(En multimedia: David).
Uno de mis pasatiempos favoritos es: viajar. Me tranquiliza y me brinda ese respiro cuando siento que todo está cayendo, es literalmente huir de los problemas y empezar desde 0 en otro país.
Me desconectó del mundo, me olvido que soy una Ricci y tengo un prometido y relación falsa.
Las personas piensan que solamente soy un rostro perfecto y una persona que puede conseguirse todo, cuando no es así. Cargar con un apellido tan importante y saber cuánto poder tiene... es agotador.
Tener que fingir, soportar a mi familia tan disfuncional y sonreír cuando tu mundo está hecho una mierda.. no es fácil, y quien diga lo contrario no sabe la tontería que dice.
Cuando ingrese a la empresa y empecé a trabajar, comprendí que el dinero no compra la felicidad. Podrás tener miles de millones sin embargo, no serás una persona con buena salud mental.
En esta vida, todo cuesta y vale. Y créeme que el dinero y poder no muchas veces es la solución.
Espero y algún día, poder hacer mi sueño realidad «Vivir en un lugar difícil de encontrar, lejos del internet y escándalos.» Donde mi única preocupación sea hacer el súper.
El vuelo de Italia hacia Reino Unido fue agotador, en el transcurso me la pasé adelantando trabajos de la empresa y sacando de dudas a mi asistente.
Hacer este viaje fue una decisión planeada desde hace tiempo, pero nunca creí que tendría el valor. En estos momentos me encuentro en el hotel que se encuentra ubicado en la ciudad de Bath.
Bath, ciudad en Inglaterra es mi destino. Es donde tengo una cita con el diseñador más importante del país y él no tiene idea de quién soy.
Termino de desayunar el yogur con fruta y me quito la bata quedando en ropa interior de encaje blanco. Elegí un vestido ajustado color negro de tirantes y al ver el clima nublado agarro una cazadora color rosa con solapa.
Termino de alistarme con los tacones de aguja negros de siempre y el bolso PRADA rosa. Al salir del hotel, el taxi que pedí por teléfono se encuentra afuera y arranca al repetirle la ubicación.
Han pasado 5 años sin ver ha David, mi mejor amigo. Él siempre fue una persona madura, fiestera y nunca le importó la opinión de los demás.
Empiezo a observar la bella ciudad en el trayecto hacia el estudio, tengo 2 años que no veía ha Reino unido. Suele ser uno de mis países favoritos, pero en estos momentos me sudan las manos ante el nerviosismo.
El taxista se detiene frente a un edificio de 15 pisos, la estructura es antigua y lo admiro mientras el señor me regresa el cambio. Al entrar el estudio un delicioso aroma a fresas me recibe, mientras que se encuentra en silencio.
No hay personas más que en el escritorio una señora de la 3 edad, que en cuanto me observa sonríe.
— ¿Eres Alicia?. — me cuestiona y le regreso la sonrisa afirmando.
— Sí, tengo una cita con David.
Ella revisa en una agenda y en efecto, soy yo. Era necesario ese nombre falso, David me hubiese negado la oportunidad de hablar con él.
Nos despedimos en cuanto me dice el número de piso, entro al ascensor y presiono el botón 7. Hago mis respiraciones para tranquilizarme y las puertas se abren dejando ver un pasillo en silencio.
Las paredes color crema con adornos de los diseños más famoso me reciben mientras camino hacia la única puerta. No entiendo por qué no hay personas..
Doy un par de golpes en la puerta escuchando un «Un momento», los segundos parecen minutos y los nervios aumentan cuando escucho los pasos.
¿Fue buena idea? ¡Diablos!.
La puerta se abre dejándolo ver. Nuestros ojos verdes conectan y sonrió recordando los tiempos de universidad..
— Amelia.
— David.
Se ve más maduro, su pelo castaño sigue igual y sus facciones son más de hombre. Lo dejé de ver en cuanto fue nuestra graduación de universidad.., así que realmente la moda lo mejoró y mucho.
Él se hace aún lado dejándome entrar y observo el espacio donde surge la magia. Las paredes son colores pasteles, en las esquinas tiene plantas artificiales y el escritorio es muy moderno.
— ¿Qué haces aquí? Pensé que no volvería a verte.
— Auch. Pensé que te gustaría verme. — bromeo, pero eso no le causa gracia.
Tomo asiento en las sillas de peluche blancas quedando frente a frente.
— Me alegra saber que estás bien, solo que estoy muy sorprendido por tu visita.
Para tener 26 años luce genial, luce un traje azul pastel de pantalón y camiseta blanca.
— Lo sé, tampoco crei vernos después de terminar nuestro noviazgo.
Salimos durante el último año de universidad, fue algo casual pero éramos novios.
— Ni me lo recuerdes, después de ti no volví a tener a nadie más.
Alzo las cejas asombrada y él suelta una risita.
— ¿A caso me hiciste un hechizo o algo por el estilo?. — reímos — Es chiste, pero ya dime ¿Qué haces aquí?
Suelto un suspiro antes de hablar, trato de buscar la manera de hacerlo más corto, pero no la encuentro.
— Me voy a casar este año y necesito que tú me diseñes un vestido de novia. — mi confesión lo pone serio y se levanta hacia la gran ventana.
— ¿Te vas a casar? — desvío la mirada — Pensé que eras de esas, que no creían en el matrimonio. Tu misma lo..
— Cambié, así como tú.
No miro su reacción y observo las revistas donde él sale en la portada.
— Tengo una agenda muy ocupada, no podré hacerlo. Eres la gran Ricci seguro que otro diseñador amaría por hacértelo.
Me levantó y camino hacia él, aún luce entre sorprendido y triste.
— Pero ninguno es tú, no quiero un típico vestido. Quiero un vestido único y diferente al resto, uno donde grite mi nombre y se vea lo hermosa que soy. — continuo — Te conviene hacerlo, mi boda generará mucha controversia y al revelar el diseñador de mi vestido te dará puntos para tu estatus.
David se recarga en el vidrio de la ventana observando hacia el piso, parece estar pensándolo.
— Aceptó, creo que será el comienzo de retomar nuestra amistad. — sonrió — Los problemas y enamoramiento ya fueron, se quedaron en la adolescencia siendo un «Amor juvenil».
Quiero abrazarlo y darle miles de besos agradeciéndole por hacer esto pero me controlo.
— Entonces, ¿te mudarás?
— Solo por un año, en lo que se prepara y acaba tu boda.
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Las horas con David se fueron muy rápidas, ni siquiera noté el tiempo hasta que su secretaria interrumpió diciendo que su turno hacia acabado.
En las 5 horas que estuve con él, charlamos sobre sus logros como diseñador y su repentina fama. Él me habló sobre sus rumores absurdos y sin sentido.
Pedimos de comer y continuamos hablando, pero de mí, como fue ingresar en la empresa y convertirme en la empresaria que soy.
Me sentí tan completa y feliz al saber que recuperé su amistad, aunque por tiempos la sentía tensa espero y se mejore y volvamos a ser los mejores amigos alocados.
Al ingresar al hotel lo encuentro tranquilo, agradezco que no haya muchas personas. David me ofreció quedarme en su casa, pero me negué, solo me quedaré 1 semana o 2... todo dependerá.
Me encuentro cansada y las mejillas me duelen de tanto reír y sonreír. Al llegar a la habitación la abro con el acceso de la llave y me tenso al ver en la entrada una maleta mediana color plateada.
Estoy segura de que no me equivoqué de habitación, antes de seguir caminando me quito los tacones y alzo uno con el filo del tacón.
Al ingresar en silencio me extraña que no vea a nadie, talvez el botones se equivocó.. doy un brinco al escuchar abrirse la puerta del baño.
Antes de que pueda gritar y tirar el tacón la puerta se abre, dejándose ver a Brian con una toalla en la cintura.
— ¡Dios mío! — chillo horrorizada.
Por un instante temí por mi vida.
— ¿Me ibas a atacar con eso? — se burla señalando mi tacón y lo ignoro pasando saliva.
Pongo mi mano en el pecho al sentirlo tan acelerado.
— Mejor dime, ¿Qué haces en mi habitación y aquí?.
Brian se recarga en el marco de la puerta, sus músculos y abdominales me hacen bajar la mirada pero la desvió.
— Pura casualidad, te vi esta tarde y pensé que sería buena idea esperarte en tu habitación.
Su mirada está cargada de diversión y eso es imposible..
— No mientas.
Tiro los tacones al piso y camino hacia la cama para sentarme, dejo en mi lado el bolso y lo observo esperando su respuesta.
— ¿Segura? — asiento — Tienes razón, esto no es casualidad del destino y tampoco lo fue en las Bahamas. Aunque lo de la discoteca si fue una casualidad, de la cual no me arrepiento.
Muerdo mi labio al escuchar su confesión, sospechaba que todas las veces que nos veíamos no podía ser casualidad, era imposible.
— Te vigiló, Amelia. Por qué sé perfecto que en Italia es imposible vernos y también porque tú no te pones en contacto conmigo.
Lo último me molesta levantándome.
— ¡Mira esto! — le señalo mi mano donde se encuentra el anillo — Estoy comprometida y lo de la isla fue un maldito error, no quieras justificar tu maldito acoso.
Mis palabras le causan gracia.
— Repítelo hasta que te lo creas, no entiendo por qué negar que ambos estamos ansiosos por volver a repetirlo.
Me quedo callada sin saber que decirle, no puedo negarlo porque las noches donde me masturbe pensando en él golpean mi mente.
— No estoy enamorado de ti, pero te deseo tanto.. eres una adicción sexual.
Mi piel se eriza al ver como se acerca hacia mí, no retrocedo ni me muevo. Brian tiene razón, me fascina haciéndolo sentir un deseo prohibido, pero quiero negarme por remordimiento hacia Leonel.
Todo en él queda ha centímetros de mí, la altura me hace quedar hasta su hombro y él me alza el mentón acariciando mis labios.
Pone ambas manos en mis hombros y me obliga a retroceder hasta quedar sentada nuevamente en la cama. Elevo la mirada al ver que mi rostro en la altura de su entrepierna y él se inclina para besarme.
Sus caricias y besos están mal, pero él es como una droga y cada parte es una adicción la cual me hace adicta a él.
— ¿Quieres? — me pregunta mientras deja caer su toalla.
Suelto un jadeo al ver su gran polla semi erecta, sus piernas ejercitadas y ese abdomen tan caliente..
— Te hice una pregunta.
Agarra mi mano llevándola hacia ahí, él se aparta y empiezo a mover mi mano de arriba abajo.
— Abre la boca.
Quito mi mano y me acerco un poco más obedeciendo, él sujeta su polla y la lleva hacia mis labios adentrándola en mi boca. Sus manos viajan hacia mi nuca sujetando mi cabello, y sumisamente empiezo a chupar de arriba abajo.
— Mírame.
Conecto mis ojos con los suyos, el azul de sus ojos brilla y los cierra viendo como eleva la cabeza soltando jadeos.
Él empieza a poner un ritmo rápido, al principio me provoca arcadas, pero me recupero succionándola toda y Brian parece estar encantado.
El agarre en mi cabello se vuelve más fuerte, su polla se hincha señal de que se vendrá pronto y empiezo a jugar mirándolo. Él suelta un gruñido y me mira sintiendo como su semen caliente llena mi boca.
Me termino de sacar el vestido quedando en bragas, él se recuesta en la cama pidiendo que lo acompañe. Quedo recostada en su brazo sintiendo como acaricia mi espalda.
— Tengo algo que decirte.
Con mis dedos acaricio su abdomen sin mirarlo.
— En unas semanas será mi fiesta de compromiso, ni siquiera sé porque acepte, pero quería decírtelo..
Sus músculos se tensan y por un momento detengo mis caricias.
— Desde que te conocí he tenido una pregunta, ¿Es falso?
Me alejo de él mirándolo confusa.
— ¿Qué?.
— Tu compromiso con él, ¿Es falso? O dame una razón para que lo engañes.
Narrador omnisciente.
En Roma, Italia las cosas están tensas desde la partida de la mayor de los Ricci. La familia se encuentra separada por la llegada de Bianca que Louisse procura mantener su cabeza ocupada. Por otro lado, la hermana de Amelia no pierde el tiempo en buscar al prometido de su hermana, ella agradece la partida de Amelia.
— No seas tontita, Amelia no significa nada para mí. — le susurra.
Ambos no miden el peligro de sus acciones, las consecuencias si las personas llegan a saber ese secreto. Leonel y la hermana de Amelia follando en el prestigioso hotel.
Mientras que en esa misma noche, tanto en Italia Y Reino Unido suceden engaños y peleas, el periódico "Roma reputation" prepara un golpe duro para la joven italiana.
«La joven empresaria de 24 años, se ha convertido en un tema de que hablar a lo largo de estos años. Tanto en su reputación, su noviazgo y sus logros siendo tan joven.»
«La gente se cuestiona sobre su triunfo, el tener semejante apellido le debió abrir muchas oportunidades, pero ella quiso lo fácil. La empresa familiar.»
«Los trabajadores de Ricci incorporation la describen como egoísta, también relatan sobre Frank Ricci que nunca le pone un alto y termina facilitándole las cosas tanto en la mansión como en la empresa.»
"Amelia Ricci es una persona inestable, necesita ser salvada y que mejor que conseguirse un novio. "— eso es lo que opinan los conocidos de Ricci.
«Su sorpresiva relación y compromiso sorprendió a las personas que no dejan de cuestionarse sobre ello. Esperemos su próximo marido Leonel D'Ángelo sea su salvación, ¿podrá Él mejorarla?.»
«Nuestras condolencias para D'Ángelo, que valor para enamorarse de alguien que pudo arruinarle su tan limpia imagen, pero como dicen por ahí: El amor lo es todo.»