Amor odio o paranoia

By SakuraPast

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¿Amor obsesivo? ¿Celos descontroldos? Ella fue puesta en un pedestal desde pequeña, por más de una persona ha... More

PRIMERA PARTE
Cerezos en flor
Festival de clases
Un Frio invierno en verano
Dudas de los cantos de Sirena (parte1)
Dudas de los cantos de Sirena (parte2)
Graduacion
Destinos unidos
Nuevo departamento y cumple años
- Hasta ponto... - ¡Te extrañé!...
La realidad supera la ficción
La mentira que se convirtió en verdad
Amistad Blanca
SEGUNDA PARTE
Lirios de Color Gris
Cinco idiomas
Pastel de celos
Relampagos azules
Un viejo amigo
Un nuevo enemigo
Platicando con cupido aborrecí el amor
La leche con chocolate no sirve para emborracharte
Solo eso
Un copo de nieve nunca cae en el lugar equivocado
Hallazgo de personajes ;D
Es mejor no llorar sobre la leche derramada
Acepto
Recepcion feliz...
Galletas de papá
¡Recien casados!
Sorpresas agradable... amigos desagradables
TERCERA PARTE
Rosas azules
Trato injusto
Llamada agitada, llamada indeseada
Algo totalmente inesperado
Vaya dias los nuestros (parte1)
Vaya dias los nuestros (parte2)
Sorpresas, sorpresas y mas desagradables sorpresas
Extraño camino por el que vamos, lloramos, reimos y amamos
Cena de mal humor
La boda debe continuar
Fuera de si
Un enfermero para la enferma
Planeando una boda
Sopa misteriosa
Fiesta fiesta
Eligeme
Nivel de la dignidad por encima del nivel del miedo.
Porqué
Sebastian
CUARTA PARTE
El viento que se lleva el recuerdo
Porque con el tiempo todo irá mejor
Sueños rotos (parte1)
Sueños rotos (parte2)
Besos inesperados
Recuerdos, memorias
Por que una nueva vida puede ser mejor que la anterior ¿O tal vez no?
Nueva vida
Por fin suya
Luna de miel en alta mar
Es hora de arribar
Porque una nueva vida puede traer viejas tristezas
Mmmmm problemas
Navidad con la familia
Interludio
Felices fiestas
Papá
El hechizo esta roto
Las malas noticias nunca son bien recibidas
Las cosas no son siempre como deseamos que sean
Duele mas llorar
Clave de la felicidad
Secretos
Si crees que las cosas pueden empeorar seguramente empeoraran
Silenciosa felicidad
Reconociéndonos después de la tormenta
Nuevo Día

La galeria

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By SakuraPast

Bien, oficialmente el departamento es agradable. Pensó Sakura.

–  Es lindo – dijo sin en cambio.

–  ¿Así que no te gusta?

–  No es eso… es demasiado… cuadrado, nada acogedor. Un departamento de hombre.

–  Solo vengo aquí a dormir cuando estoy en Francia. Supongo que jamás me había percatado de lo “cuadrado” que era. – fue a la cocina y sacó uvas frescas – voy a matar a ese hotel de… - Sakura le miró con cara de advertencia – ese estupido hotel ¡Solo a ellos se les ocurre cancelar una noche antes de este viaje! ¿¡Están locos!?

–  Tranquilo. Es una suerte que tengas un departamento en Francia.

–  Lo último que quería era tener que trabajar mientras estoy en vacaciones. Y ese departamento esta más retirado de la exposición.

–  Solo por veinte minutos

–  Será mejor que te vistas. Es tu gran noche.

–  Agh… estoy tan nerviosa, no creo poder hacerlo Dan.

–  Todas tus pinturas están listas para ser exhibidas. Las hemos enviado desde hace una semana. Andy a hecho los detalles finales y Rebeca a invitado a personas importantes del arte…

–  Agh, Dan… no ayudas, gracias a ti solo provocaste que me sintiera más nerviosa.

–  Estarás bien…

–  Sí, sí… ya me lo han repetido con 385 veces el día de hoy

–  373, pero es porque es verdad – le dio una palmada en el trasero empujándola a la habitación y tras ella cerrando las puertas de madera con tallado en los extremos superiores.

Había varias personas importantes contemplando las pinturas de Sakura, algunas de ellas les impresionaban, otras les provocaba aunque sea un sentimiento. Pero la mayoría de las personas se detenían más en dos de las pinturas. La primera era del cielo. Media 2x4 metros era impresionante. Porque aunque era de noche. Cuando veías esa pintura jurabas que apenas se estaba atardeciendo, con esos matices de rojo a anaranjado, y las nubes esponjosas que no eran regulares y creaba el cielo perfecto. Parecía que veías hacia una gran ventana. Y el decorado estaba para tal. El marco era de madera negra y había una mesa con un florero lleno de tulipanes.

Sencillo y simple.

Hacía que no quisieras apartar la vista de esa pintura.

Dan vio mientras Sakura la hacía.

Había llegado una tarde a la casa de Sebastian y después de entrar y observar a Sakura tan concentrada, con el ceño fruncido y la lengua de fuera, colocando trazos largos y luego pequeños y delicados. Dan miró hacia el cielo de la ventana, y no había visto el parecido. Cuando por fin había terminado una parte del cuadro y se había dado cuenta de la presencia de Dan, comenzó a quitarse el delantal tranquilamente.

–  Hola ¿Desde hace cuanto tiempo estas aquí?

–  Hace algo… - Dan se acercó le dio un beso en la frente y observó el cuadro. - ¿Cuando has visto un cielo así?

–  Nunca – dijo mientras se ponía a su altura y también lo observaba – hoy me levanté teniendo esa imagen en mi cabeza. Me sentía bien al recordarla. Pero pareciese como si en esta parte – señaló con se dedo la parte inferior izquierda – una gran mancha roja… y desde aquí – señaló en el centro hasta la esquina – hasta aquí, un trazo grueso amarillo. Arruinando el cuadro perfecto.

Dan miró a su alrededor. Ahora todos estaban viendo la segunda pieza que a todos les encantaba. Aunque a Dan no le parecía tan buena. No por que estuviera mal elaborada, sino porque le parecía algo sádica y ordinaria.

Era de un tamaño de 2x2.5 metros. Sin duda la segunda pieza más elaborada de la noche.

Se trataba de la visión de Sakura, eso lo sabían Rebeca, Andy y él. Pero para todos los demás sabían que se era la visión de un alguien. Por lo que podían ver la persona era una mujer que estaba acostada sobre una cama, lo que ella veía era el techo, parte de un ventilador de madera con sus focos apagados, pero que la luz de la luna hacía que todo eso fuese visible en cantidades razonables. Pequeños detalles como la textura de la pared, la parte superior de un escritorio, una fotografía que no se podía ver su contenido y lo más sobresaliente, lo que acaparaba justo en la mitad del cuadro, la figura de un hombre, no se podía ver el rostro porque estaba algo borroso ya que la luz de la luna no le llegaba a sus rasgos. Traía el pantalón de un traje con el cinturón desabrochado, no tenía ya la camisa, y algunos de sus músculos abdominales eran visibles. Se alzaba sobre ella con una de sus manos en el cuello. Según la posición donde sería si pudiesen verlo. Ella estaba alzando una de sus manos y la trataba de quitar la mano opresora con muchas fuerzas, por las marcas que presentaban los músculos de la mano, mientras con la otra, que no se sabía si estaba pidiendo ayuda o trataba de ahorcar a aquel hombre, estaba alzada a su máxima potencia sobre ella.

–  Es tan erótica – comentaban unos

–  Sádica, emocionante. – decían otros con disgusto y admiración.

–  Creo que refleja perfectamente el amor. – comentaba un señor a su esposa que veía felizmente la pintura.

–  El amor es parte fundamental de esta pintura, creo que realmente no quiere ahorcarlo o esta pidiendo ayuda, creo que lo que realmente quiere hacer es tocar a ese hombre muy desesperadamente – cuando escuchó este comentario de una mujer mayor pero bien arreglada. Dan miró nuevamente a la imagen con incredulidad y con nuevos ojos. Sakura estaba haciendo el amor con Andrew. Aunque tal vez en ese momento no quisiera y Andrew le estuviere forzando. Pero aunque tal vez Sakura no quisiera en un principio, luego de eso Sakura quería tocar a la persona más amada para ella.

Se retiró de la sala y fue por un trago.

Mientras tomaba algo miró en dirección a Sakura. Estaba platicando con la señora que había hecho el comentario que le había dejado algo molesto. Ella sonreía y negaba con la cabeza. Después la señora le hacia una pregunta o algo por el estilo pues Sakura comenzaba a buscar por la sala. Miraba a Dan y le señalaba sonriendo. La señora volteaba a verlo y fruncía el ceño.

Se concentraba otra vez en Sakura, le daba la mano y se retiraba. Su novia veía mientras se marchaba. Luego camino hacia el bar y se sentó al lado de Dan.

–  Siento haberte señalado de esa forma.

–  Sin problemas.

–  Era la señora Amanda Radhliffe, quería que le vendiera la pintura de la sombra. Le dije que lo pensaría. Pero que por el momento no planeaba vender alguna de mis obras. Ella dijo que hacia lo correcto. Pero que en cuanto estuviera dispuesta a venderlas la llamara. Me dio su tarjeta – se la dio a Dan – luego me preguntó quien había sido el que había inspirado esa obra. Le dije que nadie. Que al igual que con “The Windows” había soñado con ellas, y lo único que había hecho había sido plasmarla en el lienzo. Me preguntó por mi acompañante y es por eso que te señalé Fue la mejor charla de la noche.

–  Seguro que así lo fue Sakura.

A la mañana siguiente Andy, Rebeca, Sakura y Dan salieron a desayunar a un parque. Francia era algo ruidosa y casi todos los lugares estaban llenos de gente. Pero les gustaba poder estar ahí.

Aunque aun faltaban Sebastian y Criss para que todo fuese perfecto. Claro, ahora también se incluía a Tristan en esa lista.

–  …Fue entonces cuando se cayó el pobre Tristan – dijo Sakura -  era adorable, tenía su rostro todo sonrojado y parecía que no sabia lo que pasaba. Vio primero a Sebastian y luego a mi confuso y cuando los dos nos comenzamos a reír él también lo hizo.

–  Me pregunto, Dan ¿No te sientes incomodo dentro de ese ambiente tan familiar?

–  ¿debería? – dijo Dan con indiferencia – Tristan ama a Sakura como una madre, no puedo molestarme por un sentimiento que sentimos hacia ella inconscientemente.

–  Yo no me refería a Tristan, Dan.

–  Lo sé. Pero es lo mismo para Sebastian.

–  Así es – Sakura tomó la mano de Dan – amo a Sebastian como un hermano. Es la única familia que sé que tengo. Y Trisan es sin duda como un hijo. Y lo quiero como tal.

–  Tengo una pregunta Sakura –Rebeca se inclinó algo pensativa - ¿Qué piensas respecto a Criss?

–  Hummmm… no lo sé. Es uno de mis amigos. Pero no he convivido mucho con él. Es verdad que de vez en cuando va a la casa y charla. Pero se mantiene algo distante.

–  Para todos fue muy difícil que perdieras la memoria Sakura, no solo para ti. Criss trata de mantenerse al margen. Es por eso que no se quiere inmiscuir tanto en tus asuntos.

–  Lo sé perfectamente. Es por eso que no lo presiono.

–  Y creo que te agradece por eso.

Se separaron luego de terminar el desayuno y Rebeca y Andy se fueron en otra dirección.

–  Tengo muchas preguntas Dan. Pero no estoy segura si te sentirás del todo cómodo contestándomelas.

–  Sakura, hacerte feliz es importante para mi. Y si esas preguntas te impiden serlo, creedme cuando te digo que no me importa estar incomodo respondiéndolas.

–  Gracias.

–  Vamos a un lugar más tranquilo para platicar de tu pasado – se levantó y le ayudó a levantarse.

Volvieron al apartamento y en el trayecto Dan se preparaba mentalmente para las preguntas de Sakura. Esperaba contestarle la mayoría. 

–  ¿Por donde quieres comenzar?

–  Ho Dios… no lo sé. Son cosas… por ejemplo, cuando estoy contigo me siento tan feliz, apoyada, querida. Por otra parte también te correspondo esos sentimientos. No por sentirme obligada, sino por en verdad lo quiero. Pero cuando veo a Rebeca y a Andy no puedo evitar sentir algo en el pecho, me siento incomoda mirándolos juntos… me siento…

–  ¿Celosa?

–  ¿Celosa? ¿Es eso?

–  Sí. Sakura, Andy, Criss, Sebastian y yo te amamos de un mismo modo. – suspiró – wooo, no pensé que esta conversación me hiciera sentir tan deprimido y celoso.

–  Lo siento Dan. De verdad lo siento. Pero aunque te suene egoísta de mi parte, siento que hablar de esto con Rebeca no me sentiría bien.

–  Bueno. No es como si no pudiera soportarlo Sakura, prefiero ser yo el que sepa todo de ti. Así que dime todo lo que quieras saber.

–  Mi vida es sin duda difícil, pero no me quejo. Te tengo aquí, conmigo. Pero siento como si le estuviera fallando a alguien. Damien y Carlo son tan comprensivos. Me han contado acerca de mi padre. Criss también ha ayudado. Brenda me ha contado cosas de Andrew y…

–  Espera, espera… Brenda te ha hablado de Andrew.

–  Me ha dicho que ambos salieron por un tiempo y me dijo como era su temperamento. No es para que pongas una expresión como esa. Parecía como si les doliera cuando hababa de él, pero comencé a ver mis fotos, sin recordar algo. Pero en muchas de ella salía Andrew al lado de mí. Siempre sonriendo o con el ceño fruncido.

–  Supongo que estuvo bien – aunque no se imaginaba que todas esas sonrisas solo estaban dirigidas a Sakura, a nadie más.

–  ¿Qué siento por ustedes en realidad Dan?

–  Lo que sientes por mi tendrás que decírmelo tu. De los demás creo que solo tengo una idea. Se que nos amas y que te sientes desdichadas al no poder estar con todos a la vez. Acerca de Andrew, él es un amigo tuyo de la infancia, muy cercano… y ham… - ¿Cómo decirle la verdad sin decir de más? No quería que Andrew regresara a su nueva vida.

–  Lo siento Dan – Sakura tomó su rostro en sus suaves manos – gracias por todo. Dan necesito hacerte el amor – se ruborizó por completo – Dios… creo que eso sonó tan mal…

–  Sonó exactamente como el paraíso, Sakura. - Tomó las manos de Sakura y las besó. - ¿Seguro que estas lista? – ella asintió. – me vas a ser el hombre más feliz del mundo al poder hacerte el amor.

Dan se levantó y la tomó desde las piernas para llevarla al dormitorio. Abrió la puerta de una patada haciendo que Sakura se encogiera. Ella levantó el rostro y lo besó.

Depositó delicadamente a Sakura en la cama y comenzó a besarla por todo el rostro. Ella torpemente comenzó a quitarle la corbata y a desabrocharle los primeros botones de la camisa. Y sin dejar de besarlo se la quitó.

–  Estoy nerviosa.

–  Igual yo – su aliento le rozó a Sakura tan sensual que hizo latir muy rápido su corazón. – no importa cuanta experiencia tenga uno al hacer este tipo de cosas. Cuando estas con la persona que amas te sientes totalmente cohibido.

–  ¿Me amas?

–  ¿lo dudas? Por supuesto que te amo. Te amo tanto que creo que mi pecho arde de celos cada vez que tus labios pronuncian el nombre de otro hombre. Ahora voy a hacer que te sientas bien Sakura. Te lo he dicho, la primera vez que te tenga te tendré adecuadamente. – metió una de sus manos debajo de la blusa de Sakura y pellizcó uno de sus pezones.

–  Me encanta tu olor Dan, hueles como a mar, también a limón. Y me gusta tu sabor – se acercó para besarlo – sabes a vino con menta. A algo parecido al caramelo, no sé.

–  Tu olor es algo como el durazno. Antes pensaba que era algo parecido a la uva, pero en definitiva tu olor y tu sabor son las del durazno. Es aquí – Sakura se retorció cuando sintió sus labios en su abdomen – aquí es donde siempre quise estar.

–  ¿Por qué nunca lo intentaste Dan? Estoy segura que te habría elegido. A Andy, Criss y Sebastian les quiero. Pero contigo es diferente.

–  ¿Te dije que soy sumamente celoso cuando hablas de alguien más?

–  Lo siento.  Ahora… en lo que estábamos…

–  Claro.

Le quitó los pantalones que tenia y la dejó en su ropa interior de color morado claro con encaje.

–  Eres tan endemoniadamente sensual, Sakura. Estoy completamente en mi límite. Pero creo que podré llevarte junto conmigo al paraíso.

Nuevamente la besó apasionadamente, su mente volaba y hacia que en medio de sus muslos estuviese húmeda. Sakura abrió los ojos y vio en Dan una expresión que antes no había visto.

–  ¿Qué piensas Dan? – Dan le sonrió tristemente y Sakura colocó su palma de la mano sobre su mejilla.

–  Necesito estar contigo, Sakura, pero necesito que estés toda tú. No solo la parte que quisiera que estuviera.

–  Estoy toda yo Dan, ahora y aquí.

Dan se recostó en ella. Era seguro que no continuarían esa noche. Pero Sakura no quería apartarse de Dan, y lo apretó fuertemente. Dan respiró forzadamente y luego se acomodó de tal modo que su rostro estuviese justo en frente del de Sakura.

–  Te amo Sakura. – silencio – Casate conmigo.

–  ¿He?

–  Se que es repentino esto, que tal vez te suene una locura – hablaba rápidamente, y algunas de las cosas que decía Sakura no podía entenderlas – pero creo que si no se solo me perteneces me volveré loco. No quiero eso, quiero saber que cuando por fin te haga mía no solo será una vez, sino al día siguiente y al siguiente.

–  Dan…

Él se tranquilizó, cerró los ojos, respiró profundamente y le sonrió.

–  Casate conmigo Sakura.

–  Hablas demasiado. Claro que me casaré contigo.

–  Oh Dios – Sí, en definitiva jamás había visto una sonrisa tan hermosa como la que estaba poniendo Dan en ese momento – Dios, Dios, Dios – se levantó de la cama de golpe sobresaltando a Sakura que comenzó a reír en cuanto vio que Dan se paseaba de un lado a otro por la habitación – tengo que comprarte un anillo.

–  Dan, querido, son las tres de la mañana, no habrá nada abierto a estas horas.

–  Entonces tiene que ser mañana. ¿Dónde quieres casarte?

–  No lo sé.

–  Bueno, eso también se puede posponer por el momento. – vio a Sakura y se sentó al lado de ella tomándole sus manos y afrentándolas – te amo, te amo – entonces se puso complejamente rojo – ahora mismo me veo como un hombre patético ¿cierto?

–  Nop.

–  ¿Y… fue mi imaginación o me acabas de llamar querido?

–  Lo acabo de decir.

–  Está bien, ahora en verdad creo que necesitaré aire. Pero es que no quiero levantarme y separarme de tu lado.

–  No quiero que lo hagas. – se hizo a un lado - ¿Por qué no te duermes a mi lado ahora y mañana vamos a hablar con Sebastian acerca de tu propuesta?

–  Luego de haberte comprado un anillo.

–  Claro, mi amor.

Al entrar a la joyería todas las miradas de las mujeres se posaban en un gran hombre. Alto, blanco, y con sus proporciones totalmente perfectas. Llevaba consigo a una mujer algo desarreglada. Su cabello algo revuelto, que tenia unos audífonos enormes y que parecía de hecho algo indiferente a lo que pasaba a su alrededor.

Todos los hombres veían a la mujer que estaba al lado del hombre alto y atractivo. No parecían encajar en algo. Pero la mujer era endemoniadamente sensual, no era pequeña ni alta, perfecta y delgada. Con una delgada cintura y un perfecto busto. Era verdad que no estaba vestida para impresionar, pero impresionaba. Tenía sobre sus ojos unos anteojos que no permitían admirarles. Pero sabían que eran bellos.

Una de las mujeres se acercó a ambos

–  Buenos días. ¿Qué están buscando?

–  Un anillo.

–  ¿Anillos?

–  De compromiso. Quiero verlos todos ahora.

–  Por supuesto – algo sorprendida se retiró rápidamente.

–  ¿Quiénes son? – preguntó una de las empleadas.

–  No lo sé

–  ¿Qué es lo que buscaban? – pregunto otra

–  anillos de compromiso. Seguramente para otra mujer.

–  Por supuesto, esa mujer es linda, pero no pega nada con él. En fin. Seguramente su mujer será mucho más glamorosa.

Las tres mujeres voltearon a verles. El hombre tenía las manos dentro de los bolsillos medio inclinado a ella, observándola, entonces sacaba una de sus manos y le trataba de quitar los lentes. Ella fruncía el ceño y le sacaba la lengua. Para después sonreírle.

–  Tengo que regresar.

Caminó hacia ellos y les dijo que les siguieran. Ambos lo hicieron. No se tocaban de las manos, eso quería decir que no era para ella el anillo. E incluso conjeturó la idea que de hecho era ella quien se iba a casar.

–  ¿Con quien tengo el placer?

–  Con Dan Wyndham y Sakura Devenport – respondía ella con una tranquila y ronca voz.

–  Encantada.

Un hombre se acercaba a ellos.

–  Buenos días. Mi nombre es Brian O´Rady, soy el gerente de la joyería, me han informado que querían ver todos nuestros anillos para poder elegir el adecuado.

–  Se tardan demasiado – Sakura le había dado un pequeño codazo.

–  Lo siento, es verdad, pero nuestra colección no puede mostrarse en un lugar abierto y arriesgarnos a un robo. Ahora bien, me gustaría que pasaran por aquí.

Luego de pasar a otra sección de la tienda se encontraron nuevamente con muchos anaqueles y varios hermosos anillos.

–  Les dejaremos solos para que puedan charlar.

El duro semblante de Dan se había ido y miró a Sakura totalmente emocionado.

–  Creo que son demasiado caros, Dan

–  ¿Bromeas? Quiero que tengas el mejor anillo, el que más te guste. Sakura, no tengo que preocuparme por el dinero, así que tu tampoco lo hagas, ahora bien, escoge.

¿Escoger un anillo? Era verdad que todos eran hermosos, pero eran muy grandes, ella no quería un anillo grande y estorboso, quería uno pequeño y hermoso, algo que pudiese llevar siempre.

Dan se mostraba tan emocionado por la mañana que no le había dado tiempo de tomar una ducha o vestirse adecuadamente. Cuando se había levantado había visto entrar a Dan con comida y él le había alimentado, cosa que le gustó mucho, le gustaba que Dan le mimara. Entonces, después de haberse lavado los dientes y salir del baño, se había encontrado con que Dan estaba vestido formalmente, mientras que ella solo tenia un pantalón vaquero, una sudadera enorme, que se la había puesto por que era de Dan, un par de tenis. La había arrastrado hacia fuera.

–  ¿A dónde vamos?

–  Por tu anillo

Se había visto en el espejo del auto, se había visto despeinada. Aunque había tratado de alisarse el cabello con los dedos no había logrado mucho avance, y mientras buscaba algo en el coche, lo único que pudo encontrar fueron unos lentes y reproductor de música con sus enormes audífonos para ocultar algo de su cabello.

Dan estaba emocionado, mucho. Era extraño, pero no se había sentido así jamás. Sakura se había detenido a observar un anillo y él no contuvo la curiosidad para ver que anillo le había gustado.

–  ¿Cuál es…? – se quedó congelado, ella estaba ida, estaba llorando, y él sabia por que. Estaba viendo un anillo tan similar al anillo que le había dado Andrew cuando le propuso matrimonio que sabia que los recuerdos estaban regresando - ¿Sakura? – ella no contestaba - ¿Sakura? – la abrazó fuertemente haciendo que ella se despertara de su trance.

–  ¿Dan? – estaba en sus brazos - ¿Por qué me abrazas Dan? ¿Qué ocurrió? – sintió algo húmedo en sus mejillas ¿Por qué estoy llorando?

–  Sakura, me has espantado. ¿quieres irte a casa?

–  Quiero saber por que estaba llorando.

–  Por que tal vez comiences a recordar cosas.

–  He Dan – Sakura se alejó de él un poco al verle de repente tan triste – me ha gustado un anillo – él no contestó – aquí esta, me gusto mucho. – Dan seguía viendo el suelo, ella se acercó nuevamente a él, tomó sus mejillas en las manos y le obligó a verle – No importa cuantas cosas recuerde de mi pasado ¿entiendes? No interferirá en nuestro futuro.

–  ¿Por qué?

–  ¿Por qué, preguntas? Pensé que lo sabías. Porque te quiero. Ahora ve este anillo, me ha gustado mucho.

Dan estaba aterrado. Se estaba dirigiendo al anillo que con el que Andrew le había propuesto matrimonio. Si le decía que era aquel el anillo que quería iba a…

–  ese, mira.

Se dio el valor y miró el anillo que señalaba.

–  A que esta lindo.

Sacó todo el aire de sus pulmones y abrazó a Sakura fuertemente, ella rió algo divertida.

–  Asumo que te ah gustado mi elección

–  ¿Bromeas? ¡Me ah encantado!

Después de llamar al gerente y pedir el anillo. Este sonrió por tal elección.

–  ¿Me podría decir por que ha elegido este anillo?

–  Es hermoso – dijo Sakura – me ah gustado en cuanto lo vi.

–  Excelente – una de las ayudantes trajo consigo una cajita.

Dan casi, casi, le quitó el anillo al gerente cuando este se lo estaba mostrando, el gerente por su parte sonrió satisfecho.

–   Sakura… Casate conmigo.

–  Sí, Dan, ya te dije que me casaré contigo – Dan tomó el rostro de Sakura y le besó los labios.

–  Disculpe nuevamente – dijo Brian - ¿Son ustedes los que se van a casar?

–  Sí – dijo Sakura sonriendo tomando la mano de Dan.

–  ¿A que viene la pregunta señor O´Rady? – Dan fruncía el ceño.

–  Disculpe mi descortesía. Con su permiso. – El gerente se retiró de la sala con la tarjeta de crédito de Dan.

–  No luzcas tan enojado, das miedo de esa manera.

–  Está bien, lo siento. Pero ahora yo también tengo curiosidad ¿Por qué ese anillo?

–  Es el mas lindo y sencillo. Nunca me han gustado las cosas tan ostentosas ¿Sabes? El anillo que esta al lado del que elegí sin duda es hermoso, pero las cosas tan llamativas tarde o temprano se terminan, yo no quiero eso. Quiero tener ese anillo en cada lugar al que vaya.

–  Y eso es lo que yo quiero también. Por lo menos así, sabrán que estas casada, y ningún hombre te cortejará.  

Sebastian estaba dando vueltas con Tristan en sus brazos como un león enjaulado, hacia dos horas había aterrizado el avión de Sakura, y aunque le había llamado antes de tomarlo ahora estaba algo nervioso.

Tristan comenzó a hacer pucheros, lo que quería decir que, o quería a Sakura devuelta o quería comer.

Tocaron el timbre y Sebastian fue corriendo a abrir.

–  Hola Sebastián – Sakura tomó a Tristan en brazos y le besó en los labios.

–  Sakura, te e extrañado de sobremanera. – Tristan extendía los brazos para compartir la atención. Ambos le miraron y sonrieron.

Escucharon como alguien se aclaraba la garganta.

–  ¿Dónde coloco tus maletas Sakura? – Dan entró sin ser invitado. Y Sebastian tuvo que recomponer su rostro al tiempo que volteaba en su dirección y le extendía la mano para ayudar con las maletas.

–  Esta bien en la sala – pero Dan ya las había puesto ahí antes de que Sakura acabara la frase. Regresó con ellos rápidamente.

–  ¿Qué tal estuvo la exposición?

–  Estupenda. Sebastian, a todos les ah gustado mis obras.

–  No dude eso ni por un segundo.

–  ¿Quieren algo de té? Creo que necesito algo, así que voy a prepararlo, siéntense, en un momento lo llevo.

Sakura dio nuevamente a Tristan a su padre y se dirigió a la cocina, pero antes de desaparecer al doblar el pasillo miró a Dan con mucho significado.

–  ¿De que me estoy perdiendo?

Dan tomó a Tristan en brazos, el pequeño refunfuño un poco a su tacto, pero luego se quedó completamente dormido.

–  de algo muy importante. Necesitamos hablar Sebastián.

–  ¿Está bien en la sala?

–  Estupendo.

Bien, Dan estaba completamente nervioso. Seguía sin gustarle la forma en la que Sebastian y Sakura se despedían o saludaban. Pero se tenía que hacer a la idea. Sakura y él habían dado muchas vueltas a la noticia de que se iban a casar.

Y ambos habían estado de acuerdo en que Sebastian tenía que ser el primero en saberlo.

Solo que Sebastian era sin lugar a dudas un hombre completamente aterrador, incluso mas que Criss, cuando se ponía de ese modo.

Ambos se sentaron.

–  Sin rodeos, Dan. ¿Qué es lo que quieres preguntarme?

–  Bien – bueno, ahora necesitaba toda esa testosterona que le sobraba y que le hacían ser un excelente abogado – Sebastián, le he pedido a Sakura que se case conmigo – la mirada de Sebastian cambio por completo, pero miró a su hijo que aun lo sostenía Dan, como si quisiera guardar sus emociones.

–  Y ella ha dicho que si.

–  Así es.

Hubo un largo silencio, luego un largo suspiro.

–  Esto ya lo he pasado antes, y sin importar cuantas veces me lo digan o cuantas personas lo hagan siempre me va a destrozar – miró a Dan a los ojos – te voy a decir esto antes de que llegue Sakura. No importa que tan bueno seas para ella, jamás podrás hacerla completamente feliz. ¿Lo sabes verdad Dan?

Eso había sido como recibir agua fría.

–  Ella sigue amando a Andrew. Tanto como para que no este completa junto a ti – y eso se parecía algo como un golpe en el rostro – Andrew, ese pequeño bastardo – Sebastian sonreía - Era un completo desgraciado, incluso si de Sakura hablamos. Pero se amaban, tanto como para dejarnos a todos nosotros de lado, y dentro de esos todos estas incluido tu – eso era una patada en los bajos – Criss, Andy y je, yo.

–  Sebastian…

–  Pero Sakura estaba mal, - parecía como si se estuviera auto convenciendo - ella no podía o puede amar a alguien que no le hará bien ¿Entiendes lo que digo Dan? Andy es completamente inocente, pero tan maduro, Rebeca fue la elección atinada para ellos. Yo soy muy especial para ella, pero sin duda ella no me ama y yo no la amo lo suficiente para seguir, pero si para complicar las cosas, ella no necesita eso, yo tampoco. Soy lo suficientemente egoísta para darme cuenta de que si estoy con ella no seré feliz, no por completo…

Sakura llegó con las tazas de té y las colocó en la mesa de centro para dar un respingo e irse corriendo nuevamente a la cocina.

Luego de buscar algo sin éxito aparente se escuchó el sonido de la puerta al abrirse y cerrarse.

–  …ella es como una niña Dan, ella necesita de ti, no al revés, no quiero que sea ella el sostén de tu vida. Y se que eres lo suficientemente capaz como para llenar un poco el vacío que Andrew llenó.

–  ¿Me estas dando tu aprobación Sebastian?

–  ¿Importa? Ella ah dicho que si. Y yo estaré ahí, soy tu amigo Dan, no lo olvides, y aunque quiera matarte por tener algo que yo deseo, quiero que seas feliz, con ella. Por todos nosotros.

–  Criss…

–  …estará destrozado, sin duda él es quien mas me preocupa, necesita de Sakura tan desesperadamente, pero no hace nada, y si no hubiese sido por ti, Criss hubiese sido el mas indicado para serla completa y absolutamente feliz. ¿Qué horroroso destino no crees? Es una mierda esto del amor. Te pediría que intentaras alejarte de Sakura y se la dieras a Criss. Pero sonaría horrible de mi parte y pensarías que trato a Sakura como un objeto, no lo hago, créeme. Tu eres fuerte Dan, te repondrías, estoy seguro de eso. Pero Criss no se va a reponer ¿comprendes? Él va a morir en el instante en que vea a Sakura en el altar a tu lado… no importando que seas tú, Andy o yo… si no es él va a quedar devastado.

–  Estoy conciente Sebastian… ¿Sabes cuantas veces no le di vueltas a esa posibilidad? Alejarme de ella y dársela a Criss, pero no pude, parece ser que Criss, el Criss que conocimos murió junto con los recuerdos de Sakura. Y no pude darle a alguien que no lucha a Sakura. Simplemente no pude…

Otro largo silencio. Dan miraba a Tristan, que aun en sueños extendía los brazos, y luego, sin ninguna razón se dio cuenta que él quería eso con…

–  Sakura…

–  ¿He? – Dan miró a Sebastian que le sonreía.

–  Aun a pesar de todo Dan, quiero que sean felices, que formen una familia y que no le provoque dolor, ella te quiere, no te ama Dan, recuerdalo, no ama a ninguno de nosotros excepto a Andrew, pero te quiere lo suficiente en esta nueva vida como para hacer un futuro junto a ti, dejar por completo el pasado, sin importar todo aquello que alguna vez ocurrió, ella te quiere. – sonrió amablemente – y mas te vale que sea uno de tus padrinos sino te arrancaré la cabeza.

Dan comenzó a llorar, como un completo afeminado odiándose por llorar en frente de Sebastian. Quería detenerse pero le era imposible.

Sakura regresó y cuando entró a la sala frunció el ceño.

–  ¿Qué es lo que le dijiste a Dan, Sebastian?

–  Nada – Sebastian se levantó – solo le daba oficialmente mi permiso para que te tenga como esposa, Sakura.

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Hace mucho que no hacia un capitulo tan largo! :P Pero pues aqui esta! Jejejeje Muchos cambios no creen? Supongo que la propuesta de Dan fue por el calor del momento... pero pues fue aceptada por Sakura... Creo que lo quiere mucho, pero la platica con Sebastian fue cierta... o ustedes que creen????

Asi que... Se casan!!!! Que opinan de esto?

Supongo que a muchos no les gustara... a otro si, o otros no tanto... pero pues Andrew no aparece desde hace un año!!! Es mucho tiempo y Dan siemore ah estado para ella... Espero que el proximo capitulo les guste! SALUDOS y hasta la proxima semana!!!!

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