cruzas sus dedos con los míos y sonríe.

- ¿También tendremos sexo? - Pregunta con preocupación a lo que respondo con una carcajada silenciosa.

- Supongo que ya lo sabes.

- Si. Y me parece un poco extraño si soy sincero.

- No te preocupes, lo pienso a diario. - Admito.

- Entonces, ¿Mike sería el papá del hipotético bebé?

- Posiblemente...

- ¿Cómo qué posiblemente? ¿Tienes más amigos con beneficios? - Pregunta aterrado.

- No, solo juego contigo.

Asiente desconfiado, yo me rio.

- Elle... ¿Puedes perdonarme? - Cambia el tema drásticamente. Aún así no suelto su mano, en cambio la acaricio con mi pulgar.

- Te perdoné hace tiempo. - Musito sin quitar la vista de sus ojos.

- Aún así siento que no lo merezco. Sé lo que piensas sobre eso pero, no puedo dejar de sentirme así. Es que hoy cuando dijiste lo de nuestra relación, me sentí muy mal, es algo que yo ya sabía pero, cuando lo escuché de tu voz, con la melancolía en tus ojitos aceituna. Quise morir Elle. Lo siento, lo siento muchísimo. - Mis ojos se cristalizan al igual que los suyos.

- Está bien. Te juro que todo está bien.

- Jamás imagine que te estaba haciendo tanto daño. Lo siento. De verdad lo siento - Un par de lagrimas se escapan por sus mejillas. Yo no puedo evitar sonreír. - ¿Qué es gracioso? - Pregunta un poco molesto.

- Estás aceptando que cometiste un error, es genuino lo que dices.

Ahora él sonríe y ambos nos quedamos en silencio. Él limpia sus lágrimas mientras yo, sin soltar su mano miro que Katie siga dormida, y lo está...

- Estoy muy feliz de que seas la mamá de mis hijos. - Habla minutos después mirando a la niña en mi pecho.

- Ya me lo habías dicho pero, gracias. Yo también lo estoy.

- No quiero que pienses que para mi es sencillo dejarlos. Pero, sé que estarán bien contigo y también sé que estaré aquí en cuanto me necesiten.

- No será nada sencillo pero lo lograremos. Criaremos tres humanos muy humanos.

- Podrían ser cuatro. No más digo...

- ¿En serio quieres otro hijo después de lo difícil que ha sido con los que ya tienes? Qué por cierto, son muchos.

- Eleanor. Contigo yo tendría 10 hijos ahora mismo. - Dice con tanta seguridad que por un momento me asusto.

- No no no. Detente ahí campeón... Podríamos negociar tener sólo uno más.

- ¡Lo estás considerando! - Pega un brinco y levanta un poco la voz con emoción.

- Shhh - Le señaló a Katie aunque ella no reacciona a aquello.

- Perdón. Pero no puedo evitar exaltarme cuando tú dices esas cosas sobre nosotros. ¿Cómo quieres que acepte ser solo tu amigo?.

- Lo sé. No lo haré más, lo siento.

- No, tú sigue, que me encanta escucharte.

- Thomas...

- ¿Te enojarías mucho si hago algo qué es técnicamente incorrecto?

- ¿De qué hablas?

- Solo responde. ¿Te enojarías mucho? ¿Qué tanto?

- ¿Cómo quieres que responda si no eres específico? No te entiendo.

- Déjame besarte. - Suelta en un suspiro suplicante.

- No te confundas, ya lo hablamos.

- Dime que tú no sientes esto. Estoy cerca de ti y solo quiero... besarte. - Explica mientras se acerca lentamente a mi rostro.

- Esto no concuerda con nada de lo que estamos hablando. Literalmente nada. Sería un error muy estupido.

Se detiene cuando está a pocos centímetros de mi rostro, yo trago saliva tratando de apartar esos pensamientos.

- ¿No sientes nada? ¿Nada? - Acaricia con su índice la comisura de mis labios y suelto un suspiro involuntario.

- No.. No hagas eso. Aquí está Katie. - Intento no sonar nerviosa.

- No estoy haciendo nada extraño Elle. Tú te imaginas cosas porque tú también quieres besarme.

Con mi mano intento apartarlo como siempre pero, he perdido la fuerza.

- Véte por favor. - Cierro los ojos para evitar su mirada que me estremece por completo.

Él no se mueve, solo se inclina un poco para besar mi mejilla causando un cosquilleo en mi rostro y en mi panza.

- ¿Recuerdas nuestro primer beso? ¿O aquel beso que nos dimos en tu departamento? Fue mágico, eso es lo que somos. - Besa mi otra mejilla.

- Véte, por favor. - Le repito un poco más desesperada.

- ¿Por qué?

Abro los ojos lentamente y me fijo en los suyos, me observan expectantes.

Inconscientemente deslizo mi mirada hacia sus labios, están húmedos y entreabiertos. Es imposible, literalmente imposible que pueda contenerme a esto. Él representa todo lo que me parece atractivo y perfecto.

Se sorprende cuando soy yo quien corta la distancia. Soy yo quien encaja sus labios con los míos. Él no tarda dos segundos en tomar mi mentón para profundizar el beso y empezar a mover sus labios al ritmo de los míos. Lento, con delicadeza, pero con un deseo indescriptible que se extiende por cada palpito de mi ser. Sus labios parecen estar hechos para que encajen perfectamente con los míos y me vuelvan loca con facilidad.

Pongo mi mano en su nuca atrayéndolo más a mi dándole permiso a su lengua para que junto a la mía, en un ligero baileteo se encuentren aumentando aún más aquella sensación arrazadora que solo este hombre ha logrado sembrar en mi. No quisiera separarme nunca, me siento muy cómoda aquí, y nuestro beso se extiende por un momento, donde solo somos él y yo, comunicándonos sin necesidad de usar la voz.

Al separarnos lo miro por unos segundos, tiene sus labios más rojos e hinchados que hace unos minutos, parece que me llaman.

- Porque entonces sería yo la que pediría besarte. - Respondo a su pregunta en un susurro. Él sonríe y pasa su mano por mi cabello con ternura.

- ¿Tú entiendes lo mucho que te quiero Elle?

- Quiero entenderlo.

- Lo harás. - Se acerca, a depositar un beso en mi frente, luego en mi mejilla y por último uno más corto en mis labios, yo no puedo evitar sonreír. - Buenas noches cariño.

Sé que por el adelanto, ustedes esperaban cualquier cosa menos un beso, por eso escogí aquella parte como adelanto, porque ustedes dicen que soy cruel, y ahora si lo soy.

¿Tiene razón Thomas con lo que dice sobre Mike? ¿Estará Mike enamorado de Ellie? ¿Se abrirá Eleanor completamente a una relación con Thomas después de esto? ¿Se irá Thomas a Nueva York?

Mi labor es generarles incertidumbre y sé que no confían en mi si les digo que todo estará bien, pero, todo estará bien. 😉

Gracias por leer, les dejo el adelanto.

¡Besos!

Sophie Lenom

Czytaj Dalej

To Też Polubisz

230K 11.7K 62
"𝙀𝙡 𝙖𝙢𝙤𝙧 𝙣𝙪𝙣𝙘𝙖 𝙢𝙪𝙚𝙧𝙚 𝙮 𝙡𝙖 𝙫𝙚𝙧𝙙𝙖𝙙 𝙩𝙞𝙚𝙣𝙚 𝙧𝙖𝙯ó𝙣 𝙥𝙤𝙧 𝙦𝙪𝙚 𝙙𝙚𝙟𝙖𝙣 𝙪𝙣𝙖 𝙝𝙪𝙚𝙡𝙡𝙖" "-𝙔 𝙖𝙡 𝙛𝙞𝙣𝙖𝙡 𝙚�...
6.5M 315K 104
El prominente abogado Bastian Davis conocido como "El Lobo de Minnesota" ha decidido casarse con unas de las hijas de Rob Walton y todo para unir fue...
11.1K 1.7K 91
*Esta historia no ha sido editada, encontrará algunos errores* Sinopsis: Una chica, con novio, amigas, y familia. Tenía la vida perfecta, así es, te...
946K 25.7K 31
Cuando las personas que más amas, te rompen, es difícil volver a unir esos pedazos. Victoria Brown, creía que cuando amas, la brecha para perderte a...