Y decir que llegar hasta aquí pudo ser complicado, es cierto.
Porque si, al principio tuvieron algunas cadenas y muros que los impedían llegar al otro completamente.
Tenían puentes un poco oxidados, de esos que te dan miedo cruzar pero que sabes que valdrá la pena lo que te espera del otro lado. Tuvieron que tomar demasiadas respiraciones profundas antes de dar pasos significativos. Tuvieron que abrazarse fuerte cuando podían, por miedo que al próximo segundo el otro se esfume. Y cuando estuvieron separados se sentían desprotegidos, vulnerables de la peor manera y con una sensación en el pecho difícil de sacudir.
Pero como fue difícil también fue fácil, porque, el amor es fácil.
Fue fácil saber que querían besarse en el primer segundo que se vieron.
Fue fácil encontrar formas de entrar en la vida del otro y hacerse parte esencial de esta, hasta casi sin querer.
Fue fácil dar todo por el amor que se tenían, fue fácil no darse por vencido.
Fue fácil saber que se querían para el resto de sus vidas.
Solo ellos contra el tiempo.
Porque en realidad el tiempo es su único enemigo.
Maldito e insuficiente tiempo, el cual tienen tanto miedo de dejar pasar, porque, realmente, es lo único que puede acabar con ellos, el fin inevitable del tiempo.
Pero ellos saben cómo burlarse de él y exprimirle cada segundo que este puede ofrecerles y vivir. Vivir juntos.
Ellos no disfrutan nada tanto como estar a solas. Ellos y nadie más. Solos.
Se besan como si tuvieran todo el tiempo del mundo, pero a la vez lo disfrutan como si fuera el último.
Se abrazan con tanta fuerza que hasta podrían mezclar sus pieles si realmente se lo proponen.
Y se miran como si fueran superpoderosos. Y lo han hablado, si tuvieran un solo poder sería el de estar siempre con el otro.
El de no morir.
El de la eternidad.
Todo sinónimo de lo mismo.
Noches enteras hablando de lo que quieren para el futuro y fue fácil, porque desde el principio ellos se imaginaban un futuro juntos.
Porque Harry anhelaba cantar, pero se imaginaba cantando canciones sobre Louis, sobre su amor.
Y Louis esperaba poder terminar su libro, pero nunca sin un Harry a su lado alentandolo con las palabras de amor más cálidas e inspirandolo a seguir escribiendo sobre qué es el amor.
Ellos simplemente funcionan. Encajan. Se complementan.
Realmente no necesitan nada más.
Y siguen con su travesía, la de viajar sin un rumbo, porque son jóvenes y están enamorados. Y porque saben que siempre van a tener una mano a la cual tomar cuando tengan miedo. Porque la soledad da miedo, pero no cuando se tarta de estar a solas con el otro.
Cualquiera podría decir que al pasar tanto tiempo juntos eventualmente se cansarían y necesitarían su espacio.
Pero no ha pasado en dos años y no creen que pase pronto, como en una eternidad o algo así.
Dos años son los que llevan conociendo el mundo, o creando el propio con pedacitos de lo que los demás llaman planeta tierra o algo así, ellos ya no están seguros.
Un mundo donde las melodías se convierten en letras de canciones, canciones las cuales inspiran libros, y libros los cuales hablan de ojos, manos y labios que le hicieron creer en el amor.
Ellos no quieren irse nunca de ese mundo. Nunca lo harán.
•••
Colorado springs es donde ellos están ahora después de un viaje de ocho horas en auto.
Harry es el que maneja en esta ocasión y Louis cayó dormido mientras les leía un libro sobre romance.
Cuando llegaron dejaron las maletas en el motel y salieron de una vez a la primera excursión.
Colorado se especializa por su increíble relieve montañoso el cual está lleno de actividades para turistas, como ellos.
Se sumergen en su primer parada, Harry estuvo deseando llegar aquí desde hace meses cuando vió fotos del lugar por internet.
El gran cañón del Colorado es un lugar para turistear por excelencia y ellos no se quedarían atrás.
Fueron por la tarde pero las personas del lugar les recomendaron quedarse hasta la noche porque justo ese día habría luna llena, y desde ahí, tendrían una visita privilegiada del astro.
El sol se fue dándole la bienvenida al acto que todos estaban esperando. La luna enorme y atrapante los iluminaba y abrazaba desde arriba.
Las luces del lugar se hacían cada vez más hermosas, los contrastes de colores de las cadenas montañosas y el azul del cielo hacían que los turistas largaran suspiros.
El dúo estaba anonadado viendo la escena. Agarrados de las manos y con los costados de sus cuerpos imposiblemente más juntos.
Pero Louis fue descuidado.
Ambos lo fueron, en realidad.
Deberían saber que el cuerpo y el corazón tienen un límite de amor el cual pueden soportar. Y sobrepasaron todo límite cuando, por un descuido, se giraron a ver al otro.
Si el paisaje montañoso bañado por la luna era hermoso, los ojos de Harry, teñidos de ese azul, rojo, amarillo y el peculiar brillo de la luna, hacían a Louis no querer desviar su mirada por horas, meses, años, eternidades.
Esos ojos que le devolvían la mirada tan profundamente. Esos ojos que se cerraban un poco por la creciente sonrisa en su rostro, dedicada solo para él. Esos ojos que solo susurraban amor, amor, amor.
Louis ni siquiera pudo hacer un movimiento para besarlo, se quedó estático en su lugar. Solo admirando al amor de su vida siendo parte de la obra maestra que les tenía preparada la luna para hoy.
Afortunado. Así se sentía Louis.
•••
Tres semanas son las que decidieron quedarse en Colorado y hoy, sábado, era su última noche aquí.
Durante estos veinte días conocieron personas totalmente agradables con las cuales salir los fines de semana a uno que otro bar.
Sophie, Noah y Cam fueron el trío con el que pasaron las mayorías de las noches y las cuales largaron unas poquitas lágrimas al enterarse que mañana partían a un nuevo destino. Por lo que los invitaron a pasar su última noche en casa de Noah. Tenían planeado hacer una reunión tranquila, con música en vivo ofrecida por un banda amiga de Cam y unos pocos amigos.
Harry y Louis claramente aceptaron y justamente ahora están en su camino a la pequeña reunión.
-Los extrañaré. - dice Harry en el asiento de acompañante.
-Yo también. - responde mirándolo por un segundo y devolviendo su mirada rápidamente a la carretera. - podemos quedarnos más tiempo si es lo que quieres.
Harry niega. - No, creo que nos hemos quedado lo suficiente ¿no crees? - Louis asiente. - aunque creo que Colorado ha sido mí favorito hasta ahora.
-El mío también. - responde Louis con una sonrisa juguetona.
Y fue su favorito por varias razones.
La primera fue que ahí, en Colorado, fue dónde Louis pudo terminar de escribir su libro, lo hizo una mañana cuando se despertó pegado a los rizos de Harry y esa fue suficiente inspiración para terminar el último capítulo. Ahora solo estaba en edición.
La segunda fue porque en uno de los tantos pubs a los que fueron y en los que Harry se animó a cantar, un productor le dio su tarjeta. Esa noche la celebraron con una sesión de besos y algo más.
Y la tercera es porque Louis tenía un anillo en su dedo anular desde el primer día en esta ciudad.
Harry le propuso mostrar al mundo que serían solo ellos dos para siempre a través de un anillo en sus manos el primer día en el que llegaron. Si, le hizo la propuesta en el gran cañón cuando estaba temblando por el anillo que tenía en su bolsillo y tembló un poco más cuando giró su cabeza y notó como Louis era iluminado por la luna.
Suertudo. Así se sentía Harry.
Pero el temblor abandonó su cuerpo cuando Louis lo miró de vuelta y pudo entregarle todos sus miedos para que el ojiazul luche contra ellos. Era algo que siempre hacía. Y Louis siempre ganada esa batalla.
Así que tan solo metió su mano en el bolsillo y sacó la pequeña caja que contenía lo que los uniría ante todos aún más.
Louis apenas lo vió solo pudo tapar su boca con sus manos, y sus ojos automáticamente se ahogaron en lágrimas. Harry cree que ha sido de las imagines más lindas que ha tenido suerte de presenciar. Louis, con la mitad de su rostro siendo bañado únicamente por la luna y sus ojos brillando por una mezcla de lágrimas de amor y luces naturales.
- Cásate conmigo, por favor, se mío.- es todo lo que dijo. Y Louis de avalanchó sobre él. Lo abrazó como nunca antes.
- Soy tuyo hace tanto tiempo, bonito. - respondió, y Harry supo que estaría todo bien.
Louis, una vez más, había ganado la batalla.
•••
Llegaron a la casa de Noah y habían alrededor de treinta personas esparcidas por el lugar.
La casa era de un estilo otoñal y con luces tenues.
Se encontraban en la sala de la misma dónde habían sofás color marrón oscuro y las paredes estaban pintadas de un color cremita.
Entraron y saludaron a todo el mundo.
Noah los llevó a conocer a la banda que tocaría hoy y se dieron cuenta que eran unos chicos realmente dulces.
Hablaron un rato hasta que les dijeron que deberían seguir ordenando todo para empezar a tocar.
Harry y Louis se dirigieron a la cocina para buscar algo para tomar.
No querían emborracharse, era una noche tranquila rodeados de buenos amigos y buena música.
Se sirvieron sus bebidas y entraron nuevamente a la sala.
Cam de repente vino y con el se llevó a Louis con la excusa de que quería presentarle a un amigo que estudiaba letras y, al mismo tiempo, Noah apareció junto a Harry porque necesitaban ayuda con una guitarra.
Pasaron veinte minutos dónde estaba cada uno en el lado opuesto de la sala.
Harry de vez en cuando miraba hacia la dirección en donde estaba Louis para simplemente saber si seguía ahí. Era algo automático, ni siquiera se daba cuenta que lo hacía hasta que Noah se rió de él y le dijo:
- No irá a ningún lado, compañero. - riendo mientras niega la cabeza.
Harry sonríe y dice - No puedo confiarme.- siguiendo la broma.
Acto seguido las luces bajan un poco más y los primero acordes de una canción empiezan a sonar.
Todos los invitados se acercan y hacen un gran círculo al rededor de la banda y mueven sus cuerpos en sintonía.
La música era lenta y la voz de Wesley, el cantante, era grave y rasposa. Perfecta.
Eventualmente terminó la primera canción y todo el mundo aplaudió.
La segunda canción entró en escena y era una de amor.
Automáticamente Harry buscó con la mirada a Louis y lo encontró mirándolo fijamente, se sonrieron y el ojiazul no dudó ni un segundo en acercase en donde estaba él.
Apareció por su espalda y lo rodeo desde atrás por su cintura. Se mecieron por el resto de la canción con sus cuerpos pegados.
Louis dejó un beso en su mejilla, atrás de su oreja, en su nuca, en su cuello.
Harry lo perdió y agarró su mano para llevarlo a una habitación.
Encontraron un cuarto arriba de las escaleras y abrieron la puerta mientras se besaban descuidadamente.
Louis cayó en el colchón y Harry terminó encima de él mientras seguían besandosé.
Sentía las manos del ojiazul por su espalda, su cabello, su rostro, sus piernas. Por todos lados. Louis estaba en todos lados.
Y el quería sentirlo así de cerca siempre, toda su vida, toda la eternidad.
No quería que esté momento se acabe nunca pero a la vez quería hacer algo para asegurarlo.
-Nos casemos.- dice Harry, al separar su cuello de los benditos labios de su novio, para mirarlo fijamente.
-Eso haremos, amor, eventualmente, me diste un anillo ¿recuerdas? - contesta poniendo su mano en frente de Harry para mostrar su punto.
-Ya lo sé, tonto. - dice Harry sonriendo. - Pero quiero decir, ahora, ya.
Louis parece sorprendido por la respuesta pero lo considera.
Una vez más Harry no se debe de preocupar por sus miedos porque vé como Louis alza las comisuras de sus labios y asiente tratando de levantarse de la cama.
Y tal vez esa sea una de sus cosas favoritas sobre Louis. Cómo siempre está dispuesto, —siempre que se trata de Harry—. Cómo lo sigue en cada aventura boba que se le ocurre y no cuestiona. Cómo deja pasar su visible erección solo para que Harry cumpla sus deseos más bobos.
El lo ama tanto que tiene que besarlo de nuevo antes de salir y hacer a ese hombre suyo en frente de las treinta personas que hay afuera.
Van hasta su auto corriendo con sonrisas traviesas en sus labios y buscan ropa de gala en las maletas que pusieron para salir de viaje mañana.
Encuentran lo necesario y se visten, ellos quieren hacerlo bien.
Les cuentan a sus amigos sobre la idea y no saben si es porque capaz tomaron bastantes copas pero parecen más emocionados que los futuros esposos en cuestión.
Preparan un altar improvisado y Noah toma su papel como cura de la boda.
Todos los invitados parecieron estar muy bien con la idea porque están todos al rededor de ellos esperando que la "ceremonia" comience.
Ellos estan parados uno en frente del otro y no pueden despegarse la mirada.
Se miran a los ojos mientras sonríen como niños.
Noah dice un par de formalidades que Harry está un buen ochenta por ciento seguro que fueron inventadas por él en el momento, pero no importa, porque ellos ni siquiera estan escuchando. Demasiado ocupados resistiendo el impulso de besar al otro.
Cuando escuchan la palabra "votos" se dan cuenta que es la señal para que empiecen a hablar.
Harry pide la palabra primero y empieza a hablar.
-Bueno, debido a que hemos planeado que haríamos esto hace literalmente quince minutos, no tengo nada escrito para leerte, amor, pero no hace falta, de alguna manera las palabras siempre salen cuando se trata de tí. - dice sonriendo con las mejillas coloradas.
-umh okey... siempre fui una persona miedosa, vivía preparado para que cualquier cosa nueva me diera miedo o ansiedad, tristemente, antes de conocerte, era con los únicos sentimientos con los que vivía.
Cuando te conocí y empece a enamorarme de tí realmente pensé que me costaría muchísimo poder aceptarlo sin desmayarme y morir. - todos ríen. - pero la noche en las que nos besamos descubrí que tu solo podrías darme paz. Cuando llegue a mí habitación esa noche sentí solo bienestar en mí cuerpo, me sentí correcto por primera vez. Supe que era amor porque estaba bien con eso. Con amarte. Porque aprendí que el amor no es miedo.
El amor es coraje.
El amor es paz.
El amor es diversión.
El amor eres tú.
Y pasaré el resto de mis días mostrándole al mundo que tengo todo el amor para mí.
Que el amor duerme en mí cama, en mis brazos.
Que el amor da los mejores besos y abrazos.
Que el amor me ama a mí.-
Termina mirando a un Louis hecho un desastre de lágrimas y mocos.
Se acerca para darle un beso rápido y vuelve a su lugar.
Está vez toma la palabra Louis después de tranquilizar su llanto.
-Hace unos meses desperté al lado tuyo y recordé como hace años yo estaba obsesionado con entender el significado del amor, o simplemente darle una explicación a tal cosa. Esa mañana lo recordé porque solo con mirarte lo había entendido. Había entendido el amor solo con verte durmiendo ahí, con tus rizos alborotados. Y no lo sabes, pero ese día, te susurré que tú eras el amor, justo como acabas de nombrarme a mí. Y ya ni siquiera me sorprende, te amo tanto que acepte hace meses que somos almas gemelas y pasaremos nuestra vida teniendo este tipo de conexiones, y no puedo explicar lo emocionado que estoy por ser el amor juntos por todo nuestra eternidad. Lo emocionado que estoy de amarte por el resto de mis días.-
Ambos son, ahora, un lío de llanto, sollozos y amor escapando por sus poros.
Hicieron un esfuerzo inhumano esperando el "ahora pueden besarse" así que cuando lo hicieron se acercaron al otro casi violentamente para pegar sus labios.
Se besaron tan dulcemente y a la vez con tanta fuerza, como si estuvieran tratando de sellar algo.
Se besaron tocándose y tratando de, imposiblemente, juntarse aún más.
Se besaron como si se fueran a besar para siempre. Y sonríen, porque así va a ser.