Al envolverme en sus brazos me sentía protegida, era tan cálido estar así con ellos, mis lágrimas no dejaban de caer aunque intentará aguantarlas no podía.
Era un momento tan cálido e íntimo no quería que acabará, aunque claro estábamos en medio del pasillo mientras varías personas nos miraban.
-____, te extrañamos- mencionó el rubio mayor mientras me abrazaba escondiendo su cara en mí abdomen.
-¿Por que no volviste al parque _____? te estuvimos esperando por días esperanzados de que volverías.- Cuando escuche a Rindou decir eso, me sentí mal, de tan solo imaginar que estuvieron esperandome durante días solos en ese parque, sentí mi pecho doler.
-Oigan no quiero ser parte de su novela y vuelvan a la realidad, se dan cuenta en la situación que están. Golpearon a varios de nuestros compañeros todo por un berrinche de ver a esta....alunma- Dijo uno de los delegados de último año.
-Callate, maldito bastardo que arruinas el momento- El rubio salió de su escondite y acercándose amenazadoramente hacia el delegado.
- O-Oigan alguien que llame a los superiores, para que detengan a estos mocosos-
Este problema se volvería más grande si no los detenía, agarrando la mano de Rindou y Ran antes que ataque al delegado, salí escapando de la escuela con esos dos juntos.
Corrimos metiéndonos en un estrecho callejón, respiraba profundo ya que me estaba faltando el aire por correr cuadras enteras.
Solo espero que no llamarán a mi madre de la escuela.
Cuándo nuestras reparaciones normalizaron, hablaron.
-Acaso "eso" que te impidió venir a vernos fue el que te dejó la cara asi- habló Rindou con un tono serio.
-¿Quién fue ______? Solo dimos el nombre y nosotros nos encargaremos- dijo Ran.
-Y no intentes mentir con el "me golpee accidentalmente", que sabemos diferenciar entre un golpe accidental y un golpe hecho por otra persona- habló Rindou.
Sabía lo que eran capaces de hacer, si les decía que fue mamá, pero tampoco queria mentirles.
-Fue mi mamá....si les cuento esto es por que les tengo confianza, no intenten hacer nada raro- advertí- y más bien explíquenme ¿Como supieron en que colegio estudiaba-
-Y yo pensando que me llevaría bien con mi suegra, los que te lastiman nos tienen como enemigos sin importar quiénes sean- dijo el mayor de los Haitani -Y sobre como averiguamos donde estudiabas que te puedo decir tenemos nuestros contactos-
¿Contactos? Tan chicos y ya andaban metidos en la mafia- pensé
-He dicho que no hagan nada raro, ¿Y que es eso de suegra?, sus bromas son muy raras- camine hacia la salida del callejón -me tengo que ir-
-¿Que? tan temprano, pensé que íbamos a pasar el tiempo juntos- dijo Ran
-Quiero, pero no puedo, desde ahora solo podremos vernos unos minutos después de salir del de la escuela- me dolía decirles eso pero era por mi bien no quería recibir más golpes.
-Yo no estoy conforme de verte solo unos minutos al día, quiero estar contigo el mayor tiempo posible- habló Rindou.
-Te dije que no puedo, no hagas esto más difícil- hable para luego caminar más rapido de lo normal, por que estoy segura que Rindou seguirá insistiendo y yo caería.
-Gatita espera- Intento caminar, hasta que Ran lo detuvo.
-Basta Rindou, mejor sigueme tengo una idea- habló el mayor de los haitani caminado.
Desde hace rato sentía que me perseguían, pero cuando volteaba a ver los lados dónde sentia que me observaban no había nadie.
Lo que faltaba me estoy volviendo paranoica.
Antes de entrar a casa, comencé a rociarme perfume para poder ocultar el olor que dejaron los haitani a la hora que me abrazaron.
-llegue- anuncie, pero no recibí respuesta asumiendo que mi madre no se encontraba en casa rápidamente cerré la puerta y subía las escaleras que daban a mi dormitorio.
-Por lo menos aquí no puede entrar- susurré.
Encendí la luz dejando mi mochila en la cama, me dirigí al armario sacando mi ropa para poder cambiarme el uniforme por algo más cómodo, empecé desabotonando mi camisa por completo, cuando escuche golpes en mi ventana.
Quise ignorarlo pero volvieron a tocar.
Aparte de paranoica, estoy empezando a escuchar cosas- reí -Quién tocaría la ventana cuando estoy en un segundo piso-
Tratando de ignorar los golpes que había escuchado me dispuse a retomar mi cambio de ropa cuando volví a escuchar golpes de nuevo.
-Esta vez si no lo imaginé- camine hacia la ventana abriendo de un jalón, encontrandome a dos niños muy conocidos, trepados en el gran árbol que estaba cerca a mi ventana.
En cuanto los ví no pude evitar gritar por el susto y ellos también comenzaron a gritar mientras se tapaban los ojos.
-¡AAAAAAAAAAHHHHH!- grite.
-¡AAAAAAAAAAHHHHH!- gritaron.
Por el susto ocasionado me demore en percatarme que mi camisa estaba complemente desabotonada.
Me cubrí cerrandola de golpe lo más rapido que pude.
Por que las cosas vergonzosas siempre me pasan cuando esos niños estaban presentes.
- ¿Que demonios hacen aquí?- tenía miedo que en cualquier momento se cayeran del árbol por ende los dejé pasar ofreciéndoles mi mano para ayudarlos.
Ellos bajando la mano se sus ojos con vergüenza tomaron la mia.
Primero paso Rindou y luego Ran.
-Asi que este es tu cuarto- dijo Ran.
-No piensen en cambiar el tema y ahora respondan, ¿Que están haciendo aquí?-
-Todo fue idea de Ran- se precipitó a decir el menor de los Haitani.
-Traidor, pero no te salvas por que me seguiste igual- se defendió el mayor.
La manera en como se delataban el uno con el otro era digno de una comedia, pero era un momento serio así que no me podía reír.
-¿Saben que lo que hicieron es algo grave verdad?, otras personas no reaccionarían tan calmadamente como yo después de que alguien le siga hasta su casa-
-Pero nosotros no perseguimos a nadie más que a tí- contestaron.
-No me refiero a eso, saben que esto no tiene caso después de todo ya están aquí- sabía que si seguía con este tema nunca acabaría-¿Aún no comen verdad?
Los dos hermanos negaron con la cabeza al mismo tiempo.
-Bajare a preparar algo para comer, por lo que más quieran no salgan de mi habitación- avisé antes de abrir la puerta y salir.
Tenía miedo que en cualquier momento llegará mi mamá y descubra que un par de niños estaban en mi habitación.
Preparé tres porciones de fideos instantáneos rápidamente, ya que solo pude encontrar eso en la cocina, cuando estuvieron listos los lleve a mi habitación.
Para mi sorpresa los pequeños Haitani estaban sentados tal como los deje.
-A comer- dije entrando con los platos -disculpen por solo traer esto, es todo lo que había en la cocina-. Dije apenada.
-No te preocupes, cuando vivamos juntos te cocinaremos comida de verdad solo para ti- apenas escuche esas palabras de Ran casi me ahogo con los fideos.
-Yo sería él que preparé el desayuno mientras Ran te despierta en las mañanas- Rindou se notaba tan faliz.
Tengo que aceptar que la imagen metal que imaginé de vivir los tres juntos fue realmente hermosa.
Nos pasamos la tarde hablando de temas irrelevantes incluso nos pusimos a debatir si el invierno era mejor que el verano.
Cuando llegó mi madre no hubo ningún problema, ya que apenas los hermanos se fueron limpie, puse ambientador por toda la casa incluso barri para que así sus olores no queden en la casa.
Y mamá nunca percato sus olores.
Ya era una costumbre que todas las tardes volviendo del Colegio ellos venían a comer, luego veíamos alguna serie mientras nos poníamos hablar de algo absurdo.
Hasta que....
Pasaban más de las 2 de la madrugada y ellos no habían venido durante todo el día.
Decir que estaba preocupada era muy poco, estaba desesperada.
Ellos no habían aparecido durante todo el día y miles de pensamientos pasaban por mi mente.
El pensamiento que más rondaba era:
"Y si les paso algo mientras peleaban y ahora se encuentran heridos"
No podía dormir y no solucionaba nada estar pensando esas cosas, tome mi celular y estaba dispuesta a salir por la ventana cuándo escuche golpes provenientes de ella.
No lo dudé y abri rápidamente.
Ahí se encontraba Ran con su fiel sonrisa.
-Por que me hacen esto, saben lo preocupada que estaba, pensé que se habían muerto en una pelea- abraze a Ran mientras él me acariciaba la cabeza.
-Perdón gatita, nunca fue nuestra intención hacerte preocupar, es solo que estábamos preparando algo, nesesito que nos acompañes-
-¿A dónde? Es demasiado tarde para salir-
-No te preocupes no te pasará nada por que nos tienes a nosotros- Ran estiró su mano para tomarla -Y mientras estemos vivos siempre te protegeremos-
Yo tenía la última palabra, ¿ir o no ir?.
Y claramente me fui con él.
Cuidadosamente Ran me ayudó a bajar del árbol.
Y ahí parado se encontraba Rindou esperando junto a dos motos.
-No me digan que vamos a ir en esa cosa- dije con miedo -aún son muy pequeños para manejar una moto-
-Basta gatita, no nos sigas tratando como niños ya hemos crecido- Dijo Rindou.
Cierto ellos ya no eran unos niños pero seguían siendo menores de edad aún tenían 16 y 15.
Como siempre no pude negarme, estaba yendo rumbo a un lugar desconocido mientras abrazaba a Ran por la espalda y él manejaba esa moto del infierno.
Pero nada importaba por que estaba con ellos.
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¡Nuevo capítulo, yeah! aclaró que el próximo capítulo será el último en el que los Haitani serán menores de edad.
Se viene lo que muchos están esperando xd
Cuídense nos vemos en la próxima actualización <3
~Maddenys