Lluvia de Besos

By Karensushi

882 375 4

Abigail de veintidós años lleva diez meses desde que se graduó en una universidad de Colombia y tras su gradu... More

Prólogo
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítula 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54
Capítulo 55
Capítulo 56
Capítulo 57
Capítulo 58
Capítulo 59
Capítulo 60
Capítulo 61
Epílogo
Agradecimientos

Capítulo 51

10 5 0
By Karensushi

De algún modo la presencia de Tania no me incomoda tanto, supongo que se debe a que ahora que conozco su historia puedo comprenderla un poco mejor, no tomó las mejores decisiones pero al menos tenía un motivo con peso para hacerlo. Si estuviera en su lugar, no sé cuál hubiera sido mi actitud porque soy consciente del poder que tiene el miedo, pero es peor aun cuando tu prioridad no eres tú mismo y alguien a quien amas podría ser afectada si das un mal paso. Por eso decidí no juzgar, ya estoy aquí y si no hubiera sido ella podría haber sido otra persona aún peor y con cero intensión de ayudarme a salir de esta situación.

Quizás estoy siendo demasiado comprensiva con ella, teniendo en cuenta que aunque no es su culpa totalmente, sus acciones influyeron a que hoy me encentre encerrada en la casa de mi peor historia, esa que me hace querer olvidar mi nombre y quien soy realmente. Suena triste pero la realidad es que ninguna mujer debería pasar por lo que viví y es tan común ver como muchas somos masacradas, pisoteadas, humilladas y tratadas como si realmente no valiéramos nada.

Esta vez enfrento mi destino con una coraza que apareció a partir de la noche más oscura de mi vida, esa que tanto deseo olvidar y a la vez ha creado una versión más fuerte de mí misma. Por ello me siento orgullosa de quién soy y me prometo a mí misma que no llagaré más por esta situación porque ya no estoy sola y aunque lo estuviera voy a encontrar una forma de salir de aquí.

Estos días lejos de mi mundo me han ayudado a entender muchas cosas, respecto a mi relación con Kenneth, aún me es imposible olvidar las palabras de Rebecca y esas imágenes en donde hablaban, comían y disfrutaban de lo que evidentemente era una cita, en mi momento de furia lo vi todo muy claro, él me había dejado para estar con ella, pero ahora más calmada me doy cuenta que no todo es blanco o negro que existen infinidad de colores y tonos y los matices grises no son tan malos, del mismo modo en que yo deseo salir de Richard con inteligencia y paciencia él podría querer quitarse a Rebecca de en sima.

Lo que si me molesta, en caso de que así fuera es que no me haya contado sus planes, creyéndome débil y sin ser capaz de soportar lo que sea por tal de que tanto Richard como Rebecca salgan de nuestras vidas.

Decir que todo está bien sería mentir, pero al menos ya no siento tanta rabia y dolor como días atrás. Siempre he creído en el destino por ello tengo fe que si realmente es el nuestro estar juntos así será cuando llegue el momento. Mientras me toca sanar, crecer como persona y hacerme mucho más verraca. Soy una mujer manchada por la sombra de su pasado pero aun así tengo que saber mantener mi luz propia y de vez en cuando comenzar en creer en mí.

Me repito cada palabra en mi mente, mientras me miro en el espejo, necesito mucha preparación mental para la cena de hoy y me encuentro deslumbrante con un vestido negro que marca la silueta de mi cuerpo, las mangas son de una tela traslucida, en los senos tiene la misma tela que los brazos pero con piedras plateadas encima, el resto es de una tela bastante gruesa que llega justo encima de las rodillas, gracias a las grandes habilidades de Tania con el maquillaje tengo unos ojos ahumados bastante bonitos, pero lo que realmente me preocupa es no ser capaz de controlar mi actitud.

—Tú puedes, todo va a salir bien —me animo frente al espejo

—¿Estas lista? —dice Tania anunciando su llegada

—¿Qué crees? —digo y doy una vuelta para que me vea

—Creo que se te olvidó cambiar los zapatos —veo mis pies y tiene razón, aún llevo las pantuflas y lo había olvidado, ella va hacia el closet y saca unos estiletos y me los alcanza, me siento en el borde de la cama para pénemelos. Cuando acabo voy frente al espejo y me doy un último vistazo

—Es una lástima que te tengas que poner tan guapa para la persona equivocada

—Tienes razón, me siento en un banco que hay a un lado de la habitación

—Ojalá pudiera verlo, lo extraño tanto, de alguna forma siento aquí que realmente no terminamos

—Abigail, hay algo que aún no te he contado —camina hasta mí y se arrodilla par aquedar a mi altura

—¿Qué sucede? —digo cortante

—A Kenneth lo chantajearon, le dijeron que si no se alejaba de ti, lo matarían por eso terminó contigo no fue porque no te amaba

—De algún modo lo sospechaba, lo sentía aquí —me llevo una mano al pecho —pero entonces porque estaba con Rebecca

—Eso no lo sé —me dice y toma mi mano para darme un apretón, respiro profundo para mantener la compostura y cuando me siento lista me levanto, Tania me imita.

—Vamos, es momento de que empiece el espectáculo, no veo la hora de salir de aquí

—Abigail —volteo a verla, y Tania abre los ojos de manera dramática, entonces caigo que se debe a las cámaras

—Necesito salir de esta habitación Tania, que esperas —digo tratando de arreglar mi error

—Vamos, el patrón te espera en el jardín

⊱✿⊰

Si no fuera porque mi cita es con el hombre que más odio en este mundo me sentiría sumamente halagada y feliz por toda la decoración del jardín, una cena a la luz de las velas, con un camino de rosas desde la entrada hasta la mesa dónde se encuentra de pie esperándome Richard, tan serio como siempre y con un hermoso traje que lo hace lucir como un hombre de negocios y no como uno de los suburbios de Medellín donde las drogas, los asesinatos y las disputas entre bandas son el día a día. De ahí viene el, finge ser un hombre remilgado cuando en verdad es un pandillero más que no supo lo que era el verdadero poder hasta ahora que ocupa el lugar de su padre, como jefe de la organización.

—Te ves espectacular muñeca

—Gracias, tu tampoco estas nada mal —el me mira sorprendido, y yo lo miro muy seria, no puedo pasar de odiarlo a amarlo en un día pero poco a poco puedo fingir que ocurren ciertos cambios en mí

—Es un hermoso halago cuando proviene de ti —solo asiento, y junto a él me dirijo al a la mesa, el me ayuda a sentarme y luego se coloca frente a mí —Espero que disfrutes la comida, Tania me dijo que amas el sushi así que traje a uno de los mejores chefs para que prepararan nuestra cena.

—Sí, realmente me gusta y llevo tiempo sin comerlo —tomo una servilleta, y la coloco sobre mis piernas, y luego tomo un poco de agua, esta cercanía me pone bastante nerviosa

—¿Qué deseas beber? —por un momento pienso en decir algo que me guste pero recapacito y niego con la cabeza, se supone que estoy tomando medicamentos por mi ciclo menstrual, Tania me consiguió un paquete de almohadillas sanitarias femeninas y un poco de sangre falsa, suficiente como para engañar al enemigo en casa de que no me crea con solo palabras que estoy en mis días.

—Lo siento, pero no puedo mezclar medicamentos con alcohol

—¿Te sientes bien?

—Sí, solo tuve un poco de malestar en la tarde y Tania me consiguió unos fuertes medicamentos, ya sabes cosas de chicas —Ahí fue la primera indirecta y la capta al momento, justo como mi amiga predijo que ocurría

—Muy bien entonces, te pediré un refresco —levanta una mano y un camarero se acerca al momento

—Patrón, señorita, ¿en qué puedo servirles?

—Tráele un refresco de limón —caigo en cuenta de o que planea y reacciono al instante

—No me gusta —Me fulmina con la mirada y yo me encojo de hombros, no pienso tomar nada que tenga limón, por ese mito que con limón se puede cortar por unas horas el periodo de una mujer y sé que funciona porque innumerables veces he recurrido a él

—Entonces que sea una Coca - Cola y para mí un whisky escocés —el joven asiente y luego se marcha

—Te veo con una actitud diferente

—Me pediste que me acostumbre a estar aquí, estoy aceptando que esta será mi vida para siempre y ahora eso te molesta

—No malinterpretes, solo no esperaba que fuera tan rápido

—Simplemente me estoy dando por vencida

—Me alegro —La música desde que llegamos ha sido una dulce melodía instrumental y justo en ese instante cambia por una más movida

—¿Quieres bailar? Amo esa canción —Aquí va la segunda parte del plan de Tania

—Por supuesto, se levanta y camina hacia a mí, me ofrece una mano y yo la tomo par a levantarme, nos movemos al compás de la música me molesta que me toque, y tenerlo tan cerca es repugnante pero tocarlo es justo el objetivo, conseguir que baje la guardia del mismo modo en que yo les estoy haciendo creer que hago. No hablamos, solo bailamos y agradezco que sea así porque realmente no se me ocurren muchos temas de conversación con una persona como él.

La música acaba y me alejo, volviendo a mi sitio, puede que parezca que soy bipolar pero no me importa, solo necesito hacerlo creer que poco apoco algo está cambiando en mí y esto no puede ser en cuestión de una cita.

—Supe que tu familia llegó sana y salva a Colombia.

—Me alegra oír eso, realmente no deseo preocupar a mi familia

—Te aseguro que cuando regresemos a casa los verás siempre que quieras, con la seguridad adecuada pero el caso es que los verás

—¿Cuándo será eso?

—Pronto —Malo, muy mal para mí porque allá toda la policía está a su favor y solo aquí tengo una oportunidad real de ser libre

—Tengo hambre

—Como mandes muñeca —le hace un gesto al mismo chico de antes y en cuestión de minuto tengo un sinfín de platos diferentes, todos saben cómo el mismísimo cielo, la persona que los hizo sabe lo que hace, si no fuera porque estoy secuestrada los disfrutaría aún más.

La cena ocurre en bastante tranquilidad de vez en vez charlamos sobe cosas que no me importan pero finjo que sí, Richard se ve cómodo y me doy cuenta que poco a poco sus muros caen ante mí. Cuando acabamos nos sentamos en un sofá que esta junto a la piscina mientras esperamos el postre, él se sienta bastante cerca de mí. Desearía alejarlo pero como decirle que no, cuando él es que manda en todo esto, yo estoy obligada a fingir por mi propio bien. Se acerca lo suficiente como para darme cuenta que desea besarme, tan solo de pensarlo se me hace un nudo en el estómago. Estamos a tan solo centímetros cuando se escuchan unos disparos y rápidamente se aleja de mí, mirando a uno de sus hombres quien en ese instante cae al suelo por un disparo.

De algún modo la presencia de Tania no me incomoda tanto, supongo que se debe a que ahora que conozco su historia puedo comprenderla un poco mejor, no tomó las mejores decisiones pero al menos tenía un motivo con peso para hacerlo. Si estuviera en su lugar, no sé cuál hubiera sido mi actitud porque soy consciente del poder que tiene el miedo, pero es peor aun cuando tu prioridad no eres tú mismo y alguien a quien amas podría ser afectada si das un mal paso. Por eso decidí no juzgar, ya estoy aquí y si no hubiera sido ella podría haber sido otra persona aún peor y con cero intensión de ayudarme a salir de esta situación.

Quizás estoy siendo demasiado comprensiva con ella, teniendo en cuenta que aunque no es su culpa totalmente, sus acciones influyeron a que hoy me encentre encerrada en la casa de mi peor historia, esa que me hace querer olvidar mi nombre y quien soy realmente. Suena triste pero la realidad es que ninguna mujer debería pasar por lo que viví y es tan común ver como muchas somos masacradas, pisoteadas, humilladas y tratadas como si realmente no valiéramos nada.

Esta vez enfrento mi destino con una coraza que apareció a partir de la noche más oscura de mi vida, esa que tanto deseo olvidar y a la vez ha creado una versión más fuerte de mí misma. Por ello me siento orgullosa de quién soy y me prometo a mí misma que no llagaré más por esta situación porque ya no estoy sola y aunque lo estuviera voy a encontrar una forma de salir de aquí.

Estos días lejos de mi mundo me han ayudado a entender muchas cosas, respecto a mi relación con Kenneth, aún me es imposible olvidar las palabras de Rebecca y esas imágenes en donde hablaban, comían y disfrutaban de lo que evidentemente era una cita, en mi momento de furia lo vi todo muy claro, él me había dejado para estar con ella, pero ahora más calmada me doy cuenta que no todo es blanco o negro que existen infinidad de colores y tonos y los matices grises no son tan malos, del mismo modo en que yo deseo salir de Richard con inteligencia y paciencia él podría querer quitarse a Rebecca de en sima.

Lo que si me molesta, en caso de que así fuera es que no me haya contado sus planes, creyéndome débil y sin ser capaz de soportar lo que sea por tal de que tanto Richard como Rebecca salgan de nuestras vidas.

Decir que todo está bien sería mentir, pero al menos ya no siento tanta rabia y dolor como días atrás. Siempre he creído en el destino por ello tengo fe que si realmente es el nuestro estar juntos así será cuando llegue el momento. Mientras me toca sanar, crecer como persona y hacerme mucho más verraca. Soy una mujer manchada por la sombra de su pasado pero aun así tengo que saber mantener mi luz propia y de vez en cuando comenzar en creer en mí.

Me repito cada palabra en mi mente, mientras me miro en el espejo, necesito mucha preparación mental para la cena de hoy y me encuentro deslumbrante con un vestido negro que marca la silueta de mi cuerpo, las mangas son de una tela traslucida, en los senos tiene la misma tela que los brazos pero con piedras plateadas encima, el resto es de una tela bastante gruesa que llega justo encima de las rodillas, gracias a las grandes habilidades de Tania con el maquillaje tengo unos ojos ahumados bastante bonitos, pero lo que realmente me preocupa es no ser capaz de controlar mi actitud.

—Tú puedes, todo va a salir bien —me animo frente al espejo

—¿Estas lista? —dice Tania anunciando su llegada

—¿Qué crees? —digo y doy una vuelta para que me vea

—Creo que se te olvidó cambiar los zapatos —veo mis pies y tiene razón, aún llevo las pantuflas y lo había olvidado, ella va hacia el closet y saca unos estiletos y me los alcanza, me siento en el borde de la cama para pénemelos. Cuando acabo voy frente al espejo y me doy un último vistazo

—Es una lástima que te tengas que poner tan guapa para la persona equivocada

—Tienes razón, me siento en un banco que hay a un lado de la habitación

—Ojalá pudiera verlo, lo extraño tanto, de alguna forma siento aquí que realmente no terminamos

—Abigail, hay algo que aún no te he contado —camina hasta mí y se arrodilla par aquedar a mi altura

—¿Qué sucede? —digo cortante

—A Kenneth lo chantajearon, le dijeron que si no se alejaba de ti, lo matarían por eso terminó contigo no fue porque no te amaba

—De algún modo lo sospechaba, lo sentía aquí —me llevo una mano al pecho —pero entonces porque estaba con Rebecca

—Eso no lo sé —me dice y toma mi mano para darme un apretón, respiro profundo para mantener la compostura y cuando me siento lista me levanto, Tania me imita.

—Vamos, es momento de que empiece el espectáculo, no veo la hora de salir de aquí

—Abigail —volteo a verla, y Tania abre los ojos de manera dramática, entonces caigo que se debe a las cámaras

—Necesito salir de esta habitación Tania, que esperas —digo tratando de arreglar mi error

—Vamos, el patrón te espera en el jardín

⊱✿⊰

Si no fuera porque mi cita es con el hombre que más odio en este mundo me sentiría sumamente halagada y feliz por toda la decoración del jardín, una cena a la luz de las velas, con un camino de rosas desde la entrada hasta la mesa dónde se encuentra de pie esperándome Richard, tan serio como siempre y con un hermoso traje que lo hace lucir como un hombre de negocios y no como uno de los suburbios de Medellín donde las drogas, los asesinatos y las disputas entre bandas son el día a día. De ahí viene el, finge ser un hombre remilgado cuando en verdad es un pandillero más que no supo lo que era el verdadero poder hasta ahora que ocupa el lugar de su padre, como jefe de la organización.

—Te ves espectacular muñeca

—Gracias, tu tampoco estas nada mal —el me mira sorprendido, y yo lo miro muy seria, no puedo pasar de odiarlo a amarlo en un día pero poco a poco puedo fingir que ocurren ciertos cambios en mí

—Es un hermoso halago cuando proviene de ti —solo asiento, y junto a él me dirijo al a la mesa, el me ayuda a sentarme y luego se coloca frente a mí —Espero que disfrutes la comida, Tania me dijo que amas el sushi así que traje a uno de los mejores chefs para que prepararan nuestra cena.

—Sí, realmente me gusta y llevo tiempo sin comerlo —tomo una servilleta, y la coloco sobre mis piernas, y luego tomo un poco de agua, esta cercanía me pone bastante nerviosa

—¿Qué deseas beber? —por un momento pienso en decir algo que me guste pero recapacito y niego con la cabeza, se supone que estoy tomando medicamentos por mi ciclo menstrual, Tania me consiguió un paquete de almohadillas sanitarias femeninas y un poco de sangre falsa, suficiente como para engañar al enemigo en casa de que no me crea con solo palabras que estoy en mis días.

—Lo siento, pero no puedo mezclar medicamentos con alcohol

—¿Te sientes bien?

—Sí, solo tuve un poco de malestar en la tarde y Tania me consiguió unos fuertes medicamentos, ya sabes cosas de chicas —Ahí fue la primera indirecta y la capta al momento, justo como mi amiga predijo que ocurría

—Muy bien entonces, te pediré un refresco —levanta una mano y un camarero se acerca al momento

—Patrón, señorita, ¿en qué puedo servirles?

—Tráele un refresco de limón —caigo en cuenta de o que planea y reacciono al instante

—No me gusta —Me fulmina con la mirada y yo me encojo de hombros, no pienso tomar nada que tenga limón, por ese mito que con limón se puede cortar por unas horas el periodo de una mujer y sé que funciona porque innumerables veces he recurrido a él

—Entonces que sea una Coca - Cola y para mí un whisky escocés —el joven asiente y luego se marcha

—Te veo con una actitud diferente

—Me pediste que me acostumbre a estar aquí, estoy aceptando que esta será mi vida para siempre y ahora eso te molesta

—No malinterpretes, solo no esperaba que fuera tan rápido

—Simplemente me estoy dando por vencida

—Me alegro —La música desde que llegamos ha sido una dulce melodía instrumental y justo en ese instante cambia por una más movida

—¿Quieres bailar? Amo esa canción —Aquí va la segunda parte del plan de Tania

—Por supuesto, se levanta y camina hacia a mí, me ofrece una mano y yo la tomo par a levantarme, nos movemos al compás de la música me molesta que me toque, y tenerlo tan cerca es repugnante pero tocarlo es justo el objetivo, conseguir que baje la guardia del mismo modo en que yo les estoy haciendo creer que hago. No hablamos, solo bailamos y agradezco que sea así porque realmente no se me ocurren muchos temas de conversación con una persona como él.

La música acaba y me alejo, volviendo a mi sitio, puede que parezca que soy bipolar pero no me importa, solo necesito hacerlo creer que poco apoco algo está cambiando en mí y esto no puede ser en cuestión de una cita.

—Supe que tu familia llegó sana y salva a Colombia.

—Me alegra oír eso, realmente no deseo preocupar a mi familia

—Te aseguro que cuando regresemos a casa los verás siempre que quieras, con la seguridad adecuada pero el caso es que los verás

—¿Cuándo será eso?

—Pronto —Malo, muy mal para mí porque allá toda la policía está a su favor y solo aquí tengo una oportunidad real de ser libre

—Tengo hambre

—Como mandes muñeca —le hace un gesto al mismo chico de antes y en cuestión de minuto tengo un sinfín de platos diferentes, todos saben cómo el mismísimo cielo, la persona que los hizo sabe lo que hace, si no fuera porque estoy secuestrada los disfrutaría aún más.

La cena ocurre en bastante tranquilidad de vez en vez charlamos sobe cosas que no me importan pero finjo que sí, Richard se ve cómodo y me doy cuenta que poco a poco sus muros caen ante mí. Cuando acabamos nos sentamos en un sofá que esta junto a la piscina mientras esperamos el postre, él se sienta bastante cerca de mí. Desearía alejarlo pero como decirle que no, cuando él es que manda en todo esto, yo estoy obligada a fingir por mi propio bien. Se acerca lo suficiente como para darme cuenta que desea besarme, tan solo de pensarlo se me hace un nudo en el estómago. Estamos a tan solo centímetros cuando se escuchan unos disparos y rápidamente se aleja de mí, mirando a uno de sus hombres quien en ese instante cae al suelo por un disparo.

Continue Reading

You'll Also Like

3.4K 569 42
Un príncipe, una plebeya, secretos y un amor que duele.
293K 30.7K 67
¿Crees que es posible que una persona que haya hecho cosas horribles, merezca ser amada? ¿Crees que es posible redimirse, después de haber sido una a...
1.1M 82.6K 40
¿Cuánto esta bien entregarle al otro? ¿Con cuanto alguien se siente satisfecho? Dinero, fama, éxito.. O tal vez... ¿nuestra propia vida? Fiorella se...
463K 31.8K 32
Tercer libro de la serie amores de la mafia [EN PROCESO] Crecer como la hija de uno de los capos de Italia solo tiene una ventaja -tener un matrimoni...