Domingo » Juan Pablo Villamil...

By NiaaMont

107K 5.1K 4.8K

Si estás buscando una de esas historias en las que Villa mira a una fan entre el público y queda perdidamente... More

1. El pick de la suerte
2. Thumbpicks
3. Nueve
4. Violines y ollas
5. La hora nostálgica del domingo
6. Primera cita
7. Perdón por irme tan pronto
8. Dame esta noche
9. Que sean dos
10. Me alegró besarte
11. ¿Quién soy yo para ti?
12. Dime qué te gusta
13. Olvida que lo pregunté
14. Amores lejanos
15. Aunque no sea conmigo
16. Bienvenida a la industria
17. Hay una crisis
18. Cómo te atreves
19. Celos
20. Ayúdeme a olvidar
21. Gira
22. Yo no merezco volver
23. Vacío
24. Estoy enamorado de ella
25. Dios, ¿estás ahí?
26. Me lo debes
27. 14 días
28. Estamos juntos
29. Vick
30. Entre un te quiero y un nunca más
31. ¿Puedo dormir contigo?
32. Frustración sexual
33. Entre "amigos"
34. Y lo que falta
35. Escribamos canciones de amor
36. No puedo
37. La llamamos 9
38. Números rojos
39. Te amo, hijo de puta
41. Está confiando en mí
42. Segunda primera cita
43. Lo haremos pronto
44. Toca para mí
Epílogo
Agradecimientos
Extra
*
**

40. Es un trato

2.1K 109 102
By NiaaMont

A pesar de todo te enamoraste de mí

Contra viento y marea, contra ti misma

Te enamoraste de mí

De mí, que vi la flor crecer del lodo y vivo la vida de otro modo

De mí, no de una marioneta, tú ya no crees en caretas

De mí, que me he empeñado en adorarte y que a querer tú le enseñaste

De mí, la ruta equivocada y a pesar de todo aún estás aquí

De mí, que me enamoré de ti en el preciso instante en que te vi

(A pesar de mí - Santiago Cruz)


No me importa si está enojado o dolido. No me importa si tiene razón en que no puedo reponerme del todo a nuestro pasado.

No me importa nada.

Me lanzo hacia él, y me recibe entre sus brazos mientras lloro, aunque ni siquiera sé por qué. Mis lágrimas mojan su camiseta, pero él me permite desahogarme sin decir nada. Sencillamente pasa sus manos con dulzura por mi espalda.

No sé por cuanto tiempo lloro contra su pecho, pero cuando me calmo, soy consciente de que estoy entre sus brazos. Del modo en que huele. De la seguridad que me brinda el círculo de sus brazos alrededor de mi cintura.

No quiero abusar del hecho de que me esté consolando, así que doy un paso atrás mientras me seco las lágrimas y le doy mi mejor intento de sonrisa.

- Gracias – Le digo simplemente, mientras me hago a un lado para dejarlo pasar.

Entra a mi casa con paso titubeante. Luce tan nervioso que es algo adorable.

Mira mi casa con curiosidad, así que le permito un momento para examinarlo todo mientras me adapto a la idea de que está aquí.

Mira mi biblioteca, llena a reventar de carpetas con partituras, novelas de misterio y una serie de fotos en portarretratos: Una de papá y mamá en mi primera comunión, una con Jen y Jeremy en la boda de ella, una con Marto en mi primer concierto de la Filarmónica, y una de mi gira con Morat de un concierto en Sevilla. Aunque se ve toda la banda, elegí esa foto en particular porque él está parado a mi lado, cantándome directamente a mí y yo estoy inclinada hacia él tocando la guitarra y los dos estamos sonriendo.

Pasa un dedo por el marco de la foto casi con cariño y, aunque me está dando la espalda, comienza a hablar.

- Lamento haberme ido así más temprano – Dice en voz baja – Yo...Esperaba poder prepararme algo para la primera vez que nos viéramos luego de esto, y justo venimos y nos encontramos por casualidad. Estaba muy nervioso y asustado y...soy un idiota. Lo siento, Val – Repite

- ¿Por qué estabas nervioso? – Pregunto estúpidamente.

Sigo recargada en la puerta con los ojos abiertos de par en par. Algo se debe haber roto en mi procesamiento neuronal, porque aunque sé que está aquí, y lo estoy viendo de pie en medio de mi sala, mi cerebro se queda corto en entender lo que eso significa.

Se mete las manos en los bolsillos mientras se vuelve y me mira.

Estamos de pie en esquinas opuestas de la sala, así que es bastante remarcable que sus ojos envíen una sacudida a lo largo de mi vientre aún con eso.

Ignora mi pregunta.

- Yo también la amo – Me dice en cambio

Mi corazón sube a mi garganta. Me llevo una mano al cuello para verificar que no me voy a ahogar con él. Siento el sonrojo subir a mis mejillas, y una sonrisa débil se dibuja en sus labios, porque estoy segura de que mi expresión es de absoluto shock.

- ¿Qué? – Es todo lo que se me ocurre preguntarle

- Esta tarde me dijo que me amaba, y le respondí puros reclamos. A pesar de todo, no me podía quedar sin decirle que yo también la amo, aunque no sé si a estas alturas sirve de algo

Se me cae una lágrima, y me la seco mientras me río estúpidamente.

Él me devuelve una sonrisa nerviosa.

- ¿Qué vamos a hacer, Nueve? – Le pregunto

- No sé – Responde sinceramente

- Pero, aun así, estás aquí

Me muestra sus manos con impotencia, como si ni siquiera supiera qué hace aquí.

- Puedo tomar muchas decisiones que parecen razonables cuando no la tengo en frente – Me dice en voz baja – Pero mientras la estoy mirando, todo se siente a flor de piel. ¿Usted también se siente como...mareada? – Pregunta, luciendo honestamente confuso. Sonrío

- Pues...me desmayé cuando te vi – Le digo por toda respuesta. Se rasca la cabeza

- ¿Qué vamos a hacer? – Repite

- Normalmente diría que hay que besarnos y ya, pero siento que esta vez no va a ser la solución

- ¿No? – Pregunta, luciendo como un niño

- Uhmm...¿no? – Devuelvo, aunque suena más bien como una pregunta

Se queda mirándome. Sus ojos lucen brillantes y más verdes de lo que me han parecido nunca. Supongo que por el tiempo que llevo sin verlo en persona todo luce magnificado. Parece más alto, más guapo, más sexy. Bajo la mirada a mis pies.

Él se aclara la garganta.

- Ese quiz que quería hacer más temprano...¿Podemos volver a esa idea? – Me dice, mientras se balancea sobre sus pies de manera titubeante

- Bueno. ¿Ahora si tienes algo para preguntarme?

- Si

- A ver – le digo, mientras rasgo con la uña el sello que mantiene cerrada la caja de chocolates y desato la cinta dorada que mantiene cerrada la tapa. Saco uno y me lo meto a la boca, porque a veces el azúcar me ayuda a pensar

- Ya establecimos que no confía en mí – Empieza. Abro la boca para rebatirlo, pero me detiene con un gesto de su mano – No le estoy reclamando por eso, Val. Simplemente estoy exponiendo un hecho. ¿Eso sigue siendo correcto?

- Sí

- Bien. ¿Está dispuesta a dejarme intentar cambiar eso?

- ¿Estás dispuesto a intentar cambiarlo, a pesar de todo lo que ha pasado? – Devuelvo. Rueda los ojos

- Yo pregunté primero. Respete las reglas del quiz. Usted se las inventó – Me recuerda

Saco una estrella de chocolate de la caja y se la lanzo, enojada.

La atrapa en el aire y se ríe.

Me derrito.

- Si, estoy dispuesta a lo que sea, si eso implica no volver a vivir otros 6 meses como los que acabo de pasar sin ti – Le respondo

- Y yo estoy dispuesto a ganarme su perdón, si me dice que tengo un chance – Me dice, mirándome a los ojos. Vuelve a balancearse sobre sus pies, luciendo tan inseguro que es devastadoramente tierno - ¿Lo tengo?

Me muerdo el labio inferior y me acerco un paso.

La incertidumbre en su cara es descorazonadora, como si se hubiera armado de fuerzas para venir hasta acá, aún esperando que lo rechazara de nuevo.

La inmensidad de mi amor por este hombre me sacude, y me doy cuenta de que haría cualquier cosa para reparar el corazón que sé que le rompí cuando me lo ofreció.

- Claro que sí – Respondo con seguridad

Su rostro se rompe en una abierta sonrisa.

- ¿En serio? – Rectifica, con esa carita de emoción de niño en la mañana de navidad. Quiero comérmelo a besos.

Me doy cuenta de que siempre ha sido más fluido que yo con las palabras, y que el hecho de que normalmente puede leerme mejor que cualquiera no es suficiente aquí.

Hice tanto para mermar la seguridad que él siempre pareció tener en nosotros que va a ser necesario que le diga cada palabra para que vuelva a creer en esto. En mí.

- Villa, estos 6 meses sin ti han sido una mierda. No sé cómo arreglar este punto en el que estamos. No sé como entregarte mi corazón sin todos los miedos y dudas que tengo. No sé cómo ofrecerte ese amor maravilloso que sé que te mereces, pero si de algo estoy segura es de que voy a hacer lo que sea para no volverte a perder ahora que por alguna razón mágica estás aquí. Por cierto...¿Por qué estás aquí?

- Porque esta tarde cuando me fui y la dejé ahí, me fui pensando que objetivamente estaba haciendo lo correcto. Que esto que hacemos siempre acaba con uno de los dos con el corazón roto. Pero a la vez...Me sentía exactamente igual que en el primer ensayo cuando tenía la muñeca rota y no podía tocar, y estaba tan perdido y me sentía desnudo. Me di cuenta de que perderla a usted se siente como perder mi música, y si la amo de esa manera, y usted acababa de reunir el valor para decirme que también me quiere, al menos debería intentar luchar por esto, ¿no?

Mi mano sube a mi boca, y mis ojos insensatos y sobreactuados se vuelven a llenar de lágrimas, pero estas son de alegría.

Nos hemos roto el corazón con palabras muchas veces, así que también deberíamos empezar a darles el peso que se merecen a las palabras de amor, que no son poca cosa.

Luego de 6 meses de absoluto silencio de radio, importan más que nunca.

- No llore, Val. ¿Por qué llora? – Me dice. Esnifo de forma poco elegante

- Lo siento. Estoy muy emocionada y parezco una loca. Es que te he extrañado mucho

- Yo también la he extrañado – Me dice simplemente, mirándose los pies con timidez

El Juan Pablo Villamil seductor y seguro de sí mismo me tiene en sus manos, pero estoy descubriendo toda una nueva debilidad por este tímido y vulnerable que vino a visitarme hoy, y parece estar tan en carne viva como yo.

- Al final, ese idiota de Martín terminó siendo una tumba – Digo con una risita mientras me seco las lágrimas. Él se ríe también

- Que hijo de puta. Lo emborraché con ron y ni así le pude sacar ni una palabra – Se queja. Una sonrisa enorme se dibuja en mi cara

- ¿Estuviste preguntando por mí?

- Trataba de no hacerlo, pero no podía evitarlo – Admite

- ¿A dónde vamos, Villa? – Le pregunto sinceramente

Su sonrisa crece, iluminándose como un sol.

- ¿Sabe esa frase de que es mejor ser arriesgado que un cobarde en pena? – Me pregunta con esa sonrisa tímida. Me mira, y luego se mira los pies, luciendo inseguro y hermoso

- Gran frase de una gran canción de una gran banda – Le digo

- Bueno, pues tengo una idea acerca de lo que podemos hacer, así que ahora voy a cruzar los dedos para ver si le suena – Me dice

- A ver

- La cuestión es que usted tiene miedo de que yo la vuelva a cagar, y yo tengo miedo de que la primera vez que me equivoque (Y seguramente me equivocaré), usted salga corriendo otra vez

Aprieto mis labios en una línea para contener el impulso de defenderme, porque tiene razón. Quiero decirle que no voy a salir corriendo y que lo supere de una vez, pero no puedo pedirle algo que yo tampoco soy capaz de hacer, y tiene razón en que siempre he sido muy dura para juzgar sus errores, pero muy ciega para enmendar los míos.

Asiento con reticencia.

- Me gustaría que me diera la oportunidad de conquistarla a la vieja escuela – Termina

Parpadeo lentamente hacia él, insegura de haberle oído bien.

Se pasa las manos por el pelo con impaciencia y le queda todo revuelto. Mis dedos pican de ganas por deslizarse por esas hebras que sé lo suaves que son.

- ¿Conquistarme?... Villa, estoy loca por ti – Me veo obligada a señalar – Solo tienes que mirarme dos segundos y ya siento como si me fuera a derretir

- No me diga esas cosas, Val – Me regaña, mientras el sonrojo sube a sus mejillas – Estoy tratando de ser honorable, y decirle que, esta vez, hagamos las cosas bien. Hasta nuestro primer beso fue apresurado y diferente de como debió haber sido, así que...¿Podemos empezar de cero?

- Pero no tenemos que empezar de cero, porque tú eres experto en descifrarme – Le recuerdo. Se ríe

- Val... – Empieza de nuevo. Lo corto con un gesto de mi mano

- Primero que nada, ¿Puedes dejar de decirme Val? Soy Pick. Tú me dices Pick. Tu Pick de la suerte

Esa sonrisa que amo vuelve a su rostro. No sé cuantas veces soñé con volver a ver sus ojos achicándose como los estoy viendo ahora.

Mientras lo miro, me golpea la certeza de que esto no va a ser fácil, y que si sale mal la herida va a ser irreparable, pero definitivamente ver esa sonrisa es algo por lo que vale la pena pelear todos y cada uno de los días.

- De acuerdo, Pick – Asiente. Le devuelvo la sonrisa

- En segundo lugar, no reniegues de nuestro primer beso, porque fue maravilloso, pero tienes razón. Fue apresurado. No tuvimos todas las citas que debimos haber tenido para enamorarnos bien. Siempre estuvimos un paso a destiempo. Estoy de acuerdo con este plan, con la única condición de que me dejes conquistarte también a ti – Frunce el ceño

- Eso no tiene nada de convencional ni de vieja escuela – Me reclama. Me encojo de hombros

- Tómalo o déjalo, muchacho. También tengo que pedirte perdón por una justa cuota de cosillas, así que más vale que me dejes compensártelo

- Bien – Asiente con una sonrisa – Pero hay una condición

- ¿Cuál?

- Vamos a hacer las cosas bien – Recalca – Vamos a tener citas. Vamos a hablar hasta que nos quedemos sin voz. Vamos a conocer todo lo que nos falta por conocer del otro. Me va a presentar a su papá, y la próxima vez que vaya a mi casa la voy a presentar como mi novia. Me va a decir cuando se enoje conmigo y lo vamos a resolver hablando. Pero para que todo eso pase, no puede haber sexo

- ¿Discúlpame?

Me inclino ligeramente hacia él, porque creo que no lo he escuchado bien.

- ¿Por lo del sexo o por lo de ser mi novia? – Se burla

- Creo que me voy a desmayar otra vez – Admito

Me tambaleo hasta un sofá y me dejo caer en él. Se queda parado donde está, y me mira mientras se muerde el labio inferior. Luce ansioso, pero también creo que está tratando de contener su sonrisa.

- Vamos por partes – Le digo, levantando una mano - ¿Me estás pidiendo que sea tu novia?

- No en este instante. Se supone que debería conquistarla y llevarla a citas primero, pero...Si, espero que sea ahí donde termine todo esto, si consigo ganarme su confianza otra vez

Me muerdo el interior de la mejilla para decirle que ya está. Que el hecho de que esté dispuesto a frenar nuestra química sexual desbocada solo para hacer esto bien me dice todo lo que necesito saber acerca de cuánto ha cambiado.

Pero a la vez...Me está dando una oportunidad única para corregir mis fallas.

- Esta tarde...Estabas muy enojado conmigo – Empiezo con cautela

- Estaba muy asustado – Corrige – Todavía lo estoy. Sigo esperando que me diga "no puedo", y volvamos a donde estábamos hace 6 meses

- Supongo que tendré que trabajar en ganarme tu confianza también, porque me voy a quedar aquí, Juan Pablo Villamil. Para todo lo que venga, y si por alguna razón esto no funciona, no va a ser porque no lo hayamos intentado – Le prometo. Me sonríe

- Eso es todo lo que necesitamos, Pick – Está de acuerdo

- Ahora...esta parte de sin sexo... – Empiezo de nuevo. Se ríe – Lo odio. Es una tortura en su forma más cruel. Pero entiendo por qué lo estás sugiriendo. Si me pones un dedo encima, vamos a estar desnudos en 3 minutos y cuando estamos en la cama dejamos de pensar, y nos apresuramos, y la cagamos

Esta vez, son sus ojos los que se llenan de lágrimas, y se ríe medio histéricamente mientras una le cae por la mejilla.

Me pongo de pie rápidamente, pero me detiene con un gesto de su mano.

- Ignóreme. Estoy un poco superado por esto – Me dice mientras se seca las mejillas – Es solo....¿Cómo me puede entender tan bien?

- Porque eres mi domingo, ¿recuerdas? Y te voy a dar las mejores segundas primeras veces, hasta que no te quede duda de que no voy a volver a salir corriendo nunca más. 

Otra lágrima le cae por la mejilla, pero sus ojos están brillantes y llenos de una emoción que estoy segura de que hace juego con la mía. 

Le sonrío.

Doy media vuelta y tomo la caja de chocolates. Desato el delgado lazo dorado que la envuelve y me acerco de nuevo a él. Tomo su mano y con cuidado envuelvo el lazo alrededor de su muñeca.

- Me voy a quedar con tu pick. Te lo devolveré cuando esté lista para dar el siguiente paso. No tengo nada muy significativo para darte, así que este lazo tendrá que servir. Quítatelo cuando sientas que las heridas han empezado a cerrar, y podemos seguir avanzando sin cometer los mismos errores

- Es un trato – Me dice, y me ofrece su mano extendida.

Estrecho su mano con una sonrisa, porque nunca he estado más feliz de cerrar un negocio.

Operación conquistar a Juan Pablo Villamil: Activada. 


------------------------------

Esta va para mis favoritas Pao17o9 y majoman97 , que fueron las primerísimas personas en apoyarme cuando se me ocurrió publicar. 

He escrito por mucho tiempo, pero generalmente lo hago para mí cuando el mundo real está muy abrumador para seguir viviendo en él. Por eso, significa muchísimo que lean, comenten, se rían, me dejen esos comentarios que me matan de risa. ¡Graaaacias!! Como digo siempre, solo les puedo agradecer escribiendo más, así que les dejo este capítulo porque son lo más. 

Gracias miles a _Deniselle_ y elisapilar15 que se han tomado el tiempo para enviarme mensajitos diciéndome que les ha gustado. ¡Son las mejores! 


Continue Reading

You'll Also Like

120K 4.6K 13
[¡Anteriormente "Casados por un estúpido error"!] 𝐓𝐀𝐄𝐇𝐘𝐔𝐍𝐆 | ⌲ ¿Y que haré si algún día te cansas de mi, encuentras a los millones de Omegas...
487K 25K 47
Ella una chica timida y "ñoña"... El un chico guapo y popular...
10.3K 781 12
"Y cuando me sentí como un viejo cárdigan olvidado debajo de la cama de alguien, tú me pusiste y dijiste que era tu favorito..."
179K 12.5K 67
La última vez que lo vi, me prometió que regresaría, que enmendaría las cosas. Su ancha espalda se movilizaba entre la multitud de familiares anhela...