Capítulo 47

8 4 0
                                    

Abigail

Lentamente abro los ojos, por un momento todo mi mundo da vueltas y me cuesta ubicarme, un fuerte dolor de cabeza se hace presente, llevo una de mis manos a la zona que me duele y me doy cuenta que tengo sangre seca, al parecer recibí un golpe fuerte. Cuando el mareo pasa miro a mi alrededor y no sé en donde me encuentro, me siento en la cama donde me encontraba acostada, aun llevo el vestido verde que había destrozado, mis zapatillas están en el suelo.

A mi alrededor solo veo la negrura de la noche, por una ventana se cuela un poco la luz de la luna que apenas ilumina la habitación, pongo mis pies en el suelo y me pongo los zapatos, no tengo idea de donde estoy o como llegue aquí, lentamente los recuerdos empiezan a llegar a mi cabeza como imágenes de una película hasta que comprendo que probablemente fui alcanzada por esos hombres que me perseguían, tan solo de pensarlo siento ganas de hacerme una bolita y comenzar a llorar, pero no puedo permitírmelo porque es mi vida la que está en juego.

Cuando estoy lista, me levanto y despacio comienzo a caminar para no caerme, busco una puerta para salir aunque lo más seguro es que esté encerrada por ello me sorprendo tanto cuando doy con un picaporte y al girarlo una claridad me recibe que me obliga a poner una mano sobre mis ojos, no sécuánto tiempo estuve inconsciente, imagino que no fue mucho cuando aun es de noche, cuando salgo del lugar donde me encontraba, recorro un largo pasillo lleno de puertas, no abro ninguna, imagino que no me lleven a una salida, sino a otra habitación.

A lo lejos veo unas escaleras y sin hacer ruido me dirijo a ellas, al final veo una enorme puerta de cristal que al parecer llevan a un jardín, trato de abrirla pero al parecer se encuentra cerrada, podría romperla con alguno de los adornos que se encuentran alrededor pero eso provocaría un estruendo que llamaría la atención. Siento los pasos de alguna persona que se acerca, por lo que corro y a esconderme justo debajo de las escaleras, puede que parezca un mal lugar pero con un poco de suerte podría conseguir no ser vista y al parecer mi plan sale bien porque una mujer con uniforme de sirvienta sube al segundo piso y yo paso desapercibida.

Estoy dispuesta a seguir buscando una salida cuando una alarma comienza a sonar de manera estridente por toda la casa, aprovecho la ocasión para romper el cristal y abrir la manilla desde afuera y finalmente huir de allí, pero mi plan no sale perfecto cuando la mujer corre y desde las escaleras grita que escampé de la habitación.

No miro atrás, solo corro sin cesar hasta llegar a unos arbustos y esconderme detrás, trato de calmar mi respiración porque estoy tan agitada por el susto y la adrenalina que estoy segura que el sonido de esta podría revelar mi ubicación. Veo unas sombras pasar corriendo y aguanto la respiración porque me aterra ser descubierta, me lleno de valor y saco la cabeza para observar el panorama y fue una mala decisión porque uno de los hombres vestido de negro me ve, y da un grito a sus compañeros, rápidamente me levanto y salgo huyendo a toda velocidad, para mi suerte es de noche y hay poca iluminación esto me permite a tener menos visibilidad y aumenta mis posibilidades de escapar.

Llego a un muro hecho de piedras, por mi mente pasa la idea de escalar y cruzarlo pero podría caer y partirme un hueso y así no podría salir de aquí jamás, imagino que en algún punto este tendrá una salida así que me guío por él y continúo corriendo en línea recta, pienso que no voy a ver jamás el final cuando veo a la lejos una reja pero para mí mala suerte se encuentra custodiada por varios hombres.

No tengo a dónde ir, puedo sentir los pasos detrás de mí cada vez más cerca, miro a cada lado y lo único que se me ocurre es tratar de esconderme donde no me están buscando así que regreso a la casa y busco una entrada, agradezco encontrar una puerta abierta que da a una cocina. Me dejo caer en el suelo lentamente y pongo mi cabeza sobre mis rodillas, necesito salir de aquí pero no tengo idea de cómo conseguirlo, ni siquiera sé dónde estoy pero no me hace falta preguntar para descubrir quién es el causante de esto.

Mi familia va a estar súper asustada al ver que no regreso a casa. Siento la humedad en mis ojos pero me contengo porque llorar provocaría un ruido que delataría mi ubicación, estoy lista para continuar mi plan de escapatoria así que levanto la cabeza para luego marcharme pero me sobresalto al ver a una figura negra justo en la puerta. Ambos nos miramos, sin decir palabra y luego veo como se marcha y una voz femenina grita:

—Aquí no está —Llevo una mano a mi boca para contenerme, porque sin duda reconozco la voz de esa mujer, a quien he tratado de contactar las últimas semanas y no me ha dado respuesta, quien pensé que era mi amiga y ahora entiendo es solo una traidora que se acercó a mí para ayudar a mi enemigo, Tania mi compañera de trabajo es una farsante y quisiera creer que me equivoco pero he escuchado su voz las suficientes veces como para saber que es ella.

Limpio mis lágrimas, con un puño y salgo nuevamente por donde entré, no sé porque mintió pero tampoco me interesa descubrirlo, rodeo la casa hasta llegar a una ventana que se encuentra iluminada, lentamente verifico si hay alguien más en ella pero me escondo cuando lo veo sentado en un escritorio tan relajado y calmado como lo recuerdo. Debería marcharme pero retroceder es arriesgarme a que me encuentren, con mi cuerpo pegado a la pared, me voy agachando lentamente para pasar por debajo de la ventana sin ser vista, tengo arañazos en mis manos y rodillas por ese motivo me arden pero me esfuerzo por no pensar en eso en este momento, estoy lista para arrastrarme por el suelo, cuando una mano me arrastra, sin darme tiempo a reaccionar y de pronto todo se torna oscuro.

Lluvia de BesosNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ