POV. Lauren
Okay, ya no estoy entendiendo nada...
—Sandra no entiendo, si esto es una broma, deja decirte que es de pésimo gusto.—
—No es ninguna broma querida, me costó mucho tiempo llegar aquí como para estar bromeando.—
—Esto es una locura.—
—No cariño, no es una locura. Esto es amor.—
Trato de moverme y quitarla de mi cuerpo.
—¿Puedes moverte por favor?— se hace más adelante quedando mucho más cerca de mi cuerpo si es que eso es posible. —No es lo que quise decir.—
—No puedo evitarlo amor, espere muchos años para estar así contigo.—
—Por favor, esto debe de ser una maldita broma.—
—¡No es una broma!— me sujeta la cabeza con ambas manos. —¿Tienes una idea del tiempo que espere? O ¿De todo lo que tuve que planear? Incluso, a la gente que tuve que manipular o engañar para estar aquí contigo.—
Cómo puedo hago que suelte mi cara.
—¡Yo no te agradó! Siempre me despreciaste.—
—No mi amor, solo a tu patética relación con la zorra de Emma, si la mujer es mi mejor amiga, pero ella no te merece cariño. Por años te engaño y jugo contigo.—
—Por dios, esto es una maldita pesadilla.—
—Dios no tiene nada que ver en esto querida, tu y yo por fin podremos estar juntas.—
—¿Estás demente? ¡Sandra! Estoy secuestrada. Que te hace creer que me quedaré aquí, además Emma pagará el rescate.—
Se comienza a reír.
—No amor, el plan es que Ted se quede con tu dinero y mientras se hace el cambio nosotras ya estaremos saliendo del país.—
—¿Y tu plan es mantenerme esposada el resto de mi vida?—
—No amor, haré que te enamores de mi.—
Sujeta mi barbilla para verme a los ojos.
Esta mujer tiene ojos de loca...
—Yo no te amo, de hecho no me gustas.—
Me empuja haciendo que las dos terminemos en el piso, caer sobre mis manos envía una descarga de dolor hasta mis hombros.
—Tu te quedarás conmigo, tengo todo planeado querida.—
Me besa en la comisura de los labios, trato de alejarme, pero es imposible.
—¿Estás consciente que me están buscando?—
—No me importa amor, nos voy a sacar de aquí.— besa un poco mis labios para después alejarse. —Alguien vendrá para llevarte a la biblioteca, ahí podrán quitarte las esposas. Me tengo que encargar de algunas cosas, pero volveré para pintarte el cabello, necesito cambiarte un poco la apariencia.— baja su mano por mi cuello. —Lo cual será una lástima ya que me fascina el color que ya tienes.—
Sandra termina por levantarse para después salir por dónde entró.
Dejo caer mi cabeza hacia atrás. Maldito infierno...
POV. Emma
La asistente de Lauren ,Gina acaba de llegar con la documentación necesaria, veo sus ojos y están un poco rojos, al parecer a estado llorando.
—Tiene que firmar aquí señora, con eso se declara que...— se le corta la voz. —Que la señora Jauregui no puede tener el control de la empresa.—
Firmó los papeles necesarios.
—¿Dónde está la autorización para el pago del rescate?—
—Aqui.— me señala los documentos. —Le voy a proporcionar un dispositivo en el cual se tiene que colocar la cantidad que se va a transferir y el número de cuenta destino.—
—Perfecto, ¿En cuanto tiempo?—
—Mandare los documentos al banco, será cuestión de horas.—
Asiento para después agradecerle.
—Puedes regresar a la oficina o ir a tu casa Gina.—
Ella niega.
—Si no le molesta, me gustaría quedarme aquí hasta saber que pasa con la señora Jauregui.—
—Como gustes.—
Asiente para después dar medio giro y sentarse en unas sillas apartada un poco de todos.
Las puertas se abren con la llegada de Jack y la agente Romanoff.
—¿Saben algo de Lauren?—
Jack se ve bastante golpeado, tiene un corte en el labio, un gran rasguño en el cuello y lo que parecen varios hematomas en el rostro.
Al verlo me preguntó cómo estará Lauren, si estará bien o estará igual que el.
—Ya pidieron el rescate.—
El parece furioso, jamás lo había visto tan enojado.
—¿Necesitas ayuda para algo?—
Pregunta con los dientes apretados.
—No, Jack por ahora solo descansa.—
Asiente, pero se queda recargado contra una pared.
La doctora Yang llega junto con Lana.
—¡Jack! ¿Que demonios te paso?—
Camina hasta el sujetando con delicadeza su rostro para inspeccionar las zonas heridas.
—Yo...— mira fijamente a Lana, pero después voltea a ver al techo. —Lauren fue secuestrada, y y y yo la tenía, me pidió que no la soltara.— comienza a llorar como jamás lo había visto. —Yo solté su mano Lana.—
Lana se queda congelada sin poder reaccionar de alguna manera.
Jack agacha la cabeza para después golpear la pared detrás de él sin moverse de su posición.
Lana sale de su estado para abrazarlo.
Después de un momento ella se separa de su cuerpo para voltear a verme. Sus ojos están cristalizados, puedo ver la pregunta no dicha dibujada en su cara, por lo que solo me limito a asentir.
Ella deja escapar un jadeó para después abrazar a Jack un poco más fuerte.
La doctora Yang se acerca para darme el informe de la salud de mi hija.
—Estoy logrando tenerla estable, todos los hospitales están en alerta para un corazón, por la salud y edad de la niña en estos momentos se encuentra a la cabeza de la lista, suena cruel, pero esperemos que pronto podamos tener respuesta.—
—Gracias doctora, ¿Mi bebé está dormida?—
—Si, pero si quiere puede pasar a verla.—
—Claro, se lo agradezco.—
La doctora se retira dejándonos de nuevo a solas.
—La señorita Romanoff te puede explicar un poco mejor sobre lo que pasó con Lauren o incluso Barton.—
Necesito un momento, no puedo volver a revivir está pesadilla contándole a Lana todo lo que está pasando.
Al entrar al cuarto de Leni me quedo conmocionada una vez más por la vista que está frente a mí, ver a mi pequeña de esa manera me rompe el corazón.
Me acercó a ella para tomar su mano y sentarme en una silla cercana a su cama.
—Mi bebé, se que estás cansada, pero solo te pido que esperes un poco más, la doctora Yang está trabajando muy duro para que te puedan dar un nuevo corazón.— acaricio su mejilla y repasó sus facciones. —Tu mami está en problemas, en uno bastante grande, pero ella es una mujer muy fuerte y estoy segura que muy pronto la tendremos aquí con nosotras mi amor.— veo la forma de su cara, las pecas que tiene sobre su nariz y la forma de sus cejas, todo eso lo heredó de Lauren, también su inteligencia... Algo llega a mí memoria. —Sabes, tu mami se equivocó, hace un momento que hable con ella me dijo que la cena donde hablamos con tu tío fue en un restaurante, pero recuerdo que fue en la casa de tus abuelos.—
Me quedo callada de repente, Lauren tiene una de las mejores memorias que he conocido, no olvida las cosas y ella no olvidaría algo así.
Mierda, si todos tienen razón y Sandra está involucrada en todo esto puede ser que tengan a Lauren en la casa de mis padres, ella sabe perfectamente que ese lugar está solo.
Dejo un beso en la frente de mi hija, se que todo estará bien, tiene que estarlo.
Salgo de su habitación y una llamada entra a mi teléfono, no tengo el número registrado, tampoco me da tiempo de llegar hasta los guarda espaldas o los agentes del FBI.
—Diga...—
—Señora Jauregui.—
La misma voz que hace un rato me saluda, se que el "señora Jauregui" lo dice con burla al saber que Lauren y yo estamos divorciadas.
—¿Que pasa?—
—Olvide decirle algo y solo por diversión le enviaré uno de los dedos de su querida esposa.— jadeó y mi corazón comienza a latir muy rápido. —¿Que mano prefiere, derecha o izquierda?—
—¡No te atrevas a tocarla! Te daré todo el dinero que estás pidiendo, pero dejala tranquila.—
—Bueno, eso depende de ti, si alguno se tus gorilas aparece no solo le cortaré un dedo a tu querida esposa, le meteré una bala por la frente, tu decide.—
Cuelga la llamada sin decir nada más, me quedo un momento aún con el teléfono entre mis manos.
Se que tengo que comprobar que no esté en casa de mis padres.
Discretamente me acercó a la sala de espera, donde hago algunas señas para que Gina se de cuenta que la estoy llamando, se levanta y camina hasta mi.
—¿Necesita algo señora?—
Asiento con la cabeza.
—Recibí otra llamada de la gente que tiene a Lauren, acaban de amenazar con hacerle daño, tengo una corazonada de dónde puede estar, más si Sandra está involucrada, así que iré a verificar. Quédate cerca, no le digas a nadie o podríamos poner en peligro la vida de Lauren.—
—Como usted diga señora, pero creo que eso será muy peligroso y será mejor comentarlo con el señor Barton o la señorita Romanoff.—
—No, eso solo la pondrá en peligro, no me tardaré y cualquier cosa te marcaré. Necesito me prestes tu auto por favor.—
Gina me entrega las llaves sin decir nada más, elijo salir por una de las puertas laterales. Sin llamar la atención de nadie que pudiera detenerme.
POV. Lisa
Ya con la autorización de Emma la editorial entrega los videos de vigilancia a la policía, más una copia para hacienda y otra a nosotros.
Todos comenzamos a revisarlas juntos, las fechas y horas marcadas son claras Camila no aparece en ningún vídeo, además de que el equipo de seguridad de Lauren también entrego varios archivos de video donde se muestra a Camila en algunos lugares con Lauren en esas fechas.
—Con estás pruebas podemos concluir que mi cliente no tiene nada que ver.—
El fiscal comienza a negar.
—Eso solo comprueba que la señorita Cabello no lo hizo por su propia mano, pero puede estar involucrada al ser cómplice de su padre al darle la claves para que esté las hiciera.—
Pongo los ojos en blanco.
—¿Tiene como comprobar eso? Por qué a mi punto de vista usted solo está especulando, si no tiene algo sólido contra la señorita Cabello será mejor que la dejen libre.—
El fiscal niega con la cabeza.
—Esto es absurdo.— voltea a ver a uno de los oficiales de policía y al representante del fisco. —¿Dejaremos libre a una posible estafadora?—
—¡Especulación! A ver señores dejaremos está decisión con el juez encargado, no seguiré perdiendo el tiempo con ustedes.—
Me doy la vuelta para llamar al juez encargado.
Contesta de inmediato.
—Diga señorita Manoban.—
—Su señoría un placer escucharlo, tengo aquí al fiscal acosando a la señorita Cabello, ya las pruebas comprueban que el responsable de todo es el señor Alejandro Cabello y el fiscal se niega a dejarla libre sin ningún argumento.—
—Mande las pruebas que lo acredite y si es correcto, solicitaré su libertad.—
—Claro que su señoría, cuente con ello.—
Llamo a mi asistente para que le mandé el juez toda la información que tenemos, ya con esto Camila tendrá que salir en cuestión de horas.
POV. Emma
Comienzo a conducir por el camino que lleva a casa de mis padres, a una calle de distancia una camioneta sale de la propiedad, me detengo para observar mejor.
Analizo mejor las cosas, doy la vuelta para entrar por la propiedad de los vecinos, afortunadamente una barrera de arbustos separa los dos terrenos por lo que no será problema poder entrar.
Dejo el auto de Gina en un lugar donde pueda pasar desapercibido y lo pueda tomar rápidamente.
Tengo un mal presentimiento de todo esto.
POV. Clint
Esto no puede ser peor.
—¿Porque mierda nadie puede hacer su puto trabajo!—
Le gritó a uno de los guardas de la señora Russell.
—Señor, se supe que ella estaba con la niña.—
—¡Esto no puede ser posible!—
Comienzo a discutir con la escolta asignada, en estos días nos han burlado como si fuéramos una bola de novatos inútiles.
—¡Barton!—
Me grita Natasha.
—¡Ahora no!—
Me toma el chaleco táctico para hacer que la vea a los ojos.
—¡Si ahora sí! Si la señora Russell no está, quién tiene autorización de acciones es Jack, entonces ¿Porqué no activamos el ojo de Alcón?—
Joder, como pude olvidar algo tan importante.
—Mierda, no necesitamos que nadie lo active. Lauren me permitió activarlo hace meses y nunca lo revocamos.— empiezo a correr —¡Todos los agentes disponibles conmigo!—
Al llegar a las camionetas activo la tablet con las contraseñas biométricas que me permiten conocer la localización de Lauren, el satélite tarda solo tres minutos en localizarla y darnos su ubicación en tiempo real.
—Ponte el chaleco anti balas.—
Natasha me da uno de los chalecos, me aseguro que ella se coloque el suyo también.
El FBI también fue informado y nos está escoltando junto a su equipo especial.
—Entrare yo primero junto al equipo del FBI, quiero que todos se queden a las afueras y no permitan que nadie salga a no ser que seamos nosotros, no disparen a menos que ellos lo hagan primero y por el amor a Cristo no le disparen a Lauren.—
Hablo en voz alta y por el intercomunicador.
—Si señor.—
Contestan todos al mismo tiempo.
—No te dejare ir solo, voy contigo y no intentes detenerme.—
Volteo a ver a Nath y sonrió.
—Como si pudiera evitarlo.—
POV. Emma
Nadie estaba vigilando el patio trasero, además de que fue bastante fácil entrar por el acceso en el sótano, aún recuerdo las miles de veces que me escapaba de casa por ese mismo lugar.
El sótano se encuentra totalmente en penumbras, los muebles son inexistentes desde hace años y no me atrevo a intentar encender las luces.
Subo escalón por escalón hasta la puerta que conecto en la casa, coloco mi oreja derecha sobre la puerta intentando escuchar algo, pero no logro escuchar nada.
Abro lentamente la puerta, saco un poco la cabeza viendo a los lados y afortunadamente no hay nadie.
Si tienen a Lauren en esta casa encontrarla no será tarea sencilla, en la planta baja son más de siete habitaciones, en la planta alta están seis recámaras más.
Tendré que tener mucho cuidado...
POV. Sandra
Mi teléfono no deja de sonar con llamadas de Alejandro.
Fastidiada contesto.
—¡Que mierda quieres!—
—¿Dónde estás? Tenemos que irnos amor, arrestaron a Camila y no tendré mucho tiempo antes de que todo se vaya a la mierda.—
—Vete tu, tengo cosas que hacer.—
—Dime dónde mierda estás Sandra, no me iré sin ti.—
—No seas estúpido, solo vete y después te busco.—
—¿Con quién mierda estás! Escucha bien hija de puta, deje todo por ti y no me vas hacer a un lado, ¡dónde mierda estás!—
—¡Ya cállate imbecil! Por mi te puedes ir a la mierda, no me importas Alejandro, tu vida y tú amor te lo puedes meter por el culo.—
—No me hables así, somos pareja tu y yo estamos destinados a estar juntos.—
Me comienzo a reír.
—Eres un estúpido Alejandro, solo estuve jugando contigo todo este tiempo, solo fuiste un peón más en mi jugada perfecta para estar con el amor de mi vida y ahora gracias a ti está aquí conmigo así que bye bye hijo de puta.—
Cuelgo el teléfono y suspiro.
Un obstáculo menos en mi vida.
POV. Alejandro
—¡Mierda!—
Lazo el teléfono contra la cama del motel en donde me estoy escondiendo.
Sandra no me puede hacer esto, yo lo di todo por ella, ¡le di todo!
Comienzo a gritar mientras destrozó la habitación.
Las cosas tiradas al rededor están destruidas por completo y tengo que pensar rápidamente.
Una idea llega a mi cabeza, busco mi teléfono entro todo el desorden.
Cuando lo tengo llamo al teléfono de Ted.
—¿Que quieres?—
Responde tranquilamente.
—¿Dónde está Sandra?—
—Me viste cara de niñera, no me vengas con problemas de pareja.—
—Espera por favor, te daré diez mil dólares si me dices dónde está.—
—Quince...—
—Hecho.—
—Estamos en una mansión a las afueras de la ciudad, te mando la dirección por mensaje de texto.—
Me cuelga la llamada y la nueva información por fin es procesada.
El dijo "Estamos", los dos están malditamente juntos.
Pateó la mesa que tengo enfrente haciéndola pedazos.
—Esta me la pagan hijos de puta.—
El mensaje llega rápidamente, la dirección está a menos de quince minutos de dónde me encuentro en este momento.
POV. Lauren
No puedo soportarlo más, siento como si mis brazos se fueran a caer de mi cuerpo, los hombros y las muñecas me están matando.
Alguien abre la puerta y me pongo alerta.
—Ya estoy aquí mi amor.—
Mi corazón comienza a latir rápidamente.
—¿Puedes quitarme las esposas? No soporto el dolor de los hombros.—
Sandra se acerca hasta quedar a mi lado.
—Lo que puedo hacer por ti es esposar una mano y un pie.—
—Prefiero una cita, ¿Tienes?—
Ella sonríe y acaricia mi cara.
—Eres asombrosa mi amor.— se aleja un poco, tomando un rollo de cinta plateada. —Ten voy a poner en tus piernas y manos, para eso tengo que quitar las esposas, pero si intentas algo con todo el dolor de mi corazón tendré que dispararte.—
De la parte de atrás de su ropa saca una pistola, quita el seguro y me apunta.
—Te prometo que no lo haré.—
Vuelve a sonreír.
—Esa es mi hermosa chica.—
Me ayuda a sentarme de mejor manera, me quita las esposas y de inmediato puedo sentir el alivio en mis hombros. Sandra se aleja quedando a mi vista y apuntando con el arma.
—Pon el seguro a eso, no quisiera que por accidente soltarás un tiro.—
— No mi amor, no lo haré.—
Me lanza la cinta callando en mi regazo.
—¿Quieres que lo haga yo?—
Ella asiente.
—Primero las piernas.—
Comienzo a envolver mis piernas con aquella cinta, sé dónde colocarla y como romperla en un momento.
—Listo.—
—Bien ahora te pondré en las muñecas.—
Ella se acerca para colocarme la cinta, mis manos están lastimadas con varios cortes por el coche de la camioneta y mis muñecas están rojas y con algo de sangre por las esposas.
Hago una mueca de dolor.
—Duele.—
—Lo se mi amor, pero en cuanto salgamos de aquí prometo que nos daremos un baño de burbujas y podré curarte todas las heridas.—
Sandra se acerca y besa mis labios, intento quitarme para que no pueda hacerlo pero es inútil.
—Tengo una hija Sandra, no puedo quedarme.—
Ella vuelve a sonreír.
—Si eso te preocupa, puedo mandar por ella. ¿Te gustaría?—
Reacciono como puedo y logro tirarla al piso.
—¡Con mi hija no te metas!—
Sandra se levanta rápidamente golpeando mi mejilla derecha con la palma de su mano.
Aprieto los dientes para que no sepa lo mucho que me dolió ese golpe.
—¡No me gusta golpearte amor!— después de gritar esas palabras toma un respiro más. —No me obligues a lastimarte, no quiero hacerlo así que comportarte como la dama que eres.—
Sandra se acerca y deja un beso en mis labios, después se aleja solo un poco para comenzar a oler mi cabello.
Reprimo las ganas de volver a tirarla al piso.
Se levanta y es cuando veo que en una caja de tinte está tirará en el piso.
—¿Que color es? Mínimo dime qué me quedara bien.—
Ella se ríe.
—Me encanta tu sentido del humor cariño y para tu tranquilidad es rubio.—
—Mierda no.—
—Te quedaría el rubio, una vez que pase algunos meses o tal vez años dejaré que vuelvas al negro.—
La dos nos quedamos en silencio.
De la nada la puerta se abre un poco y alguien que no esperaba ver asoma un poco la cabeza, al verme sus ojos se abren y comienza a correr hasta mi.
—¡Lauren!—
Emma llega hasta a mi para abrazarme envolviendo mi cuello con sus brazos.
—¿Que haces aquí Emma? Corre, ¡Ahora!—
Hablo despertada.
—Claro que no.—
—Bueno, bueno... Mira a quien trajo el perro.—
Emma se da la vuelta para toparse a su mejor amiga apuntando con su arma.
—Sandra...—
—Emma.—
Sandra está totalmente sería y con la vista fija en Emma, la pistola no tiene el seguro, me preocupa que pues pasar.
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Listo ya!!!
Uno no puede escribir bien cuando lo presionan!! Eso para ustedes amorcito y Ari....
Por cierto, gracias a les que me preguntaron por mis exámenes, me fue muy bien! 9.3 de predio en esta cuatrimestre jajaja
No creo escribir para antes de noche buena y navidad, así que ahora de los digo, espero que tengan unas felices fiestas y la pasen muy bien, cuídense mucho y espero verles en los siguientes capítulos!!
Love u bby's