Después del rescate Natasha y Yelena le comentaron el plan a Alexei con la esperanza de que les pudiera ayudar.
- Necesitamos acabar con la Habitación Roja - sentenció Natasha.
- Sí lo entiendo, pero yo no sé las coordenadas - contestaba Alexei - aunque sé quién podría.
Natasha y Yelena se miraron por un segundo.
- ¿Quién? - preguntó Natasha.
- Melina Vostokoff - finalizó Alexei.
- ¿Mamá? - preguntó Yelena.
Los tres rusos viajaron hasta llegar a la granja de Melina, cuando se encontraban en los bordes el padre de ambas las elogió por sus números rojos, algo incómodo para situación.
- Yelena eres la niña mejor asesina del mundo y tu Natasha, eres una vengadora, estoy tan orgulloso de ustedes, tienen tantos números rojos.
Natasha solo deshizo el momento, tenía un objetivo.
Melina los recibió con arma en manos, no pensó volver a verlos nunca, mucho menos unidos.
- Supongo que vienes a entregarme la invitación de tu boda - soltó Melina.
- Cierto, tenemos que tocar ese tema - sentenció Alexei.
- Dejemos eso para después, necesitamos hablar.
Dicho esto Melina los invitó a pasar.
Los invitó a su mesa para poder comer mientras conversaban.
- ¿Te casarás con Tony Stark? - preguntó Alexei.
- Sí, ese es el plan - contestó Natasha.
- Vaya, si te avientas al mar te vas a hundir con esa piedra - señaló Yelena el anillo de compromiso.
Curiosamente Natasha no se había quitado el anillo de compromiso, le gustaba tenerlo.
- Natasha no te encorves - regañó Melina.
- ¿Qué?, no me estoy encorvando - respondió Natasha.
- Sí lo haces, lo estás haciendo, se te hará una joroba asquerosa - volvió a regañar.
- No me estoy encorvando y nunca lo hago.
- Sí, obedece a tu madre - apoyó Alexei.
- ¿Qué?, ella - fue interrumpida Nat.
- Ya no quiero comer - mencionó Yelena.
- Tienes que comer algo Yelena te lo advierto - sentenció Melina.
- Basta, ¡hey tú!, dinos dónde está la habitación roja - cuestionó Natasha.
- Lo cierto es que Dreykov tiene un programa muy complejo, dirige a miles de viudas, la habitación roja cambia de sede constantemente, por eso no la detectan los radares.
Melina estaba a punto de dar explicaciones.
- Ya pasa - gritó Melina.
Un cerdo se vio entrando a la casa como si fuera lo más normal del mundo.
- ¿Ese animal abrió la puerta? - preguntó confundida Natasha.
- Sí - la miró Melina - lo hizo, qué bonito Alexei - acarició al cerdo - lo hiciste bien.
- ¿Le pusiste al cerdo mi nombre? - preguntó Alexei.
- ¿Qué no se le nota el parecido? - respondió Melina.
Alexei solo miró incómodo a Yelena.
- Se sienta igual que un perro, ¿sorprendente no?, ahora miren - mencionó para después dar órdenes al cerdo.
- Me parece un poco raro - soltó Alexei.
- No respires Alexei - ordenó Melina e inmediatamente le quitó la oxigenación al cerdo.
El cerdo solo se quedó estático sin respirar.
Melina sólo asintió con la cabeza.
- Nosotros infiltramos el North Institute en Ohio, era una pantalla para científicos de S.H.I.E.L.D., eran de Hydra en ese entonces en realidad - mencionó levantando su botella de vodka - junto con el proyecto del Soldado del Invierno diseccionaron y deconstruyeron el cerebro humano para crear el primer y único mapa celular de los ganglios basales, era el núcleo cognitivo, movimiento voluntario, aprendizaje procedimental - miró a Alexei - no les robamos armamento ni tampoco tecnología, robamos la llave de acceso al libre albedrío - finalizó bebiendo su trago.
Natasha y Yelena no habían parado de mirarse durante toda la explicación.
El cerdo comenzó a ahogarse y se cayó al suelo.
- ¿Qué estás haciendo? - preguntó Natasha al ver al animal.
- Ay solamente te explico que ahora la ciencia es tan exacta que al sujeto se le puede ordenar que no respire y sólo le queda obedecer - le respondió Melina.
- Ok, ya comprendimos solo déjalo - pidió Natasha.
- Sí ok, pero no te preocupes Alexei habría aguantado otros 11 segundos sin nada de oxígeno, lo hiciste bien, ahora ve, ve a casa estarás bien - finalizó Vostokoff.
El cerdo se levantó y camino hacía la salida.
- Corre ve a casa, estarás bien, lo hiciste bien - elogió Melina.