Estaba nervioso. Sus manos sudaban al agarrar el volante de su auto que seguía tan cerca al taxi dónde estaba Harry.
Luego de andar unos minutos y buscando las palabras correctas para decirle al rizado cuando lo vea, una sonrisa crece en su rostro al notar que el taxi se dirige a su hotel. O sea que Harry efectivamente lo recordaba. Obviamente que lo hacía.
Cuando llegan a destino Louis siente que puede desmayarse, estaciona lo mejor que puede y ve como Harry ya está en la puerta del hotel, entrando.
Baja del auto casi corriendo y al entrar se encuentra con un Harry mirando hacia todos lados reconociendo el lugar.
Se para justo detrás de él y dice:
-Estas aquí.- se puede escuchar la sonrisa en su voz.
Harry se da media vuelta y sus ojos brillan, sonríe y Louis no aguanta más y lo abraza.
-Te extrañé. - dice el rizado, derritiéndose en los brazos del mayor.
-Y yo a ti, todos los días. - dice acurrucandosé aún más. - Perdóname.
Harry se separa y lo mira con tanto tanto cariño que Louis quiere llorar por lo mucho que lo extrañó.
-Nada que perdonar. - dice acariciando su mejilla.
-Claro que si, fui un insensible y te presioné en un momento muy delicado, no se en qué estaba pensando, en serio lo siento.
Harry lo silencia con un beso y Louis se deja hacer fácilmente. Rodea su cuello con sus brazos y siente sus rodillas flaquear por los suaves que son los labios del rizado, casi se olvida de lo bien que se sentía besarlo.
El ojiverde los separa agarrando el rostro de Louis. - Era lo que necesitaba..., toda mí vida ha sido la cosa más aburrida y monótona del mundo. Necesitaba algo que me moviera el piso... que me despertará.
Necesitaba algo por lo que luchar.
Louis vuelve a besarlo porque ¿que más podía hacer?
•••
Luego de un show de besos en la recepción del hotel, Louis reacciona y le dice a Harry de ir al café al otro lado de la calle.
No sin antes subir las maletas de Harry a la habitación.
Entran a la tienda donde el olor a café te hace sentir mariposas en los pulmones.
Tiene luces amarillas y todo está hecho de madera, tiene sillas altas para tomar tu café en una mesa pegada a la ventana o mesas tradicionales, también de madera, con sillas negras.
Eligen una mesa alejada de todos y se sientan enfrentados. Tienen que hablar.
Viene el mesero a pedir sus órdenes y ambos solo piden café negro con croissant de almendras.
Cuando llega su pedido es cuando Harry decide hablar.
-¿Que has estado haciendo todo este tiempo?- pregunta revolviendo su café.
Louis, quien estaba tomando ya de su taza, casi escupe el contenido por reírse, es realmente ridículo lo que ha estado haciendo todo este tiempo.
Limpia sus labios con una servilleta y dice: - uhm... los primeros días intenté uhm, ya sabes, hacer algo de lo que tenía planeado pero estaba muy desanimado para eso. - dice avergonzado sin poder ver a Harry a los ojos. - A las dos semanas me armé de valor para salir de esa cama y recorrí un poco la ciudad...em... si y...
Harry se ríe y le sostiene la mano -¿Que ocurre?
-Esto es realmente vergonzoso ¿bien? pero un día simplemente estaba visitando un lugar que ni siquiera puedo recordar cual y se me pasó por la cabeza que tal vez tu no recuerdes el hotel donde me estaba quedando, agregando que no teníamos los números telefónicos del otro era muy fácil que pudieras no recordar y perderte en la ciudad entonces decidí ir a esperarte al aeropuerto. - dice lo último cerrando sus ojos por la vergüenza.
Harry se queda callado, mirándolo, aún sosteniendo su mano.
Louis no soporta el silencio, ni la tensión entonces la rompe. - Pero fue divertido, una mujer el segundo día me confundió con un taxi ¿puedes creerlo? - se ríe. - así pude seguir yendo al aeropuerto y a la vez ganar dinero ¿no es increíble?
Harry siguió mirándolo fijamente durante toda la historia.
-Okey deja de mirarme así me estás poniendo nervioso, di algo. - suelta Louis divertido.
-¿Tu realmente fuiste por mí al aeropuerto todo los días? - le sostiene ahora la otra mano. - ni siquiera sabías si iba a venir, probablemente en ese tiempo ni yo sabía si vendría. - dice con un tono dulce y los ojos con la expresión más tierna jamás vista por Louis.
El ojiazul se encoge de hombros - no tenía nada que perder. - dice haciendo contacto visual con Harry por lo que pareció una eternidad. - pero listo dejemos de hablar de mí y mis estupideces, ya se que soy ridic-
-Yo nunca las limpié.- lo corta Harry.
Louis lo mira con el ceño fruncido. -a las pisadas, quiero decir. Cuando fuiste al velorio de mí padre dejaste unas pisadas en la alfombra, al otro día cuando vinieron a limpiar les pedí que no lo hicieran... era la única prueba tácita de que realmente habías ido... y que me dijiste que me amabas. - dice lo último bajito.
Louis se levante de su silla y se sienta al lado de Harry, lo besa lento y se separa. -ambos somos ridículos ¿no?
-Me encanta ser ridículo si se trata de tí. - responde Harry y ambos se ríen.
Vuelven a besarse y luego toman su café en silencio pero con sus piernas entrelazadas.
-Em... nunca te dije el porque me demoré tanto. - dice Harry terminando su café y girando su cuerpo en dirección a Louis.
-Oh, no es necesario, es entendible. - dice Louis también mirándolo después de terminar su orden.
-No, pero quiero decírtelo. - Louis asiente y Harry suspira. - Cuando me lo dijiste moría de ganas por irme contigo pero sabía que era una locura, me di por vencido muy rápido...-
Louis pone su mano arriba de la de Harry y aprieta suavemente. - Cuando llegó tu carta decir que me diste vuelta el mundo es poco- se ríe -de una buena manera. Me replantee toda mí vida en una noche y decidí que es lo que quiero... para no divagar tanto, en pocas palabras todo lo que quiero en mí vida es ser libre y poder amar a quien yo quiera... y todo eso me conecta contigo.
Louis sonríe y le da un beso cortito para no distraer tanto a Harry y que siga hablando.
Pero me demoré tanto - continúa Harry. - porque necesitaba cortar hilos, así que... me divorcié de Agustine.
Louis abre sus ojos y sus cejas se disparan para arriba por la sorpresa.
Harry se ríe y dice: -Si... necesitaba hacer las cosas bien.
Louis sostiene la cara de Harry con ambas manos y junta sus narices. -Estoy muy orgulloso de ti, bonito. -dice, y le da un pico. -Te amo.
Harry sonríe -Y yo a ti, Lou. - y se besan.
•••
Vuelven al hotel y suben a la habitación de Louis.
-¿Cuál es el próximo destino?- Pregunta Harry.
-Pensilvania, solo son tres horas y media de viaje, podríamos salir mañana a las ocho ¿te parece?
-Si, por supuesto. Siempre quise ir a Longwood Gardens ¿Sabes a cuál me refiero?
Louis asiente con emoción. -Esta marcado en el mapa, con gusto iremos ahí.- dice ordenando su ropa.
-¡Genial! y Lou... ¿Cuál es tu plan? ¿Seguir viajando? ¿Tienes pensado parar en algún momento?- pregunta curioso el rizado mientras busca algo en su maleta.
Louis suspira y se acuesta en la cama boca arriba con sus manos detrás de la cabeza. - No lo sé, mí plan inicial fue ir visitando lugares hasta enamorarme de alguno y establecerme allí. Obviamente ahora estás incluido en todos esos planes, si quieres, obviamente.
Harry ríe y se acuesta con el apoyando su cabeza en su hombro.
-Suena encantador, siempre quise ir a Venecia, mí padres fueron de luna de miel ahí y quedaron fascinados, podríamos ir en algún momento...- dice Harry mirándolo desde abajo.
-Claro que podríamos, lo que si deberíamos buscar alguna manera de ganar dinero, ya que tendríamos que pagar los boletos de avión.
-Yo tengo dinero.- dice Harry acomodándose para quedar a la misma altura de Louis. - Antes de venir aquí vendí mí auto, tengo mis ahorros y bueno... ahora la herencia de Des.
-Lo resolveremos amor, yo también tengo algo de dinero.
-Genial. - dice Harry acurrucandosé aún más y cerrando los ojos.
Pasan cinco minutos así y Louis dice:
-No puedo creer que estés aquí.
Harry ríe, -Yo tampoco.
-Gracias. - dice Louis con su boca pegada a los rizos de Harry en un tono bajito.
El ojiverde levanta la cabeza y lo mira. -Gracias a ti. - casi en un susurro.
-¿Y tu por qué deberías darme las gracias? - dice Louis frunciendo el ceño pero aún con un tono dulce en la voz.
-Por amarme.