12: I won't be late for that.

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Harry tiene un plan.

Todo surgió una noche donde los pensamientos ganaron contra el sueño y pasó toda la madrugada dando vueltas al rededor de su cerebro y corazón.

Sentía nostalgia y tristeza por todo su cuerpo, pero sobre todo amor. Y era la primera vez que le pasaba.
Se sentía amado, el reconoció esa noche. El amor de Louis no hacía más que iluminar sus noches más oscuras de insomnio aún a kilómetros y kilómetros de distancia.

Si dice que ha leído esa carta mil veces estaría mintiendo.
Porque fueron muchas más.

Si se lo pides, te la podría recitar de memoria. Sabe cada detalle de la caligrafía de Louis, admira la elección de palabras pero a la vez también está asombrado por lo que no se puede ver... por los sentimientos y el amor en esa carta. Le exprimió cada sensación que venía detrás de esas palabras y las absorbió como si fuera vital (aunque como estaban las cosas en su vida casi que lo era.)

Con esa carta lloró y se lastimó cada vez que se sumergía en esa tinta. Pero también aprendió y abrió sus ojos a cosas que antes había ignorado. Porque eso es lo que Harry hace, ¿recuerdan?. Ignorar las cosas hasta que vengan a el como un huracán y terminen de derribarlo por su propio peso.
Y tantos golpes por fin habían válido la pena, ahora tiene en claro muchas cosas.

Toda su vida actuó en automático, cosa que nunca se había puesto a pensar si estaba realmente bien. Solo lo hacía porque era a lo que estaba acostumbrado. Siempre su padre (o él) planeaba cada paso que iba a hacer y a qué velocidad específica. Y tanta armonía técnica hizo que su interior sea un desastre.
Estaba decidido que ya no quería ser ese Harry, al que le decían que hacer y como actuar. Ese Harry vacío, que lo más interesante que le pasó en su vida fue besar a un hombre sin sentirse enfermo. El Harry que vive lamentando sus desiciones.

Ya no quiere vivir así.

Y sabe que el primer paso para poder avanzar es cortar cada lazo que lo retiene a su anterior vida, o sea, Agustine.

Ser abogado tiene sus ventajas, claro. Así que las usará para adelantar el papeleo del divorcio. Le tomará un mes o dos, como mucho.
También tiene que organizarse y hablar con su madre.
Su madre...
El tiene miedo de como lo tomará. El dejarla sola después de todo lo que pasó con Des, lo hace sentir como una mierda, pero por primera vez tendrá que ponerse a él por delante y hacer lo que realmente quiere.
Que es ser libre.

Porque por más que Louis es una buena excusa (y motivación), no es exclusivamente sobre él toda esta "revolución".

Es por el mismo.

Se lo debe y merece ser feliz. Si Louis viene incluido en el paquete no es como si se fuera a quejar...

Así que sí, lo decidió esa noche entre lágrimas de emoción y una chispa de amor propio que nació en el.
Supone que eso pasa cuando cuidas y te preocupas por ti mismo.
Harry descubrió que le encanta esa sensación.

Son solo dos meses, piensa, solo dos meses.

Mientras tanto no puede evitar escribir miles de poemas y dedicatorias hacia Louis en su libreta, al principio del mes era cosas totalmente tristes y llenas de angustia como:

"estuve tarde para eso,
tarde para el amor de mi vida,
cuando muera,
cuando muera solo,
estaré a tiempo."

Pero ahora está repleto de posibles respuestas a la carta de Louis y escritos de amor que algún día se los mostrará.

Solo es cuestión de tiempo...

•••

Dos meses desde que no sabe nada de Harry.

Las primeras dos semanas se las pasó metido en ese hotel sin fuerzas para nada. Se decía a si mismo cada día que mañana saldría a pasear y aprovechar el día pero siempre terminaba en un "mejor mañana" que nunca llegaba.

Al cumplir la tercera semana se dio por vencido (en realidad no) y acepto que Harry no vendría con él, lo cual era totalmente predecible.
Entonces se tomó el trabajo de enviarle una carta después de maldecirse por un minuto entero por no tener el número de teléfono de Harry.
La envía con la esperanza de que por lo menos un cuarto de todo el amor que siente se vea reflejado en ella.

Después de eso decide salir un poco de esa habitación la cual ya se había transformado en su guarida y olía a encierro.
Trato de despejar su mente y visitar los lugares que había planeado que visitaría. Y lo hizo, pero por unos pocos días

Porque cuando la idea de que Harry podría no recordar en que hotel se estaba quedando cruzó su cabeza, empezó a ir cada día al aeropuerto a esperar por él, por las dudas...

Fue así, como uno de esos tantos días que iba a esperar por un Harry que ni siquiera tenía ninguna certeza de que vendría (aún más que nunca recibió una respuesta de su carta), fue que lo confundieron con un taxi.

Una mujer castaña con ojos azules se subió a su auto mientas hablaba por teléfono y le dio una dirección.
Louis se quedó sin entender la situación por un momento hasta que cayó en cuenta y encogió sus hombres murmurando un "ya que" y encendió el auto.

Sin si quiera notarlo fue así como consiguió trabajo y a la vez podía ir al aeropuerto diariamente y sacarle algún provecho.
Y era divertido, en serio, se nutría de cada historia que le contaban sus pasajeros y conocío gente realmente agradable.
Pero dolía... no podía evitar visualizar a Harry en cada persona que subía a sus asientos traseros. Habían días dónde dolía más que otros. Pero el tráfico ayudaba, a distraerse, quiere decir.

Fue así como el último fin de semana de su segundo mes llegó y decidió salir a tomar algo.
Necesitaba despejarse y capaz 2 o 3 cervezas.
Fue una noche tranquila, no llegó a emborracharse.
Volvió al hotel a las tres de la mañana y cayó a dormir en cuanto tocó la almohada.

El domingo llegó y el sol cálido estaba brillando justo encima de él, caminó hasta su auto y he hizo su recorrido hasta el aeropuerto.

No había mucha gente ese día, fue muy tranquilo y hasta se durmió un rato.
Se hacen las cuatro de la tarde y es cuando se despierta.

Agarra su botella de agua aún tratando de acostumbrar sus ojos a la repentina luz y mira por el espejo retrovisor.

Su corazón amenaza con salir corriendo y meterse en esos rizos que ve a unos metros de él a punto de subir a otro taxi.

Tarda en reaccionar y cuando lo hace, Harry ya se había subido al otro automóvil y estaba a punto de arrancar.

Louis decide seguirlos con sus manos temblando y su cabeza trabajo a mil por hora.

Estaba ahí.

Había viajado. Por él.

Contiene sus repentinas lágrimas y se concentra en no perder de vista el auto que contiene al amor de su vida.

i don't wanna live like this - l.sWhere stories live. Discover now