Ahora, es verdad. (Parte 2 VE...

By Keny_JO

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Flesh More Thompson nunca había tenido amigos, ni un beso, mucho menos un primer amor debido a sus constantes... More

Ahora, es verdad
Booktrailer
El pasado se hace presente
Capítulo 1._ De vuelta
Capítulo 2._ Vecinos
Capítulo 3._ Nuevo empleo
Capítulo 4._ El encuentro
Capítulo 5._Hablemos con la verdad
Capítulo 6._Mensajes
Capítulo 7._ Compartir
Capítulo 8._ Reconciliación
Capítulo 9._ La cita.
Capítulo10._ Pertenencia
Capítulo 11._Amigos
Capítulo 12._ Karma
Capítulo 13._Notas
Capítulo 14._Detalle tardío
Capítulo 15._ Sobre hielo
Capítulo 16._Desastre
Capítulo 17._ Otra mentira.
Capítulo 18._ Stella
Capítulo 19._ Billetera de besos
Capítulo 20._ Noches húmedas.
Capítulo 21._ Reglas
Capítulo 22._Pertenencia y algo mas
Capítulo 23._Rompiendo las reglas
Capítulo 24._Miedos
Capítulo 25._ Somos nada
Capítulo 26._ Encuentro
Capítulo 27._Secretos.
Capítulo 28._ Sentimientos encontrados
Capítulo 29._Confusión
Capítulo 30._ Máscaras de primavera.
Capítulo 31._Principe Sauce
Capítulo 32._El pasado se hace presente
Capítulo 33._ Al descubierto
Capítulo 34._ La llamada
capítulo 35._ Zero, One
Capítulo 36._ Domingo familiar
Capítulo 37._Levitando
Capítulo 38._ Periodo
Capítulo 39._Celos.
Capítulo 40._ Relaciones.
Capítulo 41._ Cielo estrellado.
Capítulo 42._ Falsas amistades
Capítulo 43._ Tatuajes
Capítulo 44._ Noche de estudios
Capítulo 45._ La Cita
Capítulo 46._ Cloe
Capítulo 47._ Al descubierto
Capítulo 48. _ Arrepentimiento
Capítulo 49._ Arrepentirse no es opción
Capítulo 50._ En el peor de los momentos
Capítulo 51._Felicidad.
Capítulo 53._ Antes de todo.
Capítulo 54._ Felices 21
Capítulo 55._Libertad
Capítulo 56._La hora de la verdad
Capítulo 57._Decepción
Capítulo 58._ Pérdida
Capítulo 59._ Desesperación
Capítulo 60._ La elección
Capítulo 61._ Después de todo.
Epílogo.

Capítulo 52._ Estoy aquí

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By Keny_JO

El mensaje de Cloe ha cambiado mis planes completamente, no es que tenga tantos pues solo pensaba hacer un trabajo que tengo pendiente, no es mucho pero igual quería acabarlo ya, para después dedicarme a estudiar, en los exámenes de hoy sé que me ha ido bien pero no debo confiarme.

Para mi fortuna hoy no tengo que ir a trabajar, es turno de Bruce y Kally asistir hoy así que me siento tranquila,. Le he dicho a Cloe que llego a las 4 en punto así que me apresuro a dejar mis cosas en orden, me doy un baño súper rápido y luego de cambiarme la ropa interior, me cuelgo la misma ropa que he llevado a la universidad, esta no esta sucia y solo veré a Cloe, no quiero gastar un minuto mas en estar buscando que ponerme.

Una vez lista cojo mi móvil para ver si hay un auto cerca en la aplicación pero de igual modo salgo de la habitación pues puede que algún taxi también esté cerca, la cuestión justo ahora es no perder tiempo, ansío ver a Cloe, saber que ella está bien.

—¡Agh! —Chillo de dolor al estamparme con algo frente a mi—Lo siento. —Me disculpo de inmediato al notar que no era algo si no alguien mientras me sobo la frente.

—Quiero pensar que la causa de tu distracción es el hecho de que atenderás mis mensajes. —Me he retachado con Zero justo en la mitad de las escaleras.

A pesar de que estoy un escalón por encima de él este me sigue pasando en altura por mucho, no sé cuando su presencia dejará de hacerme sentir estas sensaciones extrañas en mi estómago, cuando mi corazón dejará de alterarse con el solo hecho de escuchar su voz.

—Yo… tus mensajes. —Hasta ahora es que me acuerdo que no he contestado su mensaje, ni siquiera revise si tenía mas pues me centré apresuré a salir para ver a Cloe.

—¡Vaya! Ni si quiera los has visto ¿No? —Suena decepcionado.

—Bueno, es que recibí un mensaje  de Cloe y ella me pidió que fuera verla, esta pasando por algo muy grande en este momento y mi mente se bloqueó por completo, solo quería verla con urgencia y…

—¡Ey, ey! —Se ríe y me toma de los hombros para evitar que siga hablando y moviendo mis manos con ademanes de desesperación—. Entiendo, te emocionaste de más.

—Discúlpame. —Me disculpo al fin sintiéndome peor por la comprensión de sus palabras, lo cual no debería de ser así, lo sé.

—Descuida, solo te escribí para preguntarte si podía verte. —Suelta como si nada, como si el hecho de que él quisiera verme no me alterara así, como si no me hiciera brincar por dentro de solo escuchar eso que h dicho. —Pensé que tal vez estabas estudiando así que preferí venir a verte un rato antes de que te fueras a tu trabajo pero resultó que no irás; ¡Ah! Y te traje una gelatina.

No había prestado atención a sus manos, incluso tocó mis hombros y no había visto el pequeño recipiente que llevaba en las manos, se le esta haciendo costumbre darme una gelatina pero milagrosamente ese detalle me encanta.

—¡Gracias! —Sueno mucho mas alegre de lo que quería sonar.

—¿Quieres que te lleve?

—¿Qué? —Le pregunto para que repita lo que ha ducho pues no lo escuché.

—Que si quieres que te lleve a casa de tu amiga.

—oh, no, no, descuida, estaba por llamar a un auto para…

—Eso es un sí para mi. —Me interrumpe colocándose a un costado mío para comenzar a caminar a mi lado—. Andando.

—Pero, no es necesario. —No me hace caso y comienza caminar así que lo sigo.

—Si puedo y quiero llevarte no entiendo cual es la negación.

—Está algo lejos.

—Sé donde es el lugar y no, no es tan lejos. —Continúo siguiéndolo a pasos largos pues solo así puedo igualarlo—. ¿Por qué eres tan quejumbrosa?

Sin darme cuenta llegamos afuera y puedo ver ya su auto estacionado del otro lado de la calle.

—La verdad es que estoy nerviosa. —Resoplo al fin—. Sé que es tonto pues solo veré a mi amiga pero todo lo que pasó, no sé, no sé, no me hagas caso.

Al fin camino resignada a su lado explicando el por qué de mi negación y de toda esta habladuría que no puedo detener.

—Pues trata de mantener la calma, hablarás con ella de lo que sea que te tenga nerviosa y se apoyarán mutuamente, una vez que veas que ella esta bien tú estarás mas tranquila también pero antes de todo eso, debes transmitirle a ella tu calma, no esta desesperación que te agobia.  —Llegamos a su auto pero me quedo unos metros lejos de él prestando atención a sus palabras, abre la puerta de su auto para que me suba y es hasta entonces que reacciono—. Tiemblas como una gelatina cuando estas nerviosa, no lo hagas frente a ella.

La sonrisa de Zero me regocija por un instante, esta ahí frente a mi con su habitual ropa oscura tratando de hacerme sentir mejor, jamás creí que lo escucharía decirme algo como esto.

—Tienes razón, solo debo transmitirle mi calma.

Respiro hondo  dejando escapar todo el aire en seguida, repito la acción una vez más y me subo a su auto, luego él lo rodea para subirse a mi lado y poner en marcha su auto.

Zero no me dice nada en el camino, solo pone algo de música y guarda silencio, creo que no quiere ponerme mas nerviosa de lo que ya estoy, se dedica a conducir pero aún así puedo sentir su mira de vez en vez, agradezco el silencio que me brinda, pues justo ahora solo puedo pensar en Cloe y en lo mucho que me preocupa su situación y obviamente su bienestar, ella ha dicho que esta bien pero sé que no lo esta del todo, la bomba estalló y siempre, siempre, los daños que una bomba deja al detonar  son irremediables.

Cuanto mas cerca estamos de la casa de Cloe, mas nerviosa me siento, mis piernas comienzan a moverse de manera involuntaria y me trueno los dedos de las manos para tratar de controlar la pequeña ansiedad que comienza a atacarme, miro hacia el frente solo para notar que hemos llegado a la zona residencial de Cloe y el palpitar de mi corazón es aún mas fuerte, mi estómago de inmediato comienza a traicionarme y…

Siento la mano de Zero colocarse sobre mis manos las cuales ocupo para tronar una a la otra, su cálido tacto me envuelve por completo, miro atónita su mano desocupada, esa que cuela entre las mías.

Es la mano derecha de Zero la que se encarga de transmitirme toda la tranquilidad que me estaba faltando, su mano es grande y acapara gran parte de mis dos manos, acariciando con dulzura con su pulgar, luego así sin más él cuela su mano entre las mías, separándolas y apropiándose solo de la izquierda, entrelaza sus dedos con los míos, apretando, siendo este algo muy parecido a un abrazo, pero no es ahí cuando me roba el aliento, si no, cuando lleva nuestras manos a su bica depositando un beso en mis nudillos, terminando así con toda la intranquilidad que estaba agobiándome.

—Tranquila. —Susurra aún con sus labios muy cerca de mi piel, me mira con una sonrisa que incluso apacigua a mi alma—. Todo estará bien.  Estoy aquí, para ti.

Trago grueso mientras mi mente divaga en busca de palabras que se han esfumado, incluso pierdo la capacidad de pensar, nuestras manos están entrelazadas y aunque esto dura apenas un instante, se siente como una eternidad.

Aún cuando suelta mi mano para conducir la sensación de su tacto sigue ahí y siento como si sus labios continuaran rozando mis nudillos en un beso suave, sin siquiera imaginarlo, ese gesto me ha llenado de paz y ha desviado mi atención por completo, él sabe como tranquilizarme.

Finalmente llegamos a la casa, debo presentarme con el guardia de seguridad pero Cloe ya ha avisado que llegaría así que no tenemos problema en que nos dejen pasar, luego nos adentramos a la casa y al llegar frente a esta hay otro guardia más.

—Llegamos. —Zero es el primero en hablar una vez que se detiene frente a la enorme casa.

—Si, eh, bueno gracias por traerme yo, voy… a entrar. —Balbuceo tanto al hablar que él no puede evitar reírse nuevamente.

La sonrisa de Zero sería un buen tema del cual hablar en una noche de chicas, pues sus perfectos y delineados labios se tornan aún mas rojizos de lo habitual, apenas y muestra un poco sus rectos y blancos dientes mientras su ojos se rasgan de tal manera que emana cierta ternura, la sonrisa de Zero puedo dibujarla incluso siendo pésima en esa área.

—¡Ok! —dice después de controlar su tonta risa—. Te espero.

—¿Qué? —Me toma por sorpresa—. No como crees.

—¿Por qué no? —frunce el ceño—. Yo te traje, yo te llevo.

—Pero no sé cuanto me tarde allá, te aburrirás. —La idea de tener a Zero esperándome no me dejaría estar tranquila.

—No importa cuanto tardes, te voy a esperar.

—¿Y si son horas?

—Estoy soñoliento, dormiré un poco. —Se encoje de hombros.

—¿Y si no es suficiente? Estaré pensando en que estad aburrido o ya te querrás ir…

—¡Flesh! —Eleva solo un poco su tono de voz para hacerme callar—. Si digo que te voy a esperar es porque quiero hacerlo y lo voy a hacer, no me importa cuanto tardes, si decides quedarte a dormir ahí dentro yo aquí te voy a esperar. —Me mira muy decidido y no sé si asustarme o brincar de felicidad—. Así que ahora ve allá dentro a ver a tu amiga y ni se te ocurra apresurarte solo por mi.

Viéndolo así de decidido entiendo que no habrá poder humano que lo haga cambiar de parecer, como cuando decidió hacerse un ridículo tatuaje.

—¿Seguro estarás bien?

—Vete ya. —Ordena siendo ese un sí desesperado de su parte.

Me quita de las manos el recipiente de la gelatina vacía que me he comido de camino y me invita a salir.

Me bajo de el auto algo indecisa por aceptar que me espere pero termino resignándome así que me decido entrar a casa de Cloe, hay un guardia mas en la puerta me pregunta mi nombre y en cuanto se lo digo me hace pasar, una vez que las puertas se abren llega una señora de servicio para hacerme pasar, también le doy y mi nombre y ella rápidamente me hace pasar, dice que Cloe espera por mi en su habitación y me escolta hasta a ella. Subimos las escaleras principales y no sé si cuantos pasillos y habitaciones recorremos antes de llegar a su habitación la cual esta resguardada por una chica de servicio quien esta sentada en un sillón afuera de esta mientras teje y cuando nos ve se levanta rápidamente mostrándose formal.

—Es la señorita Flesh. —Dice rápidamente la señora que me acompaña a la chica quien no puede evitar mostrarse extrañada con mi nombre, si lo sé, la entiendo, mi mamá es la culpable de ello.

—La señorita Cloe la espera desde hace un rato pero debo anunciarla. —Ni bien termina de decir eso la puerta de la habitación se abre de golpe y en esta aparece una radiante Cloe.

—¡Flesh! —Mi amiga se abalanza sobre mi.

No notas lo mucho que extrañas a alguien si no hasta que al fin tienes en frente  a esta persona. El abrazo de Cloe se siente bastante bien, ya necesitaba de ella.

—¡Pasa, pasa! —Me hace entrar con rapidez cerrando las puertas detrás nuestro.

Cloe lleva una bata de dormir de seda color beige que le llega a los tobillos y su barriga se le ve cada vez mas grande, su rostro luce genial, lleva un poco de maquillaje y su cabello perfectamente arreglado, es decir siempre le luce tan sedoso y suave, por un momento creí que la vería algo apagada pero me alegra haberme equivocado.

—Sentí como si viniese a ver a presidente con tanta seguridad. —Brome una vez dentro mientras la sigo hasta su cama donde tiene su laptop y un montón de documentos regados.

—Lo siento, mis papás son muy cuidadosos y ahora lo son aún más. —Eso último lo dice en tono mas bajo, sé a lo que se refiere así que me apresuro a cambiar de tema.

—¿Qué hace rodo este reguero aquí?

—Estoy tomando mis clases en línea, también he realizado mis exámenes hoy y estoy exhausta, esperaba regresar pronto a la Universidad pero mis papás no quieren que vaya. —Hace una mueca de disgusto mientras recoge todo—. Aunque creo que es mejor para mi me gusta estar en casa, mas ahora con esta barriga. Por cierto ¿Quieres un té, un café, agua o jugo?

—Agua está bien. —Cloe va rápidamente a la puerta y la escucho murmurar con la chica de afuera.

—Ya nos traen el agua. —Regresa acomodándose a mi lado—. Ahora si, debemos platicar largo y tendido.

Ambas nos acostamos en su enorme y esponjosa cama, su habitación es el cuádruple de grande de lo que es nuestra habitación en la residencia así que no entiendo como es que prefiere estar ahí que aquí, bueno creo que si lo entiendo pues prefiero estar con mamá y Hunter a la intemperie que en un palacio sin ellos.

Las dos guardamos silencio, sabemos de lo que hablaremos pero nadie quiere comenzar, solo escuchamos nuestras respiraciones y nos reímos por ese tonto silencio que creamos.

—Nos vemos tan bobas aquí sin saber que decir. —Habla ella entre risas—. Si Josse nos viera aquí seguramente se reiría de nosotras.

—Ya lo creo. Hablando de él ¿Le has hablado? ¿O a alguno de los chicos?

—No, bueno si justo hoy les envié un mensaje para que vinieran a verme mañana, bueno solo a Daryl y a Josse.

—Y… ¿Qué hay de Chase? —Me atrevo a preguntar.

—Él vendrá hoy. —Lo dce casi en un susurro.

—¿De verdad?

—Si, él me ha estado insistiendo, ha venido a verme y ha esperado por mi todas las noches allá afuera. —Suspira—. Le he contado todo a mis papás, absolutamente todo incluido lo que tuve con Chase, el embarazo  en fin.

—¿Cómo reaccionaron ellos?

—Pues veras…

—Señorita Cloe. —Se escucha del otro lado de la puerta.

—¡Adelante! —hace pasar Cloe a la chica que viene con nuestras bebidas, una jarra con agua y hielos y u té para Cloe.

Ambas nos levantamos para recibir nuestras bebidas y una vez que ha terminado la chica se va.

—Como te decía. —Continúa Cloe—. Todo fue un duro golpe para mis papás, han sentido como si me hubiesen fallado pero estoy tratando de hacerles entender que no ha sido nada su culpa, incluso hemos tenido una terapia familiar e individual y habrán muchas mas de ellas, ver a ese tipo me ha golpeado muy fuerte también, cuando se lo llevaron preso me sentí por primera vez en la vida segura.

—¿Lo han llevado a prisión?

—¿No lo sabías? —Pregunta impresionada—. Creí que todo mundo lo sabría ya.

—Pues he tratado de no enterarme de nada por otras bocas, preferí esperar a que tu me contaras todo.

—Pues si se lo llevaron preso esa noche pero apenas duró un día en prisión, no hay ni una clase de pruebas en su contra y yo no tengo nada con qué demostrar su culpabilidad. —Escuchar eso me llena de coraje—. Mis papás están haciendo todo lo posible por buscar algo que lo incrimine y no descansarán hasta verlo tras las rejas pero creo que eso es imposible, aunque lo que si están logrando es acabar con su reputación y muchos socios le han estado dando la espalda.

—Un juicio social. —Digo alegre.

—Algo así, incluso se ha volteado su primo el señor Brown, mis papás tienen tanto poder como el juez Harnet y este es un enemigo mortal de los pedófilos así que por ese lado lo están destruyendo.

Estoy segura de que Milo sabe todo lo sucedido por su padre pero no me ha dicho nada al respecto, eso habla bastante bien de él.

—También Chase… Él… —Cuando lo menciona Cloe calla por un instante—. Él ha estado de mi lado, mis papás me han pedido que hable con él con la verdad, lo han visto venir a casa todas las noches y a pesar de que aborrecen la sangre que corre por sus venas ellos lo admiran pues ha renunciado a su apellido paterno por mi.

—¿Cómo? —La noticia me desconcierta y asombra—. ¿Se puede hacer eso?

—Si, él esta en trámites y su madre lo apoya, él retiro todas sus acciones bueno las pocas acciones de la empresa que legalmente son de él e inició el proceso para quitarse el apellido de su padre. —La veo sonreír con satisfacción y felicidad pura—. Lo ha hecho sin siquiera tener una idea de lo mucho que lo amo.

—Pues ahora que me has contado esto no sé quien de los dos ama mas a quien pero sé que se merecen ser felices y estar juntos al fin.

—Lo sé, lo sé y esta noche cuando venga le diré la verdad, le diré que el bebé que espero es suyo y me arriesgaré por él, por nosotros.

No sabía, no tenía ni idea, jamás de “los jamases” se me habría pasado por la cabeza que las mariposas en el estómago también se pueden sentir por la felicidad de otros hasta hoy cuando siento miles de estas revolotear dentro de mí acompañadas de un nudo que se coloca en mi garganta por tantas emociones juntas, no puedo hacer nada más que lanzarme hasta ella para abrazarla.

—Se merecen estar juntos eso lo he sabido desde siempre.

—Lo sé pero tenía tantos miedos que me detenían pero ahora estos ya no existen más.

Es cierto muchas veces solemos detenernos de hacer cosas importantes por miedo, el miedo nos manipula, nos aprisiona y enmudece, Zero es un claro ejemplo de que el miedo te transforma por completo, él se olvidó de querer y se privó de amar.

—A todo esto. —Recuerdo que también tengo muchas cosas que contarle—.  De decirte algo importante que pasó esa misma noche de tu fiesta.

—¿Importante nivel 5 o nivel 10? ¿En relación a qué? ¿Con quién tiene que ver? —Pregunta con tal rapidez que casi me aturde.

—Nivel 100, nivel dragón, nivel locura yo que sé.

—Suéltalo Flesh, suéltalo ahora. —Exige.

Me preparo para contarle todo y cuando digo todo es todo, sin olvidarme de nada, le cuento lo que sucedió con Ilie, y todo lo que ha pasado con Zero hasta el momento.

El asombro en el rostro de Cloe es indescriptible, me ha dejado contarle todo sin interrupción alguna pero creo que justo ahora no tiene nada que decir pues luce como quien procesa miles de ideas al mismo tiempo.

—¡Wow! Me he quedado sin palabras. —Me mira como si me fuese a decir algo pero al final solo guarda silencio—.  Pero no pudo solo borrarse tu mente así como así, por muy ebria que estés te acuerdas de algo ¿Estás segura que solo bebiste?

—¿Qué quieres decir con eso?

—No lo sé, si no consumiste alguna droga o algo.

—No, eso jamás.

—Bueno, bueno, que tu no recuerdes nada lo entiendo pero ¿Ilie? —Dice ella sin poder creerlo—. ¿Cómo es eso posible?

—No lo sé, tu sabes como es el alcohol, simplemente abusamos de este y las consecuencias fueron terribles.

—Bueno en ese caso tienes razón pero por otro lado, con respecto a Zero, creo que es muy necesario que le cuentes todo.

—También lo creo pero no sé como hacerlo, menos ahora que él se ha mostrado tan.. tan… distinto. —Suspiro con resignación—. Estaba planeando hacerlo pronto pero él me ha invitado a su fiesta y dijo que me diría algo importante,  creo que me dirá que se irá a Alemania y tal vez ese sea el mejor momento para contarle todo.

—¿Ya le han aceptado? —Pregunta Cloe cuando le cuento lo de Alemania.

—¿Tú sabias?

—Si sabia que habían aplicado para el intercambio él y Vince pero no sabia que lo habían aceptado, aunque si ese fuera el caso ¿Por qué portarse contigo como lo ha hecho justo ahora que se va? —Muerde sus uñas con desesperación—. No, no creo que sea eso, tal vez lo que quiere decirte es que no se irá, que se quedará aquí por ti.

—¡Ojalá eso fuera posible!

—Tal vez lo sea pero aún si eso sucede tú debes contarle todo cuanto antes, tal vez Daryl tenga razón y esta sea la prueba de él, la reacción que Zero tenga te hará darte cuenta si vale la pena estar enamorada de él, después de todo lo que pasó con Ilie no es hayo que tu hayas querido o que hayas consentido si quiera.

—¿Lo crees así?

—No solo lo creo, es así.

—Quisiera tener el valor de correr abajo y decirle ya todo de una vez. —Gruño por mi falta ve valor.

—¿Él está aquí?

—Si ¿No te lo dije?

—No, cuéntamelo, como es que te ha traído.

—No solo me ha traído, también se ha puesto muy terco con querer esperarme. —Le cuento a Cloe todo el trayecto con Zero desde la residencia hasta su casa y su insistencia con esperarme.

—No sé Flesh, pero ese tipo siente mucho mas por ti de lo que dice sentir.

—No digas esas cosas porque solo me hago esperanzas falsas. —Sonrío con melancolía pues sé que es mucho esperar de Zero.

—Es humano Flesh, no puede no sentir nada y hacer todas esas cosas que hace por ti, llevamos casi dos horas aquí metidas, nadie te espera todo ese tiempo solo porque si.

—¡¿Qué?! —Salto de la cama—. ¿Dos horas? ¡Dios! Creí que llevábamos apenas un rato.

Veo el reloj y son cerca de las 7 pm, Cloe se ríe de mi pero luego recuerda que la hora en la que Chase llega se acerca y esa sonrisa se le borra, siendo ambas un manojo de nervios.

Hablar con Cloe me ha hecho mucho bien, me alegra que al fin ella se sienta mejor y agradezco sus consejos y su apoyo. Ella me acompaña hasta la saluda, simplemente no quisiera que me fuera ni yo quiero irme pero debo hacerlo por dos razones; Porque Zero me espera y dos; porque la hora de llegada de Chase se acerca.

Al salir de casa de Cloe la escena frente a mis ojos me descoloca la mandíbula, Zero esta sentado en el cofre de su auto platicando muy a gusto con el guardia de seguridad, quien en cuanto me ve se apresura a tomar una posición recta y tira la colilla del cigarro al suelo apagándola con la punta del zapato, es un señor de unos 40 años, me pregunto como es que ha congeniado con alguien como Zero.

A diferencia del guardia, Zero continúa fumando con tranquilidad y solo se levanta de su lugar para recibirme a mi, viste pantalón y sudadera color negra, vans grises y es u mano carga la chaqueta gris oscura que antes llevaba pueata también.

—Creí que tardarías más. —Camina hacia la puerta del copiloto donde me subiré yo—. Espero no te hayas apurado solo por mi.

—No, para nada, es solo que Cloe tiene cosas que hacer también. —Explico rápidamente.

—¿Te llevo a tu cuarto entonces?

—Por favor. —Le sonrío con timidez, me da pena que haga esas cosas como abrirme la puerta del auto frente a otras personas.

—¡Gracias por el cigarrillo! —Le agradece Zero al guardia quien ya se ha alejado para colocarse a un lado de la puerta. 

—De nada, gracias por la plática y Suerte con tu asunto. —Dice por último el guardia de seguridad antes de que Zero se suba al auto.

—¿Qué quiso decir? —La pregunta se me escapa de la boca.

—¿Con qué? ¡Ah! *¿Por qué me ha deseado suerte? —Entiende finalmente lo que quise decir.

—Una cosa de hombres. —Con ello entiendo que no tiene intenciones de decirme nada.

—¡Oh dios! —Exclamo al ver el destello en el oscuro cielo que ha provocado un relámpago, Zero enc8ende el motor del auto y comenzamos a andar—. Lloverá.

—Eso espero. —Gruñe—. No ha llovido desde la última vez que azotamos el culo.

Recuerdo ese día, todos los días lo hago, uno de los mejores días de mi vida.

—¿Quieres cenar algo antes de ir a tu cuarto? —Cambia de tema rápidamente.

—No lo sé, debo estudiar, prefiero ir a mi cuarto.

Él no dice más y solo se apresura a llevarme,  de camino solo se limita a hablarme de los exámenes y de lo bien que siente que le ha ido hoy, yo comparto mi experiencia también y se siente bien hablar de esos temas con él, no todo es drama y peleas, ahora incluso compartimos un tema de conversación.

Zero me lleva hasta la residencia, comienza a lloviznar ligeramente así que me despido rápido de él y este no hace señal alguna de querer acompañarme a mi habitación ¡En que cosas pienso!

Es dañina para mi su bipolar forma de ser, primero es todo cariñoso y luego se limita a solo despedirse de mi así sin mas.

Me mojo solo un poco, para mi buena suerte el la lluvia cae mas fuerte una vez que llego a mi habitación Puedo ver a través de la ventana una fuerte lluvia caer y los relámpagos iluminar por completo el cielo provocando una sensación muy placentera.

Me despojó de mi ropa para cambiarme por algo más común aún no puedo creer que ser o me haya visto con esa ropa tan ridícula De hecho hasta ahora lo estoy pensando debí haberme cambiado por algo más bonito, mamá dice que nunca se sabe cuándo vas a ver a alguien importante y que por eso siempre debes ir bien vestida o presentable, hoy es que entendí lo que ella me quiso decir en su momento.

Me coloco una bata, esta es corta, me llega a las rodillas y es muy simple de color negro con mangas cortas bastante cómoda y fresca ya no hace tanto frío y eso es bueno este clima me encanta pues puedo dormir fresca pero plácidamente.

Me preparo para estudiar a pesar de que tengo mucha hambre, para mi fortuna en el pequeño estante de Cloe hay un pequeño paquete de galletas pero desafortunadamente ya no hay café para preparar.

—¡Mierda! —Gruño pues me quedaré con hambre.

El sonido de alguien llamando a mi puerta me toma por sorpresa y me asusta, voy a ver de quién se trata ya bastante irritada por mi mala suerte, pero al abrirla todo ese mal humor se esfuma al instante.

Zero está ahí frente a mi con la ropa hecha sopa con una bolsa en la mano la cual sube hasta la altura de mi cara para mostrarla.

—Creo que alguien tenía hambre—. Reconozco el empaque de inmediato, son hamburguesas de la cafetería de las residencias.

—¡Por dios! Estas empapado, pasa. —Lo hago entrar al instante. —Te daré algo para que te seques.

Rápidamente voy en busca de toallas, y para cuando encuentro una al girarme a mirarlo, él ya se ha quitado la playera.

—Necesito exprimir esto. —Se excusa de inmediato.

—¡Oh! Si, descuida que yo lo hago. —Le extiendo la toalla y prácticamente le arrebato la playera para irme al baño a exprimir su playera—. No debiste ir por comida.

—Escuché el sonido de tu estómago. —Habla desde afuera—. ¿Se supone que comerías esto?

Escucho que agarra el empaque de galletas que he dejado sobre la mesa y me petrifico al recordar que he dejado sobre esta también el regalo que le había comprado así que salgo rápidamente del baño solo para comprobar que él ya tiene la pequeña caja entre sus manos.

—¿Qué es esto?

—¡Nada! —Cuando estoy por arrebatárselo de las manos él lo alza y me es imposible alcanzarlo así que lucho por bajar su mano.

Él levanta mas alto y se olvida de agarrar la toalla dejando al descubierto su torso desnudo, trato de enfocarme en la cajita que tienen entre sus manos y no en su piel desnuda frente a mi pero para cuando reacciono, nuestros cuerpos ya están lo suficientemente cerca como para hacer un solo movimiento y…

“Besarnos”

Me olvido de la caja cuando sus labios me devoran y me sujeta de la cintura con fuerza, me aferro a su cuello como si mi vida dependiera de ello y en apenas un instante, él me toma de las piernas y me sube en la mesa para meterse entre mis piernas y hacerme sentir su pronta erección.

Zero cuela sus manos debajo de mi bata con rapidez en busca de mis senos para masajearlos, me calienta, me excita y se detiene de golpe.

—¿No me dirás entonces lo que es?

Abro los ojos como tonta para despertar de esa oleada de placer que comenzaba a ahogarme.

—Es que , no es, eso es… Una corbata para ti. —Me aclaro la voz para intentar hablar mejor—. Te la había comprado para la fiesta de Cloe y… ¡Olvídalo! —Digo algo frustrada y trato de alejarme de él pero entonces me detiene y tira de mis piernas para acercarme nuevamente a él y atacarme nuevamente con sus besos.

Vuelve con sus toqueteos que me invaden de deseo, en un segundo me quita la bata de dormir y en otro más comienza a devorar mis pechos a los cuales no sé ni cuando ha desnudado.

No tardo en mojarme, lo deseo tanto que duele, esta vez me dejaré llevar y no permitiré que nada me lo impida, ni siquiera un recuerdo, esta vez solo nublaré mi mente con su imagen.

Zero me toca como solo él sabe hacerlo, aunque esta vez con algo más de desesperación, no tarda en hurgar entre mis bragas y en quitármelas con urgencia, no quiero sentir pena, nsolo quiero sentirlo a él, así que solo me dejo guiar y antes de tener una loca y deliciosa noche de sexo él se detiene en mi oído para susurrar:

—No puedo esperar a que sea 19. —Abre mis piernas con desesperación bajándose la cremallera de igual modo—. Para que me la coloques en el traje antes de la fiesta. —se coloca en mi entrada y se hunde de golpe llenándome al instante con su miembro arrancándome un gemido—. Y me la quites al final de esta.

Se apodera de mi boca una vez mas, aprieta mis nalgas con fuerza cada vez que me penetra pero luego comienza a recorrer mi cuello hasta llegar nuevamente hasta mi oreja para susurrar.

“No quiero esperar más”


____________________________________________
Jellou pipollll por aquí el capítulo 52. ❤❤❤❤

Me han estado Preguntando mucho acerca de cuántos capítulos faltan así que, según mis cálculos A partir de ahora quedan 8 capítulos, estoy tratando de hacer 60 capítulos pero vamos a ver qué pasa lo único que sí es seguro es que va a terminar antes de  que comience el 2022, O bueno al menos eso quiero pero ya saben que todo puede pasar.🙃🙃

Ahora siii díganme que les ha parecido esto, nuestro Zero ya no parece solo nuestro.🥺

Bueno, bueno ahora quiero ser breve así que nos vemos en :

Sabadito de actuaización. 👌

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ʙᴜᴇɴᴏ ᴘᴀʀᴀ ᴇᴍᴘᴇsᴀʀ ʟᴀ ʜɪsᴛᴏʀɪᴀ ᴇs ᴅᴇ ɢᴇɴᴍᴜɪ ɢᴇɴʏᴀ ᴍᴀʟᴛʀᴀᴛᴀ ᴀ ᴍᴜɪᴄʜɪʀᴏ ʏ ᴠᴀɴ ᴀ ᴀᴘᴀʀᴇᴄᴇʀ ᴛɪᴇsᴏs (ᴏsᴇᴀ ᴘᴇʀsᴏɴᴀᴊᴇs ᴍᴜᴇʀᴛᴏs xᴅ ) ᴀᴅᴠᴇʀᴛᴇɴᴄɪᴀ ᴇɴ ʟᴀ ʜɪsᴛᴏʀɪ...
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¿Como algo que era incorrecto, algo que estaba mal podía sentirse tan bien? sabíamos que era un error, pero no podíamos estar sin el otro, no podíamo...
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4 volúmenes + 1 extra (+19) Autor: 상승대대 Fui poseído por el villano que muere mientras atormenta al protagonista en la novela Omegaverse. ¡Y eso justo...