Lily Anderson.
Mi escritora favorita<3: ???
La había cagado.
En grande.
Dejé el teléfono sobre la cama, y me le quedé mirando sin saber qué hacer.
El corazón se me había acelerado sin ninguna razón coherente y las manos me temblaban, así que las apreté en un puño y las metí en los bolsillos de la sudadera que cargaba puesta.
Dios, era tonta.
¿Cómo iba a hacer eso?
Ni siquiera miré bien la foto.
Me sentí nerviosa. Me imaginé a una Abby enojada y solo pude pensar en que ya no me hablaría jamás, en que todo lo que me había acercado a ella se iría al carajo y volvería al punto de partida donde solo la veía desde mi ventana. Y solo pensar eso me aterró. Me asustó al punto en el que sentí que me picaban los ojos.
Estaba llorando por una tontería.
Me mordí el labio, observando la pantalla de mi celular que aún no se apagaba y que estaba en el chat de Abby.
¿Qué le iba a responder?
Luke tenía razón, era una mentirosa.
Me pasé las manos por el rostro, y luego me quedé viendo la pulsera que Abby me había hecho. Solo me entraron más ganas de llorar. Porque temía haber estado confundiendo sus gestos, temía haberme estado imaginando cosas solo porque yo así quería que pasasen.
¿Podría considerarme una buena amiga luego de haber traicionado su confianza así?
¡Es que me lo dijo! Me dijo que no le gustaba que leyeran lo que escribía, y ahí fue Lily a abrirse una cuenta y leer a escondidas.
«Torpe, torpe, torpe»
Me tallé la frente y me quedé mirando el celular, otra vez. Ya se había apagado.
Lo tomé, pero lo único que hice fue escribirle a Luke. Y no supe por qué lo hice. Solo sabía que lo necesitaba y no me detuve a pensar sí lo estaba lastimando.
Yo: Luke.
Me sorprendió que no tardase en responder.
Luke<3: dime.
Yo: me descubrió.
Yo: ¿ahora qué hago?
Luke<3: oh
Luke<3: estás bien? Quieres que vaya?
Luke<3: deberías empezar a ser honesta con ella, Lily.
Yo: no tienes que venir, no te preocupes.
Yo: pero ya sabe que le mentí.
Yo: lo arruiné.
Luke<3: pues el primer paso para solucionarlo es admitirlo
Luke<3: aparte, si vas y le hablas directamente, crees que se te va a resistir?
No pude evitar reírme, aunque se me había resbalado una lágrima por la mejilla.
Yo: debo hablar con ella, verdad?
Luke<3: sí, y mejor temprano que tarde. antes de que empeore la situación.
Yo: eres el mejor
Yo: gracias
Yo: <3
Yo: perdón por todo, Luke
Luke<3: ante todo soy tu amigo, Lily, siempre me tendrás aquí
Luke<3: no es conmigo con quien te tienes que disculpar.
Él era increíble. Esperaba que, algún día, pudiésemos volver a la normalidad. Sin sentimientos confusos de por medio y que volviésemos a ser los mismos de antes.
Me volví a pasar las manos por el rostro, y entonces, antes de siquiera pensarlo mucho, marqué el número de Abby y la llamé.
Era la primera vez que la llamaba.
Uno... dos... tres...
Empezaba a creer que no contestaría, y estaría en todo su derecho de haber sido así, pero al último tono, contestó.
— ¿Hola? —Se escuchaba agitada. Y yo estaba nerviosa. Si sabía hablar, en ese momento se me olvidó—. ¿Hola? ¿Quién...? Oh.
Había contestado sin mirar.
Seguro que, de haber sabido que era yo, no lo hacía.
— ¿Lily? ¿Vas a hablar?
Tragué grueso.
—Abby... lo siento.
Silencio.
Hubo mucho silencio por unos largos segundos en el que incluso verifiqué si me había colgado, pero seguía al otro lado de la línea.
— ¿Por qué hiciste eso?
—Yo... yo... no sé —balbuceé.
—Lily, me engañaste.
Era lo que había hecho, pero me dolió que lo dijera así, sin más.
—Lo sé, lo sé... Dios, perdón.
— ¿Cómo te sentirías tú en mi lugar? —preguntó, tranquila, pero yo estaba al borde del colapso y de ponerme a llorar los litros de agua que no había bebido en esos días por estar acostada leyendo y pensando en ella.
—Traicionada —murmuré.
—Eso no lo hacen las amigas, Lily.
Ese, precisamente, era el problema. Que yo no quería ser su amiga. Yo no me había acercado a hablarle para que nos hiciéramos las mejores amigas. Yo me había acercado a hablarle con un objetivo. Hacer que lo que yo sentía por ella fuese correspondido. Pero, bueno, lo arruiné en el camino.
—Yo no quiero ser tu amiga —dije, bajito, y escuché un jadeo al otro lado de la línea.
Mala elección de palabras.
— ¿Q-qué?
—Es decir... yo... ¿D-de verdad no te has dado cuenta? —me atreví a preguntar, cerrando los ojos y agradeciendo no tenerla en frente. Iba a vomitar el corazón, eso seguro.
— ¿De qué debería darme cuenta?
¿En serio, Abby?
—No me lo hagas más difícil —pedí, en el mismo tono de voz que llevaba utilizando desde que empezó la llamada. Porque no podía hablar más fuerte, sentía que lloraría si lo hacía.
—Yo no sé d-de que hablas, Lily.
¿Entonces por qué ella también tartamudeaba? ¿Por qué ella también se ponía nerviosa conmigo cerca? ¿Por qué había escrito un libro donde nosotras éramos las protagonistas? Yo no podía estarme imaginando todo eso.
Así no actuaban las amigas.
Y ella lo sabía, estaba segura de que lo hacía.
— ¿Vas a dejar de hablarme?
— ¿Por qué?
—Por lo que hice.
—Estoy molesta, Lily, pero...
— ¿Y me dejarás de hablar si te digo lo que te voy a decir?
Mi respiración era un desastre, porque ella lograba ponerme así incluso sin tenerla cerca, solo con escuchar su voz podía hacer que sintiera de todo. Y me dolía que tal vez eso no fuese así para ella. Que, tal vez, ella era indiferente a mis señales.
Tal vez yo misma estaba complicando todo.
— ¿Qué vas a decirme? —preguntó, luego de unos tortuosos segundos en silencio.
Tenía todo en la punta de la lengua. Ya lo había arruinado, sí decía eso y lo terminaba de joder, daría igual.
Creo.
De nuevo, el corazón me latía con fuerza dentro del pecho. Las manos me sudaban y me temblaban al mismo tiempo. Sentía repentinas ganas de llorar y quería que todo fuese tan fácil como que ella pudiera leer mis pensamientos.
Pero no podía. Así que tenía que decírselo. Porque Abby era tan lenta cuando se lo proponía, que jamás lo habría captado por su cuenta.
—Que estoy enamorada de ti, Abby. Por Dios, me gustas tanto —solté, y luego dejé ir un suspiro.
No sabía lo que venía a continuación, no tenía idea de cómo iba a reaccionar ella, pero se sentía liberador, por fin, poder decir lo que sentía. Decirle mis sentimientos. Y me gustaría haberlo de una forma mucho más extensa y especial, pero eso era lo que había.
—Me gustas... —repetí. Ella seguía en silencio, pero escuchaba su respiración al otro lado de la línea.
— ¿Desde cuándo? —Fue lo que preguntó, y quise darme cabezazos contra la pared.
¿Eso era lo único que tenía que decir?
Me froté los ojos con la mano libre, luego respondí, aun nerviosa:
—Desde antes de hablarte —admití—. Te hablé por eso, Abby. Porque me gustabas, me gustas, y estaba cansada de solo mirarte desde la ventana.
Ya está, lo había dicho.
Pero, mi Lily ilusa interna quería que respondiera «también me gustas, Lily, ahora ven a mi apartamento y vamos a darnos un beso».
Eso no fue lo que dijo, lamentablemente.
De hecho, no dijo nada.
Solo supe que había colgado la llamada cuando escuché los pitidos que me advertían que había finalizado.
Me aparté el celular de la oreja, y si antes el corazón me latía rápido, ahora se me iba a escapar por la boca. Observé el registro de llamadas, donde la que acababa de finalizar era la primera, y entonces solo pude ponerme a llorar.
Me había colgadocuando le dije lo que sentía por ella
bueno yo lo advertí
amo el drama diosmio, soy re dramática y obvio que mis protas lo serán
confieso que este es mi capítulo favorito hasta el momento.
es tarde, pero actualizo porque quiero que lean el 21, que es el que estoy escribiendo y está potente.
@vilmadelgadob aquí tienes el cap que tanto querías leer JAJAJJA. te amo
chau