Advertencia: Loki dominante.
01:46.
Llegué hasta mi casa y me sentí capaz de suspirar pesadamentr cuando el acogedor aroma de mi hogar me recibió. Los días pasados no habían sido precisamente calmados y sentía que necesitaba un descanso de la tormenta de emociones que se hacía en mi alma.
Dejé mis cosas a un lado de la habitación y cuando estaba buscando un camisón para dormir, el golpeteo fuerte en la puerta principal me detuvo. Dudando un poco, bajé las escaleras en silencio total, me acerqué levemente a la ventana de la sala y observé quién estaba buscándome tan tarde, casi me ahogo con mi propia saliva al reconocer al hombre envuelto en un elegante gabán, que esperaba tensamente que abriera.
Consideré dejarlo afuera y fingir que aún no había llegado a casa o que y estaba dormida, pero su voz irritada me lo impidió.
—Estás ahí, Turner, veo la luz de la sala encendida y tu sombra detrás de la puerta.
Hice una mueca resignada y abrí la puerta levemente.
—¿Qué haces aquí, Loki? —pregunté cansada, sin apartarme de la puerta e impidiéndole el paso— ¿Y desde cuando me llamas 'Turner'?
Loki arqueó una ceja y negó con la cabeza, todavía con la mandíbula apretada. Traqueó el cuello un poco y apartándome sin mucha delicadeza, ingresó al lugar sin dirigirme la palabra.
Cerré la puerta, respirando hondo y me giré a ver al pelinegro que se había sentado en el sofá, mantenía la mirada perdida y los hombros demasiado tensos.
—Loki...
Me dirigió una mirada cínica y se encogió de hombros.
—Tenemos que hablar, preciosa. —el tono de su voz era cruel, amargo, tanto que me hizo temblar un poco.
—¿De qué? —me recargué en la puerta— Loki, es la una de la madrugada, deberías estar durmiendo, estoy cansada y no estoy de humor para...
Soltó una risa histérica, interrumpiéndome.
—¿Tú crees que yo estoy feliz de estar aquí?
—¿Entonces por qué viniste?
—Porque estaba yendo a mi casa, a dormir, como lo señalaste, pero no salías de mi cabeza, no he podido aguantarme la duda de lo que ha sucedido.
—¿De lo que ha sucedido? ¿Te refieres a lo de Bucky? Es un amigo, de igual modo yo no tengo que darte explicaciones.
Me observó expectante, negando con la cabeza de nuevo.
—¿Thor y tú son pareja de nuevo?
—preguntó con un tono de molestia.
—¿Qué?
—Su desaparición por casi nueve horas, sus risitas, el beso que acaba de pasar, sí lo son, ¿verdad?
—Loki, no es lo que tú crees. —me estrujé el rostro.
El me sonrió con una mezcla de emociones que no pude leer.
—¿Ah no? ¿Entonces por qué no te quitaste cuando el te besó? Mi cabeza no deja de atormentarme con eso y necesito que me digas la verdad.
Su voz estaba cargada de desesperación, para sentirme aún peor.
—Loki, basta. Mira, creí que podía con esto, pero no, yo no pued...
—¿No puedes? —jugaba con sus dedos mientras mantenía una sonrisa extraña— ¿No puedes seguir conmigo como tu amante? ¿No puedes soportar lo que sea que seamos porque sigues pensando en él?
—Y-yo...
—Tú no puedes con esto, pero sí puedes con él... —sonrió tristemente.
—¿Qué? —susurré, acercándome unos pasos, mientras la culpa emanaba en mi ser.
—Por lo visto, con el no necesitas esconderte de nadie, ni siquiera de mí. Aunque esa desaparición suya durante tanto tiempo, me hace pensar que lo hiciste para que yo no me enterara.
Me sentía terrible, sentía ganas de llorar y de acabar con todo, aún así me enderezé, mirándolo a los ojos.
—No te confundas, Loki. No estábamos haciendo lo que tú crees que hacíamos, ya que estás tan interesado en saber la verdad, iba a llevarte a ti a Alemania en primer lugar, pero fuiste tú el que me echó de su casa sin saber por qué motivo.
—¿En serio? Qué extraño, ¿jurarías entonces que no le dijiste antes de la batalla que estarían yendo poco a poco hasta volver a estar comprometidos o en tus palabras 'ver qué pasa'?
—El te lo dijo...
—Así es. —susurró— ¿Qué soy yo? ¿Tú juguete?
Cerré los ojos con fuerza, tratando de pensar en que decir, pero no me salía nada.
—Loki, no...
—Estoy bastante seguro de que eso soy para ti, ___, una diversión hasta que decidas que te casarás con él.
—Ya basta. —demandé.
—¿Por qué? ¿Te molesta escuchar la verdad?
—Basta, por favor. —repetí, al borde de las lágrimas.
—¿Tanto te molesta reconocer que soy la mancha en tu impecable relación con Thor?
—Deja de decir mierda.
—Uh, ¿terreno sensible? —sonrió ladeadamente.
—Loki. —gruñí.
—¿Tu bonita relación se rompe con la certeza de que te he follado hasta el cansancio tantas veces? —me dio un gesto de fingida lástima— ¿Te jode saber que has gemido el nombre de otro hombre?
Lidiar con un Loki molesto o irritado era algo a lo que no estaba muy acostumbrada, un hecho con el que no tenía mucha experiencia y que a veces no sabía cómo actuar, pero sabía que ese era un débil intento por proteger su corazón.
—¿Por qué no te vas?
—¿Me estás echando?
—No tienes ningún motivo para estar aquí. —tragué hondo, evitando llorar.
—Sí tengo —aclaró— Estoy hablando d...
—¿Hablando? ¿¡Hablando!? ¡Estás haciéndome sentir de la manera más horrible posible!
Me miró fijamente unos segundos, hasta que se dirigió a la puerta con un gesto calmado, que era traicionado por su respiración agitada y la manera en que el enojo avivaba el fuego de sus ojos.
—Pero, ¿qué? —fruncí el ceño— ¿¡Con qué derecho vienes a mi hogar a confundirme, hacerme sentir mal y dejarlo todo de cabeza!?
—No creo que podamos hablar calmadamente, lo mejor es que me vaya.
—¿De qué querías hablar? —pregunté recargándome contra el sillón.
Se volteó, mirándome molesto de nuevo.
—¿Qué te parece de cómo hemos tenido sexo todos estos días? ¿De que además de eso hemos tenidos gestos íntimos como si fuéramos pareja? ¿De que pronto te veré en una tienda escogiendo tu vestido de novia? ¿De que...?
Me estampé contra el suelo, interrumpiéndolo, no podía seguir escuchando, pero el continuó.
—De que simplemente te casarás en algún momento, pero seguirás viéndote a escondidas cada noche con tu amante.
Ni bien pronunció esa palabra y la vulnerabilidad en mi rostro se hizo allí mismo.
No lo había pensado claramente hasta ese momento, pero justo ahí, peleando con uno de los dos motivos de mi confusión, me di cuenta de que a Loki si le interesaba, sí le importaba ser el amante, el juego, o como sea que le llamara, no pude evitar recordar aquella conversación en la Stateman.
*Flashback*
—Loki, yo...
—¿Tú...?
—Yo te amo... —suspiró— Pero no puedo hacerte esto, no puedo... Me voy a casar con tu hermano, porque, también lo amo a él... No puedo, Loki.
La frustración llegó nuevamente a su ser, y el dios la sujetó a él con fuerza.
—No me importa, ____... Cásate con Thor, forma una familia, vuélvete su reina, lo que sea; porque sé que si incluso no lo hicieras, seguirías volviendo a mí. —juntó su frente con la de ella— Preciosa, no me importa la forma en la que sea, sea tu amante, tu pasatiempo o tu mejor juego, mientras esté contigo no me importa.
¿Cómo podía estar haciéndoles esto?
Soy una terrible persona, después de todo lo que han hecho por mí.
Pronto la voz de Loki me hizo volver a la realidad, dándome cuenta que me había mantenido viéndolo con el gesto depresivo.
—Detente, no sé que demonios te pasa, pero detente. Lo que sea que estés pensando no es cierto.
—¿Ah no? —mi voz se volvió serena y vacía— ¿No acabas de decir tu mismo que era la verdad? ¿No es así acaso?
—___...
—No puedo más con esto, Loki.
Los besos con Loki.
Los besos con Thor.
Sus caricias.
Sus risas.
Nuestros momentos.
—Por los cielos... —jadeé— Thor, no...
—¿Thor?
De nuevo, la voz de Loki me sacó de mis pensamientos.
—¿Qué? —me tensé ante la repentina furia creciendo nuevamente en él.
—¿Estás aquí conmigo y lo mencionas a él?
Boqueé unos segundos.
—Estás así por tu sentido de propiedad, ¿no es así? Yo no soy un objeto, no soy propiedad de nadie. —aclaré, deseando acabar con esto y dormir una semana entera— Vete de mi casa, por favor.
—¿En serio? Si me quiero ir, no puedo porque decides hablar, pero cuando te cansas de hacerlo me botas así como así.
—¿Qué quieres que haga, uh? ¡Sólamente quiero que dejes de confundirme!
—¿¡Qué yo te confundo!? ¡TÚ ERES LA QUE NO DEJA DE DAR SEÑALES EQUIVOCADAS! ¡ME TIENES DE CABEZA Y LO DISFRUTAS! ¡DISFRUTAS TENERME A TUS PIES! ¡Y A THOR TAMBIÉN!
—¡DEJA DE MENCIONARLO, MALDITA SEA!
—¿POR QUÉ? ¿TE GOLPEA EL ORGULLO? ¿TE DUELE SABER QUE LAS COSAS SON ASÍ?
—¡YA BASTA!
—¡PODRÍA SIMPLEMENTE BUSCARME OTRA PERSONA! ¡ALGUIEN QUE AL MENOS ME DE LO QUE QUIERO SIN TENER QUE ESCONDERSE!
—¡ENTONCES HAZLO! ¡HAZLO! ¡ASÍ LA DECISIÓN SERÍA MUCHO MÁS FÁCIL! ¡HAY UN MONTÓN DE MUJERES EN EL MUNDO, HAZLO! —lo tomé de los hombros, empujándolo hacia la salida.
—¡LO HARÉ!
—¡HAZLO! ¡NO ME IMPORTA!
—¡ENTONCES TU VETE CON TU JODIDO NOVIO!
—¡DEJA DE HABLAR DE THOR!
—¡HABLARÉ LO QUE QUIERA DE E...!
Lo solté en cuanto estuvo en la puerta, sintiendo los sollozos llegar a mí.
—Ya basta, ya basta...
En ese momento, Loki me tomó de la garganta, mirándome con intensidad.
—No te atrevas a llorar. —gruñó— Ya cálmate, ___.
Aunque no hacía presión en el agarre de mi cuello, había algo tan íntimo en el gesto que no podía resistirme, quizás era el aura dominante que sutilmente había envuelto al pelinegro.
—Por si tanto te interesa, no me he acostado con Thor —dije tratando de calmarme— Con el único que lo he hecho es contigo, él simplemente me acompañaba a Alemania para recoger unas cosas, pero se presentó una situación con unos animales y terminamos cayendo al mar, por eso volvimos así...
—No te creo... —pronunció con dificultad.
—No tienes que hacerlo. —sonreí tristemente— No te debo explicaciones, Loki, pero ahí está, no tengo por qué mentir, Brunhilde también lo sabe, se lo explicamos al volver.
Mi razonamiento comenzó a perderse cuando me unió a él en un controlador y dominante abrazo, sintiendo su respiración entre mi cuello, mientras su mano continuaba ahí también, dando ligeras caricias.
El cuello era mi punto débil, él lo sabía perfectamente.
Loki rio roncamente.
—¿Qué me estás haciendo, mujer?
—susurró, antes de besarme.
Toda la rabia, frustración y desesperación que poco a poco nos consumía, se encontró canalizándose en una guerra tácita en la que cada uno buscaba el poder.
[+18]
Alcé los brazos y rodeé el cuello del dios, este rio en medio del beso y bajó sus manos hacia mi trasero, le dio un fuerte apretón, consiguiendo que me separara del beso.
—Despacio. —jadeé.
—Rápido. —gruñó el, apretando mi trasero nuevamente.
Tiré de su cabello con más fuerza de la necesaria, sonreí ante su quejido.
—Despacio. —repetí.
—Hmmm... —le dio un mordisco a mi mentón.
Nos volvimos a besar con furia, con un suave vaivén de nuestras caderas que nos hacía jadear por la deliciosa fricción.
Mis manos se fueron hacia su gabán, empezando a quitarlo rápidamente, sin separarme del todo de él. Ayudó quitándosela en su totalidad, dejándome un casto beso en los labios, se alejó para poder quitarse la camisa y el suéter que llevaba encima.
Aprovechando eso, me quité la blusa que estaba usando, aventé mis pantalones a patadones a un lado de la mesa de la sala y me giré al sentir la risa de Loki nuevamente.
—Me encanta tu eficiencia. —musitó, desabrochándose el pantalón con un gesto gracioso.
—Soy muy eficiente.
Loki se sentó en el sillón, a su lado encontró la botella de vino de esta mañana, por lo cual la abrió y bebio un trago, mirándome con lujuría.
—Ven aquí, muñeca. —demandó, con su voz varonil.
Obedecí velozmente, caminando hasta él y sentándome en su regazo, mientras sus enormes manos recorrían mis curvas, como si ese fuera su mayor placer.
Un jadeo escapó de mis labios cuando sentí su lengua por mi cuello y clavícula, mientras sus manos jugueteaban con mis pechos, aún cubiertos por el brasier color negro, decidí seguir en su juego, y bajé hacia su erección, bajando su ropa interior y finalmente metiendome su masculinidad a la boca.
Loki echó la cabeza hacia atrás y se perdió en el placer que le daba, con los movimientos certeros de mi cabeza y mi boca haciéndolo sentir en la misma gloria, en pocos minutos, lo tenía rendido y reducido a unos jadeos desacompasados y respiraciones erráticas.
—Basta. —consiguió decir, jaloneándome levemente el cabello para que lo mirara— Es momento de que grites mi nombre, preciosa.
Me levantó por los muslos, tocándome ansioso el trasero y besándome el cuello a medida que subíamos los escalones, ni siquiera nos molestamos en apagar las luces de abajo, sólo nos centramos en llegar a la habitación.
Me lanzó hacia la cama juguetona y dominantemente.
Debía admitir que ver a Loki con ese semblante dominante y controlador, era algo que me excitaba a un punto que nunca imaginé, la manera en que me hacía obedecerlo en cuestión de segundos con tan sólo abrir la boca, fue algo que me enloqueció los sentidos.
Ambos nos inclinamos al mismo tiempo para besarnos con desenfreno y pasión, mientras que con un movimiento fijo, empezó a introducirse en mi cavidad. Solté la respiración lentamente a medida que el dios se introducía cada vez más profundo y un chillido placentero escapó de mis labios cuando se retiró y volvió a ingresar, consiguiendo golpear mi punto dulce.
—Hmmm.
Loki se inclinó a besarme mientras volvía a salir y entrar lentamente.
—Oh, Loki... —gemí ruidosamente.
—Eso es lo que quería, escuchar mi nombre en tu gloriosa voz. —jadeó.
—S-seguro que sí...
—¿Por qué no has vuelto a repetirlo, preciosa?
—Porque todavía no me haces hacerlo...
—Muy bien, lo haré entonces...
Tomó en serio mis palabras, pues me embistió con más fuerza, haciendo de mis gemidos y sus gruñidos rasgados fueran lo único que se escuchaba en la habitación.
—Hmm... —arqueé la espalda, producto del placer que estaba recibiendo— L-loki...
—Muy bien... —jadeó, mordisqueando el lóbulo de mi oreja y haciendo una mueca cuando mis uñas pasaron por su espalda.
Los movimientos del ojiazul se hacían erráticos, casi desesperados, hasta que finalmente explotó dentro de mí y se dejó caer encima de mi cuerpo, soltando un suspiro alegre.
—Puede que seamos un desastre hablando, pero esto lo hacemos increíble.
Pero pronto, ya fuera del placer, la tristeza volvió a llegar a mí al recordar sus palabras, sin decir nada, me giré dándole la espalda, sin embargo, el me atrajo en un abrazo de cucharita, apoyando la barbilla sobre mi hombro desnudo.
—¿Sigues despierta, preciosa?
No respondí, lo mejor era que pensara que sí, sentí su beso sobre mi cuello, y al cabo de unos minutos sentí como su respiración se volvía más tranquila, indicando que se había dormido, me permití llorar en silencio.
¿Qué es lo que voy a hacer?