Akame Ga Kill! Green and Red

By Mr_Kzh

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Tatsumi, un joven pueblerino, sueña con ganar suficiente dinero para salvar a su pueblo de la pobreza. Pero... More

1- Mata la oscuridad.
Nueva portada
3- Mata la autoridad.
4- Mata las preocupaciones.
4.5- Mata a la oscuridad.
5- Mata al asesino.
6- Mata al usuario de Teigu.
7- Mata la fantasía.
8- Mata a los malhechores.
9- Mata la justicia absoluta.
10- Mata tu tristeza.
11- Mata a los impostores.
12- Mata a las tres bestias.
Aviso.

2- Mata el país.

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By Mr_Kzh

Sintió un suave peso sobre todo su cuerpo, detrás de él, confundiéndolo en el proceso.

Los rayos de sol le dieron finalmente en la cara, obligándolo a hacer una mueca de molestia mientras levantaba un brazo para frotarse los ojos y ayudarse a despertar por completo.

Se los frotó lo más posible para despertar bien, abriendo lentamente sus ojos verdes... Encontrándose con un lugar en el que nunca había estado.

Con la limitada vista que tenía en unos segundos, pudo notar que se encontraba en una pequeña habitación con una ventana en el fondo, la cual todavía le daba sol en la cara, y todavía sentía algo suave sobre su espalda y cabeza.

Cuando su vista se aclaró mejor, miró un poco alrededor, confundiéndose más que antes.

Extrañado y confundido se levantó de donde sea que estuviera acostado. Cuando lo hizo, dirigió su atención hacia donde estaba antes...

Estaba acostado en una cama. Ese no era el problema... El problema era dónde se encontraba en este momento.

Buscando una respuesta volteó la cabeza para mirar a otro lado... Solo para recibir un susto debido a la impresión.

-¡¡A-ah!!-

Ni siquiera la había visto cuando observó lo que tenía delante.

En frente de él, sentada en una silla, estaba una chica de ojos rojos, cabello negro y largo, con una minifalda y y camisa negra con una corbata roja observándolo con una mirada indescifrable, no denotaba nada en ella, pero si se veía tranquila.

Le tomó unos segundos recordar todo lo que ocurrió antes de despertar ahí... Y también recordó el hecho de que ella intentó matarlo dos veces.

También recuerda haber sido llevado por una rubia hasta otro par de extraños, que lo llevaron a quién sabe dónde.

-¿Qu-qué...?- con desconfianza preguntó, notablemente muy confundido por tener a esa chica mirándolo de forma tan extraña.

Él no se atrevió a decir algo más, dejando la habitación con un muy incómodo silencio...

Si él no quería hablar, ella mucho menos estaba articulando palabra, volviendo aún más incómodo la situación...

"..."

"..."

"..."

"..."

"..."

Antes de que finalmente tuviera el valor de poder hablar.

-¿... Por qué no me has atacado?- fue lo primero que se le ocurrió preguntar, hablando con notable desconfianza e incomodidad, después de todo habían estado en un largo silencio hace tan solo un momento.

Ella se quedó quieta ahí mismo, sin decir nada por un momento, poniéndolo aún más incómodo.

-¿... Mm?- murmuró confundida, pero manteniendo su expresión sin emociones.

-... Es que intentaste matarme dos veces ayer...- respondió simplemente, estando en guardia en cada momento por si acaso.

Ella lo fulminó con la misma mirada que había tenido desde el inicio, antes de responder.

-Ese ya no es nuestro objetivo- respondió sin más, con voz indescifrable.

-Entonces, ¿Por qué estoy aquí? ¿Qué quieren de mí?- preguntó una vez más y mirando a los lados.

-... Bien. ¿Recuerdas qué pasó anoche?- contestó haciendo otra pregunta antes de responderle.

Tatsumi la observó con los ojos un poco abiertos por un momento... Antes de bajar la mirada, y sus ojos se oscurecieron por su cabello.

-... Aria...- murmuró, comenzando a apretar los puños con fuerza sobre las sábanas de la cama, y a la vez apretando los dientes con furia.

Lo observó una vez más, luciendo muy, muy ligeramente apenada por la situación del chico... Lo entendía muy bien.

Pero no lo demostró mucho, simplemente siguió mirándolo.

-Después de eso te trajimos aquí, y como no dejabas de intentar escaparte, tuvieron que noquearte para mantenerte aquí- explicó con voz monótona.

Al castaño le apareció una enorme gota en la cabeza por la explicación.

La razón por la que ella se encontraba en la habitación, era porque le habían ordenado vigilar a Tatsumi toda la noche para evitar algún inconveniente por si él intentaba escapar o algo parecido.

Volviendo al tema, ella se levantó de la silla con los ojos cerrados, y caminó con tranquilidad hacia la puerta sin dirigirle palabra alguna.

-Si quieres saber sobre tus amigos, los enterramos en la orilla de esta montaña. Puedes ir a visitarlos si quieres- le avisó sin mirarlo, antes de volver a caminar para salir de la habitación.

-¡¡O-oye, espera!! ¡¡Aún tengo muchas pregun...!!- trató de decir.

Pero el sonido de la puerta siendo cerrada lo interrumpió, dejándolo con la palabra en la boca.

El joven se confundió por ello, lo que le ganó fruncir levemente el ceño con confusión y molestia por el hecho de que ella no explicó nada más, dejándolo con muchas preguntas, ¿Qué le pasaba a esa chica?.

Sin querer pensar más en la situación, se levantó de la cama para salir de la habitación e ir al exterior, o donde sea que se encontrara.

...

•-[Afuera del lugar]-•

*****

-¡Juramos que cuando vayamos a morir, lo haremos juntos!-

-¡Sí! ¡Vamos a tener éxito en la capital y ganar dinero!-

-¡Vamos a salvar a nuestro pueblo!-

*****

‹‹-... Nosotros... Incluso dijimos esas cosas...-›› fue lo que pensó, recordando sus palabras y las de sus difuntos amigos antes de llegar a la capital.

Se encontraba observando el lugar donde sus amigos fueron enterrados, con una mirada nostálgica y sentado en el pasto.

‹‹-Ahora... Estoy solo...-››

Sin embargo, sus deprimentes pensamientos se vieron interrumpidos, cuando sintió un extraño peso sobre su cabeza de la nada.

Extrañado, levantó la mirada... Encontrando a la chica rubia que lo estafó y lo trajo antes aquí, ahora identificada como "Leone" quien estaba riendo juguetonamente, teniendo sus enormes pechos sobre la cabeza del chico.

-¡¡¡UOOOOOA!!! ¡¡¿Qué haces así de repente?!!- expresó alejándose rápidamente de ella, con los ojos en blanco y una vena en la frente.

-¡No estés siempre de mal humor!- respondió simplemente la rubia, con una pequeña sonrisa -¿Has tomado ya la decisión de convertirte en parte de Night Raid?- preguntó con curiosidad.

-¡¡¡Como ya dije, yo...!!!- trató de decir, molesto.

Hasta que ella lo interrumpió, agarrándolo de la cabeza y acercándolo hacia ella.

-Creo que tienes talento para el asesinato. Onee-san te lo garantiza- afirmó sonriente y tocándole la nariz.

-No vacilo por el talento y tal...- confesó bajando la cabeza, evitando sentir su mirada -... Es que eso del asesinato...-

La chica simplemente sonrió ampliamente, sin tomarle mucha importancia los que él dijo.

-Bueno, ¡En cualquier caso, hoy te mostraré los alrededores del escondite!- informó tomándolo sin previo aviso alrededor del cuello con un brazo, atrayéndolo de golpe.

-¡¡Guh!! ¡¡¡Cuidado, mi cuello!!!- se quejó con molestia, siendo arrastrado a la fuerza por ella hacia el interior de una gran construcción con una columna de montaña puesta encima.

-Por cierto, estas son las montañas a diez kilómetros del norte de la capital- explicó mientras lo seguía arrastrando con ella.

-¡¡¡¿Está bien dejarlo tan al descubierto?!!! ¡¡¡¿Que no son asesinos a sueldo?!!!- preguntó más confundido.

Mientras ella lo arrastraba, en una de las muchas ventanas de la base, se encontraba una azabache de ojos rojos, mirando con el ceño un poco fruncido el exterior del lugar.

...

•-[Sala de reuniones]-•

En el interior del lugar, estaba una chica de pelo morado, ojos del mismo color y un vestido largo también morado, sentada tranquilamente y leyendo un libro en la mesa principal.

-¿Eh? ¿Todavía no has tomado la decisión de unirte?- preguntó la de orbes morados, mirando de reojo al chico junto con la rubia.

-Así es, Sheele. Suéltale algunas palabras cariñosas por mí- le pidió la tetona a la mencionada, mientras le acariciaba la cabeza a un neutro castaño.

-Hmm...- soltó una pose pensativa -En primer lugar, ahora que sabes la ubicación de nuestro escondite, ¿Sabes que si no te unes a nosotros, morirás?- soltó con tranquilidad y con un dedo alzado.

-Eso es tan cariñoso que se me salen las lágrimas- dijo con ojos en blanco y llorando con una cara graciosa.

-Deberías pensártelo bien- aconsejó volviendo su atención al libro.

Él, sin tomarle mucha importancia a lo que dijo, se inclinó un poco para poder ver el contenido del libro.

‹‹-¿Qué está leyendo?-›› se preguntó a sí mismo.

Hasta que observó bien el título del libro: "100 formas de arreglar a un cabeza hueca".

‹‹-Así que... Después de todo, esto realmente es una reunión de bichos raros-›› murmuró en su mente y con una cara graciosa cuando leyó el título del libro.

Sin embargo fueron interrumpidos al escuchar un repentino grito detrás de ellos.

-¡¡¡¡HEY!!!!- gritó una voz aparentemente molesta de repente detrás de ambos, haciéndolos voltear con extrañeza.

Al darse la vuelta, se encontraron con una chica de pelo rosa, con dos colas grandes a los lados, ojos rosas y con un vestido del mismo color. Quien los apuntaba con un rostro molesto con el dedo.

-¡¡¡Espera un segundo, Leone!!! ¡¡¡¿Por qué dejas que este tipo entre al escondite?!!!- preguntó enfadada nada más llegar, manteniendo el semblante de enojo.

-Porque es uno de los nuestros- respondió la tetona felizmente.

-¡¡¡Aún no es de los nuestros, ¿No?!!! ¡¡¡Ni siquiera ha conseguido el permiso de la jefa!!!- contestó gritando y con una vena en la frente.

Mientras seguía con un rostro de enojo, volteó con rapidez su cabeza para observar al castaño, y con la mirada parecía analizarlo. Tatsumi no entendía el por qué de su actitud y simplemente se quedó en silencio, pero confundido también...

"..."

"..."

"..."

"..."

-¡No cualificado!- contestó dándole la espalda con los brazos cruzados -No parece en absoluto que vaya a ser capaz de trabajar con profesionales como nosotros. ¡Solo hay que mirarle la cara!- expresó todavía de espaldas.

-¡¡¿QUÉEEE?!!- gritó con enojo, ganándose una vena en la frente y los ojos en blanco -¡¡¿Qué fue eso, mocosa?!!-

-No te preocupes por eso. Mine es igual con todo el mundo- afirmó Leone y quitándole importancia.

-¡Hmp!- murmuró como una niña.

...

•-[Campo de entrenamiento]-•

Leone guió al castaño hasta llegar a un campo abierto que se encontraba dentro de la base, para seguir mostrándole los alrededores.

-Esta es el área de liberación de estrés llamada campos de entrenamiento- le explicó al chico al caminar mientras observaban todo alrededor.

Ella se detuvo para mirar de reojo hacia el campo y señalar algo con el dedo, obligando al castaño a detenerse también.

-Y... Por allí, el que claramente parece que huele a sudor, es Bulat- presentó a alguien mientras lo señalaba.

A quien señaló, era un hombre de una altura considerable, con un cabello negro y con forma de copete de corazón, con un cuerpo notablemente musculoso, y con su parte superior expuesta y solamente con un pantalón cubriéndolo.

Se encontraba entrenando con un gran palo de madera, moviéndolo hacia todas direcciones a una velocidad muy impresionante que Tatsumi nunca había visto a alguien ser capaz de hacer.

-¡¡¡NWOOOOOOH!!!- gritaba mientras movía el palo con rapidez hacia diferentes direcciones, sin aparecer casi nada cansado.

‹‹-... Increíble... ¡¡Qué dominio de la lanza!!-›› admiró en su mente el ojiverde, con la boca muy abierta e impresionado a niveles extremos.

El musculoso finalmente terminó su entrenamiento, finalizando con un fuerte golpe con el palo hacia el suelo, generando un gran estruendo alrededor y una ráfaga de viento que alzó un poco los cabellos de Leone y un impresionado Tatsumi.

-Fiuuu...- suspiró el azabache con algo de cansancio, mientras se acomodaba el cabello y se limpiaba el sudor con una toalla.

Hasta que se dio cuenta de la presencia de ambos observándolo entrenar, soltándose otro suspiro más por el cansancio del entrenamiento anterior.

-¡Ah! ¡Si es Leone!- expresó dándose la vuelta hasta mirar a la mencionada y notar la presencia del castaño -Y, ese chico es... ¡El chico del otro día!- reconoció al castaño mientras sonreía.

-¿Ah? ¿De qué me conoces?- confundido preguntó, ya que según recuerda nunca lo había visto.

-¿Hmm? ¿Es la primera vez que me ves así? La primera vez que nos encontramos, yo llevaba una armadura- explicó señalándose a sí mismo sin apagar su sonrisa.

-¡¡Aah!!-

-Soy Bulat, mucho gusto- se presentó mientras le extendía la mano para saludarlo con un apretón.

Al principio el joven dudó un poco, pero sin embargo la aceptó segundos después.

-Ho... Hola- devolvió el saludo al aceptar el apretón de manos.

-Ten cuidado. Él es gay- comentó la rubia cerca de su oreja como si no fuera nada.

-¡¡¡¿AH?!!!- confundido y hasta un poco preocupado preguntó.

-Hey, hey- el musculoso interrumpió -~Lo va a malinterpretar, ¿Verdad?~- mencionó en un tono de voz muy extraño, mientras se sonrojaba de las mejillas.

‹‹-¡¡¡Niégalo, por favor!!!-›› gritó en su mente el ojiverde, recibiendo una cara graciosa con los ojos en blanco, y una traumada sonrisa.

...

•-[En un pequeño lago del bosque]-•

Un chico de pelo verde que le cubría su ojo izquierdo estaba agachado en el piso boca abajo, esperando algo estando muy cerca de un pequeño lago.

-~Jejejeje~- reía de forma juguetona -~Ya casi es la hora del baño de Leone. ¡No pensaré dos veces en el peligro si es por ver esos senos!~- expresó para sí mismo de forma pervertida, babeando un poco y levantándose del piso.

-Entonces...- una voz se escuchó en la espalda del peliverde -¿... Qué tal si te rompo dos dedos?- Leone estaba en su espalda, escuchando lo que dijo.

-....... Gugh.....- se quedó de piedra cuando escuchó su voz en su espalda -¡¡¡¡..... BUAAAAAAAAA!!!!-

Mientras gritaba con una cara graciosa del terror, la rubia lo tomó por su brazo izquierdo y lo tumbó en un segundo al piso, tronando un par de los dedos del peliverde en el proceso.

-Nunca aprendes, Lubbock- mencionó sin dejarlo escapar, teniendo un pié sobre su espalda.

-¡¡Aaagh!! ¡¡¡Todavía puedo seguir!!!- respondió sin rendirse y hablando con dificultad debido al agarre que ella tenía sobre sí.

-Entonces lo próximo será un brazo- advirtió haciendo tronar con fuerza los dedos del peliverde, sacándole un quejido de dolor por ello.

Mientras lo tenía en el piso, volteó para ver de reojo a un Tatsumi con los ojos en blanco por la extraña situación que acababa de contemplar.

-Y... ¡Este idiota es Lubbock!- presentó al peliverde en el suelo, sonriente.

‹‹-No, de hecho, ¡Esto también está bien!-›› pensó sonriendo ampliamente el ahora conocido como "Lubbock", oponiendo resistencia sobre el agarre de Leone.

-La siguiente es...-

...

•-[En los lagos un poco lejos de la base: atardecer]-•

-¿Tal vez esté en el lecho del río?-

-De alguna manera ya he tenido suficiente...- interrumpió mientras caminaban, con el cuerpo cabizbajo, ya estaba cansado de tantas presentaciones.

La rubia solo se rió de su comentario, mientras ya estaban cerca de llegar al siguiente punto.

-~La siguiente es una chica muy linda así que puedes alegrarte~- afirmó en tono juguetón.

Pero él no estaba prestando mucha atención, solo caminaba cabizbajo. Pero tuvo que detenerse cuando ella hizo lo mismo, antes de señalar hacia adelante.

-Mira, esa de ahí es Akame. ¿No es linda?- presentó a alguien.

Hacia donde apuntó...

Estaba una bestia peligrosa siendo cocinada en el fuego.

Pero debajo de ella, estaba sentada una chica de cabello negro y ojos rojos, sosteniendo un pedazo de carne de la criatura puesta en el fuego y comiendo de ella.

-¿Mmm?- la azabache se dio cuenta de la presencia de los dos, por lo que los miró de reojo mientras comía.

-¡¿Cómo?! ¡¡¿Eso que come es un Evilbird?!! ¡¿Lo ha matado ella misma?!- preguntó con sorpresa al ver comer a la bestia.

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"El devorador voraz que destruye pueblos"

Súper grado de alto riesgo: Evilbird.

Rareza: Clase especial.

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-Akame puede parecer poca cosa, pero se crió en el medio silvestre- le explicó sonriente la rubia y de brazos cruzados.

-También deberías comer, Leone- ofreció la chica sentada en la silla, lanzándole un pedazo de carne.

-Oh, gracias- agradeció atrapando el pedazo de carne entre sus manos.

La azabache volteó la mirada hacia el castaño, sin mostrar ninguna emoción. El chico tampoco dijo nada, solo la miraba de la misma forma, sin saber qué decir.

-¿Te... Has convertido en uno de nosotros?- le preguntó la ojiroja, manteniendo su inexpresividad.

-Ah...- relajó su expresión por un momento, para luego volver a estar serio -No...-

-Entonces todavía no puedo darte de esta carne- informó apuntándolo con la misma.

‹‹-¡¡¡Ni siquiera la quiero!!!-›› gritó en su mente con los ojos en blanco, haciendo una cara graciosa.

-Qué pena, Tatsumi...- Leone habló detrás de él, comiendo el pedazo de carne que su compañera le dió.

Tatsumi observó una vez más a la azabache, estando serio en el proceso.

‹‹-Esta chica... Incluso intentó matarme dos veces... Como que no me agrada demasiado...-›› pensó observando a la joven comer.

-Pero, aún así, ¿No estás hoy siendo exagerada?- comentó la rubia cuando contempló bien cómo se encontraba su compañera.

-La jefa ha vuelto- respondió simplemente.

La rubia, extrañada, caminó un poco para buscar a quien mencionó la azabache. Encontrándose con una mujer sentada en una silla cerca de ellos, con el cabello corto entre grisáceo y blanco, un ojo color morado y el otro tapado por un parche, teniendo un brazo mecánico como brazo derecho, y vestida con un pantalón y traje negro.

-¡¡Ah!! ¡¡Jefa!!- la reconoció al instante solo con ver su brazo mecánico.

-Hey- saludó la mujer con una mano alzada y sonriendo.

-Bienvenida. ¿Me has traído algún regalo?- preguntó felizmente mientras saludaba con el brazo alzado.

-Bueno, cambiando de tema, Leone- interrumpió, confundiendo a la rubia -En el trabajo de hace tres días, parece que sobrepasaste el tiempo de la operación, ¿Eh?- mencionó crujiendo su brazo mecánico y alzándolo lentamente.

-Aaaaaah...- se quedó en blanco y sonriendo tontamente -¡¡¡Adiós!!!- gritó mientras salía corriendo en la otra dirección de forma cómica.

Sin embargo, la mujer alzó su brazo mecánico y la mano del mismo salió disparado como un proyectil hacia la rubia, atrapándola y agarrándola desde la bufanda que llevaba en el cuello y haciendo un sonido chirriante cuando comenzó a arrastrarla hacia ella.

-No está bien disfrutar de la lucha con un enemigo demasiado fuerte. Tienes que corregir esos hábitos tuyos- advirtió sonriendo como si nada la del parche en el ojo.

-¡¡Aieee!! ¡¡Entendido, así que deje de hacer ese sonido chirriante!!- pidió mientras era arrastrada, el sonido del brazo la estaba frustrando.

-Por cierto...- la mujer soltó a Leone de golpe y trajo de nuevo su mano -¿Quién es este chico?- preguntó señalando al castaño, quien estaba parado sin saber qué hacer.

-¡Oh!- se recompuso al levantarse del suelo y poner su mano con fuerza en el hombro de Tatsumi -¡Cierto, jefa! ¡Recomiendo a este chico con talento!- presentó al chico con entusiasmo y empujándolo un poco.

-¡¡Oye!! ¡¡Deja de hacer eso!!- se quejó con un rostro de enojo por lo que ella dijo.

-¿Es prometedor?- preguntó al escucharla.

-Definitivamente- respondió segura y recordando la frialdad del chico al asesinar a Aria.

La mujer sólo se le quedó mirando a Tatsumi con una cara seria, confundiéndolo, pero obligándolo a hacer lo mismo por nervios.

-¡Bueno, de todos modos, sólo tienes que darle una oportunidad!- afirmó con confianza la rubia.

-¡¡¡NI QUE ESTO FUERA UN TRABAJO A MEDIA JORNADA!!!- gritó mientras se quejaba con los ojos en blanco.

-El salario es alto, también- comentó con un dedo alzado la azabache.

-¡Repito, ni que esto fuera un trabajo a media jornada!- se obligó a repetirlo, pero ya más calmado.

La mujer los miró con seriedad por un momento, sin decir alguna palabra. Hasta que se levantó de la silla en la que estaba sentada, y alzó con ella su gabardina negra.

-Akame, que todos vayan a la sala de reuniones- le ordenó a la mencionada -Quiero saber los resultados de la última operación. Con detalles, incluidos los de este joven- avisó comenzando a caminar de nuevo.

...

•-[Sala de reuniones]-•

Todos los integrantes de encontraban reunidos en la sala, y en estos minutos Leone terminó de explicarle todo sobre la última misión a la jefa.

-Ya veo. Entiendo completamente la situación. Tatsumi...- lo llamó extendiéndole su brazo mecánico -¿Te gustaría unirte a Night Raid?-

-Estoy muerto si me niego, ¿Verdad?- preguntó con una ceja arqueada, creyendo que ese sería su destino si no aceptaba.

-No, eso no va a pasar...- respondió bajando su brazo -Pero no puedo dejarte volver. Trabajarías como obrero en nuestro taller- advirtió tranquilamente -En cualquier caso, no vas a morir, incluso si te niegas. Teniendo esto en cuenta... ¿Qué decides?- repitió la pregunta, con ahora él teniendo claro lo que iba a pasar con las dos opciones.

El chico sólo bajó la cabeza, apretando los puños en el proceso.

-... Yo...- apretó su puño con más fuerza -... Tenía la intención de ir a la capital y tener éxito para salvar a mi pueblo, que sufre una gran pobreza... ¡Pero incluso la capital imperial se está pudriendo!- expresó con algo de molestia en su rostro.

-Tatsumi- Bulat lo llamó desde una esquina, apoyado en una pared y de brazo cruzados, con los ojos cerrados -El sufrimiento y la pobreza en el campo se debe a que el centro está podrido- explicó llamando la atención del joven de ojos verdes -¿No quieres arrancar de raíz la fuente de la podredumbre...?- levantó la cabeza para voltear su atención a él -¿... Como un hombre?- con una sonrisa preguntó.

-Bulat antes era un experto soldado imperial. Pero se enteró de la corrupción del imperio y se convirtió en uno de nosotros- explicó la peliplateada, sentada en el sillón que estaba al centro.

-Después de todo, nuestro trabajo es eliminar a los malhechores en la capital. Es mucho mejor que trabajar con esa gente corrupta- comentó el pelinegro con una sonrisa disimulada.

-Pero, aunque mates a los malos, poco a poco, el mundo no va a cambiar mucho, ¿Verdad?- expresó cabizbajo y con una mirada sin esperanzas -Al final, los lugares de regiones remotas, como mi pueblo, no se salvarán por eso-

-Ya veo. Entonces encajas en Night Raid perfectamente- afirmó cabizbaja.

-¿Ah? ¿Por qué lo dice?-

-Extremo sur de la capital. Ahí está la guarida de unas fuerzas anti-imperiales, el Ejército Revolucionario- le explicó al castaño crujiendo un poco su brazo mecánico.

-¿... Ejército Revolucionario?- confundido preguntó, ya que nunca había escuchado algo como eso.

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El Ejército Revolucionario, que comenzó siendo pequeño, se ha ido convirtiendo en una organización a gran escala por ahora.

Entonces, inevitablemente, se ha creado una unidad para realizar trabajos encubiertos, tales como el asesinato y la recopilación de información. Esos somos nosotros; Night Raid.

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-En este momento, estamos exterminando a las garrapatas de la capital, pero en el caso de que el Ejército tome medidas, vamos a sacar provecho de la confusión, y al primer ministro, que es la causa de la corrupción- explicó a la par que hacía una rápida explicación sobre el ejército -¡¡Vamos a asesinarlo nosotros mismos!!- expresó con el puño alzado.

-¡¿Eliminar... Al primer ministro?!- preguntó con impresión por ello.

-Ese es nuestro objetivo. Hay otros, pero voy a dejarlos por ahora. Aunque no puedo decir nada en concreto acerca de cuándo se va a llegar a la acción... Hemos preparado un plan para ganar. Cuando llegue ese momento, este país seguro que va a cambiar- explicó sonriendo ligeramente.

El chico se quedó callado, bajando un poco la cabeza a la par que su rostro ganaba una cara seria.

-¿Ese nuevo país... Tratará bien a la gente?- preguntó frunciendo un poco el ceño y con los ojos entrecerrados.

-Por supuesto- respondió con seriedad.

-Entiendo. Impresionante...- comenzó a decir, confundiendo tanto a la jefa como a todos en la sala -Así que la matanza que están haciendo ustedes ahora está sólo orientada a los malos para limpiar la basura... ¡Es lo que se conoce como asesinos justicieros, ¿Cierto?!- preguntó con entusiasmo en su rostro y en su voz.

"..."

"..."

"..."

"..."

"..."

"..."

-¡Pff...!-

Grande fue su confusión cuando todos se empezaron a reír descontroladamente detrás de él al escuchar sus palabras. La única que no se rió de ello fue Akame.

-¡¿Q... Qué?! ¡¡¿Qué es tan gracioso?!!- preguntó con mucha confusión mientras miraba hacia ambos lados para observarlos reírse.

-... Tatsumi. No importa cómo se vea, lo que estamos haciendo es asesinar- respondió con una sonrisa oscura la rubia, al igual que su tono.

-No hay justicia en eso- aclaró la pelivioleta.

-Todos aquí... Podríamos recibir el castigo y morir en cualquier momento- añadió con una mirada vacía y fría el masiso.

Tatsumi agrandó los ojos cuando escuchó la explicación, sintiéndose sorprendido y algo asustado a la vez.

-Cada uno tiene su propia razón para luchar, pero todos están preparados... ¿Tu opinión sigue siendo la misma?- preguntó una vez más la del parche.

-¿... Seré recompensado?- contestó haciendo otra pregunta.

-Así es. Si trabajas correctamente, serás capaz de salvar a tu pueblo- respondió con tranquilidad.

-¡Entonces voy a hacerlo! ¡Déjeme entrar en Night Raid! Si es por una meta tan grande, ¡Sayo y Ieyasu habrían hecho lo mismo!- respondió con el puño alzado y con gran determinación en sus ojos.

-Sin embargo, es posible que no puedas regresar libremente a tu pueblo- advirtió la de coletas rosas, llamando su atención.

-Está bien. Mientras que todo el pueblo pueda ser feliz- respondió seguro de su respuesta.

-... Hmp- fue lo único que dijo.

-Está decidido- la jefa levantó una vez más su brazo mecánico -Bienvenido al camino de la matanza, Tatsumi- dijo dándole la bienvenida al grupo, mientras que el chico miraba con determinación.

Sin embargo, todo fue interrumpido cuando de un segundo a otro, unos cordeles que el peliverde tenía en sus guantes comenzaron a moverse con descontrol sobre su mano, alertando de inmediato al que tenía los cordeles.

-¡¡Intrusos!! ¡¡Najenda-san!!- avisó de inmediato el peliverde a la mencionada nada más observó a sus cordeles moverse sobre su mano.

-¿Cuántos son y ubicación?- preguntó para idear un plan rápido.

-De acuerdo con la reacción de mi barrera, ¡Es probable que sean ocho! ¡¡Todos se han infiltrado cerca del escondite!!- respondió con preocupación y esperando el plan de la jefa.

-Son buenos. Para olfatear este lugar significa que... Son probablemente mercenarios de otra raza- comentó con seguridad, antes de prender un cigarro -No hay otra manera. Es una misión de emergencia. No dejen que ninguno de ellos regresen con vida- ordenó con seriedad, cambiando los semblantes de todos los presentes a un rostro serio y frío.

De pronto, Tatsumi sintió un enorme cambio en el ambiente alrededor, abriendo los ojos como platos de golpe y sin saber el por qué de ello.

‹‹-¡¡El ambiente ha cambiado de repente!!-›› gritó en su mente con mucha impresión.

Pero mientras él pensaba, todos los demás se dieron la vuelta para salir con rapidez hacia fuera de la base, llamando la atención del castaño.

-¡¡Vamos!!- expresaron todos mientras salían con rapidez de la sala.

-Eh... Ah... ¿Eh...?- comenzó a balbucear el ojiverde sin saber qué hacer respecto a la repentina situación.

-¿Por qué te distraes?- la jefa interrumpió sus balbuceos golpeándolo con algo de fuera en la cabeza -Es tu primera batalla. Ve y elimínalos- ordenó sonriendo entre dientes, a la vez que él se sobaba la cabeza por el dolor del golpe.

...

•-[En el bosque]-•

Todos los miembros del grupo salieron en dirección a los adentros del bosque para así buscar a los repentinos intrusos que ingresaron sin permiso.

Todos se dividieron en grupos para poder encontrarlos y asesinarlos.

Mientras todos se dispersaban por diferentes direcciones, Tatsumi decidió seguirle el camino a Bulat, ya que sentía que con él podría llevarse bien durante la misión.

-¡Bulat-san!- llamó el castaño al mencionado mientras corría hacia él, acercándose y quedando al lado del masiso.

-¿Hmm?- contestó mirando de reojo al enérgico Tatsumi acercarse -¡Oh, Tatsumi! ¿Quieres venir conmigo?- preguntó creyendo que por eso lo estaba siguiendo.

-¡Sí!- respondió de inmediato mientras corrían.

-¡Por cierto, llámame "Aniki" o "muñeco"!- le pidió felizmente.

-¡¡Muy bien, Aniki!!- respondió sonriendo entre dientes.

-¡¡Muy bien!! ¡¡Qué gran sensación!!- expresó con entusiasmo mientras mostraba los músculos en sus brazos.

De pronto, el pelinegro se posó delante del castaño, obligándolo a detenerse también.

-Te voy a enseñar algo genial como recompensa. ¡Apártate un poco!- avisó quedando el frente del chico.

Dicho esto, el azabache puso una mano en el piso, mientras se agachaba hasta quedar en una pose y cambiar su semblante a uno determinado.

-¡¡¡INCURSIOOOOOO!!!- gritó con fuerza sobre el suelo.

Al gritar, una figura que sobrepasaba un poco el tamaño de Bulat se hizo presente detrás de él, sorprendiendo enormemente al joven, ya que parecía una figura de una armadura. Hasta que unas ondas de luces violetas comenzaron a rodear todo el cuerpo del masiso, mientras que dentro de las ondas él se movía en diferentes, y parecía que algo se estaba colocando en su cuerpo.

El masiso siguió dando vueltas en el mismo lugar, hasta que las ondas de luces se disiparon, revelando a Bulat ahora vestido con una armadura de color gris, partes blindadas de color plateado, otras partes pintadas de rojo, los ojos del casco eran de color amarillo, y una lanza roja apareció en su mano, mientras el pelinegro hizo una pose al terminar la transformación.

-¡¡¡Uaaaaah!!! ¡¡¡Es increíble!!!- expresó con sorpresa y mucho entusiasmo el castaño, con los brazos un poco alzados en señal de entusiasmo.

-¿Verdad que sí? Esta es mi Teigu "Incursio"- presentó con orgullo la armadura y señalándose a sí mismo.

-¿Teigu? ¡¡La verdad es que no lo entiendo, pero me entusiasma mucho!!- expresó con mucha emoción y entusiasmo en su rostro.

-¡¡Muy bien!! ¡¡Así que comprendes su genialidad!!- admiró orgulloso el de la armadura, antes de señalar al ojiverde con un dedo -Muy bien... ¡Ahora te diré tu primer trabajo!. Es importante, ¿De acuerdo?- avisó mientras lo observaba desde dentro del casco.

-¡S... Sí!-

...

•-[En otra parte del bosque]-•

La azabache se dirigió a otra parte del bosque, más específicamente en las orillas de un lago, hasta encontrarse con tres de los intrusos que habían llegado.

A los intrusos no les tomó mucho tiempo en darse cuenta quién era la azabache, y la reconocieron de inmediato.

-El hecho de que ella esté aquí significa que su escondite en realidad está en algún lugar cerca. Valió la pena la búsqueda constante- comentó uno de los intrusos al ver a la chica de ojos rojos frente a ellos.

-Aún así, es una chica muy linda- mencionó otro de ellos al contemplar todo el rostro y cuerpo de la ojiroja.

-Parece que nos podremos divertir un poco después de matarla- comentó con lujuria el tercer intruso, observándola con deseo.

Mientras ellos hablaban, Akame se mantenía inerte en el mismo lugar, con una mirada que no denotaba nada.

-No dañen mucho su...-

*¡¡¡SLASH!!!*

En un movimiento de tan solo un parpadeo, Akame ya se encontraba detrás de ellos... Y con su katana cortó el cuello de los tres intrusos al mismo tiempo, sin darles ni tiempo de reaccionar.

-... Cuerpo...- terminó de decir apenas, pero ya era muy tarde.

-Ah...- balbuceó uno de los intrusos al sentir la herida en su cuello.

-¿Eh?-

-Estaban demasiado relajados en territorio enemigo...- explicó la azabache, dándoles la espalda.

-¿Cómo puede...?-

-¿Ser tan rápida...?- terminó la frase el otro.

Sin darles más tiempo de decir algo más, litros de sangre salieron de golpe desde las heridas del cuello de dos de los intrusos, haciendo que cayeran de espaldas al piso, matándolos en pocos segundos.

El tercer intruso no tuvo otra opción más que intentar matarla por su propia cuenta. Se dio la vuelta de inmediato mientras se agarraba el cuello con fuerza para tratar de aliviar la hemorragia.

-¡¡¡Mierda!!! ¡¡¡Al menos caerá...!!!- estaba a punto de terminar... Hasta que un extraño dolor dentro de sí lo detuvo de golpe.

»-¿... Conmigo...?-

Sin dejarlo moverse un centímetro más, de pronto su trayecto se detuvo... Ya que sintió un extraño dolor en el corazón, como si fuera una especie de ardor intenso que lo iba a matar poco a poco.

Pero lo más extraño, es que unas extrañas marcas comenzaron a brotar sobre todo el cuerpo del tipo, lo que no fue desapercibido por él, comenzando a sospechar de qué se trataba.

-¿Una maldición en la herida...? ¿Veneno...?- pensó en voz alta, hablando apenas con claridad debido a la dificultad que le provocaba esas extrañas marcas.

Eso fue lo último que pudo decir, mientras que la azabache guardaba su katana en su funda, al mismo tiempo que el tipo ahora muerto caía al piso.

-Un corte, muerte segura- expresó sin emoción la chica de ojos rojos, mirando de reojo los cuerpos.

...

•-[En otra parte del bosque]-•

Otro de los intrusos estaba corriendo con rapidez por los adentros del bosque, aumentando lo más posible su velocidad al hacerse saber que sus compañeros junto con él habían sido detectados dentro del lugar.

‹‹-¡El enemigo detectó nuestra infiltración! ¡Pero es seguro que el escondite se encuentra aquí...! ¡Incluso esta información por sí misma tiene un valor inmenso!-›› pensó sonriendo victoriosamente mientras corría ‹‹-¡Sobreviviré e informaré a nuestro cliente, el imperio!-››

Siguió corriendo por todo el bosque, con intención de encontrar por fin la base enemiga... Sin ser para nada consciente de que estaba siendo vigilado desde lo lejos sobre una montaña por una cierta pelirosa, quien lo tenía en la mira gracias al ojo de francotirador que contenía su arma.

-Ha llegado muy lejos. Tengo que exponerme para poder darle- expresó en voz alta la de coletas, ideando rápidamente una estrategia.

Sin embargo, debido a su concentración en el intruso que corría por el bosque, alguien más aprovechó esa oportunidad de distracción.

Desde dentro de un par de arbustos, salió disparado hacia arriba otro de los intrusos, con una espada en mano con la cual iba a acabar con Mine por su propia cuenta, aprovechando que estaba distraída.

-¡¡Te tengo desprevenida!!- expresó con victoria el tipo, sonriendo entre dientes de forma arrogante y dominante al acercarse con rapidez a la ojirosa.

Mine no se inmutó ni nada al escucharlo... Al contrario... Esbozó una gran sonrisa entre dientes...

*¡¡¡SLASH!!!*

Sin previo aviso, unas grandes y filosas tijeras partieron a la mitad el cuerpo del intruso desde su cintura, y el responsable, resultaba ser una cierta pelimorada.

-... Lo siento...- se disculpó al cuerpo con una mirada vacía.

-Gracias, Sheele- agradeció sonriente a su compañera.

Ahora que el intruso estaba muerto, Mine se levantó sin preocupación del piso hasta cargar con más fuerza su arma.

-Justo a tiempo. ¡Después del riesgo, le daré bien...!- expresó confiada y sosteniendo con fuerza el arma.

Al decir esto, un potente rayo de color amarillo comenzó a cargarse desde la boquilla del arma, agrandándose con rapidez.

Y...

*¡¡¡BLAST!!!*

Cuando terminó de cargarse, un potente y gigantesco rayo salió disparado desde el arma de la pelirosa, apuntando exactamente hacia donde estaba el intruso.

Mientras el tipo corría, sintió una tensión en su espalda de pronto, como si fuera algo acercándose.

-¿¡!?- sintió tensión muy cerca de él, obligándolo a mirar de reojo.

Pero ya era muy tarde, y finalmente el rayo lo alcanzó, dejándolo dentro del mismo mientras la luz del disparo iluminaba todo a su alrededor.

-¡¡¡UAAAH!!!- gritó con fuerza al sentir todo su cuerpo calentarse en exceso hasta un extremo peligroso.

Luego de cortos segundos, el rayo logró terminar su trabajo, y desintegró por completo al intruso, hasta dejar ningún rastro de su cuerpo, solamente un poco de sangre, pero también todo donde el rayo tocó sufrió un gigantesco agujero que se extendió hasta donde cayó el disparo.

Ya con el objetivo eliminado, Mine volvió a acomodarse de pie.

-¡Muy bien! ¡Justo en el blanco! ¡Mientras más en apuros estoy, más fuerte me vuelvo!- expresó con orgullo y con su arma sobre su hombro.

...

•-[En otra parte]-•

Por otro lado, la rubia había terminado con otro de los intrusos, y se quedó sentada arriba del cuerpo golpeado y muerto del tipo con tranquilidad.

Hasta que, gracias a sus orejas de león, pudo escuchar a lo lejos un fuerte estruendo, y el sonido de un disparo, sabiendo de qué se trataba.

-Oh, eso fue cosa de Mine. No puedo creer que utilice una Teigu tan molesta- se comentó a sí misma mientras miraba el cielo, antes de bajar la mirada para contemplar el golpeado rostro del intruso en el que estaba apoyada -En cuanto a mí, me convierto en una bestia y golpeo hasta la muerte. ¡Fácil de entender!- expresó con orgullo y crujiendo sus nudillos con una sonrisa.

...

•-[Dentro de una cueva]-•

Se encontraba un cierto peliverde dentro de una cueva, luego de encontrar a otro de los intrusos, solo que este era una mujer.

Sin perder el tiempo, no le dio oportunidad de escapar y la amarró con sus cordeles sobre las paredes de la cueva como apoyo, apretando solo un poco el agarre de los hilos sobre el cuerpo de ella.

-U... Gh...- gimió la chica con dolor por culpa de los cordeles sobre todo su cuerpo, apenas pudiendo hablar.

-Pensé que los hilos se sentían ligeros, pero no esperaba a una chica, ¿Eh?- comentó el peliverde mientras apretaba un poco más el agarre de los hilos.

-¡¡Sálvame!! ¡¡Por favor!! ¡¡Haré lo que sea!!- suplicó la chica entre lágrimas y con voz quebrada por el dolor.

-Nop. Conocí a un tipo que murió porque lo sedujeron y lo engañaron- respondió con simpleza y sin prestarle atención a sus súplicas.

Sin decir más, apretó con suficiente fuerza los hilos sobre su cuerpo como para que le causaran letales heridas, tomándole pocos segundos en que ella estuviera muerta debido a las heridas en todo su cuerpo.

El peliverde guardó sus hilos para dejar que el cuerpo de la chica cayera al suelo, ahora muerta.

El ojiverde comenzó a caminar para salir de la cueva ahora que su trabajo estaba terminado, sin embargo, antes detuvo su trayecto para observar de reojo el cuerpo de la chica.

-Aaah, ¡Qué desperdicio! ¡Que ocupación tan dolorosa en estos tiempos!- se quejó con algo de molestia, agarrándose la cabeza antes de volver a caminar.

...

•-[En un campo abierto dentro del bosque]-•

Luego de que Bulat le explicó sobre lo que debía hacer a Tatsumi, el ojiverde se dirigió hacia donde él le indicó sin protestar mucho.

En este momento, se encuentra escondido entre unos arbustos, esperando con cautela al enemigo, aunque paciencia no tiene mucha que digamos.

Sin embargo, reacomodó sus pensamientos cuando escuchó un sonido de detrás de unos arbustos, poniéndolo en alerta al instante y preparándose para cualquier cosa, sin salir de su escondite.

Después de unos segundos de tensión... La figura finalmente se hizo presente en el campo, muy cerca de él...

La figura se reveló por completo... Y...

Era un conejo, el cual salió desde detrás de un arbusto.

‹‹-... Un conejo...-›› se quejó en su mente al ver que sólo era un animal, haciendo una cara de estrés pero graciosa a la vez.

*****

-Escucha... Si el enemigo huye, hay una gran posibilidad de que pasen por aquí. Incluso estaría bien retrasarlos. Sólo intenta aguantar-

*****

-Este es el papel de un completo novato- se quejó molesto y en voz alta, frunciendo un poco más el ceño -¿De verdad va a venir el enemigo por aquí...?-

Grande sería su sorpresa cuando escuchó a los arbustos que estaban al lado de él moverse con descontrol, hasta revelar a un tipo cubierto por una máscara de león y que llevaba una espada en su cintura, quien era otro de los intrusos.

Tatsumi se dio rápido la vuelta nada más escuchar el sonido de los arbustos, alertándolo cuando vio al intruso pasar corriendo muy cerca de él.

El tipo tampoco pasó desapercibido al chico, por lo que con rapidez detuvo su trayecto hasta darse la vuelta para quedar frente a frente con el castaño.

-¡¡Así que habían colocado a alguien aquí!!- comentó el intruso con algo de enojo por ello, ya que la presencia del joven retrasó su paso.

-¡No puedo dejar que pases!- advirtió con seriedad el castaño, hasta sacar su espada y quedar en posición de lucha ‹‹-... Tengo que matar a alguien contra quien no tengo ningún resentimiento... Pero si empiezo a dudar aquí... ¡¡Moriré!!-›› se dijo en su mente con determinación, aunque no podía negar que se sentía inquieto por cometer un acto así.

-A pesar de que eres sólo un niño... ¡¡No voy a detenerme!!- advirtió con frialdad y sacando su gigantesca espada.

Tatsumi se mantuvo inerte en el mismo lugar, observando a su enemigo con una mirada fría y determinada.

...

•-[Dentro del bosque]-•

Luego de acabar con sus objetivos, Mine y Sheele caminaron con tranquilidad por el bosque para regresar con el resto de sus compañeros al punto de encuentro.

-Me pregunto si el novato habrá muerto- comentó en voz alta la pelirosa, caminando sobre un tronco de un árbol derribado.

-Creo que no será un problema- contestó ante su mención del chico nuevo Sheele.

-Es raro que evalúes a alguien, Sheele- mencionó mientras se sentaba sobre el gigantesco tronco para descansar un rato.

-Después de todo, luchó contra Akame y sobrevivió- contestó al detener su trayecto y mirar a su compañera.

-Bueno, eso es cierto-

-Además, según Akame, que cruzó espadas con él...-

...

•-[De vuelta con Tatsumi]-•

-¡¡¡AAAAAH!!!-

*¡¡¡SLASH!!!*

...

-... Tiene un gran potencial. Si entrena, tiene la capacidad de convertirse en general- comentó con un dedo alzado.

...

•-[Con Tatsumi]-•

Con una gran determinación, Tatsumi rugió y dio un gran salto hasta quedar arriba del intruso, y con su espada logró hacerle una profunda herida en el pecho de su objetivo, enviándolo rápidamente hacia atrás y cayendo como un saco al piso.

-¿Cómo es que...?- el intruso, muy incrédulo de lo que acababa de pasar trató de hablar.

-Estos...- interrumpió, su cabello oscureció sus ojos, mientras poco a poco se levantaba del piso -Con Sayo... Y Ieyasu... Nosotros tres... ¡¡¡Estos son los movimientos que nosotros construimos!!!- gritó con determinación y furia en sus ojos.

Sin embargo, su furia disminuyó cuando escuchó al intruso hablar, acercándose a él y observándolo en el suelo.

-¡¡Te lo ruego!! ¡¡Si muero, mi pueblo...!!- suplicó con voz quebrada el intruso, rogando que no lo asesinara.

El castaño se quedó paralizado en el mismo lugar, no creía lo que acababa de escuchar...

‹‹-¿Este tipo también está luchando por su pueblo?-›› pensó manteniendo un rostro de sorpresa por ello ‹‹-Pero...-››

El intruso aprovechó la vulnerabilidad del chico en el momento, y agarró con rapidez su espada para luego lanzarse al ojiverde.

-¡¡Jajajaja, eres un niño ingenuo, muchacho!! ¡¡¡Te mataré por mi clan!!!- advirtió con burla y sintiéndose victorioso.

Tatsumi no pudo pensar rápido, se quedó inerte y con un rostro de alerta al ver que se acercaba peligrosamente a él. Ya no tenía escapatoria...

Y...

*¡¡¡SLASH!!!*

Escuchó la espada atravesar el cuerpo... Pero no sintió ningún corte en su pecho o cualquier otra parte de su cuerpo...

Extrañado y abriendo los ojos, encontró al tipo atravesado por una katana desde arriba de su espalda, y quien le clavó la espada, resultaba una cierta azabache ojiroja.

El chico abrió mucho los ojos, sintiéndose sorprendido por la habilidad de la chica, y sobretodo por el hecho de que no dudó al matar.

Por su parte, Akame mostró su inexpresividad al asesinarlo, sacando con lentitud su katana del cuerpo del tipo, levantándose poco a poco de su espalda y quedándose de pie en el mismo lugar, sin mostrar una vez más ninguna emoción, y sin mirarlo a los ojos.

-No dudes. Debes asestar el golpe mortal rápidamente- le advirtió con una voz tranquila que no denotaba nada, inexpresiva, volteando a verlo con la misma mirada.

Tatsumi se quedó observándola, con los ojos muy abiertos y sin quitar de sus pensamientos la habilidad de ella y el hecho de que no le tomó importancia a lo que el intruso dijo antes de morir, sorprendiéndolo.

‹‹-Sin... Ni siquiera pestañear, ella...-››

Sus pensamientos quedaron idos cuando una armadura plateada llegó al lugar, apareciendo desde dentro del bosque.

-¡Hey! El enemigo vino corriendo por aquí, ¿Verdad? ¡Déjamelo a mí!- expresó con seguridad Bulat al aparecer frente a ellos.

-Ya se acabó- respondió la azabache, haciendo saber que ya lo habían matado.

-¿Eh?-

...

•-[Fuera de la base]-•

Luego de que los intrusos fueron eliminados, todos regresaron a la base para informarle a la jefa los resultados.

-Buen trabajo en tu primera batalla, Tatsumi- felicitó la del parche al castaño.

-S-Sí- respondió cabizbajo, ya que no sabía qué más decir.

-Pero, escuché el informe de Akame. También hay algunas cosas molestas...- comentó llamando la atención del chico.

Mientras ellos hablaban, Bulat acababa de tomar un vaso lleno de cerveza, y ahora estaba parado sobre la mesa y mostrando los músculos de sus brazos.

-~¡¡Raaawr!!~- rugió como si fuera un león, parado sobre la mesa.

-¡¡Quítate la ropa!!- le animó la rubia tetona al masiso.

-¡¡No lo animes!!- le advirtió la pelirosa al lado.

-A fin de que sobrevivas, veo que necesitas a alguien que te enseñe un montón de cosas- mencionó la jefa al castaño -Forma equipo con Akame y aprende de ella- ordenó con tranquilidad.

-¡¡¿QUÉEE?!!- gritó ganándose una cara de preocupación al escuchar con quién debía hacer equipo ahora.

-¿Entendido, Akame?- le preguntó la semi-albina a la mencionada.

-Hmm- respondió con un asentimiento mientras tenía un pedazo de carne en la mano.

‹‹-¡¿Sólo dice eso?!-›› pensó recibiendo una gota en la cabeza el ojiverde, quien miraba a la mencionada.

-Puedes matarlo si te parece que se mete en tu camino- avisó tranquila.

-Hmm. Entendido- respondió con inexpresividad.

‹‹-¡¡¿Cómo que "entendido"?!!-›› se gritó en su mente el joven al ver que parecía que ni siquiera le tomó importancia a lo último que dijo.

-Tienes suerte de que te vaya a enseñar una chica tan linda- comentó en tono burlón la jefa a Tatsumi -¡Haz todo lo posible para que no te mate!-

Por su parte, Tatsumi observaba a la azabache con una mirada seria, pero desconfiada a la vez. Después de haber visto su actitud tan fría y sin emociones, y por el hecho de que lo mataría sin titubear si se metía en su camino durante la misión, definitivamente no le tenía confianza a esa extraña chica.

‹‹-¡¿De ahora en adelante... Voy a formar equipo con esta chica?!-››

~~


[Palabras: 7,645]

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