Sus pensamientos estaban en la conversación que había escuchado recientemente. ¿Quién podría gustarle a Stiles?
Se preguntaba eso una y otra vez. A lo lejos escuchaba el parloteo de la chica a su lado, joder que si era molesta.
―¡Derek, estoy hablando contigo!― su chillona y nasal voz gritó.
―Lo siento, Jennifer. Estoy pensando en el trabajo que tenemos.
― No te preocupes, honey. Como decía.
Y siguió con su parloteo, el azabache miraba para todos lados en busca del castaño pero no lo veía por ningún lado.
―¿Entonces, Derek?― preguntó nuevamente la chica.
Todos sus amigos lo miraban expectantes, demonios no estaba prestando atención al vómito verbal de la chica.
―Sí, por supuesto.
La expresión de sus amigos no tenía precio, lo veían horrorizados. El chillido de felicidad que soltó la chica casi los deja sordos.
―Entonces ahora somos novios.
Luego se lanzó a sus brazos a darle un húmedo beso. El sonido de algo cayendo detrás de ellos lo hizo separarse de la chica que succionaba sus labios, vio a un asombrado Zayn y a un Stiles con la boca abierta y ojos a punto de salirse de su lugar, su comida yacía en el suelo.
Joder.