Mi vida ahora se divide en dos versiones de mí, o gruño las cosas y estoy enojado, o simplemente estoy depresivo y me vuelvo importaculista, pero eso es todo, a veces me embriago y Cindy es quien cuida de Charles, porque probablemente le tiene miedo a mi jodida bipolaridad. Nada es como antes Aubrey lo arruino todo.
He estado yendo de mal en peor, lo reconozco, pero nadie sabe lo que se siente.
Cada vez que bebo juro lo mismo, porque es lo único en lo que pienso cuando estoy a punto de dormirme y tengo mi último momento de ira.
Ese último pensamiento irracional que parece lógico cuando estás ebrio, o a punto de dormir.
-No voy a subir en un puto auto de nuevo en mi puta vida de puto.-Le digo a Cindy, y doy otro sorbo a la botella de tequila.- Cada vez que alguien sube en ellos, alguien a quien amo sube en ellos, se van de mi lado, Danna murió en un accidente automovilístico, perdí a mi hija en un accidente automovilístico, perdí a la vieja Cindy en ese accidente, y ahora ella...-Sollozo, no podido más ella acaricia mi espalda.-Espero que despierte algún día, tiene tantas cosas por delante.
-¿Qué hay de ti, sus cosas contigo?-Me pregunta Adam.- ¿Cómo te sientes?
-He llorado, creo que soy obvio, me duele, tiene que ser obvio, pero, sé de lo que hablas, espero que ella me quiera en ese entonces... que quiera eso para nosotros, quería apoyarla.
-Siempre has sido tan bueno.- Murmura Cindy.
-Y siempre me pasan estas cosas a mí, ¿por qué, Cindy? ¿Qué he hecho que sea tan malo para que cada mujer que quiero se vaya?
Termino la botella y la estrella contra la pared, cerca del cesto de basura.
-¡Desde este puto instante, miranda no puede subirse a un auto! No quiero quedarme solo, no puedo solo.
Cindy suspira.-Algún día.-Murmura.
(…)
Dejo a Charles en el jardín, Cindy pasara por él en la tarde, porque es viernes, ahora es ella porque Mirada regreso a Texas, probablemente por unos meses más y lo agradezco, no soporto a la gente extrovertida y chismosa. Metidos, todos preguntan si estoy bien, ¿Cómo va Aubrey? Que no la visite demasiado, que la vea otra vez. Deberían conseguirse una vida.
Fui a este club de House, donde un amigo puede entrar fácil, en realidad he vuelto a charlar un montón con él.
Hoy acordamos salir, porque ambos estamos solteros y estas cosas, porque es más agradable tomar unas copas y buscar una mujer para la noche con alguien que no se la pasa hablando sobre su hija.
Mi hijo es el mejor pero yo tengo buenos temas de conversación.
-Hey, Bryan, acá.- Saluda Josh, de cabello negro y ojos claros, es tan alto como yo. Lo conocí en el trabajo, pero él trabaja en recursos humanos.
-Josh, ¿Qué hay?- Nos saludamos con las manos, y pasamos. En realidad casi nunca tenemos que esperar en la línea, ni por muy viernes que sea.
El club está bastante lleno, pero hay varias posibles acompañantes, tengo el hotel reservado y todo, no hay nada peor que tener que buscar otro lugar porque están llenos.
-¿Old Fashioned?
-Claro.
Él se aleja un poco, Cindy me escribió un mensaje sobre las calificaciones de Charles. ¿Qué le van a calificar? ¿Qué tan fuera de la línea coloreo?
Es una pérdida de tiempo todo eso, simplemente enséñenle lo que tiene que hacer, y hasta que entre a primaria no me molesten con “calificaciones”.
(…)
La chica de rodillas frete a mí, hace cosas productivas con su boca, terminamos y salimos del baño, pero, no es la de la noche, la de la noche está un poco más lejos, con unas cuantas amigas. De cabello rojizo y pecas pequeñas.
Llevo toda la noche esperando el momento, porque, debo reconocerlo, tengo una fijación con ella, al menos hoy.
Y es obviamente –no soy tan estúpido- porque es parecida a Aubrey.
Sus amigas van al baño y ella se queda con otra chica, de cabello negro.
Josh se encarga de la pelinegra, dejándome la vía libre.
-Hola, preciosa.
-Piérdete.
Yo rio, porque eso es más común de lo que voy a reconocer.
-¿Mala noche? Barman un Old.
-En seguida.
-Bah…
-Sé lo que se siente, solo tengo que acompañar a mi amigo, ¿sabes? El que baila con esa pelinegra.
-Así que viniste a hacerme compañía.
-Eso y esperar por él, está un poco ebrio, debo dejarlo en casa antes de que haga algo estúpido.
-Ya somos dos.
¿Lo ves? Solo soy simpático, y estoy dentro, es tan simple.
-¿Quieres algo?
-¿Un… Daiquiri?
-Bien.
Lo ordeno, en realidad cuando aceptan la bebida es más simple aun.
Todos usamos la bebida, a menos de que seas pobre, no sé cómo ligan quienes no invitan un trago sin ver la carta, pero los admiro. La bebida es un gran paso.
Mientras hacen las bebidas, ella yo intercambiamos nombres, las amigas de Julianna –eh, que se escribe con doble n- me ven y se van a bailar, en realidad creen que su amiga ya ligo, y probablemente así sea.
Nosotros bebemos, mientras ella se queja de sus amigas por ser fáciles, yo solo escucho y callo. Suena alguna mierda de David Guetta –aclaro que no soy fan de esta música.- Pero vamos a bailarla, porque, obviamente, bailo muy, pero muy bien.
Después de eso cambian un poco el ritmo, a algo más latino que no sé qué sea, pero es más bailable.
Media hora después, ella y yo vamos en un taxi, si me lo preguntan siempre es así, porque mi baile es mágico.
(…)
Fue decepcionante, porque no era pelirroja natural. Bah, así no se vale.
-¡Papi!- Me sañuda Charles cuando entro a casa.
El gran Benji también me saluda. En serio es más grande que Charles, por suerte, parece que no crecerá mucho más.
-Hola, pequeño, ya, ya Benji.- Acaricio al perro, y alzo a Charles, Cindy está en la cocina.
-Se te estaba haciendo tarde.- Me dijo.
Lo sé es la una de la tarde, pero… en mi defensa esa cama era muy cómoda, y ella fue la que se fue, yo iba a aprovechar mi reserva.
-Lo siento, perdí…
-Antes no eras así, estabas a las siete, así fuera trasnochado, voy a servir la comida, más te vale comer.
-No gracias, quiero… Tengo cosas que hacer, vendré en la noche, si quieres lleva a Charles con Anna, o trae a Anna a la casa.
-Bryan, también tengo cosas que hacer.
-Llama una niñera, voy a estar ocupado.
Subo ignorándola, Charles habla con el perro, en una lengua que nadie entiende, es como si el perro fuera su gemelo, hace poco vi un video de unos gemelos hablando en su propio idioma, que locura, Danna y yo nunca fuimos así, cuanta dependencia.
Me doy un baño, me pongo un pantalón de paño, zapatos brillantes y una camisa azul claro, una chaqueta de algodón perchado, un poco más informal, pero no informal y salgo de la casa en el Viper.
¡Ja! Mi vida es tan patética, tengo que huir de mi hijo porque verlo me hace sentir mal, y no necesito sentirme peor.
Como cada sábado, voy al hospital, llámenme hipócrita, pero ella sigue ahí tirada, y soy un hombre, técnicamente no éramos nada cuando ella tuvo el accidente, técnicamente ella termino conmigo cuando se tiró a Jeremy. Solo que ella me dejo pendiendo de ella para no sentirme mal. Como la odio… Ja, ja, ja ¿qué iluso creería eso de odiarla?
Las primeras semanas creí que tal vez Miranda me mentía, pero ¿Por qué lo haría? ¿Por qué ni Aubrey ni Jeremy lo negaron? Exacto, porque no podían, porque es cierto.
Aun así, ver a Aubrey me hace sentir mejor, lo más cercano a la paz ahora, como cuando ella reía.
Nunca dejare de extrañar esa risa.
Recibo el carnet de visitante, como de costumbre, la mujer de unos ochenta me sonríe con tristeza, pensaran que soy idiota, tal vez solo me tienen lastima. Es tan fácil juzgar a la gente a simple vista.
Primero entro en la habitación y no hay nadie, Alejandra se porta extraño conmigo, y no lo entiendo pero prefiero no verla.
Cada mes cruzamos palabras sobre la pastelería, cada vez son menos.
Me siento al lado de ella, mientras tomo su mano, no tan fría, pero no cálida.
-Lo siento.- Inicio.
Ok, aclaro, lo que se viene no es lindo, es de lo más patético, pero… No me juzguen.
-Ocurrió de nuevo, yo, ugh, no paro de buscarte en alguien más, Josh dice que debería seguir adelante, pero es tan fácil decirlo, y aun así tú sigues acá, pero no paras de tomar mi mano cuando te veo, pero aun así no despiertas, pecosa.
Como siempre, ella lo hace, los doctores lo saben, pero aun no despierta. Ella aprieta un poco mi mano, tal vez es solo un reflejo, tal vez solo es una ilusión en la que muy iluso, muy necesitado creo. Pero nadie sabe cómo se siente.
-La de Ayer era parecida a ti, ficticiamente parecida, pero no es igual si no eres tú, es como si me hubieras arruinado, me salvaste para arruinarme, y siempre digo lo mismo, pero ¿Qué harías tú en mí lugar, amor? ¿No me culparías por lo que yo te culpo a ti? No puedo charlar con mi hijo, porque de cierta manera me recuerda a ti, y a mi corazón triturado por todo esto, pero tú solo sigues durmiendo, y yo te sigo engañando… Es como si no tuviera caso. Aun así no conozco a nadie que me haga sentir un poco como tú, ni lo voy a encontrar en clubs, lo sé, pero quiero el camino fácil, no quiero encontrar otra, quiero esperar por ti. Y de nuevo pienso ¿Qué si llega otra? Nunca pensé que hubiera nada después de Cindy ¡Y mírame! Llorando por una chica que está en coma, arrepentido por engañarla cada viernes, pero aun así no dejo de hacerlo, es un falso arrepentimiento tan sincero.
Suspiro y limpio mis ojos. En realidad me siento culpable, como dependiente de ella, pero… Ugh, siento que me estoy volviendo loco. Mi vida es un asco.
-Aun así nunca puedo dejar de hacerlo, porque también quiero ser feliz, Aubrey, lo merezco, creí que… Podíamos, y… Dios, esto no tiene caso a veces ¿Te lastimaría si algún día fuera feliz solo o con otra? ¿Sería malo para ti si no formaras parte de mi nirvana? Eso sería como dejarte ir, superarte, olvidarte, ¿verdad?
Su mano se relaja de nuevo.
-Me confundes, cariño, me siento tan perdido, perdido y corrupto, impío, abandonado, errante, hay tantas palabras para decir lo vacío que me siento. Me está volviendo loco este infierno. Y necesito decírtelo a ti, porque extraño charlar contigo, de hecho extraño charlar, ahora solo le gruño a todo el mundo.- Rio, un burlándome de mi mismo, es una risa llena de auto-desprecio, porque todo esto solo me hace odiarme más, nunca sé hacer las cosas. Joder, me he vuelto de lo más depresivo.- Incluso creo que Charles me teme, ¡mi hijo me tiene miedo! Antes no era así, si tú regresaras a casa, sería como antes. Pero ¿y si no?
Me alejo un poco y la observo.
-¿Es posible estar más confundido? Siempre hay algo peor ¿verdad? Siempre decías eso cuando algo te salía mal, como odio el optimismo, como odio extrañarte. Te amo, maldita sea si lo hago, Hepburn, ¿Por qué lo hiciste todo así? ¿Es mi culpa? A veces me siento culpable, pero no sé qué hice mal, nunca me lo dijiste, solo… me abandonaste.
Mis lágrimas ahora son más y le gruño entre dientes, no quiero sollozar, los hombres no lloran, no lo hacen, pueden decirte lo contrario, pero no lo hacen, se llama orgullo.- Me siento tan culpable, tratare de no hacerlo de nuevo, ¿quieres despertar? Así me vigilas, Dios, ahora negocio con la bella durmiente, ¿Si te despertaras ahora, me mirarías como antes, antes de toda esa locura? Como cuando hicimos el amor por primera vez, y creí que ese era el final de mi extraña vida de infeliz, creí que era la hora del final del jodido relato, que tú y yo seguiríamos juntos, y… Ya tengo el anillo, pero igual, no creo que lo uses, no creo que nada sea como antes, cuando pensaba que tú y yo nos casaríamos, incluso tendríamos una boda grande, porque querría hacerlo todo por ti, y luego me hubiera operado de nuevo, revertiría la vasectomía, porque tal vez tu querías hijos, y tal vez Charles fuera solo mío, pero pudimos tenerlo todo Aubrey.
Me calmo porque siempre atraigo la atención de las enfermeras, y es de lo más vergonzoso, algunas me han dicho que puedo ser mejor que eso, y que ella regresara. ¿Por qué no se buscan una vida?
-Aún podemos tenerlo, solo tenemos que olvidar mis traiciones, y toda esta pesadilla, y despertaras, a manejar tu negocio de nuevo, Charles amara tus galletas de nuevo, y tú asistirás conmigo a los eventos de fin de año que organiza el CEO Brooks, este año estoy invitado a Francia, a la casa campestre donde van las cabezas de la compañía, la fiesta de despedida de los mejores cargos de toda la multinacional, sé que estarías deslumbrante, que encajaríamos perfectamente allí, que tendría que cuidar de ti celosamente porque usarías uno de esos asombrosos vestidos como con los que cantas, pero más fino, y esta vez no seré tan estúpido de no celarte, de hecho me volveré extremadamente sobreprotector. ¿A las mujeres también les gusta eso, te gustaría? Drew dice que sí, y él es mi mano derecha ahora, como jefe del proceso, es tanta presión, pero, tengo otras metas. Voy a volverme sectorial, tal vez supervisor de área en otro país. Charles estará encantado con vivir en otro lado…
Alguien toca la puerta, una enfermera, siempre tienen que monitorearla.
-Buenas tardes, señor Sanders.
-Hum, ¿Cómo le va?
-Bien, gracias.- Luego inicia a sacar cosas del carrito y habla para sí misma.- Vamos a ver.
La asistente y ella se ponen a tomar signos, a ver un poco de Aubrey, todo sigue igual.
Yo suspiro, debo irme.
Las enfermeras se despiden y yo beso la frente de Aubrey.
-Vendré la próxima semana, te amo.
Acaricio su mano, ella siempre reacciona de esa manera, aprieta un poco mi mano, por un momento, y duele hombre, duele que esto sea todo lo que obtengo de ella, cada vez me rompe más.
Salgo del hospital, y voy a un bar deportivo, voy a ver un par de partidos, realmente no bebo en bares, me pongo violento por el ambiente.
Joder.
Regreso a casa, Cindy me regaña y se va, Charles va a la batería.
Tocan la puerta.
Abro para saber que quiere la chica. Cabello y ojos comunes, delgada pero no flaca, no muy alta. La conozco, es mi vecina.
-¿Qué?
-Puedes tomarte un descanso de la batería, tengo grupo hoy.
-No me importa, es mi casa, son las ocho de la noche. Que tenga un lindo sábado…
-Espera, por favor, tengo grupo y no podemos concentrarnos así.
-¿Grupo? ¿Grupo de qué?, hazlo en otro lado.
-Soy anfitriona, por favor.
-Lo siento, no puedo decirle que no.
-Por favor, sé que es bueno pero necesito orar tranquilamente.
-¿Orar?
-Estamos en una reunión de la iglesia, ¿quieres venir?
-No, hare que Charles se calle.
Ella me sonríe, lo consiguió. Bruja.
-Igual estás invitado, apuesto que a tu hijo le gustara, los niños hacen cosas entretenidas.
-No.
-Vamos, necesitas salir un poco.
-No, acabo de llegar, no necesito salir. Que tengas un buen…
-¿Y el otro sábado? Somos vecinos, deberíamos tener una relación un poco mejor.
-No salgo con santas.
-¿Quién dijo salir? Podríamos ser amigos, se nota que necesitas alguien que…
-¿Qué?
-Luces un poco perdido, he escuchado un par de cosas, paredes delgadas, ya sabes.
-¿Qué escuchaste?- Mierda.
-Nada, muy, fundamental, pero luces perdido, no es como si mi misión fuera volverte esclavo de la iglesia, pero necesitas un par de buenas amistades.
-Tengo a Cindy.
-Lo sé.
-¿Ella te envió, no es así?
-Oh, no… pero nos saludamos ocasionalmente, esas son del tipo de amistades que todos necesitamos.
-¿Qué tipo de góspel cantan?
-Del tranquilo, de hecho yo no canto mucho, odio esos “creyentes” que parecen locos, sin ofender, pero soy más pasiva, nada de exorcizar demonios para mí, pero hay que hacer bien las cosas con Dios.
-Están locos.- Concuerdo, con una sonrisa burlona.
-Entonces…
-Estoy cansado, tal vez el otro sábado.
-Paso por ti a las siente. Y sé que a Charles le gustara, es una mariposa social.
Bufo, de acuerdo.- Hare que se detenga.
-Gracias, ¿lo ves? Ser amable no cuesta mucho.
-Te he deseado un bonito sábado dos veces.
-Sí, pero esta vez sonríes, esta vez sí res gentil.- Me sonríe.
En realidad, sí, necesitaba una conversación relajada.
-Bien, el sábado estaré allí a las ¿siete?
-Sip, a las siete ¿Bryan, vedad?
-Sí, oye no sé ni tu nombre.
-Megan.
-Muy bien, Megan, ten un bonito sábado.
-Eso está mejor, Adiós.- Ella se despide con la mano y se aleja de mi casa.
Entro y voy a la habitación extra. Donde ya tengo un mini estudio de batería.
-Charles no más, molestas a los vecinos.
-Sí papi.
¿Lo ven? Me teme tanto que no me desobedece, odio que me obedezca, nada es como antes.
De repente mi sonrisa se evapora, y me pongo a ver noticias.
-Papi, ¿vamos a jugar?
-¿Qué quieres jugar?
-Mario kart.
-A ver, vamos a Jugar.
En realidad, Charles es mejor que yo con los videojuegos, pero se los tengo limitados, no lo quiero jugando GTA con tres años.
Él me sonríe, y se sienta en mis piernas, es tan pequeño. Benji se acomoda en el sofá, apoyando su cabeza en mi rodilla.
Dejándome totalmente inmóvil. Pero, raramente me siento tranquilo así.
-Tu cabello está muy largo, pequeño, ¿Qué tal si mañana vamos a algún salón y lo cortamos?
-Sí, no puedo ver bien.
-Me lo imagino.
-Aunque tía Cindy lo recoge con una pinza de Anna.
-¡No lo permitas! Apuesto que te toman fotos.
-Soy irresistible.
Rio.- En realidad, eres tan guapo como yo.
-Quiero a Mario.
-Siempre juego con Bowser.
Jugamos un buen rato.
-Charles, ¿has visto a la vecina?
-Odia mi batería.
-Nos invitó a su casa, a una… reunión.
-¿Hay niños?
-Creo que sí.
-¿Conseguirás novia?
-Nop.
-Vamos.
-Esos supuse.
-Eres como Bowser. Molesto, solo juega.
Me rio y seguimos jugando, lo estoy enseñando a provocar, cuando juegue cartas con sus futuros amigos será el que ponga de los nervios a todos.
(…)
Cindy me amargado mi comida, salí a reunirme con ella ¿qué hizo? Me presento un jodido psiquiatra. ¡Ja! Maldita loca.
Yo no necesito un jodido psiquiatra, bipolaridad mi abuela, yo estoy muy calmado, trato de poner mi vida en orden puede tomar un poco de tiempo, no necesito un jodido psiquiatra.
Pague la comida, y Sali de allí enojado.
Llegue a la oficina gruñendo, tenemos que ver que han hecho mañana es viernes y esto tiene que ser enviado a las cadenas, las televisoras, los periódicos y revistas para que salgan el lunes que es 30 y por lo tanto, primera semana de septiembre.
Casi todo lo hacen mediocre, es como si se acabara su visón, tiene que ser elegante, sutil, pero no muy sutil, debe verse bien, y el cigarrillo es más complicado, es el “más dañino” y ya saben no puede ser tan expuesto como un condón, o una pastilla para la menopausia, sutil.
-Yo no lo compraría.- Le dije a Evelyn.- No lo emitiría, sabes que no puede ser tan directo.
-Lo entiendo, pero…
- Sabes que esto es lo más claro. Pensé que podías con esto. ¿Entonces?
-Nada, lo corregiré para mañana.
-Vendré a las diez a discutirlo, tengo cosas que hacer.
-Sí señor.
-¿Cómo van los carteles para el festival de otoño?
-Esos son.
Ellos me presentan todo esto, es algo grande, los 70 estamos pensando esto, porque hay que cubrir bien, como patrocinador principal, hay que ser increíblemente claro, pero no vulgar.
-Podremos cambiar un par de detalles, pero me gusta, el lunes Drew, Evelyn, Bill y yo daremos los toques finales, felicitaciones, a todo, es un buen trabajo, la animación es dinámica, perfectamente directo, sin ser obvio.
-Gracias, Bryan.
-Bien, eso es todo, hoy salimos temprano.
-Yo me quedare a corregir el anuncio.- Dice Evelyn.
-Perfecto, que tu equipo te acompañe.
Ellos hacen cara de aburrimiento, pero tiene trabajo, concluyo la reunión y los despacho.
Ellos salen de la sala de juntas, todos menos Drew.
-¿Qué pasa?
-Estás un poco frenético.
-Trato de no distraerme, trato de cambiar.
-Oye, hable con Cindy.
-Es tan graciosa.- Gruñí, enojado.
-En realidad podría ser buena idea, eso y unas vacaciones, hace dos años no sales de la ciudad, podría ser bueno para ti.
-No.
-Bryan, te lo digo como amigo, a veces, algo de arena o vegetación hacen la diferencia.
-Lo considerare.- No.
-¿Y el señor Wilson?
-No.
-Bryan.
-¡No!
-A este paso todo te sobrepasara, podría ser el fin de tu carre…
-¡No! ¡No, hijos de puta! Nadie se va a quedar con mi puesto ¡No me lo van a quitar todo!
-Te estas volviendo loco.
-Desde que haga mi trabajo, Drew.- Me acerco más a él.- No debe importante mi estado. Desde que el lunes completemos el trabajo está bien, todo está bien, vamos a ver cómo nos va en otoño.
-¡Loco! Te estas volviendo jodidamente loco.
-Perdón, pero tengo una novia en coma que no me deja en paz.
-Has lo que quieras.
-Bien.
-Bien, idiota.
-Come mierda, Black.
-No me jodas la puta vida, Bryan, deja de ser tan autodestructivo.
-Búscate una vida, imbécil.
Me largue de allí. Y me fui al club, esta vez Soho House.
Sip, papá tiene contactos, no tengo ni puta idea de cómo, pero es miembro, y fue más simple para mí, es miembro de muchos clubs exclusivos de New York, como el Union, son caros y los paga aun si no ha salido de la hacienda en más o menos veinte años. Es gracioso, nunca lo he visto en traje.
En realidad me gustan más estos espacios, más finos, menos de pueblo, menos hormonales. Pero no voy a divertirme, voy a hablar.
Imagino que ustedes pensaron que iría revolcarme con alguien como últimamente, pero no, voy a cambiar.
Ya le dije a Cindy que aceptare al dichoso psiquiatra, en el auto llame a Cindy, y de paso a Drew, reconozco que he estado gruñón y es un buen amigo, y ambos nos pasamos un poco.
El doctor Archer, es un neurólogo graduado de Cambridge, dicta algo relacionado con neuroanatomía, es neurocirujano y tiene un PhD en neurociencias.
Quiero hacer todo lo posible por Aubrey, y papá se ofreció a ayudarme con dinero infinito, porque lo tiene, no sé cómo, pero el viejo tiene mucho dinero.
-Doctor.
-Señor Sanders.
Nosotros hablamos un poco, poco, mañana en la tarde es cuando el ira por Aubrey.
En realidad, para él Aubrey es un experimento, porque quiere ver cómo responde, yo solo quiero saber que tiene.
Bebemos un par de escoceses, bueno yo bebo escocés él tomó un Chardonnay Sonoma.
En realidad llevaba ansiando un escocés desde la mañana.
Poco más tarde nos despedimos, y me voy a casa.
Espero que esto sirva, quiero… reivindicarme.