El taxi me dejó en la puerta de mi trabajo había llegado quince minutos tarde recibí el regaño de mi jefe por un buen tiempo, Kazutora tuvo que intervenir salvándome de las garras de mi jefe, durante mi hora laboral había cometido varios errores al entregar los pedidos a los clientes solo me quedaba disculparme y seguir atendiendo.
Las horas pasaron así como las disculpas de parte mía fueron aumentando, mis pensamientos ni siquiera estaban concentrados en el trabajo todo lo que podía pensar era en ese par de hermanos, las horas pasaron ahora la cafetería se encontraba vacía.
-¿Que te sucede? Desde que llegaste estas decaída, no me gusta verte así, como tu mejor amigos puedes contar conmigo en todo- Kazutora me veía con preocupación.
Era raro hace dos años que conocí a este chico en la entrada del cementerio, ese día había ido a visitar a mi madre cuando iba de salida en la entrada del cementerio se encontraba él con una maleta en mano, Kazutora se acercó a mi y me pregunto si podía ayudarlo a encontrar una dirección en ese entonces me contó que recién llegaba a Roppongi y se había perdido por esa razón término en el cementerio, sin duda era una situación rara, yo acepte ayudarlo llevándolo a su destino.
Tiempo después nos volvimos a encontrar en el trabajo él entró como un empleado nuevo en la cafetería, casualidad o destino no importaba cuál fuera sin duda encontré a una persona maravillosa que ahora es mi mejor amigo.
Le conte a Kazutora todo lo que ocurrió durante la semana que había faltado hasta ahora, claro sin dar tantos detalles.
-Así que tus queridos novios resultaron ser alfas no se pero no me sorprende- Kazutora se burló para luego poner una cara sería -¿Entonces que piensas hacer? Si pasas su celo con ellos te pueden lastimar-
-No son mis novios, ya se que pasar su celo con los Haitani es mala idea, por eso estoy buscando una solución, estoy pensando en solicitar "servicios especiales"- estaba más nerviosa de lo normal esperando algún consejo de Kazutora.
-Sabes que yo te apoyaré en la decisión que tomes, si realmente solicitaras esos servicios te acompañaré a ese lugar.....¿Pero realmente estás segura de esto?- preguntó.
-Esto es la mejor solución después de todo ellos no podrán controlar su instinto-
-Entiendo, entoces iremos hoy después del trabajo- dijo Kazutora.
Después de la charla que tuvimos el local se volvió a llenar de clientes, dieron las dos y media de la tarde era hora de salida.
Kazutora y yo caminamos hasta llegar al famoso "barrio rojo" en este lugar había muchas personas peligrosas teníamos que andar con cuidado, también este lugar era famoso por los omegas de compañia.
Llegamos a un edificio de unos cuatro pisos aproximadamente, se podía apreciar muchos carteles de servicios de omegas por todo el edificio.
Kazutora me pregunto si estaba lista susurre un simple si él me agarro la mano y subimos juntos.
Apenas entramos al edificio, una chica pelirroja muy bonita se avalanzo hacia Kazutora, al parecer era una omega que trabajaba aquí.
-¿Papi, estas buscando alguna omega?si eres tú te doy el 30% de descuento y una mamada de regalo- la omega se aferró al brazo de Kazutora.
-Ehh di-disculpe señorita, la que busca servicios es mi amiga, yo no- Kazutora me apuntó con el dedo señalandome, estaba rojo hasta las orejas.
-No acostumbro hacerlo con chicas pero no estás nada mal, también te doy el 30% de descuento y una mamada de regalo- la chica se soltó de kazutora y ahora se aferraba a mi brazo.
-G-gracias, pero yo no soy la que obtendrá el servicio- dije con nerviosismo, estaba igual o peor de roja que Kazutora-
-Me están haciendo perder el tiempo, si no quieren nada y solo están jugando es mejor que se vayan- derrepente su voz de la chica había cambiado su actitud pegajosa que tenía al comienzo había desaparecido.
-Espera dejame terminar, los que obtendrán tus servicio serán otras personas yo no sin embargo yo pagaré- le dije deteniendola.
-Vamos bien, ¿y de cuantas personas estamos hablando?- preguntó.
-Son dos, dos hermanos ellos estarán en celo y.....-
-Esta bien entiendo, yo podré con los dos sin embargo estarás pagando por el servicio de dos personas, será el doble-
-No te preocupes yo me encargo de eso- eso me costaría un mes de trabajo pero ya no había vuelta atrás.
Después de aclarar ciertos puntos intercambiamos número para que cuándo ese día llegue yo la llame avisándole que puede venir, Kazutora y yo salimos del edificio todo el camino de regreso a mi departamento fue en silencio.
-¿Quieres pasar?- abrí la puerta de mi departamento invitando a Kazutora a pasar, quería prepararle algo para comer como agradecimiento por acompañame a ese lugar hoy, si iba sola tal vez no podría lograrlo.
-Claro- Kazutora fue decidido a entrar pero no pudo dar ni un paso adentro se quedó estático.
-¿Que pasa?- pregunté.
-No puedo pasar, han reclamado este lugar como suyo, esta lleno de feromonas de advertencia si entró no podré respirar me sentiría focado- aún estando en la puerta Kazutora explicó -es mejor que me vaya- se dirigió las escaleras.
Intente oler las feromonas que habían dejado los Haitani pero era en vano no podía oler nada.
-¡Gracias por lo de hoy Kazutora!- grite antes de que desapareciera de mi vista.
Cuándo ya no logre ver a Kazutora entre a mi departamento cerrando la puerta, se sentía tan triste y vacío siempre que llegaba a casa era con los Haitani, Rindou preparaba cualquier comida deliciosa mientras Ran y yo poníamos los platos en la mesa, entre risas comíamos contando cualquier cosa graciosa.
Ni siquiera había pasado un día desde que nos separamos y ya los extrañaba.
Me fui a mi armario y ahí se encontraba las prendas de ropa de los hermanos, aún que los Haitani no vivieran conmigo ellos dejaban su ropas en mi departamento.
Sin poder evitarlo agarre una polera de Ran y otra de Rindou y hundí mi cara en ellas aunque no podía oler sus feromonas el olor de su perfume llegó a mi, me acosté en mi cama y abracé con fuerza sus poleras, quería sentirme protegida me aterraba la idea de estar sola.
Siendo sincera ni siquiera me importa si durante su celo los Haitani me llegan a lastimar me importa más no ser suficiente para ellos.
Si tan solo fuera omega las cosas serían diferentes.
Mis párpados pesaban, deje que el sueño me consumiera en plena tarde.
El sonido en mi celular hizo levantarme de golpe, conteste de inmediato sin ver quién me estaba llamando.
-Diga-
-______, ¿tienes tiempo para hablar?- era la voz de Rindou.
-Si, dime que pasa-
-Me quería disculpar por como actúe en la mañana, es solo que me altere al al escuchar lo que dijo el viejo ese-
-Es entendible no te preocupes-
-Pero todo lo que te dije en la mañana es verdad, no dudes de mis palabras- Escuche a Rindou quejarse por que Ran le estaba jalando el polo -Deja de jalarme ya te la voy a pasar, _____ Ran quiere hablar contigo te lo voy a pasar.
-Solo quiero decirte que prefiero estar drogado con mil supresores que pasar mi celo con una omega, si no eres tú no será nadie más, bye-
Sinceramente me sorprendió lo que dijo Ran, Rindou volvió a la llamada una vez más.
-Perdón por Ran desde la mañana esta raro, ¿por cierto ya comiste?-
-Si- mentí.
-No me mientas, por favor come algo me gustaría estar ahí contigo para prepararte algo yo mismo, trataré de terminar mis tareas pendientes rápido quiero verte y Ran también-
-Yo también quiero verlos pero ya saben las responsabilidades son primero- mentía estaba haciendo todo lo posible para alejarme de ellos por lo menos hasta que su celo pase.
-¡Ran para vas a quemar la casa!, me tengo que ir Ran esta intentando prender la cocina para cocinar, hablemos luego- Rindou corto.
¿Rindou me ignoró a propósito? ¿acaso el sabía lo que intento hacer? Solo creaba más preguntas sin respuestas.
Después de esa llamada las semanas pasaron para ser exactos había pasado dos semanas, siempre que los Haitani llamaban preguntando si podían venir a mi departamento les decía que estaba ocupada, espero que lo que estoy haciendo sea lo correcto.
Después del trabajo Kazutora y yo salíamos a comer él hablaba de cualquier cosa intentando hacerme reír con sus ocurrencias aveces lo lograba, pero cuando llegaba a casa las cosas cambiaban todo se sentía solitario, los extrañaba.
No podía evitar preguntarme si se encontraban bien o si ya habían comido.
Hoy me encontraba yendo a mi departamento después de almorzar con Kazutora.
Cerré la puerta entrando a mi departamento, deje mis cosas en la mesa y camine hasta mi cuarto cuando estaba a punto de abrir la puerta escuche un gemido.
Mi corazón comenzo a latir rápido, abrí la puerta de golpe y pude visualizar a Ran acostado en mi cama masturbándose con mi ropa, Rindou al igual que su hermano estaba masturbándose sentado en suelo con un montón de ropa mía a su lado.
¿Acaso ese día llegó?
Hola! Disfruten el capítulo hot que vendrá ya que el spoiler que les dí se está acercando (preparen los pañuelos), un pequeño dato es que el final de la historia ya esta decidido como acabará no diré nada más.
Gracias por leer hasta aquí, cuídense, nos vemos en el siguiente capítulo <3.
~Maddenys