✁・・・ Nota: tantos husbandos y tan poca imaginación la mía. 😔
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Un día más había transcurrido, una horda de zombies atacaba siempre a la misma hora de la tarde, por lo que las mañanas eran bastantes tranquilas. Para ser un apocalipsis era mucho más relajado de lo que me habría imaginado o de lo que pintaban las películas de Hollywood; aún así no debía bajar la guardia. Shiyura y Seno-chan se habían encargado sin problemas de limpiar a los muertos vivientes que se atrevían a poner un pie en mi patio. Pese a sus habilidades especiales y dudosa transformación de plantas a humanos, el resto del tiempo que no peleaban contra los zombies se comportaban como cualquier otro joven de mi edad, por lo que tomé la decisión de darles un lugar cómodo donde dormir, era lo menos que podía hacer después de todo lo que hacían para protegerme; comida realmente no necesitaban, únicamente agua, y aquí es donde viene lo raro que delataba que no eran humanos, pues bebían alimento para plantas disolviéndolo en agua y comían abono como cáscaras de plátano y huevo. Aunque le causara incomodidad a mi estómago no podía juzgarles, después de todo hay humanos que comen cosas mucho más extrañas y asquerosas como el huevo centenario en China, definitivamente preferiría comer un plátano con todo y cáscara antes que un huevo centenario.
Bajé a la sala donde solía encontrarme con Shiyura y Seno-chan solo para hallarme con la sorpresa de que había un solo chico de cabello azul gélido y negro. Volteó a verme con un vaso de alimento para plantas en la mano, me dedicó una perezosa sonrisa a la par que movía un poco el vaso en un gesto amistoso de saludo.
—Buenos días —habló el desconocido; le iba a corresponder el saludo, aunque con un rostro que demostraba lo extrañada que estaba, cuando entraron el peliverde y la rubia cuya presencia me hizo sentir aliviada.
—¡Oh! Veo que ya conociste a Endoyuki —comentó Shiyura refiriéndose al nuevo muchacho.
—¡Nuevo integrante del equipo! —exclamó la chica girasol colgándose de uno de los brazos del peliazul. Él no se inmutó.
—Y justo a tiempo —continuó el lanzaguisante humanizado—. Echa un vistazo a esto.
El ya mencionado me enseñó una nota descuidada, estaba algo rota de algunos lados, pero podía ver perfectamente, era la fotografía de un zombie con una cubeta de metal como casco. No decía nada en especial sobre la criatura, únicamente una advertencia que decía "cuidado". Parecía que sería más complicado de bajar que a los zombies que usaban un cono de tránsito como casco. Fuera como fuera, eso lo descubriríamos dentro de unas horas luego del medio día.
El abanico que usaba para tratar de disipar el calor únicamente me echaba más aire caliente. Debido a la situación mundial, las plantas eléctricas no funcionaban, tenía una reserva gracias a un pequeño módulo de luz solar que poseía, pero no era mucho, por lo que no me podía dar el lujo de usar algo como el aire acondicionado. Estaba aburrida mirando a la nada y pensando en todo, aunque ciertamente el calor me incomodaba lo suficiente como para aletargarme y hacer mis pensamientos confusos. Endoyuki se percató de esto, se acercó a mí e hizo aparecer una esfera igual de azul que su cabello y ojos con algo de nieve encima de ella.
—¿Puedo? —preguntó antes de hacer cualquier otra acción inseguro de si me molestaría.
—¿Qué pasará? —cuestioné curiosa observando la forma física de su habilidad; antes había explicado que su poder consistía en lanzar orbes como las de Shiyura, solo que las suyas congelaban lo suficiente al enemigo para ralentizarlo.
—Te ayudará con el calor, no te congelaré, lo prometo.
Su sonrisa fue suficiente para convencerme, recién nos conocíamos, pero realmente no creía que me fuese a hacer daño, confiaba plenamente en los tres.
Asentí a su propuesta. Acto seguido, Enyuki elevó la esfera por encima de mi cabeza, luego la aplastó con su propia fuerza provocando que trozos de nieve cayeran sobre mí, posteriormente me agarró de las manos, sus palmas estaban heladas, me pregunto si se debía al guisante de hielo o simplemente era parte de él sentirse frío. Pocos minutos después mi cuerpo comenzó a sentirse fresco, Enyuki balanceaba la temperatura en mí con su contacto, absorbiendo el frío que estaba de más para evitar que me congelara. Una vez consiguió mantenerme estable en temperatura, me soltó. El muchacho estaba por decir algo hasta que la voz de Seno-chan lo interrumpió llamándolo para encontrarse con ella y Shiyura para planear la formación y estrategia de esa tarde. Los labios de Enyuki se curvaron una vez más para mí, a pesar de ser frío al tacto y que su habilidad se relacionara al hielo algo en él me hacía sentir cálida.
¿Qué les pareció? UwU ¿Qué planta les gustaría que siguiera?
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Publicación: dic. 19, 2021