Lunes
Mi mamá mete un trozo de carne a sus labios, masticándolo con la boca cerrada. Termina limpiando la comisura con ayuda de una servilletas. Los últimos días he estado siguiendo un plan que Talitha diseño en conjunto a mi progenitora para volver a conocerla.
Está vez sin mentiras.
Aunque considero que todas las personas tienen sus propios secretos.
—Estoy feliz que me hayas dado una segunda oportunidad —agradeció mamá, deslizando su brazo por encima de la mesa hasta llegar a mi mano, apretándolo con fuerza—. Me gusta conocerte más. Dime, ¿cuál es tu película favorita?
—Creo que debo de decir Batman, porque si no voy a tener problemas con el abuelo —respondo, intentando ahogar una carcajada, aunque puedo percibir la incomodidad de ella al retirar lentamente la mano.
Ella baja la mirada, volviendo a meter otro bocado en su boca, dándome cuenta que mi comentario tal vez estuvo un poco fuera de lugar.
—Jeremy ya te ha disculpado... —inicio, removiéndome en mi silla, posando mis ojos en ella.
—Eso no significa que yo lo haya hecho. —Suspira con cansancio, sin ser capaz de sostenerme la mirada.
Mi piel se eriza al escuchar eso, nunca le he preguntado a ella cómo es que se siente, es que tampoco quiero conocer la verdad. Solo es un tema del que prefiero no hablar.
—Sé que les hice mucho daño a él y a tu papá, ni tu papá lo sabe, pero ya no puedo tener una conversación de más de tres oraciones, porque estoy temerosa. Yo sé que...
—Mi papá no tiene por qué conocer la verdad —musito para que el resto de los comensales no escuchan.
—Yo decía eso contigo, y aquí estamos —refuta, finalmente conectando nuestra mirada—. He aprendido que la verdad al final, sale a la luz. No importa cuánto intentes ocultarlo, el universo se encargará de vomitarlo.
—¿Estás pensando en decirle?
—No sé —apresura con estrés, estirando un poco su larga cabellera—. Necesito tiempo, pero no quiero perder la bonita amistad que tenemos juntos.
—Jeremy me ha dicho que cuando era joven no era una muy buena persona, que tal vez sería un cascarrabias si no hubiese conocido a las personas importantes en su vida, tal vez todo pasa por algo, cosas del destino, tal vez.
—Tienes razón, Kent. Lo único bueno de esta horrible experiencia es que te he sentido más cercano a mí. Tu papá me dijo que ya regresaste a la casa, ¿cómo te sientes?
Raro, pasar las noches sin sentir esos brazos abrasadores sobre mi cuerpo, se han sentido tan gélidos. Me sorprendo ante este comentario, se supone que debería de estar feliz, debido a que compartía la cama no solo con Talitha, si no con otros animales.
—Bien, papá ya accedió a regresar a Jeremy a la casa. El perro y el gato no se han separado de su lado, de cierta forma... Creo que se están cuidando — informo, con una media sonrisa sobre mis labios— ¿Cuándo vas a regresar tú?
—No sé, el hotel está bien. Le he dicho a tu papá que quiero darles tiempo, para que se conozcan. Todavía no estoy lista para afrontar tales acciones.
Confieso que todavía no estoy de todo satisfecho con mi mamá. Sé que actuó por sus traumas, pero siento que no era una justificación. El hecho que sea lesbiana me tiene un poco desconcertado, definitivamente no me molesta, porque al final es ella quien vive su vida...
Tengo tantos sentimientos encontrados que soy incapaz de describirlo, es como un torbellino que todavía está causando desastre, mezclando todos mis pensamientos, que el desastre todavía no se termina.
Después del almuerzo con mi mamá en un bonito restaurante la llevo devuelta al hotel para que pueda descansar. Aunque intenta minimizar sus sentimientos, se nota que está pasando por problemas debido a que su maquillaje no está perfecto y su peinado no pulido, con algunos mechones sobre su frente.
Mamá me sujeta de la barbilla con fuerza antes de depositar un sonoro beso en mi mejilla. De hecho, fueron tres... Cuando me detengo de contar.
Aprieto el volante con la mano izquierda, pensando en qué hacer, tal vez mi osita tenga algo entretenido para hacer. Saco el celular del bolsillo de mi pantalón, enviándole un mensaje a ella que no le llega, como mis otros que le he enviado en días anteriores, por lo que estoy confundido.
¿Por qué ella no me ha respondido? Solo me preocupa, porque necesito saber cómo está ella. Si ya comió, si ya durmió, si ya...
Le doy un golpe al volante por mi caos interior ¿En qué demonios es lo que estoy pensando?
Conduzco hacia mi casa con una alta velocidad, el portón se va abriendo cuando el portero se percata que estoy cerca. Continuo por el pequeño jardín de mi casa hasta llegar a la cochera, donde presiono un botón para que se abra la puerta. Estaciono entre dos autos, apago el motor y me bajo.
Camino hacia la otra entrada de la casa y cuelgo las llaves en la pared.
De las señoras que conforman el equipo de limpieza se acerca a mí apresurada, preguntándose si necesito algo. Sacudo la cabeza negativamente.
—¿Jeremy está en su habitación?
—Sí, ahorita va a venir el relevo de la otra enfermera. Está en la habitación, ya sabe que su papá no lo deja ni cambiar el canal de la habitación sin ayuda —la señora agacha la mirada, ahogando una carcajada—. Ay, disculpe. Es que se ve que su abuelo odia todos las atenciones que está recibiendo.
—Sí, no te preocupes, iré a verlo.
Sin esperar respuesta, subo las escaleras hasta llegar al segundo piso, camino por el pasillo hasta llegar a la puerta de la habitación de mis padres, justo en frente está la habitación de Batman, esto es necesario, ya que si él necesita algo, mi papá podía ayudarlo de inmediato o al menos ese ha sido el argumento.
Cierro mi mano en un puño para llamar a la puerta. No fueron más de tres segundos cuando un enfermera de pelo recogido y un uniforme blanco abrió la puerta, ya tenía todos sus instrumentos en la mano. Me vio por un milisegundos antes de bajar hacia la entrada.
Lucía joven, lo máximo que tendría son unos veintiséis años.
En el interior de la pieza, veo a mi abuelo recostado en la cama, empuñando su mano para estirar el brazo hacia delante y traerlo a él con efusividad. Parece que ha ganado una lotería.
—¿Qué es lo que está pasando? Estoy... Perdido.
—Ya ella me tenía harto, se supone que en un rato va a llegar su remplazo, pero me harta que no me pueden dar ni un minuto de privacidad —brama, con evidente exasperación—. Ven, ayúdame a levantarme de la cama, que siento que si estoy ahí un minuto más, ya no me voy a levantar.
Las cortinas de la habitación están abiertas, dejando entrar una luz natural que hacía parecer que el lugar es más grande de lo que realmente es. En una pared está una cama de un gran tamaño, hay un sofá a un lado y una televisión en frente. Los colores son de un café, dando una sensación que es rustica.
Rodeo la cama hasta llegar a su lado, me pongo firme y doblo mi brazo para que lo use de palanca y él solo pueda bajare.
—Mi bastón, muchacho. Mi bastón —repite, señalando en la esquina dicho palo.
Se lo acerco, lo presiona con fuerza antes de levantarse. Paso mi mano por su cabello completamente canoso en tonos blancos. Es más bajo que yo, algo natural por la edad.
—¡No me estés peinando! Lo que me faltaba, ahora Joker no me va a dejar peinarme —farfulla él con estrés.
Alzo mis dos brazos para señalar paz y doy un paso hacia atrás. Él camina lentamente hacia la ventana para observar el exterior.
—Qué bonita vista, Kent. Ven a verla conmigo —anima, estirando su cuello hacia a mí.
Dos tres pasos hasta él, fijando la vista hacia el exterior. El color verde es el que abunda, con unos árboles gigantes y frondosos. Nos quedamos en silencio por unos instantes, pero no era nada molesto.
—¿Cómo te fue con tu mamá? —pregunta con tranquilidad, volteando su cuello hacia a mí por unos instantes.
—Bien, creo que la estoy volviendo a conocer... —respondo con seguridad, pero termino con nerviosismo—. Pero...
—Ya sé que nunca has tenido un problema fuerte, afortunadamente. Pero, así es la vida. Seguramente sonaré muy cliché, pero la vida es como una montaña rusa, con sus altos y bajos —declara con tranquilidad—. Sé que tal vez no sea fácil en el proceso, que la sanación puede tardar. Pero, va a llegar.
—¿Y tú? ¿Cómo te sientes? —pregunto, desviando la mirada.
—¡Como un inútil! Tu papá es estresante, me dan ganas de pegarle con el bastón y que me deje en paz por unos momentos. No le digas, pero estoy un poco más cómodo en el asilo —canturrea en un susurro para que nadie escuche.
—Pues mi papá dice que perdió mucho tiempo, le gusta estar contigo.
Jeremy asiente con la cabeza, y suelta un suspiro con tranquilidad. Gira su cuerpo para caminar hacia el sofá.
—La curiosidad me consume... Puedes no responder si no estás cómodo. Pero... ¿Por qué la perdonaste? —formulo con nerviosismo, arrastrando mis pies detrás de él.
El señor se toma un tiempo, se acomoda en el sillón. Su espalda no está pegada en el respaldo, tiene sus cortas piernas un poco abiertas y en el centro se apoya con ayuda del bastón. Levanta su barbilla en mi dirección. Sus facciones se veían cansada y las arrugas de la frente se pronuncian más. Las comisuras de sus labios están curvadas hacia abajo, pero no porque esté molesto, así es su rostro.
—¿Te va a hacer sentirte mejor si te respondo eso? —bufa, rascando su nuca.
Esa pregunta retiñe en mi mente con eco. La verdad no lo sé, creo que supongo que es curiosidad, así que muevo la cabeza de manera afirmativa.
—Ya te he dicho que yo no fui una muy buena persona en mi adultez, tampoco fui un padre muy amoroso. A tu padre lo criaron las nanas... La verdad no recuerdo la razón, seguro estaba ocupado. No sé, cuando tienes otra edad, ves la vida de diferente manera. Es mejor no guardar rencores en la vida, en parte lo hizo por mi propia paz mental; tu mamá tuvo una vida difícil que la orilló a tomar esa decisión. Y no sé... Tal vez en ese tiempo hubiera hecho lo mismo que el papá de tu mamá, que a la vez fue mi mejor amigo. Por eso obligué a tu papá a casarse con ella... Para que no cayera en tentaciones del demonio — ríe con ironía, como si
¿Apoco el ser que está en frente de mí fue una mala persona?
—También creía que esa orientación era del demonio. Talitha fue quien me hizo ver las cosas de otra manera, en un principio —bufa, alzando los hombros sin importancia—. La conozco desde hace dos años, fui un viejo muy gruñón con ella al principio, porque siempre estuve solo, a ella le gustaba llevarme la contraria. Le funciono, porque ganó mi corazón.
—Sí, Talitha es muy terca...
—Sí, siempre pone en alto sus principios y valores, es difícil que la hagas cambiar de opinión —asegura mi abuelo, y no sé porque provoca que mi piel se erice.
Después de un rato, escucho como un sonido proviene del estómago de mi abuelo. Me pide un yogurt, pero yo le sugiero una pizza, esto porque necesito saber de ella. Jeremy carcajea, pero termina accediendo y yo realizo el pedido.
Esa media hora se siente como una eternidad, me estoy haciendo tonto en la plante de abajo, Grissy está a mi lado y Silver está colgado en mi pantalón. Desbloqueo el celular para poner un juego, y justo cuando voy a empezar, el equipo de limpieza me avisa que ya llego.
Prácticamente corro hacia la entrada, mis pies se tropiezan, pero no me importa ni un poco. Mi mano está tocando el pomo, no debo verme tan desesperado ¡Bueno, la verdad no me importa ni un poco!
Abro la puerta, pero cuando visualizo la moto, encima hay una persona más alta que mi osita. Mantiene el casco sobre su cabeza, da unos pasos hacia la aja y saca uno.
Definitivamente él no es mi osita.
Cruzo mis brazos sobre mi pecho con indignación, inflando mi pecho, preparado para realizar mi interrogatorio.
—Aquí está su pizza. —Extiende la caja hacia a mí, esa voz masculina me parece familiar, yo sé dónde la he escuchado.
—Tyron —farfullo con seguridad.
Tyron se levanta la protección de los ojos y corroboro que es él.
—¿Dónde está mi osita? —interrogo, apretando los dientes—. Digo, ¿dónde está tu hermana?
—En una pijamada —responde con rapidez, quitando el billete de mis manos.
Y sin darme oportunidad alguna, gira sobre sus talones para huir ¡Cobarde! ¿Cree que soy tonto? Si es la misma respuesta que me ha dado por cuatro días. Acaricio mi mentón con la mano que no sujeta la caja, estoy seguro que aquí hay un gato encerrado; Silver no, porque está restregándose sobre mis pies.
Estoy seguro que hay un secreto que voy a descubrir o me dejo de llamar Kent Mcneer.
n/a*
disciulpen, wattpasd me odiaba, pero ya quedo en fin, como estan? que les parece? mendigo kent, lo quiero pero me cae mal. quue creen que va a hacer? gracias 'pr la paciencia, mucho love para ustedes, nos leemos pronto <3
recuerden seguirme en ig (fixaunicorn) donde subo adelantos y así, y les aviso que ya quedo el cap <3
mucho love, hope se despinde n.n