WICKED HATE | FRED WEASLEY (t...

By acirel_

1.5M 117K 33K

AVISO: lenguaje maduro, contenido sexual, violencia y uso de drogas y alcohol. Fred Weasley siempre ha odiado... More

A/N
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
25
26
27
28
29
30
31
32
33
34
35
36
37
38
39
40
41
42
43
44
45
46
47
48
49
50
51
52
53
54
55
56
57
58
59
60
61
62
63
64
65
66
67
68
69
70
71
72
73
74
75
76
77
78
79
80
81
82
83
84
85
86
87
88
89
90
91
92
93
94
95
96
97
98
100
101
102
103
104
105

99

9.1K 593 78
By acirel_

ÚSAME
AVISO: contenido sexual
_____________

Moví lentamente mis caderas sobre las suyas, dejando que sintiera el calor creciente de entre mis piernas mientras su erección crecía contra mi cuerpo. Lentamente, mordí su labio inferior en medio de nuestro desordenado beso y Fred gimió suavemente.

— Te necesito, Lilith— susurró con las pupilas creciendo en sus ojos y dejando que el negro inundara ese marrón que tanto me gustaba. — Te necesito tanto...

— Ya me tienes, Freddie — murmuré con mis labios rozando los suyos, los cuerpos ansiosos por tenernos el uno al otro y los corazones latiendo con fuerza. — Siempre me tendrás.

Quería que entendiera la indirecta que acababa de soltar. Quería que tomara mi rostro entre sus manos, me dijera cuánto me amaba y golpeara sus labios contra los míos, prometiéndome que me querría por el resto de su vida.

En cambio, la cara de sorpresa de Fred se transformó en una sonrisa salvaje; agarró mi cuello y estrelló sus labios contra los míos cuando sentí su otra mano deslizándose por debajo de mi camisa para acariciar mi espalda, invitándome silenciosamente a que me quitara la prenda. Sin separarme completamente de él y siguiendo con el movimiento de mis caderas, me quité la camiseta bajo sus ojos hambrientos. Seguidamente, me levanté de la cama para deshacerme del resto.

En el acto, la mirada de Fred me cubrió de arriba a abajo y sin perder un segundo, se quitó la camisa y tiró sus pantalones y sus bóxers al otro lado de la habitación, dejándome apreciar su desnudez. Regresé a la cama y volví a sentarme a horcajadas sobre él, rozándome débilmente en el proceso.

El pelirrojo se incorporó, rodeando mi cintura con sus fuertes brazos y atrapando uno de mis pezones con su boca, dejando que su cálida lengua jugara con la plata de mis piercings. Trató de acercarme más para que su miembro pudiera estar en contacto con mi creciente humedad, pero me reí disimuladamente, poniendo un poco de resistencia.

— Joder, Lilith — sonrió contra la piel de mi cuello donde comenzó a esparcir intensos y suplicantes besos. — No me castigues así. Necesito que me folles. Necesito tenerte.

Sintiendo como el hormigueo entre mis piernas se volvía incontrolable por lo mucho que lo deseaba, presioné ligeramente su cuello y lo obligué a tumbarse, provocando que un gemido dejara sus labios.

Me miró con esos brillantes ojos marrones que me hacían querer derretirme allí mismo y, sin hacerle esperar mucho más, bajé mis caderas envolviendo su erección. Fred agarró mi cintura, hundiendo sus dedos en ella e inclinando su cabeza hacia atrás mientras todo su cuerpo temblaba y sus ojos se cerraban.

— Lilith, por favor...— gimió levemente en un suave susurro.

Puse mis manos sobre su pecho y comencé a marcar el ritmo.

— ¿Qué quieres, amor? — bromeé sintiendo mi voz un poco más profunda. Los ojos de Fred se agrandaron al escuchar el apodo que acababa de usar y noté cómo jadeaba y tragaba saliva.

— Úsame — murmuró haciendo un pequeño puchero y el agarre de sus manos sobre mi cintura más fuerte. — Úsame para correrte, por favor.

Maldito seas, Frederick.

Mordí mi labio inferior al observar su cuerpo de adonis y con las yemas de mis dedos tracé su línea de V mientras mantenía el ritmo lento de mis caderas.

— ¿Me estás pidiendo que te folle, daddy? — me burlé con un siseo arrastrado.

Fred se rió entre dientes, acariciando mis muslos con los ojos ligeramente cerrados; — Tal vez-oh, joder. Tal vez quiero que mi chica me folle y me muestre lo mal que la pongo — susurró con dificultad.

Merlín, este chico iba a acabar conmigo.

Detuve el movimiento de las caderas, provocándole un quejido. — Bien, tú lo has querido. De rodillas, Freddie.

De inmediato obedeció bastante desesperado, separando un poco sus piernas y dejándome apreciar su pecho ligeramente sudoroso, sus ojos brillando de puro deseo, su respiración dificultosa y su erección suplicando por mi atención.

Qué jodidamente hermoso, ¿eh?

Me acerqué a él y tras saborear sus labios por última vez, sintiendo sus dedos apretar mis caderas; moví sus brazos para que sus manos descansaran sobre la cama, exponiéndolo aún más. Me senté a horcajadas sobre sus caderas de nuevo, pero esta vez dándole la espalda. Coloqué mis rodillas a cada lado de las suyas, exponiéndome más y observando a Fred jadear cuando notó la vista que iba a tener.

— ¿Quieres que te folle, Freddie? — me burlé de él, acariciando su polla entre mis piernas y provocando mi propia entrada con ella. El pelirrojo jadeó levemente e intentó mover sus caderas para empujarse dentro de mí.

— S-sí, por favor, por favor — suplicó en voz baja y ronca. Puse mis manos sobre mis rodillas y dejé que entrara dentro de mí con solo un empujón.

— ¡Mierda! — Fred gimió siseando y palpitando dentro de mí.

Me incliné un poco hacia adelante para que tuviera una visión completa de cómo entraba y salía de mí y Fred tarareó en aprobación.

— ¿Buenas vistas? — me burlé montándolo lentamente, sintiendo cada centímetro de él profundamente hundido en mí.

— Las mejores, amor. Las jodidas mejores vistas... — suspiró usando una de sus manos para acariciar mi espalda. Sentí su punta rozar mi punto más débil y haciéndome gemir levemente mientras me movía más rápido. — Esa es mi chica. Fóllame, Lilith. Sigue follándome.

Montándolo y escuchando sus hermosos gemidos mezclándose con los mis propios mientras nuestras pieles chocaban entre sí, me apreté a su alrededor y él tiró de mi cabello hasta que mi espalda estuvo pegada a su pecho y su polla más profundamente dentro de mí.

— Pensé que querías que te dominara, cariño — sonreí sintiendo su agarre en mi cabello más fuerte y su mano metiéndose entre mis piernas para acariciar mi clítoris en círculos rápidos haciéndome gemir e inclinar mi cabeza sobre su hombro. Soltó mi cabello y su brazo rodeó mi cintura acercándome lo más posible a él, si eso era posible.

— Oh, y apuesto a que te ha encantado verme suplicando y desesperado por ti, ¿me equivoco, amor? — murmuró con una sonrisa y una voz profunda y ronca.

— Para nada — le aseguré moviendo mis caderas de nuevo con él todavía dentro.

— Bueno, la cosa es que estabas a punto de hacerme correr y ambos sabemos que siempre me gusta verte correrte primero, así que ahora es el turno de daddy para hacerte gemir — sonrió Fred, saliendo de mí y empujando mi espalda para acabar de rodillas y con el pecho y la cara pegados a la cama. Completamente expuesta a él.

Mi corazón latía con fuerza contra mi pecho cuando escuché a Fred acomodarse. Sus dedos acariciaron el camino desde mi entrada hasta mi clítoris y lo siguiente que sentí fueron sus manos sosteniendo mis muslos mientras hundía su rostro en mi humedad haciéndome chillar y retorcerme llena de placer.

— No te alejes de mí, Lilith — murmuró para luego darme un beso húmedo y reivindicativo, atrapando mi clítoris entre sus labios y hundiendo su lengua en mi entrada. — Déjame saborearte como es debido.

Fred siguió comiéndome como un animal sediento, haciéndome gemir y esconder mi rostro contra las sábanas mientras fuertes gemidos salían de mis labios. Cuando finalmente estaba a punto de correrme, se separó de mí haciéndome temblar y provocando varias quejas de mi parte; sintiendo su saliva mezclada con mis jugos empapando la zona de entre mis piernas y la parte interna de mis muslos.

— Shh, cariño — susurró burlándose y provocando mi entrada con su miembro.

Sin hacerse derogar mucho más, agarró mi cintura y se enterró profundamente dentro de mí, haciéndome temblar y apretar la sábana debajo de mí. Fred comenzó a mover sus caderas, empujándome con ferocidad y hambre, clavando sus dedos en la sensible piel de mi cintura, haciéndonos gemir y sisear llenos de placer y queriendo más del otro. Siempre queriendo más.

— Joder, Lilith, si tan solo pudieras ver lo hermosa que eres cuando me follas. Ojalá pudiera grabar esta imagen en mi mente por el resto de mi vida.

— Freddie, joder, sí, ahí mismo, me vas a matar— grité mordiendo con fuerza mi labio inferior, sintiendo su polla frotando con fuerza mi punto más débil y sintiendo un nudo familiar formándose en el fondo de mis entrañas.

— No tienes la menor idea de lo vulnerable que me haces, Lilith Arambella — suspiró respirando de forma errática y golpeándome con fuerza, marcándome como suya. — Ni la más mínima idea.

Su agarre en mi cintura se hizo más potente mientras su miembro entraba y salía de mí, haciéndome estremecer. Fred pasó su lengua por la piel de mi espalda siguiendo el camino de mi columna vertebral, dejándome sin palabras y haciéndome soltar un grito desordenado mientras me apretaba más a su alrededor.

El pelirrojo dejó escapar un suave gruñido y presionó más sus caderas contra mí, pegando los huesos de su cadera a mi trasero y golpeando aún más fuerte mientras siseos de puro placer salían de sus labios.

Me sentí arder de la manera más deliciosa posible, se me puso la piel de gallina en cada centímetro de mi cuerpo mientras Fred seguía llenándome y millones de estrellas y fuegos artificiales cubrían ñ mi visión.

— F-Freddie... yo- oh, maldito Merlín, estoy a punto de correrme- ¡Joder! — grité cuando sentí la corriente de un gran orgasmo golpearme mientras él se presionaba contra mí, besando mi mandíbula desde atrás.

Mi cuerpo se sentía completamente entumecido y temblaba tanto que tenía la sensación de que mis rodillas se rendirían. Sintiendo las olas de placer que me cubrían de arriba a abajo mientras mis paredes internas se apretaban alrededor de Fred, apreté las sábanas entre mis manos, dejando escapar un último gemido ronco.

— Oh, mi amor, qué jodidamente hermosa eres — susurró Fred, haciendo notar su respiración errática y laboriosa, hasta que finalmente estalló en un profundo gemido que terminó en un siseo, mientras se liberaba dentro de mí con sus manos clavadas en mis caderas. — ¡M-joder!

Salió de mí completamente exhausto y se recostó en la cama, viéndome colapsar y acostarme en la cama, absolutamente destrozada.

— Por Merlín...— susurré completamente complacida y sintiendo ese familiar dolor entre mis piernas. Fred agarró un pañuelo desechable para limpiarme y luego lo arrojó directamente al cubo de la basura.

Finalmente, me subí las bragas lo mejor que pude y Fred hizo lo mismo con sus bóxers. Mientras estaba acostada en la cama encendiendo mi cigarrillo, me abrió un poco las piernas para acostarse con la parte de atrás de su cabeza contra mi vientre y mis piernas sobre sus hombros. Acarició mis muslos cuando le di la primera calada y luego puse el cigarrillo en sus labios, dejándolo respirar el humo mientras yo pasaba mis dedos por su cabello.

✵ ✵ ✵

...y queridos oyentes, recuerden, la próxima contraseña será: Sirius. Que tengan buen día y apoyen a Harry Potter — concluyó Lee apagando la radio.

— No puedo creer que no podamos hablar de los Horrocruxes — resoplé ya a finales de septiembre, tras terminar la transmisión del día con la contraseña; Regulus. Probablemente ninguno de nuestros oyentes sabía quién era, pero hacía unos días, Remus había llegado con algunas noticias sobre los movimientos de Harry.

Aparentemente, unos meses atrás habían descubierto que Quien-tú-ya-sabes había estado practicando un tipo de magia realmente oscura. Había creado Horrocruxes que, según Remus, consistía en la fragmentación del alma mediante el asesinato para esconder los fragmentos en objetos, animales o incluso personas. Convirtiéndose, de alguna manera, en un ser inmortal siempre que una parte del alma siguiera por ahí.

Malditamente repugnante, lo sé.

Pero no había sido eso lo que más me había sorprendido - pues no era nada nuevo lo malditamente hijo de puta que podía ser ese bastardo. Lo que realmente me había impactado, había sido lo habían descubierto sobre el hermano pequeño de Sirius, Regulus Black. El pobre había sido un Slytherin que no solo había sido asesinado por intentar escapar del mundo de los Mortífagos, sino que también por descubrir el secreto de Ya-sabes-quién y procurar destruir uno de los Horrocruxes.

Regulus, había sido un valiente Slytherin cuya verdadera historia pocos sabíamos y que además, se le había tachado como "Mortífago" hasta el momento.
Inevitablemente, una parte de mi interior quería gritar a los cuatro vientos que Regulus Black había sido alguien valiente y correcto hasta el final de su vida. Sin embargo, el resto consideraba peligroso decir nada al respecto, ya que, de alguna manera, El-Que-No-Debe-Ser-Nombrado podría sospechar que Harry estaba tratando de destruir los Horrocruxes. Lo cual lo pondría ante un peligro mayor.

Al menos, les convencí de que usaran el nombre de Regulus como una de las contraseñas, para que su nombre se preservara en la memoria de la gente como uno de los buenos.

— Remus, ¿alguna noticia sobre la ubicación de Harry? — preguntó George cuando el hombre llegó a la cabaña trayendo consigo algo de comida y otras cosas que pudiéramos necesitar.

— No, nada nuevo, lo único que sé es que tras el numerito en el Ministerio para robar ese Horrocrux, no han vuelto a Grimmauld — suspiró. — Las cosas se están torciendo mucho; incluso el padre de Tonks ha tenido que huir. Están empezando a arrestar a los hijos de muggles que no están registrados.

— Como si importara si están registrados o no — resopló Angelina bastante decepcionada. — Cuando arrestaron a Alicia después de que tratara de registrarse, le quitaron su varita alegando que los nacidos de muggles no son en realidad magos y que su varita era probablemente robada.

— Malditos bastardos — me quejé negando con la cabeza.
Un pensamiento apareció en mi mente y respiré nerviosamente antes de mirar a Remus y preguntarle; — ¿Y los Malfoy? ¿Sabes algo sobre ellos?

— Si te refieres a Draco... no, querida, no sé nada. Solo que su padre es un miembro activo dentro de los Mortífagos y que su madre también está involucrada de alguna manera, pero que no es oficialmente una de ellos al no portar la Marca.

— ¿Quieres decir que Narcissa no está marcada, pero Draco sí? — susurré sintiendo que mi sangre se congelaba. — Mierda.

La mano de Fred atrapó la mía propiciándome una suave caricia. — Lo siento, cariño. Pero, ahora mismo, incluso si no estuviera marcado, no creo que pudieras hacer nada para salvarlo.

Fruncí el ceño mirándolo; — Solo necesita que alguien le muestre que hay esperanza, que no es demasiado tarde para él. Si pudiera...

— Cariño— Fred trató de hacerme entrar en razón, pero le interrumpí.

— Freddie, no discutamos sobre esto, no terminará bien. Sabes que Draco significa el mundo para mí, él es como mi hermano pequeño. Y sé que ha sido bastante toca pelotas contigo y tu familia, no le disculpo. Pero yo lo conozco. Tú no. Sé que Draco puede ser salvado.

Apretó los labios, considerando mis palabras.

— Yo también lo creo — intervino Liv. — Puede que no sea tan cercana a él como lo es Lilith, pero es obvio que la mayor parte de ese comportamiento es solo una tapadera para complacer a su padre. A in de cuentas, es solo un niño siguiendo un camino equivocado que se trazó para él. Todavía tiene la oportunidad de ser salvado.

El resto aún parecía un poco indeciso, pero después de notar que cualquier tipo de argumento que pudieran tener contra Draco no funcionaría conmigo y que yo realmente creía que podía ayudarlo, finalmente decidieron que la opción más sabia era apoyarme o al menos, respetar mi opinión.

No les estaba pidiendo que lo salvaran. Les estaba informando que YO lo haría.

Durante las siguientes semanas, seguimos usando el Potterwatch para informar sobre todo lo que pudimos; Empezamos a nombrar a Quien-Tú-Sabes el 'Jefe Mortífago' - idea de Georgie -, Lee insistió en llamar a Fred 'Roedor' en lugar de 'Rapier' como quería, también supimos que Ginny y algunos otros estudiantes que todavía estaban en Hogwarts habían intentado robar la espada de Gryffindor de la bóveda de Gringotts y las noticias más recientes; la posibilidad de que ese hijo de puta fuera visto en el extranjero.

Bueno, ¿quién no querría unas lindas vacaciones después de todo el arduo trabajo que ha estado haciendo? — Lee se burló, haciéndonos reír.

Cierto. Pero el punto es que la gente no se deje llevar por una falsa sensación de seguridad, pensando que está fuera del país: tal vez lo esté, tal vez no lo esté. Pero el hecho es que puede regresar antes de que Severus Snape se lave la cabeza — Fred continuó, haciéndome casi escupir el agua en mi boca.

¿Crees que el Jefe Mortífago se iría para siempre si tuviera que enfrentarse a una nariz? — agregué, arqueando una de mis cejas.

Tal vez, apuesto a que no lo olería venir — rió George.

Como sea Fred comenzó solemnemente, tratando de contener su risa. — Nunca pensé que me oiría decir esto, pero: ¡la seguridad es lo primero!

A pesar de que tratábamos de afrontar la situación con el mejor de nuestro sentido del humor y de que Angelina y Pauline habían comunicado al Mundo Mágico Francés su necesidad de mantenerse alerta en caso de que ese bastardo hubiera viajado al extranjero, era muy poco probable, ya que seguíamos viendo las sombras de los Mortífagos volando en el aire en busca de Harry, cosa que no harían a no ser que su querido Señor los estuviera guiando personalmente. Afortunadamente para nosotros, nuestros hechizos eran lo suficientemente fuertes como para mantenernos ocultos. 

Para cuando llegó mi cumpleaños, todo iba genial dentro de lo que cabía. Por un lado, el Quisquilloso seguía informando todo lo que el Profeta ocultaba e incluso se atrevía más que nosotros al dar nombres y ubicaciones exactas. Liv no podía estar más orgullosa de su padre y, afortunadamente para ella, también había tenido la oportunidad de comunicarse una o dos veces con Luna por correo. 

Sin embargo, la felicidad solía desvanecerse rápidamente cada vez que teníamos que comunicar las muertes del día a través de Potterwatch y cada vez que sabíamos que un nuevo lugar estaba siendo masacrado. Después de recibir la noticia de que el propio Ted Tonks había visto a Harry y al resto durante septiembre y que los había visto sanos y salvos, no recibimos más noticias sobre su posible ubicación, pero todos decidimos pensar que estaban bien - tan bien como podían en estas circunstancias. 

— ¡Feliz cumpleaños, Lilith! — Lee me abrazó temprano en la mañana, levantándome por los aires y haciéndome reír.  En el momento en el que me devolvió al suelo, sentí que me temblaban un poco las piernas por el sexo matutino con Fred por la celebración de la llegada de mis 20; pero como no quería que el resto de la casa supiera sobre mi  actividad sexual, logré disimularlo adecuadamente. 

Angelina, Pauline y Liv me sorprendieron con un pastelito y dos velas que George había logrado hacer a mano con Remus. Lo que me hizo lagrimear el doble cuando empezaron a cantarme Feliz cumpleaños, haciendo que me diese cuenta de lo increíblemente agradecida y afortunada era de tener gente como ellos a mi alrededor. 

Comimos el pastel charlando tranquilamente y Remus dio la gran noticia de que Tonks estaba a salvo en la casa de su madre, con una barriga enorme y sin ninguna complicación en el embarazo de momento.

¡Merlín! ¡La extrañaba tanto!

Al final de la noche, cuando finalmente me acosté en mi cama y la de Fred, en nuestra cama, -qué jodidamente genial sonaba-, terminamos compartiendo un cigarro. Él usando su brazo como almohada mientras mi cabeza descansaba sobre su vientre y con su otra mano jugando con un mechón de mi pelo.

— ¿Cómo se siente tener 20 años? — sonrió hablando con voz suave y tranquila para luego soltar el humo del cigarrillo.

— Igual que tener 19 años — me reí entre dientes.

— Supongo. Pero con los tiempos que vivimos, cumplir un año es un privilegio, ¿no es así?

— Si...— sonreí. — Especialmente cuando eres una traidora para el Mundo Mágico.

Fred resopló irónico. — Las bolas de Merlín, la audacia que tienen esos bastardos... Nosotros somos unos traidores a los de nuestra especie, pero ellos matan a la gente como si sus vidas no valieran nada.

— La peor parte es que esto no está ni cerca de terminar — medité mordiendo mi labio inferior y sintiendo el cansancio en mi cuerpo.

Fred tarareó de acuerdo. — Siento que 1998 va a ser un año muy oscuro.

Me di la vuelta para mirarlo, siendo incapaz de apartar los ojos de sus labios.

— Por suerte para mí, traes luz a este mundo — confesé, sin dejarle decir una palabra antes de golpear mis labios contra los suyos, notando una gran sonrisa en su rostro.

Continue Reading

You'll Also Like

10.6K 1.5K 20
Terminada - modificando "Jimin tiene una relación sumiso dominante hace unos meses con el Dr.Wang. pero algo sucede cuando el Dr.Jeon llega a trabaj...
18.8K 1.2K 37
Era tan buena y tan inocente, y Draco no podía evitar sentir que solo podía traerle mal. Detestaba desde lo más profundo de su ser, y a la vez anhela...
19.6K 1.9K 31
Empezar a un nuevo juego y jugar con algo incontrolable te quemara Hay cosas irreparables y por más que intentes luchar por ellas nunca podrás ganar...
430K 36.4K 20
〔💎〕KANIMA | ❝ Nobody said it was easy. ❞ Tras vencer al Alpha, Maya, Stiles y Scott creen que todo será como antes, pero Richard debe viajar a Ingla...